sábado, 30 de noviembre de 2013

Juan Ignacio Chela – El Federer del Twitter

Por Martín Estévez

Juan Ignacio Chela es el número 1 indiscutido en el ranking de los deportistas más ingeniosos en apenas 140 caracteres. Elegimos sus 30 mejores tweets.

No vamos a discutir si el Twitter es lo mejor del mundo o es una porquería. En la redacción de El Gráfico algunos lo usan con ganas y chequean novedades todo el tiempo; y otros lo detestan. En lo que todos nos ponemos de acuerdo es en que los tweets de Juan Ignacio Chela son geniales. No porque sean en Twitter: podría escribirlos a mano o tallarlos sobre piedra y nos harían reír igual. Y son cada vez más populares. 

El mismo lo advirtió el 27 de marzo: “Salgo más en el diario por twittear que por el tenis”. Es cierto, un poco porque sus resultados ya no son lo que eran (“Hoy hasta yo me gano”, escribió el 29 de abril) y otro poco porque, si no es el deportista más ingenioso, está tan cerca que hay que pedir Ojo de Halcón para negarlo. 

Cuando nos propusimos escribir una nota sobre su cuenta (@JuanIChela), decidimos jugar limpio. Podríamos haberlo llamado por teléfono y decirle “twitteá algo para nosotros”, pero preferimos competir en su superficie favorita y crear una cuenta (@ChelaElGrafico) en la que anunciamos esta nota. ¿Para qué? Sólo para ver qué pasaba. Y lo que pasó fue que en pocas semanas acumulamos 500 seguidores. No serán los 184.644 que tiene él, pero nos colgamos de su popularidad y conseguimos medio millar con sólo nombrarlo. 

Después de leer sus más de 2000 publicaciones de un saque (lindo juego de palabras), lo homenajeamos eligiendo el Top 30 de sus tweets. Que lo disfruten.

30) “Por el momento, cero seguidores” (su primer día como twittero, el 10/3/11). 
29) “Hice cuartos en un torneo, ahora me faltan los baños”. 
28) “Hoy empezó el torneo de Miami para mí... y terminó” (23/3/12). 
27) “Hoy me hackearon el ranking”. 
26) “Es verdad que las mascotas se parecen a sus dueños. A mi perro le tiro una pelotita y nunca me la devuelve”. 
25) “Cuando Sabatini discute con el hermano, ¿le dirá Sharap Ova?” (Osvaldo Sabatini, presente). 
24) “Ya que no pude ir a Londres como tenista voy a preguntar si alguno me quiere llevar como su jabalina” (previo a los Juegos Olímpicos de 2012). 
23) “Me estoy preparando para Río 2016... la quiero romper en ese carnaval”. 
22) “Osama se suicidó después de ver mi partido de ayer” (humor negro tras la muerte de Bin Laden). 
21) “Este lugar es lo más parecido a Azkabán que vi” (fanático de Harry Potter, comparó a Dusseldorf, Alemania, con la ciudad que aterraba al mago).
20) “En los picaditos de quidditch, ¿el gordito lleva la snitch?” (otra genialidad exclusiva para los seguidores de Potter). 
19) “El otro día tiré la pelotita tan lejos que Harry Potter salió volando con la escoba pensando que jugábamos al quidditch” (el quidditch, como imaginarán, se juega en las alturas).
18) “Acá hay mucho Torpedo que se la da de Conogol”. 
17) “¡Desde que me enteré de que juego con Roger se me fue el tránsito lento!” (antes de enfrentar a Federer, 13/3/11). 
16) “Mañana no se pierdan al expreso suizo contra el Sarmiento que llega a Once” (un día después). 
15) “Roger tiene cara de que lo invitás a comer a tu casa e insiste en lavarte los platos” (gran apreciación sobre Federer).
14) “¿Puede ser que el cuadrado de saque esté cada vez más chico?”.
13) “A Kimiko Date Krumm le está costando cerrar el set. No creo que sea por falta de experiencia, ¿no?” (sutileza respecto de la japonesa de 42 años y más de 700 partidos jugados). 
12) “Madurar es elegir sacar cuando ganás el sorteo”.
11) “Chela-Isner, 1ª ronda Roma: voy a entrar con el casco de los Power Rangers” (antes de jugar contra el tremendo sacador). 
10) “Si Irene se lleva algunos top ten volando puedo subir algunos puestos” (25/8/11, cuando un huracán amenazaba Estados Unidos). 
9) “Madurar es dejar de pensar que vas a meter el primer saque”. 
8) “Hoy un flaco me tiró agua mientras jugaba, lo odio, se hace el canchero”. 
7) “Estoy re feliz porque clasifiqué al torneo de maestros, juego el lunes contra el de matemática” (1/11/12). 
6) “¿Saben por qué camino tan lento en los cambios de lado? Porque estoy pensando twits”.
5) “Chicos, quería contarles que me estoy preparando a full porque de acá a fin de año defiendo como 890 twits” (13/6/12). 
4) “¡Vamos carajo! Se retira Roddick, subo un puesto” (5/9/12).
3) “Se retira un grande, Juan Carlos Ferrero, gran persona y profesional, toda mi admiración. Y subo otro puesto” (12/9/12). 
2) “En mis partidos, cuando la gente aplaude no sé si es por el punto que acaba de terminar o porque me ven perdido”. 
1) “Es todo risas hasta que te das cuenta que defendías tercera ronda del US Open y estás acá twiteando” (26/8/12)

PUBLICADO EN EL GRÁFICO Nº4429 (DICIEMBRE DE 2012)

viernes, 29 de noviembre de 2013

Polo en 1962 - Los invencibles, parte II

Por Martín Estévez

Hace cincuenta años, en 1962, Coronel Suárez ganaba el Campeonato Argentino Abierto por segunda vez consecutiva, alimentando su leyenda.

Ya es una tradición de nuestra revista: retroceder exactamente cincuenta años hacia el pasado para recordar, espiando las viejas páginas de El Gráfico, qué sucedió en la temporada de polo que se jugó medio siglo atrás.

En 1962, la importante cobertura que hacía la revista disminuyó, en parte por la gran variedad de deportes que luchaban por su espacio, y en parte porque no fue una temporada memorable para el polo argentino. Los artículos publicados durante la temporada alta fueron tres. Recordémoslos.  

Empezó la serie de Coronel Suárez
Ese fue el título de la nota escrita por Diego Bonadeo y publicada el 14 de noviembre, que explicaba que la temporada había estado interrumpida por las lluvias y por “una epidemia equina de extraño y científico nombre: laringotraqueítis”.

El enfoque principal era la definición de dos torneos: el Abierto de Hurlingham y el de Los Indios. En semis de Hurlingham, Santa Ana le había ganado a Tortugas, y Coronel Suárez a Los Indios. “Ni Santa Ana ni Coronel Suárez llegaron a la final del Abierto de Hurlingham jugando como para brindar un espectáculo de mucha envergadura –sostenía Bonadeo-. Sin embargo, y merced al alza en el juego de algunos jugadores respecto de las semifinales, el partido resultó técnicamente lo mejor que hayamos visto desde 1960”

El triunfo en la final de Hurlingham correspondió a Coronel Suárez. Como era habitual en aquellos años, los resultados no fueron publicados. Así se analizó el desarrollo del partido: “Comienzo favorable a Santa Ana, merced al disimulado pero eficiente trabajo de Luis Lalor en el medio juego y a la asombrosa multiplicidad de Gastón Dorignac en toda la cancha (...) Pero crecieron Juan Cavanagh y Daniel González. Los Harriott también fueron partícipes de esa alza final de Coronel Suárez, especialmente Juan Carlos hijo, quien una vez más demostró su capacidad para llevar la bocha corta sin revolear el taco, además de su excepcional ubicación para encontrarse con ella en las devoluciones o en los pases de sus compañeros”. En el Abierto de Los Indios, el campeón fue el equipo que formaron Los Indios-Coronel Suárez al derrotar a Tortugas-Aurora.

Polo diferente
“El jueves en un potrero. El domingo en Palermo”. Así se presentaba la nota del 28 de noviembre, en la que Diego Bonadeo criticaba con dureza el estado de los campos de juego. “En un potrero de San Isidro (oficialmente registrado como cancha número cuatro del Jockey Club) comenzó la disputa de la copa República Argentina el jueves último. Y tan potrero era esa ‘cancha’ (la palabra potrero es ‘originaria’ de Alejandro Lalor, jugador de La Alicia), que los mismos equipos que el jueves jugaron dos muy malos partidos en San Isidro, el domingo en Palermo, sin jugar brillantemente, por lo menos por momentos hicieron polo agradable”. 

En el artículo se mencionan los triunfos de La Alicia sobre Guardia del Monte; de Los Indios ante Los Ranchos y también contra Guardia del Monte; y de Los Ranchos sobre Tortugas B. Lo más interesante es un recuadro titulado “Relaciones de dependencia”, donde Bonadeo cuestiona fuertemente a la Asociación. “¿Qué relación de dependencia existe de la Asociación Argentina de Polo al Jockey Club y viceversa cuando se juegan torneos patrocinados en las canchas de San Isidro? La Asociación hizo el fixture del Campeonato Abierto ‘ayudando’ a los Menditeguy en el sentido de proporcionarles más tiempo para que se pusieran en forma. La negativa de éstos y de su cuarteto –precisamente Jockey Club- de participar en el Abierto una vez hecho el fixture produjo trastornos en la programación”.

Coronel Suárez: la importancia de Juan Carlitos Harriott
Sorprendentemente, el desarrollo del Abierto Argentino de 1962 no tuvo lugar en las páginas de El Gráfico. Recién el 23 de enero del '63, mediante un balance de la temporada, nos enteramos de que Coronel Suárez se consagró campeón por segunda ocasión consecutiva y por séptima vez en su historia, con Juan Carlos Harriott hijo como figura. 

Ese análisis, que entonces sirvió para darle un cierre a la temporada, también servirá como cierre de esta nota, publicada cincuenta años después. “En tres años, cuatro disyuntivas. Tortugas, Santa Ana, Coronel Suárez o El Trébol podían ser campeones argentinos de polo de alto hándicap. En 1960, campeón El Trébol. En 1961 y 1962, campeón Coronel Suárez. Conclusiones posibles: faltan equipos, faltan jugadores, no hay promoción, el polo se vino abajo, etcétera. El Trébol ganó en 1960 un campeonato que tuvo un proceso anormal desde la iniciación de la rueda decisiva: accidentes, reemplazos y un match final cuyo desenlace todavía hoy es discutido en el ambiente polístico. Coronel Suárez fue campeón los dos últimos años con el mismo equipo: Horacio Heguy, Daniel González, Juan Carlos Harriott, hijo, y Juan Carlos Harriott, padre. No es un equipo ideal. Inclusive en los propios componentes del campeón hay coincidencia en este sentido. A la rotunda afirmación de todos ellos ‘Coronel Suárez tiene menos sentido de equipo que El Trébol de hace veinte años’; Horacio Heguy hace aún más severa la autocrítica: ‘y también menos que Venado Tuerto. Tampoco tenemos una línea de juego definida. Nos falta hacer más prácticas’”.


PUBLICADO EN EL GRÁFICO POLO Nº329 (NOVIEMBRE DE 2012)

jueves, 28 de noviembre de 2013

Los hits (octubre 2012)

Los futbolistas que se destacaron en el mes – por Martín Estévez

¡Récord!: se repiten ocho de los diez Top Ten del mes anterior. Los goles cotizan más que la soja en nuestro ranking, que solo muestra sorpresas en los puestos de abajo.

1) Lionel Messi (Barcelona)
Miren argengoles: ¡71 goles en el año! Este mes hizo 8 en 14 días. Líder total. 

2) Cristiano Ronaldo (Real Madrid)
Siete goles este mes, 58 en el año, pero con Portugal no puede brillar.

3) Radamel Falcao García (Atlético de Madrid)
Simeone lo puso en el podio, nosotros también. Goles en 10 juegos seguidos.

4) Zlatan Ibrahimovic (Paris Saint Germain)
Goles en PSG y en Suecia, incluido uno en el histórico 4-4 contra Alemania.

5) Edin Dzeko (Manchester City)
Aporta en el City (dos en Premier) y también en Bosnia: uno a Lituania.

6) Robin van Persie (Manchester United)
Dos gritos en la Champions, uno en Eliminatorias y otro en la liga inglesa.

7) Miroslav Klose (Lazio)
Veterano goleador: este mes marcó seis en solo cuatro partidos jugados.

8) Neymar (Santos)
De gira con Brasil, se destaca en todos lados. Este mes, ante Irak y Japón.

9) Jordi Alba (Barcelona)
¡Un lateral en los hits! Jordi se come la cancha en Barça y en su selección.

10) Xavi Hernández (Barcelona)
¿Bajará alguna vez su nivel? Sigue siendo un socio ideal para Messi.

Del 11 al 20: 11 Eden Hazard (Chelsea), 12 Gonzalo Higuain (Real Madrid), 13 Petr Cech (Chelsea), 14 Andrés Iniesta (Barcelona), 15 Klaas-Jan Huntelaar (Schalke 04), 16 Wayne Rooney (Manchester United), 17 Juan Manuel Olivera (Peñarol), 18 Roberto Soldado (Valencia), 19 Georges Gope-Fenepej (Nueva Caledonia) y 20 Javier Hernández (Manchester United).

PUBLICADO EN EL GRÁFICO Nº4428 (NOVIEMBRE DE 2012)

miércoles, 27 de noviembre de 2013

El medallero (octubre de 2012)

Por Martín Estévez

Oro: Lionel Messi
Está acá porque dentro de veinte años no nos perdonaríamos no haberle dado todos los premios posibles. En cada partido inventa jugadas que en el futuro serán míticas. Este mes brilló ante Uruguay y contra Chile, y le hizo tres goles a La Coruña. Genio inenarrable.

Plata: Carola López Rodríguez
Luego de la hazaña de Sebastián Crismanich en Londres, el taekwondo argentino sigue de festejo. Esta vez, gracias a Carola López Rodríguez, que ganó la medalla de oro en el Panamericano de Sucre, Bolivia. La cordobesa se impuso en la categoría hasta 49 kilos.

Bronce: Juan Martín Del Potro
Delpo quedó envuelto en una polémica filosa tras la eliminación de la Copa Davis, pero su carrera singlista es brillante. En Viena ganó su tercer torneo del año y el número 12 de su carrera, cifra con la que alcanzó a Martín Jaite. Solo lo superan Vilas y José Luis Clerc.

Plomo: Ricardo Caruso Lombardi
Luego de su primer logro fuerte, salvar a Racing del descenso, se fue a los 8 partidos por la mala campaña posterior. Luego de su segundo logro fuerte, salvar a San Lorenzo, se fue a los 8 partidos por la mala campaña posterior. Y, claro, con un poco de escándalo.

Lata: Unión (Santa Fe)
Luego de una muy buena temporada 2011/12, en la que se salvó de todo, comenzó pésimo el Torneo Inicial: ningún triunfo, tres empates y ocho derrotas. Frank Kudelka dejó el cargo de DT y ahora es Nery Pumpido quien intenta revertir la crisis. El promedio ahoga.

Cartón: La Unión (Formosa)
¡Otro Unión en problemas! En este caso, La Unión de Formosa. Aunque podía esperarse una temporada complicada, el comienzo en la Liga Nacional de básquet fue aterrador: un triunfo y once derrotas para ocupar el último puesto. El único objetivo posible será mantener la categoría.


PUBLICADO EN EL GRÁFICO Nº4428 (NOVIEMBRE DE 2012)

martes, 26 de noviembre de 2013

Polo - Se agrandó la familia

Por Martín Estévez

El nuevo proyecto de los Novillo Astrada, La Aguada-Las Monjitas, ganó la 48ª edición del Abierto del Jockey Club. 


La familia Novillo Astrada se multiplica y un solo cuarteto ya quedaba chico para tantos polistas de buen nivel. Por eso, durante esta temporada, al clásico equipo de La Aguada (campeón de la Triple Corona en 2003) se le sumó un hermano menor: La Aguada-Las Monjitas. Su debut en el alto hándicap fue prometedor: se consagró campeón del Abierto del Jockey Club.

La 48ª edición del torneo contó con nuevo formato. En lugar de cuatro equipos, fueron siete los conjuntos participantes. La acción comenzó el 12 de septiembre, con el triunfo 12-9 de Indios Chapaleufú II sobre Las Praderas en cuartos de final. Un día después, se jugaron los dos partidos restantes de esa fase inicial. Y hubo sorpresa: La Vanguardia, uno de los dos equipos con más bajo hándicap, superó 14-13 a Magual, potente conjunto de 30 goles que, finalmente, se destaparía en el Clasificatorio. 

Sin embargo, en el Jockey, las piezas no estaban del todo aceitadas, y La Vanguardia, con Diego Araya como figura, logró un triunfo muy festejado. Inmediatamente después, se enfrentaron el de más alto hándicap (Chapa Uno, 34 goles) con otro de los más bajos, Sauveterre (28). Pero el equipo de Marcos y Bautista Heguy se tomó muy en serio el partido y el único 10 goles del torneo, David Stirling, hizo la diferencia. Chapa Uno se impuso 11-8 y Sauveterre se despidió rápidamente.

Cuatro por un título

La primera semifinal se jugó el 15 de septiembre. Era el debut de La Aguada-Las Monjitas, que había accedido directamente a esta instancia, ante un Indios Chapaleufú II entonado, a tal punto que se llevó el primer chukker. El equipo de los Novillo Astrada lentamente revirtió la situación y trabajó el partido en los períodos siguientes hasta quedar con un 11-9 tranquilizador antes del chukker final. Pero Eduardo Heguy les dio tres cachetazos (hizo 6 en total) y puso a Chapa II al frente. La Aguada-Las Monjitas pasó su peor momento en el torneo. Cuando se vio acorralado, reaccionó con firmeza, empatando y luego ganando sobre el cierre. Triunfo 13-12 y digna despedida para Indios Chapaleufú II.

Un día después, el domingo 16, se definió el otro finalista. Y Chapa Uno no le dio esperanzas a La Vanguardia desde el inicio mismo, con un áspero 4-1 en el primer parcial. Bautista Heguy acertaba desde todos los sectores de la cancha (terminó con 5 goles) y la ventaja se estiró a 6-2. El mejor momento de La Vanguardia fue el cuarto chukker, en el que ganó 2-0 y achicó el global a 4-6, pero Chapa Uno volvió a tomar el control del partido y cerró el resultado sin sufrimientos: 10-7.

El domingo 23, entonces, no hubo invitados inesperados. En la final se cruzaron los dos equipos de mayor valorización. 34 goles por un lado, 33 por el otro. La Aguada-Las Monjitas tomó ventaja al principio, cuando el encuentro era cerrado y con pocos lujos. Llegó al final del tercer parcial con el resultado 4-2 a su favor, siempre con Eduardo Novillo en buen nivel, pero nunca consiguió despegarse del todo. Ingresó al chukker final sosteniendo la misma diferencia (9-7) y, con Chapa Uno lanzado al ataque en busca del empate, se sucedieron los goles. La Aguada-Las Monjitas no perdió su efectividad y terminó imponiéndose 11-9. El premio Gonzalo Tanoira para el mejor jugador de la final lo recibió Eduardo Novillo Astrada; mientras que el premio Miguel Pando al jugador que se destacó por su juego limpio fue para Marcos Heguy.

Primer gran festejo para La Aguada-Las Monjitas, que recién comenzaba una temporada alta llena de desafíos tan grandes como Hurlingham y el Argentino Abierto. La familia Novillo Astrada se multiplicó, y los triunfos, al menos en el Abierto del Jockey Club, también.


PUBLICADO EN EL GRÁFICO POLO Nº329 (NOVIEMBRE DE 2012)

lunes, 25 de noviembre de 2013

Polo - Lechuzas doradas

Por Martín Estévez

En Sotogrande, el equipo del venezolano Víctor Vargas ganó la Copa de Oro y fue finalista en la de plata.

Poco a poco, el cuarteto de Víctor Vargas suma prestigio internacional. Si el año pasado se había destacado en los Estados Unidos, ganando la CV Whitney Cup y el US Open, en 2012 dejó su huella en España. Lechuza Caracas fue el principal animador del 41° Torneo Internacional BMW jugado en el Santa María Polo Club de Sotogrande. A diferencia de lo sucedido en temporadas anteriores, la Copa de Bronce no tuvo versión de alto hándicap. En el mediano, de hasta 12 goles, se impuso Seven Sevens.

Copa de plata

Siete equipos de hasta 20 goles de valorización, con 13 argentinos, formaron parte del torneo de alto hándicap. Lechuza Caracas tuvo una primera fase complicada: derrotó 15-10 a Kaptive Leones (con Agustín Merlos) y 12-9 a HB Polo Team (Ignacio Toccalino); pero cayó 8-10 con Las Monjitas (Eduardo Novillo Astrada) y 9-10 ante Scapa (Marcos Di Paola). Llegó a las semifinales sólo gracias a la diferencia de gol, y en esa instancia volvió a ganarle a HB.

Lo mismo sucedió con Ayala Polo Team: dos triunfos (ante Las Monjitas y Dos Lunas) y dos caídas (Kaptive Leones y HB) le posibilitaron acceder con lo justo a la siguiente ronda, en la que eliminó a Scapa. Y en la final, jugada el 11 de agosto ante alrededor de cinco mil personas, se impuso 7-6 a Lechuza Caracas con un gol de Lucas James a segundos del cierre. Así obtuvo la Copa de Plata que se le había escapado en 2011, cuando perdió la final ante Richard Mille.

Copa de oro

Se repitió el formato de disputa, un heptagonal en el que los primeros cuatro avanzaban a semifinales. Ayala fue el único en ganar sus cuatro partidos de primera ronda, pero en semifinales se cruzó con Dos Lunas, que de la mano de Diego Cavanagh dio la sorpresa y lo derrotó 11-10. Lechuza Caracas, que había sumado tres triunfos y una derrota, eliminó a Scapa con un claro 10-7. En la final, el 31 de agosto, Dos Lunas comenzó con ventaja de 4-1, pero gracias a que Juan Martín Nero y Alejo Taranco se despertaron, Lechuza se impuso 12-8 y ganó la Copa de Oro.

PUBLICADO EN EL GRÁFICO POLO Nº329 (NOVIEMBRE DE 2012)

domingo, 24 de noviembre de 2013

Polo - La Copa del Rey

Por Martín Estévez

Adolfito Cambiaso ganó la Queen's Cup e igualó un récord: es uno de los argentinos con más títulos en Gran Bretaña.

Adolfito Cambiaso había sido el gran protagonista de las temporadas británicas en los últimos años. Siete títulos en la Copa de la Reina y seis en el Abierto Británico lo habían dejado a sólo un campeonato de igualar al argentino más ganador en Inglaterra: Eduardo Moore. Pero en 2011, extrañamente, no había alcanzado siquiera una final. ¿Podría retornar al podio en 2012?

La Copa de la Reina

La edición número 52 de la Queen’s Cup contó con 16 cuartetos de hasta 22 goles de hándicap. El número de jugadores argentinos descendió de 32 a 30 respecto de la última temporada. Muchas estrellas quedaron eliminadas en la primera fase: Lucas Monteverde, que jugó para Talandracas, defensor del título; Hilario Ulloa (Zacara); Miguel Novillo Astrada (Saudi Zedan); Facundo Pieres (La Bamba de Areco); y Sebastián y Agustín Merlos (Les Lions).

En los cuartos de final hubo fuertes cruces, especialmente el partido en el que Dubai (con Adolfo Cambiaso y Nachi Heguy) derrotó 10-9 al Enigma de Juan Martín Nero, Olimpia de plata por su gran año 2011. Otro talentoso que dijo adiós en esa instancia fue Pablo Mac Donough (Richard Mille).

Si en cuartos tuvo que eliminar a uno de sus compañeros en La Dolfina (Nero), Cambiaso volvió a hacerlo en semifinales, cuando Dubai derrotó 9-6 a El Remanso, liderado por David Stirling. El otro finalista resultó Ayala, que se impuso 11-8 a EFG Bank Aravalí (Eduardo Novillo Astrada).

La final, un duelo entre Adolfito Cambiaso y Gonzalo Pieres, se jugó el 17 de junio en el Guards Polo Club. El desarrollo, intenso y parejo, quedó igualado en 11 a pocos segundos del final, cuando Cambiaso marcó un penal de 30 yardas que significó el título para Dubai y su octava Copa de la Reina. Además, Adolfito fue elegido Jugador Más Valioso.

El Abierto Británico

Con el mismo formato (16 equipos de hasta 22 goles de valorización) se jugó el 57° Abierto Británico, en el Cowdray Park Polo Club. Hubo 33 argentinos en cancha. En primera fase, los equipos eliminados fueron Richard Mille, Les Lions, La Bamba de Areco, Coca Cola, Enigma, Piaget, Talandracas y Thai Polo. Y hasta cuartos de final llegaron Zacara, Salkeld, Ellerston White (con Gonzalo Pieres) y EFG Bank Aravalí.

Se palpitaba la posibilidad de que Adolfito Cambiaso continuara sumando títulos, pero, en semifinales, Pelón Stirling se tomó revancha, y El Remanso eliminó a Dubai. El otro finalista fue Cortium, que se impuso a Sumaya (con Javier Novillo Astrada).

El partido decisivo se jugó el 15 de julio ante alrededor de diez mil espectadores. El Remanso tuvo el control durante la mayor parte del juego gracias al buen trabajo de Stirling. Llegó a estar 9-7 en el chukker final, pero Pablo Pieres se vistió de héroe y marcó tres goles (sumó 8 en total) para dar vuelta el resultado y darle la Copa de Oro a Cortium.

PUBLICADO EN EL GRÁFICO POLO Nº329 (NOVIEMBRE DE 2012)

sábado, 23 de noviembre de 2013

Polo - Triple corona en casa

Por Martín Estévez

Durante 2012, en La Aguada se disputaron la Copa, el Abierto (con equipos de hasta 30 goles) y la Novillitos.

La Aguada, el club que es propiedad de la familia Novillo Astrada, presenta cada año un calendario repleto de actividades. La más importante de las realizadas en esta temporada ha sido el Abierto de La Aguada disputado en mayo, en el que participaron equipos de hasta 30 goles de hándicap. Sí: un nivel que nada tendría que envidiarle al Clasificatorio o a unos cuantos torneos de la temporada alta. Pero, además, hubo otras competencias que merecen ser recordadas.

En marzo, por ejemplo, se jugó la quinta edición de la Copa La Aguada Otoño. Se juntaron nada menos que doce cuartetos de hasta 12 goles de valorización. El torneo lo ganó Los Cocos (Rafael Zubillaga, Martín Joaquín, Tomás Lalor y Eduardo Novillo Astrada Sr.) al derrotar 14-11 a Sowiniec.

El Abierto de La Aguada, en tanto, comenzó el 24 de abril y se definió el 2 de mayo. Hubo cuatro conjuntos muy fuertes: Las Monjitas (lideradas por Eduardo Novillo Astrada -h- y Lucas James), La Aguada (con Javier y Alejandro Novillo), La Aguada El Dok (Ignacio Novillo) y Sol de Agosto (Miguel Novillo y Francisco De Narváez). El equipo más local de todos, La Aguada, se impuso 11-9 a Sol de Agosto en el encuentro decisivo. Por la Copa Subsidiaria, El Dok venció 11-9 a Las Monjitas.

Tres días después tuvo su lugar el polo juvenil: llegó la cuarta edición de la Copa Novillitos. En la categoría Mayores (12 y 13 años) se consagró el cuarteto de Las Bétulas (Francisco Uranga, Francisco Penna, Tomás Pasman y Benjamín Fernández Llorente), que derrotó a Black Watch. Tomás Pasman fue elegido Jugador Más Valioso. En Menores (9 a 11 años), el ganador fue La Natividad, y Felipe Dabas, del equipo campeón, fue considerado el mejor jugador. En diciembre, en los campos de juego de Open Door, se disputará otro tradicional certamen: la Copa Julio Novillo Astrada.

PUBLICADO EN EL GRÁFICO POLO Nº329 (NOVIEMBRE DE 2012)

domingo, 17 de noviembre de 2013

Argentina Polo Tour - Otro paso al frente

Por Martín Estévez

El Argentina Polo Tour llegó a su séptima edición, en la que hubo cuatro etapas y cuatro campeones diferentes.

La idea que Gonzalo Pieres y Adolfo Cambiaso transformaron en realidad durante el año 2006 sobrevive. El Argentina Polo Tour se ha convertido en una referencia en el calendario nacional cuando comienza la temporada. La séptima edición contó con una novedad importante: esta vez, los torneos disputados fueron cuatro en lugar de cinco.

Primera etapa: Pilar y Palermo
La Ginevra, campeón en la cuarta etapa de 2011, comenzó festejando en 2012. Los partidos fueron divididos en dos sedes. Una fue Pilar y la otra, Palermo, donde el 8 de marzo se disputó la final en la que La Ginevra se impuso 12-11 a Murus Sanctus y obtuvo la Copa Clonarg. Facundo Sola, del equipo subcampeón, fue el goleador gracias a sus 8 tantos. Participaron ocho conjuntos de hasta 16 goles de hándicap, que incluyeron a dos 9: Lolo Castagnola (La Mimosa) y Francisco Bensadón (Blackstorm).

Segunda etapa: La Aguada-La Picaza
El 16 de marzo comenzó el segundo desafío con un triunfo 13-12 de La Natividad sobre La Picaza. Esta vez los cuartetos fueron seis. Luego de ese debut exitoso, La Natividad derrotó a HB Polo Team (con Ignacio Toccalino como figura) y a Magual (con Marcos Di Paola), para cruzarse en la final con... La Picaza. ¿Hubo revancha? Nada de eso. Pese a los 11 goles de Eduardo Heguy y a comenzar el partido con desventaja de 0-3, La Natividad hizo valer su mejor juego de equipo y se quedó con la Copa Fernet Branca. La final se disputó el 24 de Marzo, Día Nacional de la Memoria por la Verdad y la Justicia.

Tercera etapa: Centauros
Formaron parte cinco conjuntos de 16 goles. HB Polo Team avanzó derrotando 13-6 a Ellerstina y 12-6 a Johor Ellerstina; y en la final, jugada el 11 de abril, se impuso por otro resultado contundente, 12-7, a Cabreuva, y se quedó con la Copa Stella Artois. Ignacio Toccalino (uno de los dos 8 goles del torneo, junto a John Paul Clarkin) ganó el premio al Jugador Más Valioso.

Cuarta etapa: Ellerstina
Para el final, el plato fuerte: ocho equipos de hasta 22 goles buscando cerrar el Polo Tour en lo más alto del podio. La Natividad, campeón de la segunda etapa, arribaba como favorito, con Lolo Castagnola y Eduardo Heguy sosteniendo la ilusión. Ellerstina (con Lucas Monteverde) y La Picaza (con otro 9 goles, Nachi Heguy), que también tenían potencial para ganar el título, se cruzaron en la apertura de la Zona A. Ellerstina se impuso 12-11 y ese triunfo le dio vía libre rumbo a la clasificación, que cerró con un 13-10 sobre Chapelco. De todas formas, La Picaza quedó en segundo lugar y accedió a las semifinales. 

En la Zona B, La Natividad derrotó 12-11 a São José y 17-12 a Cabreuva, que definieron entre ellos el segundo puesto. Con un tranquilo 15-10, São José también arribó a semis. Allí hubo sorpresa: São José derrotó 13-11 a Ellerstina y accedió a una revancha, nada menos que en la final, contra La Natividad, que se había impuesto 14-13 sobre La Picaza. En el último partido del Argentina Polo Tour Patio Bullrich 2012, jugado el 21 de abril, São José superó 12-11 a La Natividad y se quedó con la Copa Cabaña Las Lilas.

 PUBLICADO EN EL GRÁFICO POLO Nº329 (NOVIEMBRE DE 2012)

sábado, 16 de noviembre de 2013

Giba - Verdugo en casa

Por Martín Estévez / Producción: Darío Gurevich

El símbolo de la selección brasileña que dominó el vóley mundial, y que le ganó 45 de 46 partidos a la Argentina, ahora compite en nuestro país. A los 35 años, uno de los mejores jugadores del siglo XXI repasa triunfos, heridas e intimidades, y asegura que todavía le quedan cosas por aprender.

¿Qué se hace con un tipo así? ¿Se le da un abrazo o se le reprochan tantas frustraciones? Los seguidores del vóley, los que se levantaron a la madrugada durante el Mundial 98, los que sufrieron cuando los problemas dirigenciales nos dejaron fuera de la Liga Mundial, los que alentaron durante años a los Milinkovic, Quaini, Cuminetti, Porporatto o Meana y se ilusionan con esta nueva generación, saben de lo que hablamos. Para los que no lo saben, lo explicamos: estamos frente a Gilberto Godoy, mucho más conocido como Giba, uno de los mejores jugadores del siglo XXI y símbolo del sometimiento deportivo que el vóley brasileño nos viene imponiendo desde 1996. Justo cuando él llegó a su selección, el clásico sudamericano dejó de ser clásico: Brasil ganó desde entonces 45 de 46 partidos contra Argentina. El último fue en Londres 2012, torneo que marcó el retiro de Giba de la verdeamarelha. Por fin.

Resulta que ahora, a los 35 años, el tipo viene a jugar la liga argentina para Personal Bolívar. Está enfrente nuestro. Y sonríe. ¿Le hacemos preguntas antipáticas como tonta revancha por esos 45 cachetazos, o dejamos los rencores de lado? “Sinceramente, en Brasil tenemos mucho respeto por Argentina por la calidad de sus jugadores –cuenta Giba en un español bastante prolijo–. Sabemos que si no estamos concentrados todo el tiempo, si les damos una chance, nos pegan. ¡Y cómo nos pegaron en Sydney! Todo bien, les ganamos veinte partidos seguidos, pero nos cruzamos en cuartos de final, les dimos una chance y ¡chau! nos mandaron a casa”. Gracias, Giba. Gracias por recordarnos ese triunfazo en los Juegos Olímpicos de 2000, el único de Argentina en 46 partidos contra vos. Gracias por mostrarnos los ojos tristes al rememorar esa caída estrepitosa para el vóley brasileño. Ahora entendemos que alguna vez te sentiste derrotado y lo soportaste con grandeza. Ahora sí podemos permitirnos admirarte y empezar esta entrevista sin preguntas hirientes. Sin rencores.

“Nací en Londrina –explica Giba– pero cuando tenía un año me fui a vivir a Curitiba hasta los 7. Después volví a Londrina y me quedé hasta los 13. Las dos son ciudades grandes, muy pobladas. Empecé a jugar al vóley desde temprano, con 10 años. Después estuve parado por un accidente que sufrí en un brazo”.

-Por no hacerle caso a Solange, tu mamá.
-Sí, ella me insistía en que no subiera a un árbol, no le hice caso y me caí. Me dieron 150 puntos internos y 43 externos. El fierro me cortó desde acá hasta acá (muestra una cicatriz enorme). Después del accidente, no paré nunca más. Todo en mi carrera aconteció muy rápido. Volví a jugar a los 13 años y a los 15 ya estaba en la selección prejuniors, a los 17 en juniors y a los 18 en la principal, donde me mantuve hasta Londres 2012. Y ahora aquí, en Argentina, muito feliz.

-¿Tu papá jugaba al fútbol de salón?
-Sí, durante muchos años, pero cuando iba a pasar al de once, su papá le dijo: “No, no, tenés que empezar a trabajar”. También se llama Gilberto, vive en Curitiba, y nunca insistió para que yo fuera futbolista. La historia es así. Probé los deportes colectivos con contacto físico y no me gustaron. Después los individuales, y no eran para mí. Y apareció el vóley: un deporte colectivo sin contacto físico. Era perfecto, porque cuando jugaba fútbol era molto nervoiso. Si me pegaban una vez, dos, tres, la cuarta la pegaba yo.

-No fallaste en la elección: intentamos contar tus títulos, llegamos a 43 y nos rendimos. ¿Vos llevás la cuenta?
-No, pero en la selección, en 2010, un compañero la hizo. Con él habíamos jugado 42 campeonatos y ganamos 36. Y una sola vez no subimos al podio. Eso es lo que recuerdo. Los trofeos los tengo todos en mi casa de Brasil.

Giba saca un Blackberry (o un Smartphone, o un iPad, alguno de esos artilugios posmodernos) y se dispone a mostrarnos fotos de sus decenas de copas. “No, acá no las tengo”, dice contrariado. “Acá solo tengo una foto”. Y la muestra: son seis medallas. Tres olímpicas (una de oro, dos de plata) y tres mundiales (todos ganados). ¿Es necesario ver algo más?

-Del Mundial 2002 se cumplen diez años...
-¡Sí, fue aquí en Argentina! El otro día pasé por el Luna Park, me detuve para sacarme una foto y se me puso la piel de gallina.

-¿Podés elegir un torneo entre todos los que ganaste?
-¿Pueden ser tres?

-Claro.
-El Mundial juvenil 93 en Estambul: fue mi primer título, tenía 17 años. Después, el Mundial 2002, el primer gran campeonato. Y cómo lo ganamos: jugamos los cuartos de final contra Italia, tricampeón del mundo; semifinal contra Serbia; y final contra Rusia. Los tres mejores equipos de la época. Y el tercero es el oro olímpico. Además, mi primera hija, Nicoll, nació en mitad del torneo. ¡La vi recién quince días después! Mi segundo hijo sí me esperó: nació siete días después de la medalla en Beijing 2008.

-¿Uno de los motivos de tu retiro de la selección fue pasar más tiempo con ellos?
-Sí, la razón más importante fueron ellos. Siempre hago esta broma: es mejor que deje de jugar con la selección antes que volver a casa y que mis hijos me digan tío (risas). Tengo el físico, quiero continuar, pero es pesado también. Durante veinte años fue club y selección, club y selección, club y selección...

-Tu mujer, Cristina Pirv, es rumana y también jugó al vóley. ¿Cómo se conocieron?
-Cuando ella fue a jugar a Brasil, compartimos club, el Minas Tenis, durante dos años. Pero no pasó nada hasta que nos encontramos en Italia, cinco años después. Ahí comenzamos a estar juntos. ¡Ganarla a ella fue molto mais difícil que ganar la olimpíada y el Mundial juntos! Estuvimos seis años en Italia y, cuando ella se fue a Francia, yo me fui a Cúneo: a 30 kilómetros de la frontera con Francia y a 150 de Cannes, donde Cristina jugaba. Después tuvo un problema de corazón, le hicieron una cirugía y no jugó más. Se dedicó a ser mi manager.

-¿En qué idioma hablan entre ustedes?
-Más que nada, en portugués y en italiano, aunque también sé rumano. Y ahora hablamos en español para que los niños se acostumbren, porque van a la escuela aquí en Argentina.

Datos de archivo de Giba: nació el 23 de diciembre de 1976, mide 1,92m, jugó en seis equipos de Brasil, dos de Italia (Ferrara y Cúneo) y uno de Rusia (Iskra Odintsovo). Firmó con Bolívar, su décimo club, en mayo de este año y debutó ganando la Copa Master (la juegan los cuatro mejores de la temporada). Con la selección de Brasil debutó en 1995 y dominó el vóley mundial desde 2001 hasta su retiro.

-Brasil se transformó en una potencia a partir de tu generación. ¿Cómo se llegó a eso?
-Acredito mucho a lo que se hace con los niños. El trabajo con el vóley comenzó hace ya 25, 30 años, con Carlos Nuzman, que ahora es presidente del Comité Olímpico brasileño. Trabajó muchos años hasta que Brasil dominó las categorías prejunior y junior. Así, Ricardo, Gustavo, Heller y yo estuvimos juntos desde los 15 años; y fuimos la mitad de la selección que ganó todo en los años siguientes. Y el proceso sigue en las categorías de base. Se practica en los colegios y hay más de 150 escuelas de vóley. Los jugadores nunca dejan de surgir.

-¿Cuándo supiste que serías una estrella?
-No me siento así, siento que siempre tengo que hacer algo más. El día que jugué la final de la Copa Master con Bolívar, a diez años de ganar mi primer Mundial, sentía que ese partido era igual de importante. Era mi final de aquel día. Yo no puedo vivir del pasado. Ganar es bueno, pero lo importante es cómo continuar ganando. Cuando acababa un campeonato, siempre pensaba: ganamos, ¿y ahora? Me gusta leer, tengo libros de exjugadores de básquet, de tenis. Y cuando uno lee, lee y lee, coloca todo eso dentro suyo. Queda en la mente. En la selección incorporamos esa manera de pensar: lo que pasó, pasó. Y hay que pensar siempre en el conjunto. Entre 2001 y 2006, Brasil ganó todo y no tuvo ningún premio individual. ¡Eso era bello para nosotros! “Bueno, vos sos el mejor jugador del mundo, ¡pero el oro lo tengo yo!”. Hay una teoría que me gusta mucho, la de las diez mil horas. Dice que para alcanzar la excelencia en cualquier disciplina (violín, piano, vóley, cualquer coisa) son necesarias diez mil horas de entrenamiento.

-¿Vos llegaste a esa excelencia?
-La estoy manteniendo, ahora. La estoy manteniendo (risas). Por mi vida pasaron jugadores bravísimos, y yo hacía como un vampiro, intentaba absorber lo bueno que veía en ellos. A Renan lo tuve como entrenador y siempre me decía: “Cuando salís del partido cansado de la cabeza es porque estuviste pensando para jugar; cuando sale cansado el cuerpo, es porque no pensaste, y así vas a jugar mal siempre”. Carlao, Gilson, Javier Weber son otros jugadores de los que aprendí mucho.

-¿Si Weber no fuera el director técnico, hubieras venido a Bolívar?
-Habría sido muy difícil. El me dijo: “Me gustaría que vengas, hace dos años que no ganamos nada y queremos volver a ganar”. Hablé con él un miércoles, el viernes conseguí pasaje y el sábado firmé contrato con Tinelli.

-Tu jugada más impactante es el remate como zaguero, desde posición 6. ¿Hay alguna que disfrutes tanto como ésa?
-En Brasil, nosotros cambiamos un poco la bola a posición 4, la jugamos más rápido, como si fuera un primer tiempo. Es mucho más veloz: ahora, cuando la pelota cae en las manos del armador, yo ya salté.

-¿Te quedan cosas por aprender del vóley?
-Se nace y se muere aprendiendo. Siempre.

-¿Qué aprendiste últimamente?
-Cuando llegué acá, Weber me marcó que al momento del remate corría mucho por adentro del campo, que tenía que correr más por afuera para potenciar la diagonal. Y tenía razón. También con el saque. Me dijo: “Siempre lo hacés desde la posición 5; hacelo desde la posición 6, probá”. Y mi saque ha mejorado.

-El reglamento del vóley cambió mucho desde que empezaste a jugar. ¿Te gustaría ver alguna modificación más?
-Es cierto: se alargó el saque, cambió el sistema de puntuación, se agregó el líbero, se puede pegar con el pie, la pelota no es tan dura... Es difícil pensar qué más se puede inventar. Antes, todos terminaban su carrera a los 31, 32 años: ahora llegamos a los 36, 37 sin problemas. Nuestras rodillas agradecen las nuevas reglas (risas).

-¿Imposible verte en los Juegos de 2016?
-Sí. Mi proyecto con la selección era hasta Londres y ya terminó. Hubo una generación esperando para jugar, y estaría mal que yo dejara y después volviera. Sería raro. O se forma parte de todo el ciclo o no se forma parte de nada. En Brasil se saltó una generación porque nosotros nos mantuvimos durante tres ciclos olímpicos. Es el momento de otros jugadores.
Al final, Giba resulta de lo más agradable, al punto que nos preguntamos si es necesario hablar sobre su doping positivo por marihuana del año 2003.

-Desde el discurso, parecés feliz. ¿Lo sos?
-Me considero bendecido por lo que me aconteció. Dios tuvo cosas buenas para mí.

-Siendo bebé, superaste una leucemia...
-Sí, cuando fui mayor supe la importancia de la enfermedad. Ahora colaboro de forma directa con tres hospitales que luchan contra la leucemia. La conquista más grande de mi carrera no es haber ganado un juego olímpico, sino saber que pude ayudar a cientos de niños.

-También atravesaste un doping positivo. ¿Es correcto sancionar el uso de drogas sociales que no potencian el rendimiento?
-Es difícil. Los organizadores piensan al deporte como ejemplo para la sociedad y las drogas hacen mal, entonces es lógica la sanción. Pero el periodismo lo lleva al extremo. Cuando ganamos el Mundial 2002, la noticia apareció en la tv brasileña solo durante un día. Cuando di doping positivo, dos meses después yo seguía apareciendo en televisión. ¡Y ni siquiera es que me había inyectado algo para ganar! Perdí un poco la cabeza, solo eso. Pero tuvo más trascendencia que ganar un Mundial.


31 Los títulos oficiales que ganó Giba con la selección brasileña: los Juegos Olímpicos 2004, 3 Mundiales, 8 Ligas Mundiales, 2 Copas del Mundo, 3 Grand Champions Cup, 8 Sudamericanos, 3 Copas América, los Juegos Panamericanos 2007 y dos Mundiales juveniles.

PUBLICADO EN EL GRÁFICO Nº4428 (NOVIEMBRE DE 2012)

viernes, 15 de noviembre de 2013

Deporte francés: el renacimiento



Por Martín Estévez


Parecía atravesar un mal momento, pero fue solo un espejismo: el deporte francés demostró durante los Juegos Olímpicos que sigue siendo potencia mundial.

Los Juegos Olímpicos de Londres eran un desafío enorme para el deporte francés; la instancia en la que se descubriría en qué nivel se encontraba un país históricamente fuerte que había decepcionado en Beijing 2008 en cuanto a su cosecha de medallas de oro. Y los resultados fueron satisfactorios, positivos, alentadores: Francia volvió a los primeros planos.

Le passé (el pasado)

Como toda potencia económica, los franceses han tenido históricamente pocas dificultades para imponerse como referencia cultural, tanto desde lo artístico (especialmente en literatura y pintura), lo político (a partir de la Revolución Francesa del siglo XVIII) y también en lo deportivo. 

De hecho, los primeros Juegos Olímpicos se disputaron en Atenas durante 1896 y la segunda sede fue nada menos que París, cuatro años después. En su casa, los deportistas franceses demostraron poderío ganando más de cien medallas (26 de oro) y finalizando en el primer lugar, por encima de los Estados Unidos y Gran Bretaña.

En las décadas siguientes, Francia tuvo altibajos en el medallero, destacándose en Los Angeles 1932 y Londres 1948, con 10 medallas de oro en cada edición. Sin embargo, los resultados nunca pusieron en duda su prestigio deportivo. Es que, desde hace más de un siglo, Francia forma parte de la elite del deporte. En tenis, por ejemplo, el torneo de Roland Garros se disputó por primera vez en 1891 y es uno de los cuatro más importantes, tanto del circuito masculino como del femenino. En ciclismo, el Tour de Francia (creado en 1903) se transformó en una competencia legendaria. Y ya en 1910, Francia comenzó a participar del actual Seis Naciones, uno de los dos principales torneos anuales del rugby.

Petite crise (pequeña crisis)

En el pasado reciente, pareció existir un pequeño declive en el poderío francés. El argumento más utilizado para señalarlo fue el número de medallas olímpicas de oro. En Atlanta 1996 habían sido 15. En Sydney 2000, 13. En Atenas 2004, 11. Y en Beijing 2008 la cifra se redujo a 7.

Luego del título en el Mundial de 1998 y de un gran subcampeonato en 2006, la Selección de fútbol tuvo una mala actuación en Sudáfrica 2010, quedando eliminada en la primera ronda. Y sus clubes no ganan ningún título europeo desde que el Paris Saint Germain obtuvo la Recopa en 1996.

En tenis, Yannick Noah fue el último francés en triunfar en un Grand Slam: Roland Garros 1983. Y, tras el retiro de Amelie Mauresmo (ganó Wimbledon en 2006), las mujeres tampoco consiguieron festejar en un torneo grande. Además, el equipo de Copa Davis, históricamente fuerte, no se consagra desde 2001.

Tampoco ayuda que la Selección de rugby siga sin ganar la Copa del Mundo; ni siquiera en la edición 2007, disputada en condición de local. Y hasta en la Fórmula 1 hay escasez de alegrías francesas, porque el último título corresponde a Alain Prost en 1993.

Le présent (el presente)

Sin embargo, indicios recientes permiten suponer que la crisis no fue profunda, sino una suma de malos resultados más relacionados con características específicas de cada disciplina que con un malestar general del deporte francés. Incluso, quienes catalogaron la actuación en Beijing 2008 como decepcionante porque Francia sumó solo 7 oros, ahora se permiten realizar un balance positivo de aquella competencia basándose en otra estadística: en total sumó 40 medallas, su mejor marca desde 1900.

En Londres 2012, la delegación francesa acumuló 11 doradas y 34 en total, trepando al séptimo lugar en el medallero. Varios de los primeros puestos provinieron de deportes en los que siempre se destacó, como ciclismo, handball (bicampeón mundial) y judo, pero la sorpresa se produjo en la natación, donde sumó cuatro oros, dos de plata y una de bronce.

A partir de la buena actuación olímpica, el mapa deportivo francés empezó a reconstruirse desde una mirada más optimista. Así, aunque la Selección de fútbol no ha logrado buenos resultados desde 2006, se valora la competitividad de Le Championnat, la poderosa liga de fútbol. El rugby, aun sin ser campeón mundial, ha conquistado cinco de las últimas once ediciones del Seis Naciones y además logró un histórico subcampeonato en la Copa del Mundo 2011, detrás de los All Blacks. Y sus tenistas no ganarán Grand Slams, pero sería injusto no reconocer el gran nivel que demuestran valores como Jo-Wilfried Tsonga, Richard Gasquet, Gael Monfils o Marion Bartoli.

El básquet también atraviesa una etapa de crecimiento. La Selección femenina logró la medalla de plata en Londres, mientras que los hombres ganan terreno en la NBA: el arribo de Tony Parker, estrella de San Antonio Spurs desde 2001, le abrió las puertas a otros talentos, como Boris Diaw (debutó en Atlanta en 2003) y Joakim Noah (llegó a Chicago Bulls en 2005), al punto que en la preselección para los Juegos, el plantel nacional llegó a contar con ocho jugadores de la NBA.

El buen momento del deporte francés se sostiene también en el atletismo. El gran triunfo de Renaud Lavillenie en salto con garrocha durante los Juegos Olímpicos fue acompañado por la medalla de plata en 3000 metros con obstáculos de Mahiedine Mekhissi-Benabbad (repitió su logro de 2008). El, al igual que muchos de los grandes deportistas franceses, tiene raíces en otro país: Argelia. Ese es un aspecto que utiliza el deporte francés para reforzar su jerarquía: la capacidad para absorber las distintas culturas y orígenes de sus habitantes. De hecho, la Selección de fútbol campeona en 1998 estaba conformada por mayoría de jugadores descendientes de extranjeros, como Zinedine Zidane (Argelia), Thierry Henry (Guadalupe), Marcel Desailly (Ghana) y David Trezeguet (Argentina), entre otros.



Les raisons (las razones)

Un país como Francia no necesita de grandes planificaciones para ser potencia deportiva. No solo es la quinta economía más fuerte del planeta y posee más de 66 millones de habitantes, sino que es una de las naciones que ha atravesado la crisis europea sin ponerse de rodillas. 

Con la excepción del rugby champagne, el vistoso estilo que tradicionalmente tienen sus jugadores en ese deporte, Francia no ha generado una identidad única en las diversas disciplinas; pero terminó haciendo, de esa posible debilidad, una fortaleza: el éxito del deporte francés consiste en una múltiple combinación que incluye los subsidios estatales al deporte, la importancia otorgada a las competencias por equipo, el sostén económico de los grandes sponsors, la pluralidad física y cultural de sus habitantes, y los esfuerzos individuales.

Al igual que ocurre con países como los Estados Unidos, China, Alemania o Gran Bretaña, la próxima vez que se hable de crisis en el deporte francés, habrá que tener mayor precaución: los gigantes, más tarde o más temprano, suelen terminar despertando.


PUBLICADO EN ACCESS DIRECTV Nº49 (NOVIEMBRE DE 2012)