jueves, 28 de abril de 2011

¿River puede irse a la B?

Por Martín Estévez

Aunque parece imposible que uno de los dos equipos más grandes de Argentina descienda de categoría, la historia demuestra que, a veces, lo improbable sucede.

Antes del inicio del Torneo Apertura, la tabla de promedios del fútbol argentino nos contaba que durante la temporada 2010/2011 se viviría una situación especial: River, el siempre poderoso River Plate, tendría que pelear para salvarse del descenso al Nacional B. Entonces aparecieron las sentencias del sentido común: “River nunca puede irse al descenso”, “a la televisión no le conviene que se vaya a la B”, “algo van a hacer para que se salve”, etcétera.

Más allá del buen comienzo de los Millonarios en el campeonato, su situación vuelve a iluminar el asunto de las “verdades absolutas”, hechos que no podrían suceder de otra forma. Estas infamias no sólo están ligadas al fútbol. ¿No escuchamos acaso que “la pobreza no se va a terminar nunca”? ¿No permitimos el asesinato de una generación bajo la máxima “si los torturan y matan es porque algo habrán hecho”? ¿No repitieron una y mil veces hace semanas que “los homosexuales no pueden casarse”? Esas verdades absolutas a veces parecen inofensivas, pero potenciadas terminan conformando las bases de la injusticia social. En siglos pasados se creía firmemente que los negros habían nacido para ser esclavos sin que nadie se preguntara cuáles eran las razones para creerlo. Esas falsas creencias han legitimado atrocidades.

Es cierto que comparar la esclavitud con la posibilidad de que River descienda parece una burrada, pero es simplemente un método extremo de análisis. Partiendo de la base de que sentencias indiscutibles como “la Tierra es el centro del universo” y “los reyes son elegidos de Dios” se cayeron a pedazos con el transcurso de la Historia, es difícil que otras certezas sin fundamento sobrevivan para siempre. Ya adentrándonos en el deporte, podemos puntualizar ejemplos hasta el hartazgo.

En 1950, Brasil organizó un Mundial que “no podía perder”. Arrasó en todos los partidos hasta el último, cuando un empate le alcanzaba para ser campeón. Empezó ganando, pero ante 200 mil brasileños, once uruguayos dieron vuelta el resultado y se quedaron con la Copa que “Brasil no podía perder”.

Desde 1931, en el fútbol argentino reinó el dictamen de que “los grandes no pueden irse al descenso”. En 1981, San Lorenzo cometió la irreverencia de perder la categoría y jugar en la B. “Esas cosas pasan una vez cada siglo”, fue la siguiente máxima. Se diluyó dos años después, cuando Racing se convirtió en el segundo grande en sufrir un descenso.

“Nada puede detener a Mónica Seles”, decían las crónicas tenísticas a principios de 1993. La yugoslava de 19 años amenazaba con una carrera gloriosa. El 30 de abril, un tal Günter Parche apuñaló a Seles en medio de un partido. El tipo era un fanático de Steffi Graf y no soportaba que la alemana ya no fuera la mejor. ¿Quién creía posible que sucediera algo así?

En 1992, los basquetbolistas de la NBA comenzaron a representar a la selección de Estados Unidos. “El Dream Team no puede perder nunca”, se aseguraba mientras el equipo ganaba títulos y medallas. En el Mundial de 2002, la Argentina de Ginóbili, Pepe Sánchez y compañía derrotó a los monstruos y aniquiló al mito.

Más cerca en el tiempo, en el Torneo Apertura 2006, a Boca le hubiera bastado un punto en las últimas dos fechas para ganar el título. “No se le puede escapar”, repetían todos, pero perdió contra Belgrano de Córdoba, Lanús y la final contra Estudiantes, y chau campeonato, y chau “verdad absoluta”.

Existen cientos de situaciones similares, pero ya se habrá entendido hacia dónde nos dirigimos. Las posibilidades de que River descienda tendrán que ver con muchos factores: el nivel de sus jugadores, de los rivales, el azar, las influencias, la presión… No se trata de negar que pueda ser beneficiado. Ha pasado y sigue sucediendo que River y Boca son los equipos con fallos arbitrales más favorables, por ejemplo. Sin embargo, lejos está de ser imposible que River o Boca (con un promedio cada vez más bajo) jueguen alguna vez en la segunda división. Entonces, respondamos de una vez la pregunta del título. ¿River puede irse a la B? Sí, puede irse. Claro que puede irse.

PUBLICADO EN REVISTA [W], SEPTIEMBRE DE 2010

lunes, 25 de abril de 2011

El pulpo Paul, las vuvuzelas y los miedos argentinos

Por Martín Estévez

Miles de argentinos vivieron el Mundial como una posibilidad de festejar, unirse y compartir una causa. Sudáfrica 2010 terminó, pero las causas más importantes nos siguen esperando.

Argelia-Eslovenia logró 7.3 puntos de rating, entre los que lo miraron con interés y los que dejaron la tele encendida “para ver cómo salen”. El pulpo Paul, las vuvuzelas y el viaje de Evangelina Anderson “para ver a Demichelis” tuvieron 50 puntos de rating todos los días, todo el tiempo, en el colectivo, en el almacén y en el comedor de cada casa de Wilde.

En el staff de [W] no hay sociólogos, pero intuimos con demasiados argumentos que a la mayoría de los habitantes de Buenos Aires no le interesa el fútbol. No les interesa la aparición del eslovaco Robert Vittek, no les interesa el valiente planteo del Chile de Bielsa y mucho menos les interesa analizar aciertos y errores del trabajo de Diego Maradona como seleccionador.

Si Joaquín Sabina canta que le sobran los motivos, a la mayoría de los argentinos les faltan los motivos: motivos para unirse, para debatir, motivos para festejar y sentirse parte. Existe dentro de nosotros un deseo irracional de ser felices, de abrazarnos con otros, de no sentirnos tan solos, de creer que existe la magia y que todo será como en el ’86, aunque la mayoría no se acuerde nada del ’86.

Sin embargo, nos enseñaron el miedo. El miedo a lo ajeno, al otro, a lo público y comunitario. Les tememos a las escuelas públicas, a los servicios públicos y al público en general, al chico de capucha que viene caminando por la misma vereda. Quizá parezca que esto no tiene nada que ver con el Mundial, pero estamos seguros de que tiene mucha relación. Mucha.

Hubo veinte mil personas en Ezeiza esperando a la selección y pocos estaban ahí porque se haya jugado fenómeno en el Mundial. El fenómeno es otro. El mismo que llevó a dos millones de personas a festejar el 25 de Mayo, aunque tampoco supieran bien qué festejaban. No es un descubrimiento de [W] que nosotros, un mar de fueguitos diría Eduardo Galeano, nos necesitamos, nos unimos en cada situación angustiante. Que la alegría compartida es doble, y el dolor compartido es la mitad.

“¿Entonces no está mal que nos una el pulpo Paul, no?”, pregunta un lector con culpa. No estaría mal si no fuera lo único que nos une. No estaría mal si no fuera un arrebato sentimental pasajero, no estaría mal si nos uniéramos también contra los miedos que nos inculcaron. Nos abrazamos en el Obelisco con un desconocido por ganarle 4-1 a Corea del Sur, pero le tenemos miedo en cualquier otro contexto. Miedo a que nos robe, a que nos quite el trabajo, a que nos lastime.

En [W] teníamos preparado un análisis futbolístico del Mundial. Podíamos llenar páginas hablando de la épica uruguaya, de las estadísticas de Suiza, de los merecimientos españoles, del sistema táctico de Paraguay. Pero intuimos, como dijimos, que la mayoría no está interesada en el fútbol. Que la mayoría de los argentinos, más que repasar la mediocre actuación de Dinamarca, tiene ganas de unirse, de confiar, de compartir una causa. No dependamos entonces de pulpos profetas, de milagros maradoneanos, de copas que llueven cada cuatro años. Wilde, Buenos Aires, Argentina tienen decenas de causas comunes que nos esperan, nos necesitan y nos pueden unir sin miedo a lo público y popular.

A nosotros también nos corría sangre en las venas cuando Tevez ponía la pierna, el hombro y el corazón para recuperar una pelota. A nosotros también se nos anudaba la garganta cuando veíamos el tobillo hinchado de Maradona en una publicidad bien hecha. No estamos escupiendo contra el Mundial: estamos mirando más allá.

Todos sabemos que Tevez nació en Fuerte Apache, que jugó en Boca, que ganó muchos títulos. Pero ¿sabemos qué pasa en Fuerte Apache? Todos hubiéramos abrazado a Carlitos tras el golazo a México, pero ¿abrazaríamos a sus vecinos y amigos que continúan rodeados de pobreza y olvido? Todos sabemos que en Argentina hay dolores mucho más grandes que un 0-4 contra Alemania. Pero, sinceramente, ¿nos importa? Afuera, mientras tanto, nos esperan las causas comunes, los sueños y los ideales, sin Maradonas y sin pulpos mágicos. Ustedes deciden.

PUBLICADO EN REVISTA [W], AGOSTO DE 2010

viernes, 15 de abril de 2011

Llegó Parra pero la noticia es Pacheco

El ex Atlético de Madrid se lució en la práctica

Pese a que fue el día en que Facundo Parra se convirtió oficialmente en el sexto refuerzo (firmó a préstamo por una temporada), la noticia roja de ayer fue la actuación de Germán Pacheco en la práctica. El ex Atlético de Madrid marcó dos goles y se destacó en el triunfo 3-0 de los titulares sobre los suplentes.

El partido tuvo un formato poco habitual: Garnero formó dos equipos que fueron intercambiando sus integrantes. Pacheco jugó los dos tiempos de 30 minutos en el conjunto con mayoría de titulares y marcó un gol en cada período. El restante fue de Patricio Rodríguez.

Hilario Navarro; Vallés, Tuzzio, Julián Velázquez, Maxi Velázquez; Cabrera, Pellerano, Fredes; Gracián; Patito Rodríguez y Pacheco jugaron el primer tiempo para los supuestos titulares. En la segunda etapa se sumaron Galeano, Mareque, Nicolás Martínez y Leonel Núñez. Mientras tanto, Gabbarini, Silvera, Busse, Battión, Mancuello, Martín Gómez y Parra realizaron trabajos diferenciados.

Sin embargo, los frentes de tormenta siguen apareciendo. Por un lado, el pase de Leonel Núñez al Bursaspor está lejos de concretarse: el equipo turco desea un préstamo e Independiente quiere vender el pase del delantero. Por otro, no hubo novedades sobre el volante que Garnero imagina para reemplazar a Piatti. Y por si fuera poco, el siempre presente Ricardo Bochini declaró en Cadena Eco: “¿Van a jugar Battión, Pellerano y Cabrera juntos? Va a ser un concierto de volantes poco ofensivos, algo que hace años no le da resultados a Independiente”. Al menos, Comparada evitó otro problema: el amistoso de mañana contra Independiente Rivadavia, que casi se cancela, finalmente se jugará, porque el presidente confirmó que Garnero y la mayoría de los titulares viajarán a Mendoza.

PUBLICADO EN CLARÍN (29 DE JULIO DE 2010)

lunes, 11 de abril de 2011

El rigor de Magnano sorprende a Brasil

Nené, una de las estrellas brasileñas que irá al Mundial, resaltó la intensidad de la primera práctica.

Entraron a la cancha con una sonrisa y salieron con la lengua afuera. Los 12 brasileños no esperaban semejante clase de intensidad de parte de su nuevo entrenador. Sin embargo, Rubén Magnano está decidido a no perder tiempo y en el primer entrenamiento a su mando exigió al máximo a la Selección de Brasil.

“Los que no estuvieron presentes no lo pueden entender. El primer entrenamiento nos sorprendió a todos”, explicó a la prensa local Nené Hilario, que no es un novato sino una estrella de la NBA. “Creo que Magnano en realidad debería llamarse Duro, como su auxiliar”, dijo, más cansado que gracioso, el pivote de Denver Nuggets. Y aunque ignoró el tilde en el apellido de Fernando Duró, su comentario certifica que el entrenador argentino se ha tomado su nuevo trabajo con profesionalismo y, especialmente, sin temor a imponer su estilo a las estrellas.

Magnano llegó a Brasil con un curriculum lujoso: cuatro veces campeón de la Liga Nacional, subcampeón mundial en 2002 y medalla de oro en los Juegos Olímpicos 2004. El básquet brasileño, dos veces campeón del mundo y dos veces subcampeón entre 1954 y 1970, espera recuperar con él un prestigio que ha disminuido notablemente en las últimas décadas.

Brasil no sólo terminó en un indecoroso 19° puesto en el Mundial 2006, sino que no se ha clasificado para los tres últimos Juegos Olímpicos. A partir del 28 de agosto, cuando debute en el Mundial de Turquía enfrentando a Irán, Magnano y un plantel que incluirá a los NBA Nené, Anderson Varejao (Cleveland), Leandrinho Barbosa (Toronto) y Tiago Splitter (San Antonio) intentarán reubicar a Brasil en el mapa del básquet mundial. Esfuerzo y rigor, ya lo aprendieron todos, no van a faltar.

PUBLICADO EN CLARÍN (22 DE JULIO DE 2010)

sábado, 9 de abril de 2011

Entrevista a Miguel Ángel Russo

En julio de 2010, junto a Guillermo Tagliaferri, entrevistamos a Miguel Ángel Russo para el diario Clarín. Guillermo escribió el texto principal (pueden leerlo clickeando acá) y yo escribí los artículos anexos, que son los que ahora transcribo.

Un proyecto que se apoya en los nombres propios

De entrada, Russo intenta evitar los nombres propios, las calificaciones directas sobre jugadores de su plantel o ajenos. No es el único, de hecho lo hace la mayoría de los entrenadores para minimizar el nivel de las polémicas. Sin embargo, una vez avanzada la charla, comienza a soltarse y a analizar algunas características de sus dirigidos.

Roberto Ayala. La poca participación del Ratón en la Era Russo (fue titular en 6 de los 15 partidos) no tuvo que ver con que al DT no le gustaran sus características. Dice: “Ayala es un gran profesional. En el Clausura se bajó del avión y tuvo que empezar a jugar, pero ahora, con una pretemporada encima, va a estar mejor. Entiende las reglas del juego y cuando tuvo que ser suplente apoyó siempre. Es muy importante para el grupo y un referente para los más jóvenes”. ¿Está probándolo para decidir si será titular? “De ninguna manera, no tiene que demostrar nada. Hablé mucho con él desde que llegué y le transmití toda mi confianza”.

Matías Cahais. “Es importante la continuidad de los jugadores, por eso pedí que Matías se quede”, explica Russo sobre la compra del pase del defensor de 22 años. “Con él no sólo tengo cubierto el lateral izquierdo, sino que también puede jugar de marcador central”.

Claudio Yacob. “Es el único jugador del plantel con más de 100 partidos en Racing, y eso es difícil de encontrar en el fútbol argentino. El otro era Mercado y se fue. Ellos sobrellevaron la peor parte. Soportaron pelear el descenso durante años, pusieron el pecho”, apunta sobre el capitán del equipo. E intenta dejar de lado los cuestionamientos que recibió durante el Clausura, especialmente tras fallar un penal ante Argentinos. “En los últimos meses, Claudio sufrió mucho, pero no creo que este torneo sea una revancha para él. Es el momento de que pueda disfrutar y desplegar su potencial. Tiene sólo 23 años y mucho futuro”, afirma.

Lucas Licht. “En el torneo pasado hizo falta y no pudo estar”, recuerda Russo. Licht había sufrido un corte en la rodilla derecha en la 3ª fecha y recién pudo volver en la 18ª. “No sólo me va a aportar variantes en el mediocampo, también lo puedo usar, en algunos casos, como lateral izquierdo”.

Bruno Zuculini. “Es parte una camada de chicos a los que hay que darles tiempo, cuidarlos, como Viola, Fariña y Colombini. Sabemos que los vamos a tener que ceder a las selecciones juveniles, pero está bien, la Selección está antes que todo. Ellos tienen que seguir el camino de Yacob, de Martínez, que ya se consolidaron”.

Giovanni Moreno. Russo intenta enfriar la expectativa que genera el enganche colombiano: “Pasó muchos días de incertidumbre mientras no sabía si se firmaba o no su contrato, y eso afecta a cualquier jugador. Más allá de que hace ya algunos días que está con nosotros, no hay que tirarle toda la presión encima, necesita tiempo de adaptación. Es un jugador de buen pie que puede juntarse con Toranzo al momento de crear”.

Gabriel Hauche. Aunque no lo dice, Russo sabe que el ex Argentinos estuvo por debajo de su nivel en el Clausura y confía en que la experiencia le haya servido: “Los refuerzos que llegaron en enero van a tener seis meses de experiencia en el club, algo muy importante. Gabriel es uno de esos casos, hay que alentarlo para que pueda hacer lo suyo. Se puede convertir en una pieza vital”.

Luis Fariña. "En el Clausura ingresó en tres partidos y, aunque fueron pocos minutos, pidió la pelota en momentos difíciles. No lo tuvimos mucho con nosotros porque fue sparring de la Selección, pero hay que llevarlo de a poco y protegerlo".


1,733 El promedio que tiene Racing con Miguel Russo como DT. Ganó 8 partidos, empató 2 y perdió 5. El líder de la tabla de promedios es Estudiantes, con 1,728.

2 Los jugadores que actuaron como titulares en esos 15 partidos: De Olivera y Aveldaño. Yacob faltó una vez por cinco amarillas.

1 El expulsado que tuvo Racing en los 15 partidos con Russo: fue Hauche contra Independiente. Los rivales sufrieron 5 rojas.

De la presentación a la titularidad

Hace quince días su nombre era desconocido en Avellaneda. En Racing el arquero titular era Jorge De Olivera y se hablaba de Jorge Broun y Daniel Vega como posibles refuerzos. Hace quince días, claro. La situación cambió. Roberto Fernández fue presentado ayer como el cuarto refuerzo de La Academia y el 8 de agosto será titular ante All Boys, en la primera fecha del Apertura.

“Vine a Racing para hacer lo mejor posible por el bien del equipo”, dijo el paraguayo de 22 años sin sorprender a nadie. “El fútbol argentino es muy competitivo y visto en todo el mundo”, agregó para explicar por qué decidió continuar jugando en el país.

Lo apodan el Gatito porque es hijo del Gato Fernández, ex arquero de la Selección de Paraguay. Se destacó en Cerro Porteño entre 2007 y 2009, y vivió la temporada pasada entrenando y sin jugar en Estudiantes. “Si me toca ingresar, estoy listo”, fue otra de sus frases. Deberá demostrarlo, porque cuidará el arco de Racing hasta que De Olivera se recupere de su lesión.

Mide 1,92 y será el sexto paraguayo en Racing en el milenio. Antes, Roberto Amarilla, Domingo Salcedo, Erwin Avalos, Marcos Cáceres y Roberto Bonet.

PUBLICADO EN CLARÍN (21 DE JULIO DE 2010)

lunes, 4 de abril de 2011

San Lorenzo: las dos caras de la moneda

Pereyra, Placente y San Román firmaron, y Pavone es el objetivo, pero Bottinelli faltó y exige que le paguen.

Llegó Placente, pero no se entrenó Bottinelli. Firmó Pereyra, pero asoman las deudas. Se busca a Pavone, pero no está el tesorero. Está Ramón, pero sobran los problemas. En San Lorenzo se mezclan noticias dulces, picantes y amargas hasta conformar una ensalada de dudoso buen gusto.

Dulce para el paladar del DT es la confirmación de las incorporaciones de Diego Placente, Guillermo Pereyra y José San Román, que conforman junto al colombiano Leonardo López Méndez el cuarteto de refuerzos. Aunque Placente y Pereyra ya estaban entrenándose con el plantel, faltaban limar los siempre peligrosos detalles contractuales, pero ambos ya arreglaron sus números.

Distinto fue lo de San Román, lateral derecho de 21 años proveniente de Tigre. Aunque tenía su contrato arreglado de palabra, aún no se había incorporado a los entrenamientos. Con la firma de su contrato, seguramente entre hoy y mañana será uno más del plantel. Así, Ramón Díaz al menos tiene completa la defensa que imagina mientras aguarda el retorno de Gastón Aguirre (se recupera de una lesión y volvería en la cuarta fecha): San Román, Cristian Tula, Jonathan Bottinelli y Placente. ¿Estarán todos, Ramón? Mmm...

Picante se puso Bottinelli. El defensor no se presentó a las prácticas de ayer por la importante deuda que el club mantiene con él y que venció el 30 de junio. Aunque Bottinelli avisó previamente su ausencia y los motivos de la decisión, su actitud generó malestar y preocupación en los dirigentes. Malestar porque no les parece el momento para tomar una posición tan combativa. Y preocupación por la posibilidad de que otros integrantes del plantel sigan los pasos de Bottinelli, quien ya solicitó la asesoría de Futbolistas Argentinos Agremiados y que podría llegar a inhibir económicamente a San Lorenzo si avanza en su reclamo.

Mientras tanto, las negociaciones por Mariano Pavone generan ansiedad. El delantero comenzó su pretemporada en el Betis, pero su representante Fernando Hidalgo negocia para arreglar su desvinculación del club español y cederlo a préstamo a San Lorenzo. Ése sería el nombre fuerte con el cual los dirigentes pretenden saciar el siempre voraz apetito de Ramón Díaz de sumar estrellas.

Preguntas amargas para los hinchas. ¿Puede el club seguir pensando en incorporaciones sin generar enojo en jugadores a los que les adeudan más de cinco millones de pesos en concepto de primas atrasadas? ¿De dónde saldrá el dinero? ¿Qué pasará si Bottinelli decide no negociar? Los fanáticos del Ciclón no saben si mirar hacia el lado de Ramón, donde se encolumnan Placente, Pereyra, San Román y el deseo de tener a Pavone; o enfocar hacia el lado oscuro, donde aparecen los fantasmas que se repiten en los últimos semestres. Ayer, por ejemplo, muchos de los temas económicos urgentes no pudieron empezar a resolverse porque le habían otorgado una licencia al tesorero...

PUBLICADO EN CLARÍN (20 DE JULIO DE 2010)

sábado, 2 de abril de 2011

La gloria de ser Leonas

Las argentinas vencieron a Holanda por 4 a 2, en Nottingham, y lograron por tercera vez seguida el Trofeo de Campeones.

Por Martín Estévez

El tercer palazo de Noel Barrionuevo ya había explotado en la red holandesa. El resultado ya estaba 4-2. La chicharra ya había sonado. Y ellas, tan ellas como siempre, supieron que habían atravesado un camino peligroso que las tuvo al borde de la tristeza pero terminó en una alegría viva, justificada, final. Una alegría campeona. En Nottingham, Las Leonas obtuvieron por tercera vez consecutiva el Trofeo de Campeones. Un Trofeo de Campeones en el que empezaron tropezando y terminaron de pie, tanto históricamente como en la edición 2010.

Trofeo complicado, parte 1. La selección femenina de hockey (aún no eran Leonas) debutó en el torneo en 1995. Aquella vez, en Mar del Plata, finalizó última. Lejos de los grandes resultados, Argentina nunca se había subido al podio hasta que ganó el título en 2001. Desde entonces, no baja del cuarto lugar. La Generación Leona revolucionó los esquemas y se afirmó como potencia del hockey. Lo reflejó en el Trofeo de Campeones con los títulos de 2008 y 2009.

Trofeo complicado, parte 2. Pese a los laureles que supieron conseguir, la previa de la edición 2010 tuvo altibajos importantes para Las Leonas, especialmente un 1-6 contra Holanda el 1° de julio. “No somos el rival a vencer, el rival a vencer son las holandesas”, le había dicho Carlos Retegui a Clarín días antes de la goleada. Aunque finalmente ganaron ese torneo previo, el inicio del Trofeo de Campeones fue desalentador: derrota 1-2 ante Inglaterra y empate 2-2 contra Alemania. Nunca un equipo campeón había empezado sin victorias en sus dos primeros partidos.

Triunfos ante Nueva Zelanda (4-0) y Holanda (4-2) reavivaron las chances. Era necesario que Inglaterra no derrotara a Nueva Zelanda en la última fecha para jugar la final. Y sucedió. Luego, Argentina le ganó agónicamente 4-3 a China y llegó al partido decisivo.

Tanto sufrimiento previo fortificó a Las Leonas. Pensaron el juego desde lo defensivo, cedieron la bocha pero estuvieron atentas para aprovechar cada guiño del partido. Así, la primera chance concreta terminó en gol: corner corto de Noel Barrionuevo y 1-0. La ventaja intensificó la idea de esperar y contraatacar, pero el empate holandés enfrió la euforia. Las Naranjas siguieron dominando y Argentina, arrinconada, se animó. La primera gran audacia modificó el partido: genial pase de Luchetti para Carla Rebecchi, y la delantera de Ciudad de Buenos Aires, tras una diagonal filosa, marcó el 2-1.

Holanda no tuvo ni tiempo para presentarle quejas a la injusticia. Cinco minutos después, Barrionuevo mantuvo su eficacia: segundo corner corto y segundo gol suyo. Argentina arriba 3-1.

Si la táctica dio resultado, ¿por qué no seguir así? Durante el segundo tiempo se repitió la idea: concentración, espera, contundencia. Y si tuvo éxito no fue sólo por las goleadoras, sino porque Belén Succi atajó como en sus mejores tardes en el CASI; y porque Lucha Aymar sigue escondiendo la bocha mejor que nadie en el planeta.

Si el plan no fue perfecto fue porque Silvina D’Elía hizo una de más en una salida y su error significó el descuento de Holanda. Faltaban 14 minutos. Había que recuperar la concentración, soportar el asedio holandés y... Y otra vez el stick celestial de Barrionuevo: tercer corner corto, tercer grito suyo, 4-2. Y Noel que abraza estadísticas: además de ser la máxima anotadora de esta edición, alcanzó a Alejandra Gulla (no jugó por gripe) como la máxima goleadora de Las Leonas en el torneo, con 19, superando a Soledad García (18), Vanina Oneto (16) y Aymar (15).

La imagen final es de ellas, tan ellas como siempre, convertidas en el segundo equipo de la historia en ganar tres Trofeos de Campeones consecutivos. Pero no es el tiempo de aquella Australia imbatible (cinco títulos seguidos entre 1991 y 1999): es el tiempo de estas Leonas increíbles pero reales, que no amarretean festejos pero miran de reojo hacia el 29 de agosto, cuando en Rosario, en casa, comience el sueño más grande: el Mundial.

Aymar, otra vez la mejor
Como en 2000, 2001, 2003, 2004, 2005 y 2008, Luciana Aymar fue elegida como la mejor jugadora del Trofeo de Campeones. Además del premio a Noel Barrionuevo por ser la máxima goleadora (8 tantos), la inglesa Beth Storry fue elegida mejor arquera. Las Leonas estarán en Ezeiza hoy a las 19.40, y luego brindarán una conferencia de prensa.

Inglaterra, al podio
Hubo festejo local. Inglaterra consiguió la mejor posición de su historia en el Trofeo de Campeones: finalizó tercero al derrotar 2-1 a Alemania. Nueva Zelanda evitó el último lugar por primera vez desde 2002: fue quinto al vencer 4-3 a China.

PUBLICADO EN CLARÍN (19 DE JULIO DE 2010)