miércoles, 25 de noviembre de 2015

Gastón Díaz – Asistencia perfecta

Por Martín Estévez

No sólo jugó los 19 partidos en el torneo que le dio el título a Racing: fue autor de la gran jugada que terminó en el gol decisivo de Centurión. La historia de un volante que sufrió la muerte de dos hermanos, la pasó mal en Lanús, se reencontró en Gimnasia y vive su momento de gloria en la Academia.

La fiesta esta preparada, pero falta un detalle: el gol. Es 14 de diciembre de 2014 y Racing necesita ganar para ser campeón argentino por segunda vez en 48 años. Pero ya van 4 minutos del segundo tiempo, 49 minutos de partido, y el 0-0 contra Godoy Cruz no se mueve. La tensión está en todos los músculos racinguistas, hasta que... 

“Me acuerdo de la jugada patente, más allá de que después la vi muchas veces. Recuerdo que hubo un murmullo porque Centu casi la pierde. Que Diego abrió la pelota, que cuando yo recibo y engancho, la gente gritó '¡Ooole!'. Me acuerdo de un montón de cosas. Levanté la cabeza y ya sabía que Bou se iba a llevar la marca para adelante, lo hace siempre. Vi que se llevaba al defensor, y vi que Centu venía por atrás como un camión. Le cayó en la cabeza, y el cabezazo fue impecable. Algunos dicen que si no la tocaba el defensor, no entraba. Pero entraba perfecto. Es un recuerdo hermoso”.

El que cuenta la jugada es Gastón Díaz, a quien sus hijos y nietos verán una y otra vez, en la televisión o en la computadora, tirar el centro clave, la asistencia del 1-0 que le dio a Racing el Campeonato 2014. Para llegar a aquel momento de gloria, tuvo que recorrer un camino que empezó el 13 de marzo de 1988. 

“Soy de Pilar, de Obrador, un barrio muy lindo, muy tranquilo. Ahí me crié y arranqué mi carrera. Mis viejos todavía viven allá. Y quedamos siete hermanos...”. Pasaron muchos años, pero a Gastón todavía le cuesta hablar sobre el tema. “Una de mis hermanas, que ahora tendría dos años más que yo, falleció de muerte súbita cuando tenía tres meses de vida. Y otro hermano falleció hace 14 años en el río de Tigre. Es una historia muy larga y complicada. Dos días después lo encontraron ahogado. Fue algo que no se pudo resolver en su momento. Yo era muy chico, y hasta el día de hoy no se sabe bien lo que pasó”.

-¿Con el paso del tiempo el dolor es menor, o eso no cambia nunca?
-Duele, porque mi hermano siempre me seguía para todos lados. Ahora tendría 36 años... La que más lo sufrió fue mi mamá. Ayer, por ejemplo, se cumplieron 14 años desde que falleció, entonces le pregunté si había ido al cementerio. Siempre trato de levantarla en esos momentos.

-¿Y el resto de la familia sigue de cerca tu carrera, o no tanto?
-Sí, sí. Tengo dos hermanas más grandes, y una de 25. Y tres hermanos más chicos: de 22, 18 y 17 años. Mi papá y mis hermanos me siguen, y sufren más que yo. Trato de que no vengan tanto a la cancha por eso. Prefiero que lo vean en casa, despejados, mientras mi vieja hace la comida, para que se relajen y no sufran tanto. Y mis hermanos me siguen a todos lados. Cuando salimos campeones estuvieron en la cancha, tengo fotos con ellos. Y una de mis hermanas casi siempre viene a los partidos con mi cuñado.

-¿Alguno es hincha de Racing?
-No, pero tengo muchos amigos de Racing. El día que se enteraron de que venía, ¡me pusieron un pasacalles en la puerta de mi casa! Vienen a la cancha, salimos a comer juntos y están muy felices por el campeonato. Son como hermanos para mí.

-¿Con ellos también sos de perfil bajo?
-Sí, soy de perfil bajo en el club y en mi casa. A veces trato de acomodar a mis hermanos porque son más chicos, pero en general soy tranquilo. Trato de no buscar problemas.

-¿Cómo te dicen fuera del fútbol?
-En el barrio me llamaban Mono, y después me empezaron a decir Gato por el tema de abreviar el nombre. Y en el fútbol, siempre Gato.

-¿Qué es Abrojal?
-(Sonríe) Un club al que quiero mucho, donde empecé en cancha de once. Tenía mis técnicos, los hermanos Belizán: Toro y Chivo, dos tipos que voy a recordar toda la vida. Me encantaría alguna vez reencontrarme con los chicos con los que jugué desde los 10 hasta los 12 años, cuando me fui a Vélez.

-¿En qué puesto jugabas?
-De 8, siempre de 8. Hacía casi todo, pateaba los tiros libres… Elegí ese puesto en baby. Me gustaba pegarle mucho al arco, estar en contacto con la pelota.

-¿Cómo llegaste a Vélez?
-Me llevó un veedor, Juan Salinas. Vivía cerca y fue a ver un partido de Abrojal. Le preguntó a mi papá si podía traerme, junto a siete chicos, para probarme en Vélez, porque tenía un convenio con el club. Fui, me probé y ahí arrancó mi carrera en Inferiores. Estuve un mes y medio con Juan, que me estuvo entrenando. Hacía muchos campeonatos para ver cómo nos desenvolvíamos. Y cuando fue la prueba casi no estuve nervioso, era tan chico que ni me daba cuenta.

-En tus primeros partidos en Vélez te expulsaron dos veces. Después, dos en cinco años. ¿Te calmaste o aprendiste a pegar?
-Sí, me acuerdo de una roja contra Banfield, de visitante. Llovía, mi viejo y mis hermanos me habían ido a ver. Era joven, acelerado. En el primer tiempo me habían sacado amarilla, y en el segundo traté de anticipar, de robar una pelota. No llegué, pegué una patada sin querer y doble amarilla. Ahí le dije a mi papá y a mi familia que no me fueran a ver más de visitante, que fueran sólo de local. Pero con el tiempo vas jugando con más tranquilidad, aprendés. Podés llegar tarde a una pelota, pero sabés cómo cuidarte. Si te sacan una amarilla a los 15 del primer tiempo, sabés que tenés que andar en puntitas de pie.

-¿Cuál es tu mejor recuerdo de Vélez?
-Los títulos de 2009 y 2011. Especialmente el del Clausura 2009, porque tuve más participación. Y en Inferiores ganamos el título de Sexta División con el Turco Asad. Además, tuve técnicos que me ayudaron mucho y fueron muy importantes, como Roberto Torrilla o Manfredi, que me aconsejaban mucho.

-¿Algún consejo que recuerdes?
-Me acuerdo patente, y creo que toda mi familia también: a los 14 años estaba por subir a Novena, me agarró Torrilla y me mostró un papel que decía que iba a quedar libre. Me dijo: “Fijate lo que querés hacer. El viernes hay una prueba con AFA. Te aconsejo que seas vos mismo y le demuestres al técnico (Carlos Amodeo) que querés quedarte en el club, que querés pelearla”. Eso me marcó, porque después pasó a ser todo lindo para mi carrera. Después de esa prueba, Amodeo me dijo: “No puede ser que quedes libre, te quedás conmigo”. Eso es lo que me quedó: el consejo de ser uno mismo y no querer ser otra cosa.

-En 2011 pasaste de Vélez a Lanús, pero en el Granate no te fue bien...
-Es que no estaba convencido de irme de Vélez, creo que por eso no me fue tan bien. En el segundo semestre, ya con los mellizos como técnicos, había arrancado bien, había madurado bastante, pero tuve la mala suerte de lesionarme la rodilla y no pude estar durante cuatro meses. Pero en el primer semestre estaba mal yo, porque sentía que todavía no era el momento de irme de Vélez. No di una buena imagen en Lanús.

-Tampoco terminó bien tu retorno a Vélez...
-En Vélez pasó algo muy raro. Me quedaban seis meses de contrato, el club no me quería dar a préstamo y no podíamos arreglar nuevo contrato. Hablé con Gareca y me dijo que no tenía problemas en utilizarme, en que me quedara para luchar por un lugar. Sabía que tenía que pelear el puesto con Cubero y Peruzzi, pero no me importó y le dije que me quedaba para revertir la imagen con la que me había ido. En un momento, me quiso usar, hasta jugué por la Copa Libertadores, pero los dirigentes le dijeron que no me pusiera. Así que durante seis meses no jugué, hasta terminar mi contrato con el club. Y de ahí me fui a Gimnasia.

-En Gimnasia hiciste tus dos primeros goles. Uno a Newell's y otro a Godoy Cruz, un tiro al arco que pareció centro.
-Fue un centro, fue un centro (risas). Fue un centro que salió como una bala atrás del arco. Me puso contento haber hecho esos goles. Gimnasia revivió en mí lo que sentía al principio de mi carrera. Volví a sentirme jugador, a sentirme importante para el equipo. Peleamos el Clausura 2014, fue algo muy lindo. Pedro Troglio fue muy importante, tanto en lo futbolístico como en lo personal. Siempre habló bien de mí, siempre me bancó. Además había un grupo muy lindo y me quedaron muchos amigos, algo que por ahí no me pasó en Vélez. A muchos los invité a mi casamiento, y casi todos me felicitaron por el título que gané en Racing. Ojalá que sigamos sosteniendo la amistad.

-Después de jugar en Gimnasia, quedaste libre y entrenaste solo. ¿Sentías miedo de que no llegaran buenas ofertas?
-No, porque tenía la tranquilidad de que había terminado un semestre muy bueno en lo personal. No estaba desesperado, estaba tranquilo porque había hecho las cosas bien y sabía que mi representante iba a conseguir algún club. Fueron dos semanas hasta que apareció Racing, y obviamente no lo dudé.

-Ya habías jugado con una hinchada seguidora como la del Lobo. ¿La de Racing es parecida o es distinta a todas?
-Racing tiene algo muy especial. En el primer partido de local, contra San Lorenzo, los que ya estaban en el plantel decidieron que hiciéramos la entrada en calor en la cancha. Nos dijeron a los nuevos que sintiéramos lo que eran las tribunas en ese momento, y me sorprendió. Es impresionante. Aunque nos fuera bien o mal, la gente siempre apoyó. Se hablaban muchas cosas, pero los hinchas venían y apoyaban. Me acuerdo del partido contra Lanús. Había venido mucha gente, jugamos bien, pero perdimos 2-1 y la gente igual alentó, aplaudió al final, nos apoyó. Eso es algo que no todos los clubes hacen.

-Si antes del torneo te decían que Racing iba a ser campeón y que vos ibas a ser el máximo asistidor, ¿qué te sonaba más difícil?
-¡Las dos! (risas). Racing estaba comprometido con los promedios, venía mal. Me imaginaba que llegaba a un club grande en el que iba a tener que dar lo mejor para convencer al técnico y para ganarme el respeto adentro de la cancha. Pese a todo, creía que podíamos hacer un buen campeonato. Siempre que llego a un club trato de mentalizarme en hacer lo mejor para la institución. Además, en Racing se formó un grupo impresionante.

-¿Por qué diste tantas asistencias? ¿Estás en un buen momento, el técnico te pide que juegues suelto, casualidad…?
-Un poco de todo: la confianza que me da el técnico para moverme en lugares de la cancha en los que no me movía; la tranquilidad que dan los delanteros, que en un movimiento te marcan dónde tenés que poner la pelota, sólo tenés que levantar la cabeza y poner el pase ahí… Y un poco también de la confianza que te van dando los partidos. Creo que eso es lo más importante. Si no estás confiado, es muy complicado hacer las cosas.

-¿Es más fácil entenderte con el 4 cuando vos mismo jugaste mucho de lateral?
-Con Iván compartí pieza en la Selección (ver recuadro), así que, cuando llegué acá, más allá de que teníamos que pelear el puesto, sabía que iba a ser sanamente, porque es muy buena gente. Nos conocemos, sé en qué momento va a pasar o se va a quedar. O, si el rival juega con tres delanteros, sé que no va a pasar tanto. El que jugó de 4, y tiene la posibilidad de jugar de volante, sabe el esfuerzo que hace el 4 para marcar y que necesita ayuda, necesita que el 8 juegue de área a área. Con él hablamos mucho, tratamos de complementarnos.

-¿A qué jugadores admirás en tu puesto?
-Al Pupi Zanetti. Fue uno de los referentes, tanto de 4 como de 8. Y de chico admiraba a Hugo Ibarra, trataba de copiar todo lo que hacía, de mirarlo, de ser como él. Ellos dos fueron un espejo para imitar porque son grandes profesionales, ganaron muchas cosas y, en el caso del Pupi, se ve que es una gran persona. A los dos los seguía todo el tiempo por la televisión, en vez de mirar la pelota, los miraba a ellos.

-Junto a Milito y Saja, eras de los pocos jugadores del plantel que había ganado títulos. ¿Le dabas consejos al resto?
-Con las palabras de Diego y del Chino, no hacían falta más consejos. Yo trataba de escucharlos a ellos más que dar consejos yo. Uno trata de ir partido a partido, y cuando pasan las fechas y vas sumando chances de salir campeón, te vas mentalizando y vas agarrando confianza ganadora, como fuimos agarrando nosotros.

-Ahora juegan el torneo y la Libertadores. ¿La seguidilla de partidos es bienvenida o es angustiante pensar que vas a estar seis meses corriendo sin parar?
-Estos seis meses son lo más lindo de jugar al fútbol, porque en vez de entrenar, directamente jugás cada cuatro días. Y jugar es muy lindo. Eso sí, a la familia hay que dejarle una foto, porque el cuidado semanal es muy importante. Además, jugar seguido les da a todos la oportunidad de mostrarse.

-¿Tu mujer también está contenta? Porque además te casaste hace poco.
-Está contenta porque sufrió conmigo lo que pasó en Lanús. Yo estaba muy mal. Sabe lo que pasa cuando no jugás, no tenés continuidad, cuando estás lesionado… Ella hoy lo disfruta porque me ve feliz y contento por haber participado mucho en el torneo del título.

-¿Racing te cambió la vida?
-Sí, mucho. La gente me reconoce fácilmente, me saluda, agradece todo el tiempo. Eso me sorprendió. Intercambiás palabras, y vos también agradecés el apoyo. El reconocimiento creció bastante. Más allá de que tengo perfil bajo, no me molesta. Me gusta quedarme charlando un segundo, porque para la gente puede ser muy importante.


La otra albiceleste
Pocos lo recuerdan, pero Gastón Díaz jugó en la Selección. En 2010, con Maradona como director técnico, fue suplente en el 3-2 contra Costa Rica. Y en 2011, ya con Sergio Batista, debutó en un 4-1 contra Venezuela, noche que sería un prólogo de su paso por Racing: reemplazó a Iván Pillud en el segundo tiempo y fue testigo del único gol de Luciano Aued en su carrera. “Es uno de los partidos en los que estuve más ansioso, más nervioso. Por más que fuera un amistoso, es la Selección, estás representando a un país. Tenía que hacer bien las cosas para demostrar por qué estaba ahí. Es una sensación hermosa y rara a la vez, porque tenés a miles de argentinos alentando sólo para vos. Lo disfruté mucho”.

3 Los títulos que ganó Gastón Díaz: Clausura 2009 y Clausura 2011, con Vélez; y Campeonato 2014, con Racing. El Gato jugó en el Fortín (2008-2011), Lanús (2012), volvió a Vélez (2013), pasó por Gimnasia (2013-2014) y llegó a Racing a mediados del año pasado. Suma 3 goles: dos en Gimnasia y uno en la Academia (en el 3-0 a Central).

164 Los partidos que sumaba Gastón Díaz al cierre de esta nota (20/2/2015). En Vélez, donde debutó en 2008, jugó 100 encuentros (87 en torneos locales y 13 en internacionales). Luego sumó 13 en Lanús (12 locales y uno por Copa Argentina), 29 en Gimnasia y lleva 21 en Racing (1 por Copa Argentina). También tiene 1 en la Selección Mayor.

Publicado en El Gráfico N°4455 (marzo de 2015)

martes, 24 de noviembre de 2015

Siempre hay una primera vez

Por Martín Estévez

Hace pocos días, Crucero del Norte se convirtió en el equipo número 113 del profesionalismo que debuta en la Primera División del fútbol argentino. ¿Cómo les fue a los otros 112? Te lo contamos en un informe en el que repasamos los torneos largos, los cortos, los Metropolitanos, los Nacionales, los Reclasificatorios, las Liguillas y la Promoción. El único que fue campeón, los que hicieron grandes campañas, los que se fueron goleados, los que nunca volvieron y los datos más curiosos.

¡Bienvenido a Primera!
Crucero del Norte, fundado en 2003, llegó a Primera luego de finalizar 2º en la Zona B del Campeonato 2014 de la B Nacional. Es el equipo número 113 que alcanza la máxima categoría desde 1931, pero apenas el tercer misionero. Guaraní Antonio Franco debutó en 1971 y jugó 54 partidos; mientras que Bartolomé Mitre lo hizo en 1972 y ganó sólo uno de sus 29 encuentros en Primera. Crucero empató en su debut (0-0 contra Tigre) y, si consigue al menos 30 puntos en los 30 partidos que jugará en esta temporada, ya se ubicará entre los 66 equipos con más unidades en la historia. Para ser el mejor misionero deberá esforzarse más: Guaraní Antonio Franco suma 40.

La era amateur
Aunque este repaso a los debuts está centrado en la era profesional, iniciada en 1931, es necesario aclarar que existe una Primera División desde 1891, y que, durante la era amateur, 84 equipos jugaron en la máxima categoría. Saint Andrew's y Old Caledonians compartieron el título en 1891 y fueron, obviamente, los primeros en ser campeones en su año debut, pero no los únicos. También lo lograron Lomas Athletic (1893) y Alumni (1901). Más repetido, claro, es el caso de los que, en su primera temporada, finalizaron últimos. Les sucedió a Buenos Aires FC (1891), Retiro Athletic (1894), Quilmes Rovers (1895), Banfield (1897), Quilmes (1900), Flores (1903), Sociedad Sportiva Argentina (1912), Riachuelo (1913), Floresta (1914) y Palermo (1920). Curiosamente, 1891 no fue el año en el que debutaron más equipos. Aquella vez fueron 5, pero en 1913, cuando se jugaban dos ligas organizadas por distintas asociaciones, hubo nada menos que diez clubes recién llegados. El contraste es lo que ocurrió entre 1927 y 1929, cuando la Primera no recibió ningún equipo nuevo. 

¿Cómo les fue en su debut a los clubes que actualmente juegan en Primera? River fue 2° en 1909; Racing, 4° en 1911; Independiente, 2° en 1912; Estudiantes, 3° en 1912; Boca, 5° en 1913; Tigre, 7° en 1913; Huracán, 6° en 1914; San Lorenzo, 13° en 1915; Gimnasia, 4° en 1916; Vélez, 2° en 1919; Nueva Chicago, 7° en 1920; Lanús, 18° en 1920; Argentinos Juniors, 8° en 1923; y Temperley, 11° en 1923.

El único campeon
Si en el amateurismo fueron cuatro los equipos que lograron ganar el título en su debut en Primera, en el profesionalismo solamente lo logró uno. Y eso, claro, porque alguien tenía que ser campeón del torneo de 1931, y fue Boca. En los años siguientes, el que terminó mejor posicionado en su primer campeonato fue Newell's Old Boys: 4° en 1939.

Aquel equipo de Boca sumó 50 puntos en 34 fechas, superó a San Lorenzo (45), Estudiantes, River (44), Racing e Independiente (43). De los 18 equipos que jugaron ese primer torneo profesional, apenas cinco no están en la máxima categoría actualmente: Chacarita (terminó 7°), Ferro (10°), Platense (13°), Talleres de Remedios de Escalada (15°) y Atlanta (último). Los otros debutantes en 1931 fueron Huracán (8°), Vélez (9°), Argentinos Juniors (11°), Gimnasia La Plata (12°), Quilmes (14°), Tigre (16°) y Lanús (17°).

El Boca campeón estaba liderado por Francisco Varallo, autor de 27 goles, y también brillaron el arquero Domingo Fossatti, el volante Juan Evaristo y los delanteros Domingo Tarascone y Roberto Cherro. Otro récord xeneize difícil de igualar. ¿Habrá alguna vez otro debutante campeón?

Un año sin alegrías
En 1938, Argentino de Quilmes logró un sorprendente ascenso a Primera al ganarle un desempate a Quilmes Athletic. Pero la alegría comenzó a disminuir luego de los primeros partidos, en los que el Mate perdió contra Lanús (2-5), Boca (0-2), Vélez (2-5), Racing (0-3), River (0-5), Huracán (1-2) y Gimnasia (2-7). El repunte que pareció comenzar en la octava fecha, en la que empató 1-1 con Rosario Central, fue sólo un espejismo, y volvieron las derrotas: 2-6 con Ferro, 0-7 contra Independiente, 1-7 ante San Lorenzo y hasta 0-8 frente a Platense. El campeonato fue una pesadilla para el equipo, que de los 34 partidos sólo empató 4, perdió los 30 restantes y recibió ¡148! goles. En la fecha 11 llegó a estar 3-1 sobre Tigre en el marcador, pero el partido terminó 3-3. Lo peor para el Mate es que la de 1939 fue su única temporada en Primera. Aunque, luego, algunos equipos que participaron de la máxima categoría sumaron menos puntos, la de Argentino de Quilmes fue la peor actuación entre los que jugaron al menos 8 partidos. Y pasaron 66 años hasta que otro club terminó un torneo "largo" sin triunfos: Huracán de Tres Arroyos, que no festejó en las 19 fechas del Clausura 2005.

Cortó una larga racha
Durante 18 años, el fútbol argentino no vio caras nuevas en Primera División. A partir de 1940, los equipos que subían y bajaban se repitieron, y en la Segunda División no surgían sorpresas. El que rompió la monotonía fue Central Córdoba de Rosario, que en 1957 dejó en el camino a clubes con experiencia en Primera, como Platense, Chacarita, Banfield y Almagro, y consiguió el ascenso. Eduardo Federico, goleador del equipo en la B, continuó en el Charrúa, en el que también jugaban Indalecio López, José Serravalle, Alberto Cambiasso, Antonio Delogú, Angel Ambrosi, Ricardo Ráccaro y Raúl Bertral, entre otros. Pese a que arrancó el torneo de 1958 con tres derrotas, la tercera un 0-5 contra Estudiantes, Central Córdoba sorprendió al ganarle 3-2 a Boca en la cuarta (dos goles de Luis Vizzo y uno de Dante Álvarez) y, a partir de entonces, consiguió buenos resultados: derrotó 5-2 a Vélez, 1-0 a Huracán, 1-0 a Racing, 6-1 a Estudiantes y hasta 7-3 a Lanús. En total, fueron 12 triunfos, 3 empates y 15 derrotas, 27 puntos más que suficientes para terminar en el 10° puesto y mantenerse en Primera hasta 1959, año en el que finalmente descendería.

¿Y a vos cómo te fue?
La mayoría de los equipos de larga trayectoria en Primera debutaron en 1931 (ver "El único campeón"), pero repasemos cómo les fue a los que llegaron a la máxima categoría tiempo después. Almagro fue el primer club que ascendió: terminó 16º en 1938. Rosario Central debutó junto a Newell's, pero terminó siete puestos más abajo: 11º en 1939. Banfield fue 10º en 1940, Los Andes finalizó último en 1961 y Colón resultó 16º en 1966. Ya en la era de los Metropolitanos y Nacionales, Unión fue 17º en el Metro 67, el mismo torneo en el que Deportivo Español terminó 19º. Olimpo de Bahía Blanca fue 6º en el Reclasificatorio de ese año; y Nueva Chicago, 8º en el de 1968. San Martín de Tucumán, por su parte, quedó anteúltimo en el Nacional 68. Entre los cordobeses, Racing fue 6º en el Reclasificatorio de 1967; Belgrano, 10º en el Nacional 68; Talleres, 11º en el Nacional 69; e Instituto, 17º en el del 73. Gimnasia de Jujuy alcanzó el 17º puesto en el Nacional de 1970. All Boys terminó anteúltimo en el Metro 73; y Mandiyú de Corrientes, 31º en la tabla general del Nacional 74.

En Primera... o casi
En la historia del fútbol argentino han existido campeonatos largos, cortos, Metropolitanos, Nacionales, Liguillas... Y también instancias que se ubicaron en el límite entre la Primera y la Segunda División: los Reclasificatorios y la Promoción. La mayoría de los estadígrafos consideran a esos partidos para la tabla de Primera División, por lo tanto hay clubes que, sin haber jugado “oficialmente”, aparecen en el listado de los que estuvieron en Primera. Ese fue el caso de Defensores de Belgrano, que, dirigido por Ángel Labruna, fue campeón de la B en 1967; pero, en lugar de ascender, tuvo que jugar un Reclasificatorio ante equipos de Primera. Tras 18 partidos, de los que ganó 3, empató 4 y perdió 11, no "revalidó" su lugar y siguió jugando en la B. Lo mismo le sucedió a Almirante Brown (perdió sus tres partidos en el Reclasificatorio de 1970) y a Gimnasia y Esgrima de Concepción del Uruguay, que en la Promoción 2002 enfrentó a Unión de Santa Fe: ganó 3-1 en la ida, pero cayó 3-0 en la revancha. Huracán de Tres Arroyos también perdió la Promo del 2002, pero llegó a Primera en 2004.


Triste récord
En el Nacional de 1974 se produjo el debut en Primera de Puerto Comercial. Los de Ingeniero White, partido de Bahía Blanca, disfrutaron de 2 triunfos en sus 14 partidos: 4-3 a All Boys y 1-0 a otro debutante, Jorge Newbery de Junín. Pero también sufrieron varias goleadas (2-7 ante Desamparados, 0-9 contra Boca, 0-7 con Rosario Central), incluida la mayor en la historia del profesionalismo: perdieron 13-1 de visitantes contra Banfield. Esa tarde, Juan Taverna, delantero del Taladro, logró un récord: metió 7 goles.

El show del interior
Hasta 1967, exceptuando a los de la provincia de Santa Fe, los equipos del Interior no tenían posibilidades de llegar a Primera. Eso cambió con la creación de los Torneos Nacionales, que provocaron una lluvia de equipos que lo jugarían no sólo una vez, sino varias. En aquel primer torneo debutaron San Martín (Mendoza), Central Córdoba (Santiago del Estero), San Lorenzo (Mar del Plata) y Chaco For Ever. Luego llegaron San Martín (San Juan), Huracán (Corrientes), Independiente Rivadavia (Mendoza), Huracán (Bahía Blanca), Sportivo Desamparados (San Juan), Gimnasia y Esgrima (Mendoza), Kimberley (Mar del Plata), Guaraní Antonio Franco (Misiones) y muchos más. Ninguno consiguió ganar un torneo; el que peor la pasó fue Atlético Santa Rosa, de La Pampa: en 1983 perdió sus 6 partidos, recibió 24 goles y terminó último

Debut y despedida
El sueño de jugar en Primera, a veces, dura poco y no se repite. Le sucedió a Sportivo Guzmán de Tucumán, que terminó 5º en el Torneo Promocional de 1967. Deportivo Morón ascendió gracias al Reclasificatorio de 1968, pero en 1969 jugó su única temporada en Primera. En los Nacionales hubo muchos casos. Don Orione de Barranqueras (Chaco) fue 26º en la tabla general del 71. Atlético Regina (Río Negro), 29º en 1974. Sportivo Patria (Formosa), 28º en 1976. En 1977, Los Andes (San Juan) fue 11º y Sarmiento (Chaco), 24º. En 1978, Patronato (Entre Ríos) terminó 19º, y Alvarado (Mar del Plata), 25º. Unión (Chaco), 21º en 1984. Y en 1985, Ramón Santamarina (Tandil) fue 19º y Argentino (Santa Fe), 23º. Deportivo Italiano quedó último en 1986/87, lo mismo que le sucedió a Tiro Federal de Rosario en la 2005/06.

Los que tuvieron revancha
Argentino de Rosario o Atlético Santa Rosa, tal como contamos, no tuvieron segunda oportunidad, pero otros equipos sí. Chaco For Ever, último al debutar en el Nacional 1967, no sólo siguió en los Nacionales: llegó a Primera en 1990, a través de la B Nacional. San Telmo cerró la tabla del Reclasificatorio 1969, pero ascendió en el 75 y jugó la temporada 76. Huracán de Comodoro Rivadavia, el peor de los 28 equipos en el Nacional 1971, volvió en el 74. Godoy Cruz, último en su grupo en 1974, hoy disfruta en Primera. Gimnasia y Tiro (Salta), colista en 1979, retornó en 1993. Temperley, último en el 75, llegó a semifinales en el Nacional 83. Y Círculo Deportivo Otamendi, el peor de su zona en 1977, tuvo segunda chance en 1985... pero otra vez quedó último.

Los peores inicios
Independiente de Trelew sólo jugó el Nacional 1972 e hizo la peor campaña desde la de Argentino de Quilmes en 1939: empató 3 partidos y perdió 10. Puerto Comercial empeoró esa marca en 1974 (ver "Triste récord"). En 1982 hubo dos pésimas campañas: la de Estudiantes de Santiago del Estero (4 puntos en 16 fechas) y la de Mariano Moreno de Junín: 2 empates y 14 derrotas. Su 7% representa la peor eficacia de los últimos 75 años entre los equipos que jugaron al menos ocho partidos. Santa Rosa es, hasta hoy, el único que no sumó en un torneo (6 derrotas en el Nacional). Atlético Uruguay, de Entre Ríos, logró sólo un empate en seis partidos en 1984. Concepción (Tucumán), Güemes (Santiago del Estero) y Alianza Cutral-Có (Neuquén) figuran sin puntos en la tabla histórica: perdieron sus dos partidos en la Liguilla Pre-Libertadores de 1986.

Con el pie derecho
Desde el 4º puesto de Newell's en 1939, el debut en Primera le ha costado mucho a la mayoría de los equipos durante el siglo XX. En el Top Ten apenas quedaron Banfield (10º en 1940), Belgrano (10º en 1968), Gimnasia de Mendoza (8º en el Nacional 70) y Loma Negra. El caso del equipo de Olavarría, que tenía fuerte apoyo económico, es el más curioso: en su debut compartió la zona del Nacional 1981 con dos equipos importantes, Ferro y River. Sólo dos clasificaban a la siguiente ronda. Loma Negra hizo una gran campaña que incluyó un triunfo ante los de Caballito y dos empates ante el Millonario. Si ganaba en la última fecha se clasificaba, pero empató con Talleres. Quedó 3º en el grupo y 5º en la tabla general, pero fuera de los cuartos de final. Volvió a participar en 1983: ganó su grupo en primera fase (ante River) y en la segunda (contra Argentinos Juniors), pero Racing lo eliminó en octavos de final. Su estadística en Primera es notable: 15 triunfos, 9 empates y apenas 4 derrotas.

Los recién llegados
Es lógico: cada vez son menos los equipos que debutan en Primera. Ya son 113 los que han jugado, por lo que la llegada de un club nuevo resulta toda una rareza. Luego del ascenso de Deportivo Armenio, en 1987, pasaron quince años hasta que llegó otro club a la máxima categoría. Fue Arsenal, que sorprendió al terminar 8º en el Apertura 2002. Es el mejor puesto que obtuvo un debutante en los últimos 44 años. En ese torneo, con Silvio González como figura, empató con Racing y River, y derrotó a San Lorenzo. Sumó 27 puntos, apenas uno menos que el quinto, Vélez. Luego del de Sarandí, sólo cuatro nuevos equipos llegaron a Primera. Atlético de Rafaela debutó en el Apertura 2003 con un pobre anteúltimo puesto. Tiro Federal de Rosario terminó en la misma ubicación, pero en el Apertura 2005. Ya en 2014, Defensa y Justicia los superó mínimamente: fue 18º en el Campeonato. Ahora llega el turno de Crucero del Norte. ¿Cómo le irá?

Publicado en El Gráfico N°4455 (marzo de 2015)

jueves, 19 de noviembre de 2015

Racing Club - Temporada 1912

Alberto Ohaco fue el goleador del torneo
Torneo de Primera División 1912
1) Belgrano (L) 1-1 (Martín González)
2) San Isidro (L) 3-4 (J. Perinetti 2, A. Ohaco)
3) River Plate (L) 2-2 (A. Ohaco, J. Hospital)
4) San Isidro (V) 2-1 (J. Perinetti, J. Hospital)
5) Quilmes (V) 2-3 (J. Perinetti, A. Ohaco)
6) River Plate (V) 0-1
7) Estudiantes -Caseros- (L) 6-1 (A. Ohaco 5, E. Wiedrich)
8) Belgrano (V) 6-0 (A. Ohaco 2, J. Ohaco, A. Espil, J. Perinetti, A. Betular)
9) Estudiantes -Caseros- (V) 2-3 (A. Ohaco, J. Perinetti)
10) Quilmes (L) Ganó por no presentación.

• Racing terminó 3° (entre 6 equipos). Sumó 10 puntos. Jugó 10 partidos. Ganó 4, empató 2 y perdió 4. Metió 24 goles y le hicieron 16.
• El goleador: Alberto Ohaco, con 11 goles (también fue goleador del torneo).
• El dato. Se anularon tres partidos del campeonato por la desafiliación de los rivales: 1-1 vs Estudiantes -La Plata-; 3-2 vs Porteño; 1-0 vs GEBA.

Copa Competencia 1912 [oficial]
- Cuartos de final: GEBA (?) 1-2 (J. Perinetti)

• Eliminado en primera ronda.

Copa de Honor "Municipalidad de la Ciudad de Buenos Aires" 1912 [oficial]
1) River Plate (V) 3-0 (J. Perinetti, A. Ohaco, J. Hospital)
2) Estudiantes -Caseros- (L) 5-0 (J. Hospital 2, A. Ohaco, A. Marcovecchio, J. Perinetti)
3) Provincial -Rosario- (L) 6-1 (A. Marcovecchio 3, J. Ohaco, A. Ohaco, J. Hospital)
4) Newell's Old Boys (L) 3-0 (A. Ohaco 2, A. Marcovecchio)

• Racing campeón de la Copa de Honor "Municipalidad de la Ciudad de Buenos Aires" 1912. Primera copa nacional.

Copa de Honor Cousenier 1912 [oficial]
1) River Plate -Uruguay- (V) 1-2 (A. Ohaco)

• Perdió la final (la jugaban los ganadores de la Copa de Honor de Argentina y Uruguay).

Partidos amistosos 1912
1) Estudiantes -La Plata- (L) 0-2
2) River Plate (L) 2-1 (M. González 2)
3) Estudiantes -Caseros- (L) 6-1 (M. González 3, S. García 2, A. Ohaco)
4) Porteño (L) 4-0 (M. González 2, S. García, A. Marcovecchio)
5) San Isidro (L) 3-1 (J. Perinetti, A. Ohaco, S. García)
6) Peñarol -Uruguay- (L) 4-3 (J. Perinetti 2, A. Ohaco, P. Etchegaray)
7) Rosario Central (V) 3-0 (A. Ohaco 2, J. Perinetti)
8) San Isidro (Neutral) 3-2 (goleadores desconocidos)
9) Boca Juniors (L) 3-2 (J. Perinetti, F. Pou, A. Ballesteros)

• Resumen total 1912. Jugó 25 partidos. Ganó 16, empató 2 y perdió 7.

• Goleadores en partidos oficiales (1903-1912)
1) Pablo Frers 68
2) Alberto Ohaco 50
3) José Seminario 31
4) Juan Perinetti 27
5) Germán Winne 26
6) Ignacio Oyarzábal 21
7) Cándido Vigil 15
8) Emilio Firpo 14
9) Modesto Alvear 12
10) Juan Hospital 6

• Goleadores en partidos amistosos (1903-1912)
1) Alberto Ohaco 24
2) Juan Perinetti 22
3) Pablo Frers 12
4) Modesto Alvear 9
5) Francisco Balestrieri 8
6) Cándido Vigil 7
7) Martín González 7
8) Ignacio Oyarzábal 6
9) Carlos Scarone 6
10) Bernardo Etcheverry 5

• Partidos oficiales jugados (1903-1912)
1) Pablo Frers 46
2) Alberto Ohaco 45
3) Ignacio Oyarzábal 40
4) Germán Winne 39
5) José Seminario 36
6) Juan Perinetti 29
7) Cándido Vigil 25
8) Modesto Alvear 24
9) Germán Vidaillac 23
10) Pedro Viazzi 22

• Partidos amistosos jugados (1903-1912)
1) Alberto Ohaco 20
2) Juan Perinetti 17
3) Cándido Vigil 11
4) Ignacio Oyarzábal 10
5) Modesto Alvear 10
6) Pablo Frers 8
7) Francisco Balestrieri 8
8) Pedro Viazzi 8

• Resumen partidos oficiales 1903-1912. 
Jugó 154 partidos. Ganó 101, empató 20 y perdió 33. Metió 342 goles y le hicieron 161.

• Resumen total 1903-1912.
Jugó 219 partidos. Ganó 147, empató 29 y perdió 43.

• Tabla histórica de Primera División 1891-1912
14° Barracas Athletic 38; 15° Lanús 36; 16° Racing Club 27; 17° Lomas Academy 25; 18° San Martín Athletic 25

jueves, 12 de noviembre de 2015

Información sobre Héctor Cataruzza

"Es el más joven de los jugadores de la Argentina en el team olímpico, y lo único que puede justificar la elección es el propósito de que nuestros jóvenes jugadores adquieran experiencia mediante su contacto con los mejores jugadores mundiales. Ciertamente Cataruzza ha mejorado mucho su juego, pero es demasiado joven, y su experiencia es harto pequeña para dirigir un partido con iniciativa propia o para forzar el juego en un momento determinado" (El Gráfico N°253, abril de 1924).

martes, 10 de noviembre de 2015

Información sobre Julieta Ezcurra

"Julieta Ezcurra, actualmente campeón de su sexo, es buena, lo mismo en singles que en dobles mixtos. Tiene un buen servicio y su principal defecto consiste en que se inclina demasiado a la práctica del 'lob'" (El Gráfico N°236, enero de 1924).

lunes, 9 de noviembre de 2015

Información sobre Carlos Caminos

"Carlos Caminos posee todas las cualidades necesarias para ser un buen campeón. Sus defectos son un servicio algo débil y cierta falta de seguridad para el juego" (El Gráfico N° 236, enero de 1924).

domingo, 8 de noviembre de 2015

Información sobre Lionel Knight

"Lionel Knight es un veterano jugador que figura aún entre los campeones de nuestro tennis, y los jugadores de la actual generación se ven en apuros para ganarle un match" (El Gráfico N°236, enero de 1924).

sábado, 7 de noviembre de 2015

Información sobre Ronald Boyd

"Ronald Boyd es el mejor de los jugadores de tennis que tenemos al presente en nuestro país, habiendo efectuado grandes progresos desde que hizo su reciente viaje para los torneos de la Copa Davis. Salta un poco cuando sirve, y esto constituye su principal punto débil, pues lo conduce a cometer faltas en el trabajo con los pies" (El Gráfico N°236, enero de 1924).

viernes, 6 de noviembre de 2015

Tenis - Tres contra la historia

Por Martín Estévez

Durante esta temporada, Federer, Nadal y Djokovic intentarán batir varios récords que subsisten desde hace décadas.

La temporada 2015 del tenis masculino ha comenzado a tomar vuelo y, como sucede desde hace varios años, los principales protagonistas son Roger Federer, Rafael Nadal y Novak Djokovic. Como es lógico, luego de tanto tiempo entre los mejores, ellos tres se han convertido en tenistas que superan a su época y que deben ser medidos directamente contra los mejores de la historia. Y una forma de compararlos, claro, es a través de las estadísticas. ¿En qué rubros la santísima trinidad del tenis puede romper marcas este año?

Torneos ganados
Al cierre de esta edición, Federer no había obtenido todavía ningún título en esta temporada pero, si lo hace, se transformará en el único jugador de la historia que gana torneos durante 15 años consecutivos, superando los 14 de Ivan Lendl. En lo que todavía le falta bastante para alcanzar a Lendl es en títulos totales: el checo nacionalizado estadounidense acumuló 94 y es el segundo máximo ganador de la historia. Roger está tercero, con 82.

El suizo es también quien más trofeos levantó sobre cemento y sobre césped, pero la noticia puede ocurrir en polvo de ladrillo, superficie en la que el argentino Guillermo Vilas es el que más títulos posee: 46. ¿Quién lo acecha a solamente uno de distancia? Nadal, claro. Al cierre de esta edición tenía 45 y todo indica que este año quedará en la cima. El español ya cuenta con el récord de copas ganadas en un mismo torneo: ha sumado 9 en Roland Garros, y este año buscará la décima.

Los Grand Slams son siempre una historia aparte. Por el momento, el liderazgo de Federer como más veces campeón no corre peligro, pero sí el segundo puesto: si Nadal consigue uno de los grandes, superará a Pete Sampras. Hasta ahora, ambos suman 14. Roger, en tanto, tiene dos marcas legendarias por romper: la de títulos festejados en Wimbledon (acumula 7, igual que Sampras) y en el US Open (tiene 5, como Connors y, vaya sorpresa, Sampras).

Los Masters 1000 son, quitando los Grand Slams, los torneos más deseados. A ese nivel, en el apartado de títulos, lideran dos contemporáneos nuestros, Nadal (27) y Federer (23). La novedad podría generarla Djokovic, que suma 20 y, si acumula dos más, alcanzará a Lendl en el tercer lugar. Es posible que sea en este mismo mes de marzo, porque estarán en juego dos torneos de este nivel: Indian Wells y Miami. En el primero, Federer es el más ganador (4), seguido por Rafa y Novak (3). Y en Miami, el que más festejó es Andre Agassi (6), pero el serbio se acerca peligrosamente, porque ya ha logrado 4.

Finales y triunfos
Dejemos atrás el máximo logro para un tenista (ganar un título) y pasemos a otros objetivos previos, como llegar a una definición o ganar un partido.

En cuanto a finales, este año habrá dos marcas interesantes por lograr. Federer intentará superarse a sí mismo: es el que más partidos decisivos jugó en un mismo torneo (Basilea), pero en 2015 puede espantar a sus perseguidores y aumentar la cifra a 12. Y Nadal, que suma 92 finales en su carrera, apuntará a superar al rumano Ilie Nastase, que, con 96, ocupa el 6º lugar en la tabla de todos los tiempos.

En cuanto a triunfos, el gran Roger es el que ha logrado más sobre cemento, pero el polvo de ladrillo es propiedad de Rafa. Por su edad (28 años), el español tiene tiempo para batir muchos récords, por ejemplo el de victorias en esa superficie. Por el momento está décimo, con 318, pero si este año suma al menos veinte más superará incluso a su compatriota Carlos Moyá y ascenderá al sexto puesto histórico.

Otra marca cercana para Nadal son los partidos ganados en Grand Slams por Sampras. Pistol Pete cosechó 203 durante su trayectoria, mientras que Rafa sumaba 187 al inicio de la temporada. Hagamos una previsión: con sólo llegar a cuartos de final en los cuatro torneos grandes, Nadal alcanzará al estadounidense. ¡Y le queda un lustro de carrera!

Nos falta el récord más impresionante que podría batir el español durante esta temporada: el de triunfos consecutivos en un Grand Slam. Federer alguna vez ganó 40 partidos seguidos en Wimbledon, y también 40 en el US Open. Marcas fabulosas que quedaron a un paso de lo conseguido por el sueco Björn Borg en el césped de Londres: 41. ¿Cómo viene Rafa? Arrollador. Suma 35 victorias consecutivas en Roland Garros (ha ganado los últimos cinco títulos) y, si logra levantar nuevamente el principal trofeo francés, será porque llegó a una marca nunca antes alcanzada: 42 festejos en cadena. Qué monstruo es Rafael.

Habrá que esperar
En algunos rubros, para saber si existirán nuevos récords deberemos esperar hasta el final de la temporada. Por ejemplo, para conocer si Nadal seguirá manteniendo la magnífica eficacia que demuestra desde hace una década. 

En los últimos diez años, Rafa ha ganado al menos el 80% sus partidos. Si en 2015 volviera a alcanzar ese gran porcentaje, llegaría a 11, y quedaría a sólo una temporada del récord histórico, perteneciente a Jimmy Connors.

Otro apartado con posibles cambios es el de semanas como número 1 del ránking. Djokovic comenzó el año con un acumulado de 128, muy cerca de Nadal, que suma 141. Si Novak sigue liderando el ránking, superará al español y quedará como el sexto tenista que más tiempo tuvo el liderazgo en su poder.

Roger Federer ha batido una inmensa cantidad de récords y puede lograr algunos más. Para empezar, ocupa el cuarto lugar entre los jugadores con más aces en su carrera. El suizo suma 8895 y no sólo persigue al todavía activo Ivo Karlovic (8995), sino que en este mismo año podría superar a quien viene segundo, Andy Roddick (9074).

Roger es grande no sólo por sus logros, sino por su fecha de nacimiento. De hecho, si en algún momento vuelve a ser líder del ránking, se convertirá en el número 1 con más edad, marca que ostenta Andre Agassi (33 años y 4 meses). Y tiene en la mira otra importantísima marca: la de semanas entre los tres mejores del ránking. El estadounidense Connors lidera ese rubro con 595, pero Federer comenzó el 2015 con 543. Les ahorramos hacer cuentas: si el suizo se mantiene entre los tres mejores durante todo el año, en la primera semana de 2016 el récord será completamente suyo.

Publicado en Access DirecTV N°76 (marzo de 2015)

jueves, 5 de noviembre de 2015

Lionel Messi – La leyenda continúa

Por Martín Estévez

Desde su debut como profesional en 2004, el rosarino batió una gran cantidad de récords que antes parecían inalcanzables. Ya es el máximo goleador en la historia de la liga española y de la Champions League, pero el mejor futbolista del siglo XXI tiene en la mira distintas marcas a las que, durante 2015, puede acercarse, igualar o superar, tanto en el Barcelona como en la Selección Argentina. ¿Cuáles son las nuevas metas del 10?

La historia no se viralizó en las redes sociales, no tuvo su propio hashtag, no resultó trending topic, no fue consagrada por ningún término moderno. Pero igual la contamos acá. Una mujer veía televisión con su hijo de 9 años. Habían pasado un compilado de jugadas y goles de Messi. Luego, cambiaron el canal y se quedaron mirando un programa sobre magia e ilusionismo. El niño observó todos los trucos con mucho interés, más del que su mamá esperaba. Cuando terminó el programa, él le dijo: “Ma, cuando sea grande me gustaría ser mago”. La mamá se puso contenta: “¡Qué lindo! ¿Y para qué te gustaría ser mago?”. La respuesta la sorprendió: “Para hacer las cosas que hace Messi”.

La anécdota no tiene mucho que ver con esta nota, que repasará en detalle las estadísticas y récords de Lío. Pero fue elegida justamente por eso: porque representa exactamente lo contrario. Lo bueno de Messi, lo interesante de Messi, lo más disfrutable de Messi es lo que hace cuando juega, cuando se viste de niño, del niño rosarino que patea una voligoma en el patio de una escuela, esquiva defensores profesionales como eludía a sus compañeros y sonríe después de un gol. Eso es lo maravilloso.

Este texto es en algún punto antipático, casi positivista: intenta transformar ese talento, el arte de Messi, en números, recuadros, tablas, porcentajes. Sabemos que eso no sólo es injusto, sino que no es posible. 

Messi, para los que amamos el fútbol, es el que tira paredes, define de cucharita y también el que erra goles por centímetros, porque por suerte es humano. Sus números, estadísticas, marcas y curiosidades matemáticas son sus restos, lo que Messi deja tirado, huellas de las cosas que ya hizo. Y nosotros, periodistas, le rendimos tributo de esta manera. Ya que no tenemos la capacidad futbolística suficiente para tirar paredes con él en la Selección, o al menos para ser defensores del Almería y verlo gambetearnos de cerca, juntamos sus restos numéricos y los publicamos una y otra vez. Porque es cierto: Messi no es estos números. Pero, lo que no se puede negar, es que estos números sí son de Messi.

Messi en España
Lionel ha jugado en el Barcelona durante toda su carrera profesional. Y, aunque tiene solamente 27 años, ha batido una enorme cantidad de récords. Nombramos sólo algunos, para no aburrir: primer jugador en meter 370 goles en un solo club; máximo número de goles en una liga (50); único jugador que anotó en 13 partidos consecutivos como visitante; más joven en meter 200 goles en la liga (tenía 25 años); único que metió dos goles en seis partidos seguidos; único en meter 3 o más goles en 8 partidos de una misma liga; uno de los dos que le metieron goles a todos los equipos que enfrentó en una liga; máximo goleador en la historia del clásico Barcelona-Real Madrid (21 tantos); único jugador del Barcelona que le marcó dos tripletes al Madrid; máximo goleador de la Supercopa de España…

En su club, claro, también acumula marcas: máximo goleador en Mundiales de Clubes; máximo goleador en torneos internacionales; único que hizo goles en 11 finales; único que marcó al menos dos goles en 78 partidos distintos; extranjero con más partidos en el club; más joven en jugar 200 partidos en la liga; único en ser tres veces goleador de la liga…

Las dos marcas más importantes que podría haber superado, ya las superó. En 2014, Messi se convirtió en el máximo goleador en la historia de la liga española. Los números de Telmo Zarra (251 tantos), Hugo Sánchez (234) y Raúl (228), imposibles hace una década, fueron arrasados por el rosarino de 169 centímetros: acumula 262 y, si continúa en el club, no sería extraño que llegara a los 300. 

El otro gran récord era el de goles en Barcelona, propiedad de un tal César Rodríguez (232). Esta cifra es la más escandalosa: Messi ya metió ¡382! Si sigue así, es capaz de duplicar al que hace una década era el histórico artillero catalán.

Todo eso es lo que ya tiene en el bolso de los récords. Analicemos ahora las cuatro principales marcas que podría alcanzar alguna vez.

1) Se le llama triplete (o tripleta, o hat trick) al acto de marcar tres goles en un mismo partido. Hasta hace algunos años, Alfredo Di Stéfano y Telmo Zarra compartían el honor de haber sido los que más tripletes convirtieron en liga española: 22 cada uno. Pero en el siglo XXI existe un tipo que se llama Cristiano Ronaldo, y otro tipo que se llama Lionel Messi, y entonces los buenos de Di Stéfano y Zarra tuvieron que ceder su lugar. Hasta el momento, Cristiano suma 23 tripletes contra 22 de Messi, pero sabemos que, para ellos, meter tres goles en un partido no es una hazaña sino el resultado de un buen día de trabajo. Para Lío, de todas formas, lo primero será llegar a esos 23 para asegurarse un lugar entre los dos mejores en ese rubro.

2) Este es un récord dificilísimo. El futbolista del Barcelona con más goles en la Copa del Rey es Josep Samitier, con 65. Así como es cierto que en las estadísticas de Messi suele favorecerlo que ahora se juega más seguido que antes, que hay más partidos, en este apartado sale perdiendo. ¿Por qué? Porque, al haber tantos partidos, suele descansar en los menos importantes. Y los menos importantes son los de la Copa del Rey. De todas formas, Lionel ya llegó a 30 goles en el torneo y aspira, como mínimo, a quedar entre los cinco máximos goleadores del club. Con tres goles más lo logrará. Claro que Samitier está muy lejos: a 35 goles en un torneo del que se juegan pocos partidos por año. Este es uno de esos récords que nadie cree que Messi puede superar, pero… ¿alguien se anima a asegurar que no lo vaya a hacer?

3) Messi figura sexto en la tabla de máximos goleadores argentinos en ligas locales. Lío tiene 262 y acaba de alcanzar a Diego Maradona y Herminio Masantonio. Este año también podría superar al quinto, Mario Kempes (276). El líder todavía está lejos: Carlos Bianchi metió 385 y disfrutará ese primer lugar al menos hasta 2017.

4) Los récords de Messi suelen estar relacionados con sus goles o campeonatos ganados, pero ya empieza a destacarse en otro rubro: partidos jugados. En Barcelona ya está sexto (451 partidos) y, junto a Iniesta, vienen avanzando rumbo al cuarto puesto del arquero Víctor Valdés (535). El líder por ahora es inalcanzable, especialmente porque sigue sumando: Xavi Hernández tiene más de 740 partidos con la camiseta blaugrana.

Messi en Europa
Lionel Andrés tiene esas cosas: no deja espacio para la crítica, cubre huecos, tapa baches en los que se podrían filtrar las objeciones. No faltará quien, por las últimas tensiones surgidas con el Barcelona, o mejor dicho, con el entrenador, algunos dirigentes y el pago de impuestos, diga que Messi es conflictivo. Aquí apenas hacemos mención a los roces, normales entre un futbolista y su club. Bastante bien se ha portado Messi en sus asuntos personales, si tomamos en cuenta las presiones que sufre, como para catalogarlo de tipo polémico. Que, además, sería lo contrario que algunos le criticaron en el pasado: que era blando, sin carisma y bla bla bla.

Si nos parece torpe, mientras Messi hace magia en la cancha, dedicarnos a enumerar sus estadísticas, comprenderán que más injusto todavía nos resultaría escribir solamente sobre lo que hace fuera de la cancha.

¿A qué viene todo esto? A que Messi no ha dejado huecos. Porque si hubiera brillado en el fútbol argentino, habrían dicho que no era un jugador para Europa. Si hubiera brillado en un equipo de Rusia o Portugal, habrían dicho que no era para las grandes ligas. Si hubiera brillado en Zaragoza o Villarreal, habrían dicho que no se banca la camiseta de un grande. Y si sólo hubiera brillado en España, habrían dicho que es porque los defensores son tontos, los equipos débiles y bla bla bla. 

Entonces, para que no haya posibilidad de quejas, Lionel se dedicó a brillar en Europa, en una liga importante, en un equipo grande y no sólo en España: en toda Europa. Desde sus primeros pasos, los torneos internacionales, especialmente la Champions League, lo han visto en toda su enormidad, regalando esplendor ante equipos de Chipre pero también ante los monstruos de Alemania, Italia e Inglaterra.

Comencemos, nuevamente, por algunos de los numerosos récords que ya son suyos: primer jugador en meter 14 goles en una edición de la Champions League; máximo goleador en un partido de Champions League: en 2012 le hizo 5 al Bayer Leverkusen de Alemania, récord que ahora comparte con Luiz Adriano; cuatro veces goleador de la Champions (2008/09, 2009/10, 2010/11 y 2011/12); mayor cantidad de dobletes en Champions (18); mayor cantidad de tripletes en Champions (5); triplete más rápido en Champions (lo hizo en 16 minutos); único jugador en marcar al menos ocho goles en siete temporadas en el principal torneo de Europa…

Párrafo aparte para otro gran récord que superó en 2014: el de goles en la Champions League. El líder era el español Raúl, superestrella del Real Madrid, que sumaba 71. Lionel, primero, lo alcanzó. Y, como si fuera a propósito, un destello inconsciente de omnipotencia, rompió la marca metiendo no sólo un gol, sino tres, y no sólo tres, sino que todos con su pierna menos hábil: la derecha. Glorioso. Ahora, Messi suma 75 pero no puede descansar, porque su archienemigo Cristiano Ronaldo está al acecho, con 72. Este mes se reinicia el principal torneo de Europa, y allí seguirá la lucha.

Repitamos la fórmula anterior y especifiquemos los tres principales récords que Messi persigue:

1) Goles en todas las competiciones europeas. Con sus 76 gritos (75 en Champions, 1 en Supercopa Europea), Messi ya alcanzó a Raúl también en este rubro. Con apenas un gol más, será único líder.

2) Títulos en la Champions League. Hasta el momento, Lío ha levantado tres veces el trofeo. El máximo ganador es Francisco Gento, que la obtuvo en seis ocasiones: 1956, 1957, 1958, 1959, 1960 y 1966. Falta mucho pero, al menos, Barcelona y Messi siguen en carrera en esta temporada.

3) Partidos jugados en la Champions League. Otra vez aparece una estadística que tiene como centro el número de encuentros disputados. Es que la Pulga debutó muy joven y ha tenido una carrera muy constante, de pocas lesiones y mucha seguidilla de fútbol. En la Liga de Campeones, por caso, ya tiene 92 partidos, que muy probablemente (gane o no, siga en Barcelona o no), se transformarán en 100 antes de fin de año. Acá hay una larga lista de futbolistas por superar: Xavi (146), Iker Casillas (144), Raúl (142), Ryan Giggs (137), Clarence Seedorf (125), Paul Scholes (124), Roberto Carlos (120), Paolo Maldini (116), Carles Puyol (115), Thierry Henry (112)… Pero la lógica indica que Messi siempre jugará en equipos poderosos que clasificarán a la Champions. Y hay un mínimo de seis partidos por jugar en fase de grupos. ¿Qué significa? Que sin lesiones, y aunque siempre quedara eliminado en primera ronda, Lionel sumará por lo menos 32 partidos hasta 2019, cuando cumpla 32 años, la edad en la que podría pensar en volver a la Argentina y cumplir su deseo de retirarse en Newell’s. Sólo con eso, ya superaría a Henry, Puyol, Maldini y Roberto Carlos. Insistimos: en caso de que quedara siempre eliminado en primera ronda, situación que jamás vivió en una década de carrera.

Messi en la Selección
Claro que a una parte de la especie humana no le hubiera alcanzado con que Messi brillara en el fútbol europeo, en una liga importante, en un equipo grande y en la principal competencia continental. Si “sólo” hubiera conseguido todo eso, habrían dicho que no la rompió en su Selección, que no sintió la camiseta de su país (?) o hasta que fue un vendepatria.

De todas formas, nada de eso ocurre, porque Lío ha mostrado un gran nivel en la Selección, ha viajado miles de kilómetros para ponerse la celeste y blanca, ha marcado muchos goles y fue parte del único equipo que llegó a una final de la Copa del Mundo en los últimos 24 años. Y si en Sudáfrica 2010 no había hecho goles, en Brasil 2014 metió cuatro hermosos (más su penal en la semifinal contra Holanda) para demostrar que no había embrujo. Sí, sí: algunos miembros de la especie humana le reclaman que su remate en la final del Mundial, contra Alemania, salió a centímetros del palo. Son esas personas a las que, aunque les dones un riñón, se enojan si no las saludás por el día del amigo.

Recopilemos los logros de Messi en la Selección: goleador y campeón del Mundial Sub 20; argentino más joven en jugar un Mundial; medalla de oro en los Juegos Olímpicos 2008; máximo goleador sumando mayores y juveniles (58); más goles en un mismo año: 12 en 2012 (récord compartido con Batistuta); más goles en una Eliminatoria (10); goleador en las Eliminatorias 2010; goleador en las Eliminatorias 2014; jugador que le hizo goles a más selecciones (15)…

En 2015, año en que habrá amistosos, Copa América y comenzarán las Eliminatorias rumbo a Rusia 2018, perseguirá tres récords:

1) Goles en Eliminatorias. Lionel suma 14 en el torneo clasificatorio para la Copa del Mundo, cifra que lo ubica segundo entre los argentinos. Claro que si supera a Hernán Crespo (19), no sólo será líder nacional, sino de toda Sudamérica, porque los máximos anotadores de otros países son dos chilenos, Marcelo Salas e Iván Zamorano, que tienen 18 y 17, respectivamente. Aunque hay que tener cuidado con Luis Suárez, compañero de Messi en el Barcelona. El uruguayo tiene sólo 28 años y ya suma 16 goles en Eliminatorias.

2) Goles en la Selección Mayor. Aquí ya han quedado en el camino Maradona y Crespo. Messi suma 45 gritos y el único que lo supera en la historia es Gabriel Batistuta, con 56. Parece difícil que en lo que le queda de carrera (¿al menos seis años?), Messi no pueda marcar los 12 que le faltan para liderar esta tabla. Próxima chance de acercarse: el 28 de marzo, amistoso contra Sudáfrica en Durban.

3) Partidos en la Selección Mayor. Al final, el apartado de encuentros disputados es cada vez menos raro entre los récords en los que Messi está en carrera. Tiene marcas históricas en Barcelona y también en la Selección, porque ya ha alcanzado los 97 partidos con la Mayor. Teóricamente, podría llegar a los 100 en el segundo partido de la Copa América (a prepararle plaqueta y camiseta especial) y, durante 2015, tiene grandes chances de superar los 106 de Diego Simeone. Luego, sólo le quedarían tres “rivales” más: Javier Mascherano (suma 110, pero todavía está en actividad), Roberto Ayala (115) y Javier Zanetti (145). La del Pupi parece una marca inigualable, pero si sumamos al menos 4 partidos en Copa América, 10 amistosos y los 18 de Eliminatorias, antes del Mundial 2018, Messi ya tendría 129. ¿Qué tal?


Messi y los argentinos
En este apartado nos referiremos solamente a dos rubros: títulos y goles totales. En cuanto a campeonatos ganados, Messi suma 22. Son muchos, pero los enumeramos: Liga Española 2004/05, Mundial Sub 20 2005, Liga Española 2005/06, Champions League 2005/06, Supercopa Española 2006, Juegos Olímpicos 2008, Copa del Rey 2008/09, Liga Española 2008/09, Champions League 2008/09, Supercopa Española 2009, Supercopa Europea 2009, Mundial de Clubes 2009, Liga Española 2009/10, Supercopa Española 2010, Liga Española 2010/11, Champions League 2010/11, Supercopa Española 2011, Supercopa Europea 2011, Mundial de Clubes 2011, Copa del Rey 2011/12, Liga Española 2012/13 y Supercopa Española 2013. 

Está cerca de Alfredo Di Stéfano, que sumó 24. Está en discusión si la Copa Latina, trofeo que la Saeta Rubia ganó dos veces, debe ser considerado un torneo oficial, pero aquí se lo damos como válido. Detrás aparece Esteban Cambiasso, con 23. Aunque está en actividad, el Cuchu juega en el Leicester inglés, club poco habituado a los festejos. 

Desde ahora hasta julio, Messi tiene chances de ganar la Liga Española, la Copa del Rey, la Champions League y la Copa América. Y hasta diciembre, en caso de haber obtenido alguno de los otros títulos, podría sumar la Supercopa Española, la Supercopa Europea y el Mundial de Clubes. Parece difícil que el Barcelona pueda revertir esta racha de 20 meses sin títulos, pero con Messi todo es más sencillo.

El mismo Alfredo Di Stéfano es quien lidera el rubro de goleadores argentinos de todos los tiempos, con 512 conquistas. Lío ya está segundo, con 451, y no tardará demasiado en subir el último escalón que le falta.

Messi en el mundo
¡Cuánto se puede hablar sobre Messi! Llenamos diez páginas con sus estadísticas y podríamos llenar diez más. Pero llegamos al último apartado, el de marcas de todo el planeta. 

Estos son los principales récords que logró: más goles en un año (91 en 2012); más goles en su club durante un año (79 en 2012); más goles en un año en partidos internacionales (25 en 2012); marcó goles en seis torneos distintos de una temporada (2011/12, logro compartido con Pedro); es quien marcó goles en una liga durante más partidos consecutivos (21); el más joven en ganar tres veces el Balón de Oro (24 años); y el único en obtenerlo en cuatro ocasiones.

Desde 2012, en El Gráfico estamos observando las posibilidades de que Messi se convierta, sencilla y contundentemente, en el máximo goleador de la historia del fútbol, titánico título que podría quedar en su poder. 

Siguiendo parámetros arbitrarios pero imparciales (contamos todos los partidos oficiales, los amistosos entre selecciones mayores, y los campeonatos continentales y mundiales juveniles), Lionel Messi suma 451 goles. 

Muchos estadígrafos han decidido no sumarle los goles que convirtió en Barcelona B y Barcelona C, pero es contradictorio, porque esos mismos estadígrafos contabilizan, por ejemplo, los de Batistuta en Fiorentina, Abel Balbo en Udinese, Alessandro Del Piero en Juventus o David Trezeguet en River. Todos ellos han marcado goles en la Segunda División que no están en discusión. Los 6 goles de Messi en el Barcelona B y los 5 en Barcelona C fueron por partidos oficiales de la Segunda y Tercera División de España. El hecho de que se trate de equipos filiales no tiene por qué anular esos tantos. En efecto, constan en los registros de la Real Federación Española de Fútbol. De igual modo, a Raúl se le contabilizan los goles en los equipos filiales de Real Madrid.

Explicado ese detalle (y dejando en claro que a Messi no le contabilizamos sus tres goles en partidos amistosos con la Selección Sub 20), queda mirar la tabla histórica, en la que Messi se ubica 29°. Seguramente escalará algunos puestos más, porque Aleksandar Duric (450), Fernando Peyroteo (450), Dixie Dean (453), Raúl (456) y Roger Milla (457) están muy cerca. Sin embargo, la cosa se pondrá difícil a partir del 9° puesto, porque el brasileño Túlio todavía le lleva 94 al rosarino. Y ni hablar de alcanzar a Romario, rey de la Tierra: ha marcado 762.

Sin embargo, si analizamos la estadística con frialdad, hay resultados sorprendentes. Desde el inicio de su carrera, Messi promedia 40 goles por año. Siguiendo ese parámetro, habría una previsión de 486 a fines de 2015, 526 en 2016, 606 en 2018 y 686 en 2020, cuando Lío cumpliría 33 años y podría meditar la chance de dejar el fútbol. Siguiendo esa lógica, las chances son 50 y 50: si continúa jugando hasta los 36 años, no tendrá problemas en superar a Romario. Si se retira más joven, cansado de las presiones, la tendrá muy difícil.

Pero atención: podemos utilizar otra lógica, porque el promedio de gol de su carrera incluye a versiones de Messi muy jóvenes, que jugaban pocos partidos. En los últimos seis años, en cambio, Lionel ha promediado 59 goles. Y si mantuviera un tiempo más ese nivel superlativo, fíjense cómo cambia la previsión: 505 a fines de 2015, 564 en 2016, 682 en 2018, y 800 en 2020. Sí: a los 33 años, Messi habría superado la línea de Romario. Todas son suposiciones, claro. Un juego que Messi propone con sus logros: el de romper todas las estadísticas futbolísticas que encuentre a su paso


382 Sus goles oficiales con la camiseta del Barcelona. Ya es, por escándalo, el máximo goleador de la historia del club. Segundo quedó César Rodríguez, a años luz: había hecho 232. Messi los hizo en 450 partidos: 0,84 de promedio.

262 Los goles de Messi en la liga española. En 2014 se convirtió en el máximo anotador de la historia, al superar los 251 tantos de Telmo Zarra. Lionel suma 296 partidos en la Primera División española, por lo que tiene un promedio de gol de 0,88.

75 Los goles que acumula Messi en la Champions League, principal torneo de clubes de Europa. Superó cómodamente los 71 del español Raúl, pero no puede confiarse: Cristiano Ronaldo llegó a 72 y está dispuesto a perseguirlo.

58 Sus goles contando la Selección Mayor (45), la Sub 23 (2) y la Sub 20 (11). En este rubro no se incluyen los amistosos juveniles, sólo las competencias oficiales. Nadie marcó tantos como Messi. Lo siguen Batistuta (56) y Hernán Crespo (50).

2 Los goles que hizo Messi en la Copa América. Fueron ante Perú y México durante la edición 2007. En la de 2011, jugada en nuestro país, disputó 4 partidos y no marcó. El promedio de gol es bajo para él: 0,2 (2 en 10 partidos). En 2015 tendrá revancha.

Publicado en El Gráfico N°4454 (febrero de 2015)