jueves, 4 de octubre de 2018

20 volantes defensivos que hicieron historia

Por Martín Estévez

Por su inteligencia táctica, por recuperar miles de pelotas, por su sacrificio, por sus relevos, por su personalidad, por sus asistencias o hasta por sus goles, ellos se convirtieron en leyenda sin alejarse demasiado del círculo central. Un listado que no es un ranking, sino un homenaje a los terratenientes del fútbol: los dueños del mediocampo.

• Frank Rijkaard
Los jóvenes lo conocen por haber dirigido al Barcelona entre 2003 y 2008, pero antes fue un casi inmejorable polifuncional. Se inició como defensor en Ajax (7 títulos entre 1981 y 1987) y luego fue estrella del súper Milan que, entre 1988 y 1993, ganó dos ligas, cuatro Supercopas, dos Champions y dos Intercontinentales. Era la rueda de auxilio de Ruud Gullit: brillaron en el Milan y en Holanda, con la que ganaron la Eurocopa 1988, llegaron a octavos de final en el Mundial 90 y a cuartos en 1994. Rijkaard tenía estado físico excelente, mucha plasticidad y era feroz en la marca. Gritaba poco sus goles, pero los hacía: metió 108. Se retiró en el Ajax, en 1995.

• José Leandro Andrade
Argentina lo sufrió como pocos. La Maravilla Negra fue el half derecho del Uruguay campeón olímpico en 1924 y 1928, y mundial en 1930. En el esquema 2-3-5 tenía que marcar al insider izquierdo rival. Jugó los 5 partidos en el 24; 4 de 5 en el 28 (incluidas dos finales ante Argentina); y los 4 en 1930. Además, ganó tres Sudamericanos. Lo suyo era muy claro: recuperar la pelota y entregarla prolijamente a los delanteros. Armaba el juego sin descuidar el aspecto defensivo; por eso, casi no pisaba el área rival. Y no lo necesitaba, porque con ese estilo se convirtió en uno de los diez mejores jugadores de la década del 20. Jugó en Bella Vista, Nacional, Peñarol y Wanderers, y también pasó por el fútbol argentino.

• Andrea Pirlo
Uno de los mejores futbolistas italianos del siglo XXI. Combinó las funciones del típico 5 (recuperar, relevar, ordenar, entregar rápido la pelota) con otras que requieren más técnica: iniciar ataques, asistir, rematar de media distancia. Su carrera empezó en 1995, pero despegó en su excelente década en Milan (2001-2011) y mantuvo su brillo en Juventus (hasta 2015). Ganó 17 títulos en clubes (incluido el Mundial de Clubes 2007) y brilló en la obtención de la Copa del Mundo 2006: titular en los 7 partidos, le hizo un gol a Ghana. Recibió el Balón de Bronce en esa Copa, y también estuvo en Sudáfrica 2010 y Brasil 2014. A los 37 años, juega en New York City.

• Hidetoshi Nakata
Probablemente, el mejor volante de la historia de Asia. Y difícil de catalogar: ¿defensivo u ofensivo? Suena ridículo, pero era parecido al Burrito Ortega: rápido y con quiebre de cintura, aunque jugaba más retrasado. Recuperaba la pelota gracias a su velocidad. La rompió en la liga japonesa (1995-98) y saltó a Europa. Jugó en cinco clubes italianos (hasta 2005) y terminó su carrera en el Bolton inglés. Alcanzó puntos altos en Roma (ganó la liga en 2001) y Parma. Lujoso para una selección disciplinada como la japonesa, jugó los Mundiales 1998, 2002 (histórico 9° puesto) y 2006. Fue el mejor futbolista asiático de 1997 y 1998.

• Josef Masopust
Uno de los tres mejores futbolistas de la historia de Checoslovaquia, donde ganó ocho ligas con el Dukla Praga entre 1953 y 1966. Su despegue internacional se produjo en el Mundial 1958, cuando su selección le dio una paliza a Argentina: 6-1. En la Eurocopa de 1960 fueron terceros y él integró el equipo ideal. Lideró la mejor generación checoslovaca. Dentro, era el corazón del equipo en el esquema 4-2-4, articulando defensa y ataque. Fuera, imponía respeto. En el Mundial 62, llegaron a la final y él jugó como nunca; incluso abrió el marcador, pero Brasil lo pudo dar vuelta. Se destacó tanto que ese año ganó el Balón de Oro europeo. Murió en 2015.

• Johan Neeskens
Encontrarles puesto a los integrantes de la Naranja Mecánica es difícil: todos jugaban de todo. Cruyff pasaba de lateral a centrodelantero en la misma jugada. Algo similar sucedía con Neeskens. En el esquema era volante central, pero miren videos y lo verán marcar la banda derecha, tirar centros desde la izquierda y hasta llegar al área rival. Pocos la rompieron en un Mundial como él en el 74; metió dos penales ante Bulgaria y también les hizo goles a Alemania Oriental (de tijera), Brasil (entrando como 9) y otro penal: a Alemania en la final. También fue subcampeón mundial en 1978. Con el Ajax ganó nueve títulos entre 1971 y 1973; y luego jugó en Barcelona.

• Sergio Busquets
Busquets protege la pelota como a un familiar. Cuando Barcelona rompió con un fútbol que tendía al contraataque y apostó a la posesión, él se convirtió en pieza importantísima y eficaz. Debutó en 2008 y dos años después ya era titular en la España que ganó el Mundial 2010. Lo suyo es buscar la pelota, cuidarla, pisarla, trasladarla a terreno seguro. No patea bien de lejos, no cabecea, no pisa el área rival, no desborda: posee la pelota y utiliza sus muchos recursos para depositarla en el mejor lugar posible. Hace eso, y lo hace mejor que nadie en la actualidad. Con apenas 28 años, ya ganó 27 títulos, incluyendo tres Mundiales de Clubes y la Eurocopa 2012.

• Diego Simeone
Aunque logró más como entrenador que como futbolista, no hay que olvidar que fue emblema de la Selección durante doce años. Era menos técnico que Fernando Redondo, pero más comprometido: jugó 106 partidos, incluyendo 11 en los Mundiales 1994, 1998 y 2002. Jugó de 5, de 8, suelto, atado, capitán, suplente, pero estuvo siempre, sea para lanzar el lateral más valioso de la historia argentina (se apuró para sacarlo y Batistuta hizo el gol clave de la Copa América 93) o para dar la cara en las frustraciones. También ganó la Copa América 91, la medalla de plata en Atenas 96 y, a nivel clubes, otros siete títulos. Se retiró en Racing.

• Marco Tardelli
La foto que elegimos de Tardelli es un símbolo: de cada diez, en nueve aparece persiguiendo un rival, comiéndole los talones, robándole la pelota. El inglés Jimmy Greaves lo definió bien: “Era responsable de más cicatrices que los cirujanos del hospital de Harefield”. Se inició en Pisa y Como, pero alcanzó su esplendor en Juventus (1975-85) y en la selección italiana, con la que terminó 4° en el Mundial 78 y campeón en el 82. En la final le hizo un gol a Alemania y lo festejó con una euforia poco usual en esos años. Ganó 11 títulos con la Juve, e integró el plantel de Italia en México 86, aunque no ingresó. Fue DT del Inter en 2001.

• Yaya Touré
Crack, con todas las letras. ¿Qué más se le puede pedir? Tal vez más regularidad y menos conflictos fuera del campo. Porque, adentro, es una colección de virtudes: estado físico imponente, buen juego aéreo (mide 1,91), excelente manejo de pelota, despliegue, marca y mucho poder de gol: ¿qué volante central mete 20 goles en una liga, como él en la Premier League? Suma 15 títulos locales (con ASEC Mimosas, Olympiakos, Barcelona, Manchester City…), tres internacionales y la Copa Africana 2015 con Costa de Marfil. Jugó todos los partidos de su país en Mundiales: 9, entre 2006 y 2014. Fue mejor futbolista africano en 2011, 2012, 2013 y 2014. A los 33 años, le queda mucho para dar.

• Jean Tigana
Francia deslumbró en la década del 80 apoyado en cinco cracks: Amoros, Rocheteau, Platini, Alain Giresse y Tigana. Nacido en Malí, Tigana era una procesadora: la pelota le llegaba de cualquier manera, y él la calmaba y la entregaba suave a un compañero. Técnicamente genial, prolijo, pensante, ganó siete ligas francesas (cinco en Bordeaux, dos con Olympique de Marsella) y la Eurocopa de 1984 con su selección. Además, llegó a semifinales en los Mundiales 82 y 86 (le hizo un gol a Hungría). En aquel año 86 recibió el Balón de Plata. Se retiró en 1991; y trabajó como director técnico entre 1993 y 2012.

• Dunga
En la historia de Brasil sobran volantes creativos, pero pocos brillaron en defensa. Dunga lo logró en el Mundial 94. Busquen imágenes de la aburrida final (0-0 con Italia) para ver que, si alguien merecía ganarla, era Dunga: jugó de primera, invadió el campo rival, metió pases profundos. Además, convirtió el pesado cuarto penal. También jugó en Italia 90 y fue parte del equipo ideal en Francia 98. ¿Más? Ganó el Mundial Sub 20 en 1983, plata olímpica en 1984, la Copa América en 1987 y 1997, y la Confederaciones en 1997. Le faltaron más títulos en clubes: jugó en nueve diferentes. Fue DT de Brasil en el Mundial 2010.


• Obdulio Varela
Uno de los futbolistas con más personalidad de la historia. El Negro Jefe era una tromba avasallante que contagiaba a sus compañeros. Centrehalf del Uruguay que, en 1950, consiguió la máxima hazaña del fútbol. En buena parte, gracias a él. “¡Los de afuera son de palo, en la cancha vamo’ a ser once contra once!”, les gritó a sus compañeros antes del partido decisivo del Mundial contra Brasil, en un Maracaná colmado por 200.000 enemigos. Y Uruguay, que necesitaba ganar y empezó perdiendo, terminó festejando un histórico 2-1. Jugó en Juventud, Wanderers y Peñarol, ganó el Sudamericano 42 y llegó a semifinales en el Mundial 54, donde metió un gol. Murió en 1996.

• Javier Mascherano
Si Mario Götze no metía ese golazo en el minuto 113 y Argentina ganaba el Mundial 2014, Mascherano tendría una estatua en Plaza de Mayo, como mínimo. Ya se esfumó el furor que generó con la heroica jugada en la que evitó un gol de Holanda en la semifinal, pero el tiempo volverá a ubicarlo como el gran volante argentino de principios de siglo. Campeón argentino (con River, 2004) y brasileño (Corinthians, 2005), sus mayores logros fueron en Barcelona (16 títulos desde 2010). Con la Selección ganó dos oros olímpicos (2004 y 2008), jugó 135 partidos y tres Mundiales. A los 32 años, sigue en la elite, a veces como marcador central.

• Gianni Rivera
Uno de los volantes más difíciles de catalogar. ¿Defensivo, ofensivo? En teoría, defensivo, porque hizo la mayor parte de su carrera como volante central y organizador de juego; en la práctica, ofensivo, porque pasaba al ataque y llegaba al arco rival, al punto que en 1973 fue goleador de la liga italiana. Si alguna crítica recibió, era que un volante central no podía descuidar tanto la parte defensiva. Lideró al Milan campeón de Europa (en 1963 y 69) y del mundo (69); pero fue inesperadamente suplente en la Italia subcampeona en México 70. Aun así, marcó el gol decisivo en la semifinal ante Alemania.

• Xavi Hernández
El último gran equipo (Barcelona 2009-2016) y la última gran selección (España 2007-2012) compartieron jugadores, entre ellos a su eje. Xavi tuvo, durante muchos años, una regularidad anormal: era casi imposible verlo jugar mal. Se destacó por su inteligencia, su comprensión del juego, su manejo de los tiempos. Siempre bien ubicado, casi siempre acertado en las decisiones y capaz de opacar su trabajo en beneficio del equipo, es un dios en el Barça: 767 partidos y 24 títulos, incluidos dos Mundiales de Clubes. Su dupla con Iniesta no existió solo en el club: juntos ganaron las Eurocopas 2008 y 2012, y el Mundial 2010. A los 37 años, juega en Qatar.

• Patrick Vieira
En las últimas décadas, la barrida pasó de moda. Se usa poco porque es riesgosa: podés quedar fuera de la jugada o ser amonestado. A Vieira, eso no le importó. Ayudado por sus piernas extra large (mide 1,93), se tiraba para robar pelotas (y patear tobillos) con gran eficacia. Nacido en Senegal, es ídolo en el Arsenal inglés, donde entre 1996 y 2005 ganó 10 títulos. Además de sus barridas, usaba mucho el anticipo. De buen pie, sumaba más asistencias que goles. Con Francia jugó dos partidos en el Mundial 98 (campeones) y fue titular en 2002 y 2006 (goles a Togo y España). También ganó la Eurocopa 2000 y la Copa Confederaciones 2001 y 2003. Se retiró en 2011.

• Lotthar Matthaus
Aclaración fundamental: Matthaus también podría figurar como uno de los mejores líberos o volantes ofensivos, pero había que elegirle un puesto. Leyenda alemana, por fútbol, estadísticas y logros. Su fútbol: tácticamente brillante, comenzó como volante con llegada, hizo la mayor parte de su carrera como volante defensivo y, cuando su cuerpo le puso un límite, terminó reinventando el puesto de líbero y aprendió a manejar a su equipo desde el fondo. Sus estadísticas: 25 partidos en 5 Mundiales y más de 200 goles. Sus logros: 26 títulos, incluyendo la Eurocopa 1980 y el Mundial 1990, cuando recibió el Balón de Oro.

• Graeme Souness
Su nombre no es conocido en Sudamérica, pero es leyenda en el Reino Unido. Nacido en Escocia, fue capitán de uno de los mejores equipos europeos: el Liverpool de 1978-1984. Centrocampista agresivo, por momentos violento, pero de buen pie: sumó muchas asistencias y goles con remates de media distancia. La lista de títulos con los rojos es enorme: cinco ligas, cuatro copas de liga, tres copas de Europa… Terminó su carrera en Sampdoria (ganó la Copa Italia) y en el Rangers escocés. Jugó tres Mundiales: estuvo en el triunfazo 3-2 ante Holanda en 1978; hizo un gol en el 82; y fue capitán en el 86. Luego, fue director técnico.

• Zito
En el Brasil bicampeón mundial en 1958 y 1962 atacaban Pelé, Didí, Vavá, Zagalo, Garrincha… pero alguien tenía que defender, y ese era Zito, que se encargaba de ocupar los inmensos espacios que quedaban en un equipo tan ofensivo. En Suecia 58 se ganó un puesto por la izquierda, más como defensor que como volante; pero en Chile 62 ya se afianzó en el medio. Icono del Santos, donde jugó más de 700 partidos (entre 1952 y 1967), ganó 9 Campeonatos Paulistas, 4 Copas de Brasil, 2 Libertadores y 2 Intercontinentales. Luego trabajó en las divisiones inferiores del club, y se convirtió en uno de los descubridores de Robinho y Neymar. Murió en 2015.

Publicado en El Gráfico N° 4479 (marzo de 2017)

1 comentario:

  1. Martín ¿te animarías a realizar un listado de "Balones de Oro" según tu propio criterio a lo largo de toda la historia (o desde donde supongas que puedas recolectar la información suficiente como para determinar las posiciones de los mejores futbolistas año tras año)?

    ResponderEliminar