viernes, 21 de agosto de 2009

Contrapunto: Inzaghi vs Inzaghi

Filippo Inzaghi (Milan) vs Simone Inzaghi (Atalanta)

*Filippo, el mayor de los hermanos, tiene 34 años y juega con Kaká y Seedorf en Milan, actual campeón del mundo.
*Simone, el menor, también atacante, tiene 31 años y es suplente de Langella y Floccari en Atalanta, 8º en Italia.

*Filippo promedia un gol cada 210 minutos jugados. Pasó por Juventus (1997-2001) y en Turín lo recuerdan mucho.
*Hace 1.788.480 minutos que Simone no hace un gol en el Calcio (desde 2004). Ni él recuerda cómo fue.

*Con Italia, Filippo ganó la Copa del Mundo. Con Juventus y Milan, el Scudetto y la Liga de Campeones de Europa.
*Con Lumezzane, Simone ascendió a Tercera División. Con Lazio ganó el Scudetto... ¡y hasta hizo goles!

PUBLICADO EN FOX SPORTS EDICIÓN URUGUAY (Nº22) Y ESTADOS UNIDOS (Nº22), FEBRERO DE 2008

miércoles, 19 de agosto de 2009

Milagros inesperados

¿SAMPRAS ELIMINADO POR UN DESCONOCIDO PARAGUAYO? ¿AGASSI PERDIENDO ANTE EL 419º DEL MUNDO? ¿NAVRATILOVA DERROTADA POR... KUNCE? NO SON HISTORIAS IMAGINARIAS. TE CONTAMOS LAS GRANDES SORPRESAS DEL TENIS.

La emoción no convive con lo predecible: explota cuando la lógica se oxida y se abre el telón de lo inesperado. Podríamos estar hablando de la vida, sí. Pero hablamos de tenis.
Desde el inicio de la Era Abierta (en 1968) han existido grandes sorpresas, juegos en los que el gran favorito cae ante un tenista casi desconocido. En Montreal 1974, por ejemplo, el estadounidense William Brown, que estaba fuera de los cien mejores, derrotó al rumano Ilie Nastase (Nº1 tres meses antes). Un año después, Tenny Svensson (136º del ranking) venció al legendario Bjorn Borg (entonces Nº5) en el país de ambos, Suecia. Mayor fue la sorpresa en Atlanta 1980: John Austin, que había finalizado 156º el año anterior, se impuso 7-6 y 6-4 sobre John Mc Enroe, líder del ranking.
También sucede en los Grand Slams. En Wimbledon 1981, Ivan Lendl (uno de los dos mejores de ese año) cayó en una batalla de cinco sets ante el australiano Charlie Fancutt, cuyo nombre no volvería a generar estruendos. “El pasto es para las vacas”, decía Guillermo Vilas (4º) sobre su mala adaptación al césped, pero ni él esperaba perder ante el nigeriano Nduka Odizor (75º) en Wimbledon 1983. “He de decir, sin falsa modestia, que pasé dos meses pensando en este torneo, y entraba en mis planes hacer un buen campeonato”, dijo Odizor tras su victoria. No sólo en la hierba resbaló el argentino: en 1982, sobre superficie dura, cayó ante el estadounidense Tony Giammalva, que nunca llegó al Top 100.
Sólo una suma fortuita de factores pueden explicar estos resultados anormales: la superficie, el estado físico, la psicología... Hay suelos que favorecen un desarrollo menos natural del juego, como el césped, y también es importante la preferencia de cada jugador. Un mal estado físico, en tanto, hace más vulnerable a un jugador top, aunque en estas sorpresas ninguna terminó en lesión o abandono. Entonces, la clave está en lo psicológico: en que, antes o durante el partido, el competidor más débil sienta que puede ganar. Y que el candidato, que sólo pensaba cumplir rápidamente con su ‘obligación’, se desestabilice al ver que el rival no era tan fácil como suponía. Y, todo eso, a veces, necesita un poco de suerte. Si no... ¿cómo hubiera podido el holandés Michael Schapers (188º) derrotar al legendario Boris Becker en el Abierto de Australia 1985? ¿Y cómo explicar lo del francés Eric Winogradsky (152º)? El actual entrenador de Jo-Wilfried Tsonga venció 7-6, 7-6 y 7-5 a Stefan Edberg (3º) en Roland Garros 1987. ¿Era el mejor momento de Winogradsky? Semanas después, caería ante Laurie Warder (251º)... Lo dicho: el factor psicológico vale tanto como aprovechar un break point en un momento clave.

¿Hay más o menos sorpresas?
Considerando todos los partidos de Grand Slam, en 1982 los preclasificados ganaron el 86% de los juegos ante los no preclasificados. Veinticinco años después, en 2007, el porcentaje de victorias ‘lógicas’ bajó a 80%. Aunque la disminución es pequeña, indica que en la actualidad son más frecuentes los resultados sorpresa.
Las estadísticas, sin embargo, no tuvieron relación con la fiesta que vivieron las Bahamas cuando su representante, Roger Smith (150º), derrotó a Ivan Lendl (1º) en Stratton Mountain 1988. Ese año, el Nº2, Mats Wilander, también tuvo un día nefasto: fue eliminado por el italiano Claudio Pistolesi (154º) en Monte Carlo.

Si hay un ‘especialista’ en perder partidos imposibles es Andre Agassi: era capaz de humillar a Sampras en un buen día y de derrotas estrepitosas en uno malo. Como las que sufrió ante Luke Jensen (419º), Doug Flach (281º), Nenad Zimonjic (339º) y Jerome Haehnel (271º). Tras esta última, en 2004, explotó: “No hay explicación para golpear la bola como lo hice. Normalmente sólo un par de cosas funcionan mal en mí, pero controlar la pelota nunca había sido un problema. No encuentro excusas”. Cuando perdió esos juegos, Andre se ubicaba entre los primeros del ranking. Pero el ranking, evidentemente, no da inmunidad. Ni a Stefan Edberg (2º) cuando perdió ante Robbie Weiss en Key Biscayne 1992; ni al austríaco Thomas Muster (1º) cuando fue eliminado por Sandon Stolle (161º) en Dubai 1996.
Elegir el mejor partido del venezolano (nacido en Uruguay) Nicolás Pereira es difícil. No por falta de triunfos resonantes, sino porque en 1989 venció a Stefan Edberg (3º) y en 1996 a Thomas Muster (1º). Increíble que su mejor ranking haya sido 74º.
¿Y en la actualidad? Hasta Rafa Nadal tuvo su Waterloo. Acumulaba 24 victorias seguidas hasta que se cruzó con el alemán Alexander Waske (147º) en el césped de Halle 2005. “Hoy me di cuenta de que mi condición física puede ser un problema –reconoció luego de perder 6-4, 5-7 y 3-6–. Llegué tarde a algunas bolas”. Y, aunque ni siquiera Pete Sampras esquivó las derrotas inexplicables (ver recuadro), un nombre mantiene su ‘invicto contra lo insólito’. ¿Quién? Roger Federer. Desde que alcanzó el primer lugar del ranking, el suizo ganó el 96% de los partidos ante tenistas ubicados debajo del puesto 50. Triunfó 105 veces y sus únicas 4 derrotas fueron ante rivales muy respetables: Richard Gasquet, Filippo Volandri y Guillermo Cañas (dos veces). Pero a la carrera de Roger le quedan muchos años, así que habrá que mantenerse atentos: un día como cualquiera, el dominicano Víctor Estrella (303º), el togolés Komlavi Loglo (345º) o hasta Marcel Felder (353º) pueden ganarle y sorprender al planeta...

Hazañas femeninas
Si en 2007 los preclasificados varones consiguieron 80% de triunfos sobre jugadores de bajo ranking, entre las mujeres el número se eleva al 85%: ganaron 237 juegos y perdieron sólo 43 ante no preclasificadas. Sin embargo, sorpresas no faltaron durante la historia.
La italiana Linda Ferrando (82ª) eliminó a Monica Seles del US Open 1990. Hasta la mejor de todas, Martina Navratilova, perdió de forma inexplicable alguna vez: 6-2, 3-6 y 4-6 ante la australiana Kristine Kunce (179ª) en 1996.
Steffi Graf tuvo un 1995 magnífico: ganó 47 partidos y perdió sólo 2. Uno de ellos fue ante la sudafricana Mariaan De Swardt (54ª). “Hay demasiadas cosas en mi vida que me impiden concentrarme”, dijo la alemana tras la derrota, en referencia a las acusaciones por fraude fiscal que enfrentaba entonces.
Si Agassi era ‘el hombre de los tropezones’, Gabriela Sabatini lo imitó entre las mujeres. Podía vencer a cualquiera y perder contra cualquiera. En 1994, por ejemplo, cayó ante Marketa Kochta (82ª), Silvia Farina (108ª) y Christina Singer (85ª). Algo similar le sucedió a Venus Williams en 1999: peleaba por ser Nº1, pero perdía ante tenistas como Sonya Jeyaseelan (140ª) y Barbara Schwartz (125ª). ¿Y la actual número 1 del mundo? Justine Henin también guarda un mal recuerdo en sus cajones: la húngara Aniko Kapros (179ª) la eliminó en la primera ronda de Roland Garros 2002.
Fancutt, Keil, Haehnel, Kochta... Nombres que no lograron prestigio eterno por su tenis, pero sí el recuerdo permanente por un día en el que todas las voleas entraron, la pelota siempre esquivó la red y sus raquetas estuvieron iluminadas. Nombres que lograron, en su día de gloria, construir sus propios milagros inesperados.


Ramón Delgado festeja tras derrotar a Sampras.

>“Mi país lo festejó como una Copa del Mundo”
27 de mayo de 1998. Segunda ronda de Roland Garros. Pete Sampras, Nº1 del mundo y camino a ser uno de los mejores de la historia, gana 4-1 y tiene break point a favor ante el paraguayo Ramón Delgado, Nº97 y que nunca ha superado esa instancia en un Grand Slam. Todo indica que habrá un rápido final, pero, de pronto, cae la lluvia sobre París...
“Empecé muy nervioso, hasta la suspensión no pude tranquilizarme”, recuerda Delgado diez años después, cuando todavía batalla en el circuito ATP desde su puesto número 221.
La lluvia terminó, y empezó el mejor momento en la carrera del paraguayo. Primero salvó el break point, le quebró a Sampras y ganó 8-6 en tie-break. Luego jugó otros dos sets con magnífica frialdad, con personalidad de Top Ten, y se llevó el partido por 7-6, 6-3 y 6-4 ante la mirada asombrada de los franceses que colmaron el estadio Suzanne Lenglen. “Si es un sueño, no me despierten˝, rogó Delgado luego del triunfo. Una década después, rememora su hazaña junto a FOX SPORTS.
–En 1998, previo a Roland Garros, habías perdido ajustado contra Sampras: 7-6 y 7-6...
–Eso fue fundamental para ganarle después. En Atlanta superé la sensación de ‘estar jugando contra Sampras’, la emoción y desconcentración que genera enfrentar al Nº1. Por eso en Roland Garros me solté mucho más. Lógico, estaba emocionado antes del partido. Incluso pensé que íbamos a jugar en la cancha central; menos mal que no fue así, porque era más rápida y favorecía a Sampras. Igual era a cancha llena, contra el Nº1 y en uno de sus mejores momentos, pero con el correr de los games me di cuenta que estaba para cualquiera, me solté y pude hacer mi juego. Fue el partido más importante de mi vida, un hecho que marcó toda mi carrera. La gente se acuerda hasta hoy.
–¿Qué recordás de las horas siguientes?
–Estaba un poco en el aire… Uno no absorbe todo lo que significa. Mi país estaba festejando como si hubiéramos ganado la Copa del Mundo, entonces me empecé a dar cuenta de lo que significó la victoria. Incluso hasta ahora: estoy en un torneo Challenger y cuando anuncian mi partido dicen que le gané a Sampras en el ‘98.
–En tu carrera te fue bien ante los Top Ten...
–Es que me gustaban mucho esos partidos, esos desafíos. Te llevan a subir tu nivel: sabés que no podés jugar más o menos, ni debajo de tu nivel. Tenés que rendir al máximo.
–¿Pudiste hablar con Sampras alguna vez después de aquel partido?
–Sí, jugamos Interclubes en Estados Unidos, en el mismo equipo. Me acerqué para sacarme una foto, y él me dijo que no, porque nunca se sacaba fotos con jugadores que le ganaron. Eso me sorprendió, y también me asombró que me haga bromas. No sé: a un tipo como Sampras uno lo ve en la cancha muy serio, muy concentrado en lo suyo, entonces que te haga bromas es muy lindo.
–¿Sos consciente de que por ese triunfo formás parte de la historia del tenis?
–Sí, y hasta me imagino el título que le van a dar en el futuro: ‘una de las grandes derrotas en la carrera de Sampras’.

PUBLICADO EN FOX SPORTS EDICIONES URUGUAY (Nº22), ARGENTINA (Nº10) Y PUERTO RICO (Nº13), FEBRERO DE 2008.

jueves, 13 de agosto de 2009

Contrapunto: Becker vs Becker

Boris Becker vs Benjamin Becker

*Boris es un ex tenista alemán que tiene 40 años. En 1991 logró su mejor posición en el ranking: Nº1 del mundo.
*Benjamin es un tenista alemán que tiene 26 años. En 2007 logró su mejor posición en el ranking: Nº38 del mundo.

*Boris tiene 6 títulos de Grand Slam y es miembro del Salón de la Fama. ¿Torneos ATP? Ganó 49.
*Benjamin tiene un título: se graduó en Comercio Exterior en la Universidad de Baylor. ¿Torneos ATP? Ninguno.

*El matrimonio de Boris con Barbara Feltus terminó en 2001: tuvo que pagarle 14.000.000 de dólares.
*La carrera de Benjamin comenzó en 2000: desde entonces ha ganado 650.000 dólares en premios.

PUBLICADO EN FOX SPORTS EDICIONES URUGUAY (Nº21) Y ARGENTINA (Nº0), ENERO DE 2008

domingo, 9 de agosto de 2009

Nómades de la NBA

ELLOS SON JUGADORES DE LARGA TRAYECTORIA, PERO HAN DEFENDIDO TANTOS COLORES DISTINTOS QUE ES DIFÍCIL IDENTIFICARLOS CON UN EQUIPO. LOS ETERNOS VIAJES DE ESTOS HOMBRES DE NINGÚN LUGAR.

"Me acostumbro fácil a nuevos lugares y equipos. He jugado con diferentes compañeros y sistemas y cada año entiendo más las cosas, cada año mejoro”. Las palabras son de Damon Jones, pero podrían ser de cualquiera de los jugadores actuales de la NBA que han jugado en más equipos.
¿Por qué un basquetbolista puede ser contratado por una decena de franquicias y no quedarse demasiado tiempo en ninguna? La respuesta, como casi todas las respuestas, no es absoluta. Suele ocurrir con jugadores de ‘tercer orden’, aquellos reservas que por falta de capacidad, o de confianza de su entrenador, deben ganarse cada minuto en el campo. Entonces la franquicia prefiere no arriesgarse a firmar un contrato de larga duración y lo sostiene a base de acuerdos temporales (incluso de sólo diez días). También es frecuente en quienes no han sido seleccionados en el Draft (elección de menores de 23 años que se realiza entre temporadas) e ingresan con cortas participaciones hasta asentarse en una franquicia. Hay excepciones, pero las estrellas y los jugadores de segundo orden (titulares habituales, suplentes rendidores) no suelen tener recorridos tan inconstantes.


EL ESFUERZO TUVO PREMIO
Después de muchos años de idas y vueltas, Damon Jones parece haber encontrado su sitio en la NBA.
Base de 1,91m, cumple con uno de los requisitos (no fue elegido en el Draft) pero no es el arquetipo de un 'trotaciudades', pues posee una dosis de talento interesante. ‘Alcanzabalones’ de Houston en la época de Olajuwon y Barkley, se destacó en esa ciudad, no por haberse graduado en Sociología, sino por lograr el record de triples en la universidad.
Tras pasos por la International Basketball Association (IBA) y por la CBA, le llegaron breves oportunidades en la NBA: New Jersey y Boston (temporada 1998/99), Golden State y Dallas (1999/2000)... Su primer año completo fue en Vancouver: promedió 20 minutos, 6.5 puntos y 3.2 asistencias en 2000/01. Catalogado como un armador al que le costaba mucho ‘manejar’ el juego, quedó reducido otra vez a un papel secundario en Detroit (2001/02) y Sacramento (2002/03), pero su mejora en la conducción lo ayudó a ganar protagonismo en Milwaukee (2003/04, promedió 5.8 asistencias y dio 17 en un juego ante Orlando). Así se ganó la titularidad por primera vez en su carrera, jugando para Miami, donde se destacó por el tiro externo: su 43% en triples (5º en la NBA) y sus 11.6 puntos consiguieron que dejara de ser un jugador temporal. Cleveland le ofreció un contrato por cinco años y Jones ya suma tres temporadas seguidas en la misma franquicia. Jugó las finales en 2006/07 y fue el primer NBA que firmó un acuerdo para utilizar zapatillas de una empresa china.

Damon Jones ha pasado por diez equipos.

SUPERVIVIENTE
Es difícil encontrar fanáticos de Kevin Ollie. No tiene excentricidades simpáticas ni se destaca por alguna característica de su juego. Ollie cumple en el campo, y a veces no tanto, pero aun así ha conseguido una trayectoria respetable en la NBA.
Base de poca altura (1,88m), a los 34 años está finalizando su carrera del modo que la empezó: como un jugador de recambio, un refresco para los titulares. Llegó a la NBA en 1997/98, con pocas posibilidades en Dallas y Orlando. Luego jugó apenas 7 partidos en Sacramento, 1 en Orlando, 40 en Philadelphia (promedió 7 minutos por juego), 19 en New Jersey... Cuando volvió a Philadelphia, en 2000/2001, vivió las finales que los Sixers perdieron ante los Lakers.
Su mejor etapa fue en Chicago Bulls (2001/02): promedió 6 puntos y casi 4 asistencias en 52 juegos. Destinado a cambiar de colores, ni siquiera entonces pudo completar la temporada en un equipo, pues también pasó por Indiana.
Suplente con muchos minutos en Milwaukee y Seattle (en 2002/03 lideró la NBA en el rubro asistencias/pérdidas), tras una temporada en Cleveland retornó a Philadelphia en 2004/05. Desde entonces promedia 15 minutos, 3 puntos y 1.6 asistencias. En esta temporada ha visto poca acción.

REBOTEANDO Y REBOTANDO
En 2000/2001, parecía que Aaron Williams entraría en estado de ebullición. Ala pivote de 2,06m, A-Train comenzó su paso por New Jersey Nets promediando 28 minutos, 10 puntos y 7 rebotes, y su interminable recorrido por distintas franquicias aparentaba llegar a su fin.
Había debutado en Utah en la temporada 1993/94, durante la cual también jugó en Italia y en la CBA. Fueron 6 partidos en los Jazz, 15 en Milwaukee, un año compartido entre Denver y Vancouver, y dos temporadas con más presencia en Seattle: 4.5 puntos y 2.7 rebotes en 11.5 minutos.
Su paso por Washington (1999/2000, 7.6 puntos y 5 rebotes por juego) sedujo a los Nets. Llegó ese esplendor fugaz (incluyó participación en dos finales de la NBA), pero fue diluyéndose cada año: en su última temporada en New Jersey (la 2004/05) promedió menos de 8 minutos por juego. Entonces retornó la antigua imagen del A-Train. Tuvo poco lugar en Toronto y lo transfirieron a cambio de una futura selección del Draft. Vivió un año aceptable en New Orleans (2005/06), pero en su actual equipo, Los Angeles Clippers, promedió apenas 2 puntos en 2006/07. A los 36 años, los días en la NBA de este hombre que supo ganar 19 rebotes en un juego se acercan a su fin.

“APENAS” OCHO EQUIPOS DISTINTOS
Jones, Ollie y Williams han llegado a jugar en diez conjuntos por caminos diferentes. Detrás de ellos se encolumnan tres basquetbolistas que han pasado por ocho, pero que por su edad pueden mejorar el discutible logro de ser aceptados (o rechazados, según el caso) por muchas franquicias.
Brevin Knight se diferencia del resto de estos camaleones por su categoría. No sólo es el único que ingresó a la NBA con protagonismo (base titular de Cleveland), sino que su carrera fue exitosa, consiguiendo ser el 2º mayor asistidor en 2004/05.
Pese a ser uno de los más bajos de la NBA (mide 1,78m), Knight se adaptó muy bien en sus comienzos en los Cavaliers. En tres temporadas (desde 1997 hasta 2000) promedió 9.2 puntos y 7.6 asistencias en 29 minutos. Luego comenzó su nomadismo: Atlanta, Memphis, Phoenix, Washington y Milwaukee (los últimos tres en la misma temporada, la 2003/2004), hasta que alcanzó otro sitio fijo: Charlotte. En los Bobcats recuperó trascendencia: 11 puntos y 8.5 asistencias por juego como base titular.
Este año fue transferido a Los Angeles Clippers, donde juega junto a Aaron Williams. Inicialmente es el base de recambio para otro viejito sabio: Sam Cassell. Sobrio, pensante y con un buen manejo del juego, Knight (que jugó al lado de Michael Jordan en Washington) tiene 32 años y suficiente tiempo para conocer alguna ciudad más.
Ocho equipos también recorrió una de las revelaciones de la temporada 2006/07: Mikki Moore. Ala pivote de 2,13m, apuntaba a ser un bluff, un jugador que genera expectativas engañosas que jamás puede cumplir. Claro: tras buenas participaciones en la CBA y en la Liga de Grecia, había llegado a Detroit en 1998/99 y jugó apenas 31 veces en dos temporadas. Pudo haber demostrado su valía en la 2000/2001, pero decepcionó promediando 4.4 puntos y 3.9 rebotes en 14 minutos. Fluctuó por Boston, Atlanta, New Jersey y Utah (sólo 40 partidos entre los cuatro equipos), repuntó un poco en Los Angeles Clippers, jugó en Seattle y...
Y en 2006/07 demostró en New Jersey que a los 30 años aún se puede evolucionar, que podía ser titular. Y demostró en los playoffs que no le teme a las responsabilidades. Fue una gran temporada: 9.8 puntos, 5.1 rebotes y más de 60% de efectividad en tiros de campo (líder en la NBA). Los Nets le ofrecieron 11 millones de dólares por tres años para renovarle el contrato, pero (a diferencia de lo que ocurre habitualmente) esta vez fue Moore quien decidió seguir su costumbre de cambiar de equipo y aceptó los 6 millones de dólares anuales de Sacramento. Ha iniciado la temporada 2007/2008 con el desafío de sostener la buena imagen que trae desde la Conferencia Este.
Eddie House amenaza con escalar en este particular ranking. Tirador endemoniado de triples (buen 38% de efectividad) que pierde la cabeza a la hora de conducir (apenas 1.7 asistencias de promedio), ha despertado muchas críticas negativas por su nivel. Lo estable es su puesto de guardia y su labor como jugador de refresco. Lo inestable es su capacidad para resolver situaciones extremas en el juego, lo que no le ha permitido afianzarse pese a sus satisfactorios inicios. Hermano político de otro NBA, Mike Bibby, su 1,85m alcanzó para marcar 2.044 puntos en la Universidad de Arizona, logrando el record en la institución. Elegido en el Draft de 2000, pasó tres temporadas en Miami, una en Los Angeles Clippers y su pico de rendimiento llegó en el comienzo de la 2004/05 en Charlotte, cuando promedió 11 puntos y 23 minutos por juego, pero tras pasar a Milwaukee su nivel decayó. Ganó minutos en Phoenix (2005/06), New Jersey (2006/07, por 1,5 millón de dólares) y ahora en Boston (por la misma suma), afirmando su condición de buen lanzador externo, potenciando su nivel junto al brillante trío que conforman Kevin Garnett, Paul Pierce y Ray Allen. House tiene 29 años y mucho por recorrer.
Por elección o por necesidad, ellos no se quedan quietos. Los nómades de la NBA construyen su camino cambiando el rumbo constantemente, sin mirar el color de sus uniformes. La vestimenta es lo de menos.


>>Viajeros históricos
En la actualidad, en la NBA participan basquetbolistas que han representado a diez equipos diferentes. A lo largo de la historia, hubo quienes jugaron en más franquicias. Uno de los que posee el record es Tony Massenburg, con el agregado de que casi lo supera esta temporada. Sí: a los 40 años, el ala pivote que ha pasado por doce equipos distintos, y que estaba alejado de la actividad, jugó en las Ligas de Verano para Washington, pero finalmente no quedó en la plantilla. Había visto acción en la NBA entre 1990 y 2005, promediando 6 puntos y 4 rebotes por noche. Chucky Brown también representó a doce escuadras, entre 1989 y 2002. El alero disputó 694 partidos, con 6 puntos de promedio y 47% de eficacia en tiros de campo. El tercero que utilizó doce uniformes es Jim Jackson. 885 juegos, 14.3 puntos y 4.7 rebotes fueron las estadísticas de este escolta entre 1992 y 2006. Entre los más prestigiosos que han pasado por muchos equipos se destaca Moses Malone, quien estuvo en siete.

>>¿Y los grandes?
¿En cuántos equipos jugaron algunos de los mejores de la historia? Michael Jordan, en dos: Chicago y Washington. ‘Magic’ Johnson, sólo en Los Angeles Lakers, y Larry Bird, en Boston. Kareem Abdul-Jabbar jugó en Milwaukee y en los Lakers. Wilt Chamberlain pasó por Philadelphia/San Francisco Warriors (cambió de nombre), Philadelphia 76ers y los Lakers.

PUBLICADO EN FOX SPORTS EDICIONES URUGUAY (Nº20), EL SALVADOR (Nº22), ARGENTINA (Nº0) Y PUERTO RICO (Nº9), DICIEMBRE DE 2007.

martes, 4 de agosto de 2009

Contrapunto: Los Beatles

LENNON vs McCARTNEY
Aaron Lennon (Tottenham Hotspurs) vs George McCartney (West Ham United)

*This Boy, Lennon, tiene 20 años y generó una Revolution: fue el más joven que disputó un partido en la Liga Inglesa.
*McCartney tiene 26 años y le dijo Goodbye a su Irlanda del Norte natal para ser defensor en la Liga Inglesa.

*Cuando su club, Leeds United, estaba en la Misery, Lennon fue transferido al Tottenham de Mr. Paul Robinson.
*Yesterday, McCartney jugaba en Sunderland, hoy en West Ham. “Pero All My Loving es para Irlanda”, aclara.

* “Help!”, gritan los defensores cuando Lennon ataca por derecha. Suma 102 juegos (7 en su Selección) y 7 goles.
*A Day in the Life, McCartney anotó un gol: cuando debutó en su Selección. En total, acumula 190 partidos.

PUBLICADO EN FOX SPORTS EDICIONES ESTADOS UNIDOS (Nº20) Y MÉXICO (ANUARIO 2007), DICIEMBRE DE 2007