lunes, 31 de agosto de 2015

Impactos del 2014 – Los Leones y Las Leonas: los dos al podio por primera vez

Por Martín Estévez

Los resultados argentinos en deportes de equipo ya merecen un serio análisis sociológico. Mientras a nivel individual a nuestro país le cuesta destacarse, en conjunto se conforman selecciones capaces de competir con las de países económicamente más poderosos. Lo logran permanentemente el fútbol y el básquet, y lo consiguieron también, en 2014, los equipos de hockey sobre césped en La Haya, Holanda: por primera vez, ambos subieron al podio del Mundial en el mismo año.

Ellas, como siempre
Lo de Las Leonas, en realidad, es una costumbre que se inició en la década del 90. De hecho, el tercer puesto hasta generó frustración en el plantel. Los resultados en las últimas Copas del Mundo (2° en 1994; 4° en 1998; 1° en 2002; 3° en 2006; 1° en 2010) dejaban la vara muy alta. Y a esos éxitos se suman los de los Juegos Olímpicos (2° en 2000; 3° en 2004; 3° en 2008; 4° en 2012). 

Todos y todas son conscientes de que, alguna vez, la Argentina no llegará a semifinales, pero evitaron que sucediera en 2014 con una primera fase en la que derrotaron a Sudáfrica (4-1), Alemania (3-0) e Inglaterra (2-1), y cedieron puntos ante Estados Unidos (2-2) y China (1-1). Esos empates sirvieron para alcanzar las semifinales por novena ocasión consecutiva, pero no para ganar el grupo. 

En el torneo en el que supuestamente se retiraba Luciana Aymar, se cruzaron con Holanda, campeón en Londres 2012. La derrota 4-0 en semifinales fue un golpazo del que se recuperaron rápido: derrotaron 2-1 a Estados Unidos y terminaron terceras. Semanas después, explotaron los conflictos entre el plantel y el entrenador, Carlos Retegui; y Aymar dio marcha atrás con su retiro para jugar el Champions Trophy, pero eso no opaca otro muy buen torneo de Las Leonas, que se mantuvieron en la elite con un plantel en constante recambio.

Ellos, como nunca
El Chapa Retegui, director técnico de Las Leonas, cumplió con una polémica doble función: fue también DT de Los Leones, que jugaron el torneo al mismo tiempo. Y, si entre las chicas sus métodos fueron resistidos, eso no pareció sucederle con los varones, que consiguieron la mejor ubicación en su historia, considerando tanto Mundiales como Juegos Olímpicos.

Los últimos resultados (7° en 2010; 10° en 2012) indicaban que había que apuntar a un 5° puesto como gran objetivo. El debut con derrota (1-3 ante Holanda) ratificó esa idea: apenas una caída más limitaba a luchar por ese 5° puesto. Pero un golazo de Manuel Brunet permitió el batacazo ante Alemania (1-0) y dio inicio a una sucesión de triunfos: 3-1 a Nueva Zelanda, 5-0 a Corea del Sur y 5-1 a Sudáfrica. 

Segunda en el Grupo B, la Argentina estaba por primera vez en semifinales. A la lógica derrota ante Australia (1-5), le siguió una victoria 2-0 contra Inglaterra que subió a Los Leones a un podio que quedará en la historia del hockey nacional.

Publicado en El Gráfico Nº4452 (diciembre de 2014)

domingo, 30 de agosto de 2015

Impactos del 2014 – Diego Simeone: la liga menos pensada

Por Martín Estévez

La liga española es la más despareja del mundo. La gana siempre el Barcelona, perseguido por Real Madrid; o la gana Real Madrid, perseguido por Barcelona. Con ellos no es posible competir. Pueden perder algún punto, pero en 38 fechas terminan sacando un mundo de distancia. Uno tiene a Messi, Neymar, Xavi e Iniesta; el otro, a Cristiano Ronaldo, Bale, Benzema y Di María. En la liga española, todos los demás equipos juegan por el tercer puesto.

Antes del comienzo de la temporada 2013/14, eso es lo que se decía sobre la liga. Y no lo decía solamente la mayoría: casi todos pensaban lo mismo. Y con razón. En 2013, el Barça le había sacado 24 puntos al tercero (el Aleti). En 2012, el Real terminó 39 puntos encima de Valencia. En 2011, Barcelona aventajó por 25 a ese mismo equipo, otra vez tercero. En 2010... bueno, ya se entendió. Los dos gigantes dominaron los últimos nueve torneos. Justamente Valencia fue el último que había roto esa polaridad, al ser campeón en la temporada 2003/04.

Toda esta larguísima introducción es suficiente para comprender lo magnífica que resultó la campaña del Atlético de Madrid durante la temporada 2013/14. ¿Y por qué le otorgamos tanto mérito a Diego Simeone? No se lo damos nosotros, se lo dan jugadores, hinchas y dirigentes del Aleti, que reconocen al Cholo como responsable de una verdadera revolución futbolistica. 

Asumió el cargo a principios de 2012, cuando el equipo estaba 10º en aquella liga, a 19 puntos del Real. Comenzó en ese momento una seguidilla de éxitos nunca vista en la historia del club: ganó la Europa League, la Supercopa Europea y la Copa del Rey, todas ante poderosos rivales. En la liga, el Aleti venía de sumar 60, 64, 67, 47, 58 y 56 puntos. Con Simeone, sumó 76 en la 2012/13 y nada menos que 90 (¡noventa!) en la 2013/14, para ganarles por tres unidades a los dos gigantes. Y la definición incluyó un épico partido final ante Barcelona, de visitante: si perdía, se quedaba con las manos vacías. El 1-1 conseguido en el Camp Nou, el 17 de mayo, elevó un escalón más a Simeone, no sólo en la historia del Aleti, sino en la del fútbol español.

Jugadores que como mucho eran respetados se convirtieron en megaestrellas: el arquero Thibaut Courtois, los defensores Diego Godín y Juanfran, los volantes Arda Turán, Koke y Raúl García, y el delantero Diego Costa se potenciaron con Simeone como nunca lo habían logrado en sus carreras.

La temporada hubiera sido perfecta si la excelente campaña en la Champions League terminaba con un triunfo ante el Real Madrid, y faltó sólo un minuto para que lo fuera (se lo empataron en tiempo de descuento y lo perdió en el suplementario), pero esos son detalles que les sirven a los injustos para criticar y poner peros. Los que entienden el mérito de liderar a un grupo de futbolistas que parecen del montón, unirlos y derrotar al poder, recordarán para siempre al valiente Atlético de Madrid de Diego Simeone.

7 Los títulos que ganó Simeone con el Atlético de Madrid: 2 como jugador (en 1996) y 5 como técnico. Sin él, en los últimos 22 años, el club logró apenas 2 títulos.

Publicado en El Gráfico Nº4452 (diciembre de 2014)

sábado, 29 de agosto de 2015

Impactos del 2014 – Emanuel Ginóbili: la superestrella argentina

Por Martín Estévez

Había una vez un país en el que se televisaba un programa llamado La magia de la NBA. A la medianoche, o al mediodía, dependiendo de las decisiones de los programadores, los argentinos se sentaban a observar cómo Michael Jordan, Magic Johnson y compañía jugaban a algo muy parecido a lo que se conocía como básquet, pero a otro nivel: a un nivel intergaláctico, hipnotizante, inalcanzable.

Cuando, en el año 2000, Juan Ignacio Pepe Sánchez iba a debutar en la NBA, los amantes del básquet se sentaron a medianoche frente a la televisión, no tanto para seguir el espectáculo (se sabía que Pepe jugaría pocos minutos), sino para comprobar que fuera cierto: que al show intergaláctico había llegado un argentino.

Ese país, que parece tan lejano, está a poco más de una década de distancia, pero los que no lo vivieron no terminan de entender por qué los que tenemos más de 25 años seguimos la carrera de Emanuel Ginóbili como si se tratara del más perfecto cuento de hadas del deporte argentino.

No se trata de ser ingenuos: sabemos que si el número de argentinos en la NBA creció tan rotundamente (cero entre 1946 y 2000, nueve en los últimos 14 años) es porque la NBA descubrió que abriendo las fronteras, el negocio económico se multiplicaba. Pero mucho más indiscutible que eso es que Ginóbili no está de relleno en la liga más importante del mundo: es pieza clave, vital, ídolo, referente. 

Forma parte, junto a Tim Duncan y Tony Parker, del trío que quedará en la historia del básquet por haber llevado a San Antonio a la cima, con la solidaridad y el trabajo en equipo como estandartes.

Manu debutó con la camiseta de los Spurs en 2002 y desde entonces promedia 27 minutos; 14,7 puntos; y 4 asistencias por partido. Se consagró campeón en 2003, 2005, 2007 y (el motivo por el que finalmente existe este texto) también en 2014.

Los Spurs habían comenzado la temporada cascoteados por los seis años sin títulos, la edad de sus figuras (36 de Manu, 37 de Duncan, 31 de Parker) y, especialmente, por la final perdida por mínimos detalles, semanas antes, ante Miami Heat. Sin embargo, todo eso les sirvió de motivación: sabían que no les quedaba mucho tiempo para volver a ser campeones con sus tres estrellas juntas. 

Su temporada regular fue excelente (récord de 62 triunfos y 20 derrotas), pero en los playoffs comenzaron sufriendo: Dallas los llevó hasta el séptimo partido en la primera ronda. Se consolidaron ante Portland (4-1) y Oklahoma (4-2), pero lo mejor llegó en la gran final, otra vez ante Miami, con el conjunto entero jugando a máximo nivel y destrozando a un equipo que dependía de LeBron James: fue 4-1, en una lección de básquet.

A los 37 años, Ginóbili sigue teniendo un rol protagónico mientras los argentinos lo miramos caminar entre las superestrellas, sin terminar de entender que no es sólo que Manu camine, sino que se transformó, sin que nos diéramos cuenta, en una superestrella.

1168 Los puntos que anotó Ginóbili en la temporada 2013/14, sumando la fase regular y los playoffs. En toda su carrera en los Spurs, acumula 14.554.

Publicado en El Gráfico Nº4452 (diciembre de 2014)

viernes, 28 de agosto de 2015

Impactos del 2014 – Las Águilas: el único título mundial

Por Martín Estévez

En el año de los Mundiales (fútbol, básquet, vóley, hockey sobre césped...), el único título para el deporte argentino lo trajo la selección femenina de hockey sobre patines, más conocida como Las Águilas.

Aunque no sea un deporte popular en nuestro país, sí posee una larga tradición de buenas jugadoras (y jugadores) y de éxitos, especialmente gracias al aporte de San Juan (8 de las 10 campeonas son sanjuaninas).

Esta fue la 12ª edición del Mundial, en el que la Argentina celebró cinco veces: en 1998, 2002, 2004, 2010 y este año. Las chicas llegaban con un frustrante antecedente: en Recife 2012 habían terminado séptimas, posición más baja desde 1994. 

El trayecto hacia la cima no dejó dudas: le ganaron 7-1 a España, 9-0 a Japón, 8-0 a Sudáfrica, 4-0 a Italia y 3-0 a Alemania para llegar al partido decisivo. Y ante Francia (local y último campeón) continuaron con su paso demoledor y golearon 3-0 con tantos de la experimentada Adriana Gutiérrez, Salomé Rodríguez y Luciana Agudo, figura del equipo.

Con este campeonato conseguido en la ciudad de Tourcoing, Las Águilas se convierten en la selección con más títulos: superaron a España, que tiene 4. Como mínimo reconocimiento ante un gran logro, mencionamos a las otras siete Águilas que, dirigidas por Jorge Otiñano, celebraron el 1º de noviembre: María Rodríguez, Daiana Silva, Daiana Gordillo, Verónica Dieguez, Valentina Fernández, María José Gioja y Romina Julián.

Publicado en El Gráfico Nº4452 (diciembre de 2014)

jueves, 27 de agosto de 2015

Impactos del 2014 – Leonardo Mayer: en Hamburgo brilló nuestro Nº1

Por Martín Estévez

A los 27 años, Leonardo Mayer vivió su temporada consagratoria. La ausencia de Juan Martín Del Potro, lesionado durante casi todo el año, le permitió ser el número 1 argentino, honor que el Yacaré supo mantener con muy buenos resultados.

Mayer había debutado como profesional en 2003. Ingresó por primera vez al Top 100 del ranking mundial en 2009 y llegó a estar entre los mejores 40, pero en 2011 quedó fuera de los 200 primeros y su carrera parecía estancada. Sin embargo, rápidamente volvió al Top 100 y se mantuvo rondando esa posición hasta 2014. En su carrera sólo había ganado un Future y ocho Challengers, sin llegar jamás a la final de un torneo ATP.

Este año, cuando pocos lo esperaban, la rompió. En torneos de Grand Slam sumó 8 triunfos (todos los demás argentinos lograron apenas 6) y sólo perdió contra verdaderos monstruos: ante Novak Djokovic (2ª ronda de Australia), Rafa Nadal (3ª de Roland Garros), Grigor Dimitrov (octavos de final de Wimbledon) y Kei Nishikori (3ª del US Open). Además, en febrero derrotó a Tommy Robredo (16º) y llegó a la final en Viña del Mar. 

Pero el gran logro lo consiguió en el ATP 500 de Hamburgo, disputado en julio. Avanzó hasta la final sin ceder sets, tras derrotar a algunos rivales fuertes (el español Guillermo García López y el alemán Philipp Kohlschreiber). En el partido decisivo se las vio con David Ferrer, 7º del mundo y una verdadera bestia sobre polvo de ladrillo. No importó: el correntino se impuso 6-7, 6-1 y 7-6, ganó así su primer título y el único de tan alto nivel conseguido por un argentino durante este año. 

Gracias a eso, alcanzó el mejor ranking de su carrera (25º) y, como si fuera poco, también ganó sus dos partidos (ante Botzer y Sela) en la serie contra Israel que le permitió a la Argentina mantenerse en la Primera División de la Copa Davis. Un año inolvidable para él.

Publicado en El Gráfico Nº4452 (diciembre de 2014)

miércoles, 26 de agosto de 2015

Impactos del 2014 – UPCN de San Juan: en la elite internacional

Por Martín Estévez

“Fue fantastico haber estado entre los mejores cuatro equipos en el Mundial de Clubes 2013. Igual, ahí me quedó la sensación de que podíamos haber quedado terceros”, contaba el rumano Bogdan Olteanu en una entrevista que El Gráfico le hizo este año. Lo decía como integrante de UPCN Vóley, club fundado en 2007 que entre 2009 y 2013 había ganado tres Ligas Argentinas, un Sudamericano de Clubes, dos Copas ACLAV, tres Copas Master y un Súper 8. “El secreto de UPCN es el gran trabajo que se hace –explicaba Olteanu–. No sé si hay otro equipo en el mundo que haya logrado tantas cosas en tan poco tiempo”. 

En 2014, los éxitos continuaron para los sanjuaninos: ganaron otra vez la liga, al derrotar a Lomas en la final, y fueron subcampeones sudamericanos (caída ante Sada Cruzeiro), lo que les dio acceso a disputar otra vez el Mundial de Clubes, con sede en Belo Horizonte. Y aquel tercer puesto que Olteanu lamentó no haber conseguido un año antes, llegó en mayo. 

En su zona, UPCN venció a Esperance (Túnez) y Al Rayyan (Qatar), y perdió contra Trentino (Italia). Se clasificó así para las semifinales, en las que cayó ante Belgorie Belgorod (Rusia); y terminó su participación con un triunfo 3-2 sobre el Sada Cruzeiro. Dirigido por Fabián Armoa, y con figuras como Olteanu, Javier Filardi, Theo López y Demián González, se convirtió en el único equipo argentino que terminó entre los tres mejores en las diez ediciones que se han disputado del Mundial.

Publicado en El Gráfico Nº4452 (diciembre de 2014)

martes, 25 de agosto de 2015

Impactos del 2014 – Germán Lauro: lo difícil es mantenerse

Por Martín Estévez

Es el mejor representante argentino de la década en pruebas de atletismo. Esa fuerte presentación corresponde a Germán Lauro. Sólo Jennifer Dahlgren y (tomando en cuenta su edad) Braian Toledo entran en la misma escala de medición que el lanzador de Trenque Lauquen. 

Lauro comenzó a brillar en 2006, cuando terminó primero en lanzamiento de bala en el Sudamericano, competencia en la que acumula cuatro medallas, más tres en el Iberoamericano. Su mayor logro lo consiguió en los Juegos Olímpicos de 2012, cuando terminó 6º en bala (también lanza disco). En 2013 sumó un 2º puesto en la Diamond League (principal competencia anual de atletismo) y fue 7º en el Mundial de Moscú. 

En 2014 no generó sólo un impacto, sino tres. En febrero, batió el récord sudamericano bajo techo, lanzando 21,04 metros en Praga. En marzo, finalizó 6º en el Mundial, también bajo techo, de Sopot, Polonia. Y en julio volvió a terminar 6º, pero en la Diamond League.

A los 30 años, el gran mérito de Lauro es mantenerse desde hace tres años entre los diez mejores lanzadores de bala del planeta, cuando ningún otro atleta argentino, por cuestiones económicas y culturales, puede conseguirlo. ¿Cuánto hace que en carreras de velocidad, de resistencia o en saltos no disfrutamos de un argentino peleando mano a mano con los mejores? En lanzamiento de bala, en cambio, y desde hace un lustro, Germán Lauro mantiene en alto la bandera celeste y blanca.

Publicado en El Gráfico Nº4452 (diciembre de 2014)

lunes, 24 de agosto de 2015

Impactos del 2014 – José Pekerman: héroe de Colombia

Por Martín Estévez

Los entrenadores argentinos gozan de prestigio en la actualidad. Simeone en el Atlético de Madrid, Marcelo Bielsa en Olympique de Marsella, Jorge Sampaoli en la selección de Chile, Mauricio Pochettino en el Tottenham inglés y el paso de Gerardo Martino por el Barcelona son algunas muestras. Por eso no sorprendió cuando, en enero de 2012, Pekerman asumió como seleccionador de Colombia. 

José tenía entonces 62 años y una trayectoria casi impecable: éxito absoluto con los juveniles argentinos entre 1995 y 2002, prolijo paso por la Selección Mayor entre 2005 y 2006 (eliminado en cuartos de final del Mundial al caer por penales ante el local, Alemania), y dos temporadas en el fútbol mexicano. 

Colombia había arrancado mal las Eliminatorias, pero con Pekerman repuntó y consiguió clasificarse a una Copa del Mundo después de 16 años. ¿Cuál fue el gran impacto conseguido por José en este 2014? Uno aún mayor: con James Rodríguez como figura y goleador, arrasó en el Grupo C del Mundial (3-0 a Grecia, 2-1 a Costa de Marfil y 4-1 a Japón) y, al vencer 2-0 a Uruguay en octavos de final, consiguió la mejor actuación colombiana de la historia. 

La ajustada derrota 1-2 ante Brasil puso fin a la estadía del equipo en la copa, pero inició una serie de reconocimientos y de agradecimientos que Pekerman recibirá no sólo mientras siga dirigiendo al país (estará presente en la Copa América 2015), sino durante el resto de su vida.

Publicado en El Gráfico N°4452 (diciembre de 2014)

domingo, 23 de agosto de 2015

Cuando el fútbol alivió la guerra

Por Martín Estévez

Hace un siglo, en la Navidad de 1914, soldados ingleses y alemanes pactaron una tregua ¡y jugaron a la pelota!

Todas las palabritas vacías que podamos escribir en esta página no pueden describir absolutamente nada de lo que significa una guerra. Imaginate a una persona asesinando a otra con un disparo. Su sangre, sus últimas respiraciones, el dolor de toda una familia que nunca más la volverá a ver. Repetí esa imagen una, dos, tres, nueve millones de veces. Nueve millones de veces. Esa masacre fue apenas una de las consecuencias de la Primera Guerra Mundial. ¿Qué tiene que ver con esto con una revista deportiva? Acá va la historia.

En diciembre de 1914, la Guerra llevaba cinco meses de duración. Uno de los principales puntos de batalla era en Ypres, Bélgica, donde soldados alemanes combatían contra ingleses y franceses, aliados ante el enemigo común. El 24 de diciembre, los alemanes frenaron la planificación de nuevos ataques para decorar sus trincheras y cantar canciones navideñas. Esa acción, que puede parecer infantil o ingenua, desató una de las pocas situaciones felices de aquella Guerra. Las trincheras estaban lo suficientemente cerca como para que ingleses y franceses escucharan los cantos. ¿Qué hicieron? Empezaron a gritarles una frase en distintos idiomas: “Feliz Nochebuena”. Los alemanes hicieron lo mismo. Los gritos siguieron, hasta que los alemanes se atrevieron a enviar un mensajero para realizar la propuesta más absurda y hermosa: juntarse para celebrar la Navidad.

Esos tipos, que horas antes planificaban matarse, guardaron las armas, confiaron los unos en los otros y se unieron. No tardaron mucho tiempo sus jefes, los ideólogos de la Guerra, en enterarse y enviar una orden: nada de tregua, todos a combatir de nuevo. Pero a veces no hay obediencia debida que valga, y esos soldados, esos seres humanos, se negaron a asesinarse durante la Navidad. Y además de comida, bebida y canciones, y de permitirse enterrar a sus compañeros muertos, compartieron algo más: un partido de fútbol. 

La Guerra detuvo casi todas las ligas de Europa (dejó de jugarse en Italia, Alemania, Francia, Bélgica, Croacia, Checoslovaquia, Dinamarca, Rumania), pero no pudo matar al fútbol. Nada de mito hay en esta historia: existen fotos de los soldados posando juntos y hasta alguna del partido en el que, con alrededor de cincuenta jugadores por equipo, los alemanes derrotaron 3-2 a los aliados, pero todos festejaron. Conocida ahora como la Tregua de Navidad, no se sabe cuánto duró la detención de la Guerra: algunas versiones afirman que fue sólo hasta el día 26; y otras, que llegó hasta enero de 1915. Luego, la Guerra se extendió durante cuatro terribles años.

El último protagonista que quedaba de aquella tregua murió en 2005, el mismo año que en Francia se estrenó una película sobre el tema: Feliz Navidad. También fueron escritos varios libros y una canción (All Together Now, del grupo The Farm). El 17 de diciembre, en Ypres, la UEFA levantará un monumento para conmemorar el centenario de aquella vez en la que el fútbol alivió la guerra.

Recuadro - La Primera Guerra Mundial
Conocida tambien como la Gran Guerra, la Primera Guerra Mundial fue una de las máximas masacres en la historia de la humanidad, acontecida entre julio de 1914 y noviembre de 1918. Inicialmente, combatieron el Imperio Alemán y el Imperio Austro-húngaro contra los Aliados (Gran Bretaña, Francia y Rusia), aunque luego se vieron envueltos en el conflicto, entre otro países, Italia, Japón, Estados Unidos, Bulgaria y el Imperio Otomano. La excusa para el inicio de la Guerra fue el asesinato del Archiduque de Austria por parte de un militar serbio y, tras nueve millones de muertes, el final llegó tras un “triunfo” de los Aliados (que puso fin al Imperio Alemán y al Austro-húngaro) y a la firma del Tratado de Versalles. Más de 70 millones de seres humanos combatieron en la Guerra.

Publicado en El Gráfico Nº4452 (diciembre de 2014)

sábado, 22 de agosto de 2015

Leandro Romagnoli - Superhéroe azulgrana

Por Martín Estévez

El Pipi superó la barrera de los futbolistas terrenales: en 2002 había ganado la primera copa internacional del club y ahora, ya como un símbolo, levantó la Libertadores, su quinto título en el Ciclón.

Nadie sabe si es su último partido en San Lorenzo o no. Y durante algunos segundos, algunos minutos, durante toda esta noche mágica no importa. Leandro Atilio Romagnoli, el Pipi, el enano que debutó hace más de quince años con la camiseta de San Lorenzo, sale de la cancha y los cuervos no tienen fuerzas para gritar. Tienen un nudo en la garganta, entonces aplauden, entregan lo que les queda de voz, lloran. Faltan apenas instantes para que se acabe el partido y se acabe la espera, una de las más largas del fútbol mundial: la del San Lorenzo campeón de América. Fueron 52 años desde el debut del Ciclón en la Copa, en 1962, pero se acabó. Y en parte, gracias a Romagnoli.

Gloriosa historia la suya con la camiseta azulgrana. Más gloriosa, al menos desde las estadísticas, que la de cualquiera: acaba de sumar su quinto título con el club. No sólo es el máximo ganador en el profesionalismo, sino que entre esos cinco hay tres en el ítem que al Cuervo más le cuesta: torneos internacionales. En su primera etapa (1998-2004), el Pipi ya se había convertido en ídolo: por su talento y por haber sido clave en las obtenciones del Clausura 2001, la Mercosur 2001 (primera copa continental del club) y la Sudamericana 2002.

Se fue, al principio, a México, a jugar en el Veracruz, y después a probar suerte en Europa, con la camiseta del Sporting Lisboa: ganó dos Copas y dos Supercopas portuguesas. Pero en su cabeza siempre pensó en volver, y volvió en 2009, cuando tenía 28 años y mucho por dar. No fue fácil el retorno: San Lorenzo era un caos y sufrió mucho, muchísimo para salvar la categoría, con el polémico Ricardo Caruso Lombardi como entrenador y en un todavía más polémico partido contra San Martín de San Juan que le permitió sobrevivir.

Sin embargo, en poco tiempo, el Ciclón se puso de pie y reencontró el camino del triunfo. Si ya era ídolo, cuando Leandro volvió a consagrarse campeón en el Torneo Inicial 2013 se convirtió en héroe, en el hijo pródigo que había regresado y, además, había repetido el éxito.
“Quiero ganar la Copa Libertadores, no hay punto medio –imponía en charla con El Gráfico en la edición de enero de 2014, cuando apareció merecidamente en la tapa–. No sirve llegar a las semifinales y perderlas. Ojalá que San Lorenzo la pueda ganar algún día, sea yo jugador, entrenador o un hincha más”. No hubo que esperar tanto, Pipi. Faltaban apenas siete meses.

Fue una Copa especialmente difícil para él. Moviéndose desde el centro hacia la derecha, arrancó como uno de los encargados de desequilibrar en ataque, junto a Piatti, pero dos expulsiones y su inminente transferencia al Bahía de Brasil lo tuvieron todo el tiempo inquieto. La primera roja, contra Independiente del Valle, lo dejó cuatro fechas afuera. Y cuando volvió, lo expulsaron otra vez: en la revancha contra Cruzeiro. Hubo gol, golazo de Lammens y de los dirigentes, que, en fallo casi inédito, consiguieron que al Pipi no lo sancionaran. Igual se quedaba sin Copa, porque por contrato debía viajar a Brasil antes de las semifinales, pero el club apostó a soportar el conflicto para tenerlo hasta el final. Hasta la final. Hasta esta final inolvidable en la que no brilló, en la que ninguno brilló, porque jugaron con una mochila que pesaba 52 años, pero que ya no pesa nada.

San Lorenzo es campeón de América. Romagnoli, Leandro Atilio, el Pipi, el 10, llegó a los 329 partidos con la azulgrana. Y nadie sabe si fue el último. “Estuvimos mucho tiempo esperando esta Copa. Los hinchas querían esto. Por ahora pienso solamente en festejar, pero yo quiero estar en Marruecos”, dijo apenas terminada la final. Marruecos será el país en el que se jugará el Mundial de Clubes. El Mundial de Clubes: guau. E imaginarlo sin Romagnoli es difícil para los hinchas de San Lorenzo. El tipo que en su primera etapa fue ídolo y que, al volver, se transformó en héroe. El tipo que se quedó contra la lógica y contra los contratos y que, a los 33 años, pasó la barrera de los futbolistas terrenales que vistieron la azulgrana. El tipo, Leandro Romagnoli, se convirtió en el primer superhéroe de la historia de San Lorenzo.

Publicado en El Gráfico especial N°350 (agosto de 2014)

viernes, 21 de agosto de 2015

Polo - Abierto de San Jorge – El primer ensayo

Por Martín Estévez

En el Abierto de San Jorge hubo un nuevo reglamento, pero un viejo e histórico campeón: Chapaleufú.

En los últimos años, varias voces se han alzado denunciando que el reglamento actual de la Asociación Argentina de Polo necesita una renovación. Desde los que opinan que hacen falta pequeños retoques hasta los que creen que ha quedado obsoleto y no está a la altura de la profesionalización que alcanzó este deporte en otros ámbitos, existe una gran cantidad de posiciones intermedias. Se decidió entonces utilizar al Abierto de San Jorge como experimento para probar algunos cambios reglamentarios. Y, en el campo de juego, Chapaleufú demostró que se adapta a los nuevos tiempos y consiguió el título.

Las novedades
Para empezar, habría tres copas en juego, en lugar de las dos tradicionales. El Trofeo Duque de Edimburgo, para equipos de hasta 18 goles; el Trofeo Francisco Reyes Carrere, para conjuntos de hasta 16, con un militar en su formación y tomando en cuenta el hándicap; y la Copa Héroes de Malvinas, subsidiaria de mediano hándicap.

En cuanto a lo reglamentario, recurrimos directamente al comunicado de la AAP para explicar las modificaciones: “Francisco Dorignac anunció novedosas acciones que serán implementadas en la categoría alto hándicap con el consentimiento de los equipos participantes y que podrían, oportunamente, dar lugar a modificaciones en el Reglamento de Polo. Tienen como objetivo agilizar el juego e intentar que los equipos no saquen ventaja buscando foules. Las pruebas que se realizarán son tres. La primera es que los goles de jugada valdrán doble. La segunda, que los throw-in ya no serán disputados por los ocho protagonistas, sino tan sólo por cuatro. Y la tercera, se pondrá un límite a los jugadores en la carrera que toman antes de tirar un penal, que será de, como máximo, 50 yardas”.

¡A jugar!
El torneo de alto hándicap lo disputaron solamente dos equipos, en partido a ida y vuelta; mientras que el de mediano hándicap contó con cuatro conjuntos.

El 31 de agosto se jugaron, en Hurlingham al Norte, las semifinales del Trofeo Duque de Edimburgo. En primer turno, La Guapa recuperó seis goles de desventaja por su mejor valorización y se impuso 15-14 a Santa Paula (Carlos Menéndez Behety, Carlos Guillani, José Ortiz Masllorens y Mauricio Guillani). Luego, Los Porras derrotó sin sobresaltos a Financomp (Juan Cichero, Eduardo Fredes, Alejandro Palomeque y Rodolfo Grazzini).

La segunda jornada fue el 3 de septiembre. Ya en Palermo, donde se jugaría el resto de los partidos, Chapaleufú y La Natividad abrieron el duelo de alto hándicap. Gracias a los cambios reglamentarios, el equipo de los Heguy consiguió una amplia ventaja de 8-2 al final del segundo chukker, pero La Natividad reaccionó y acortó a 11-10 en apenas un período. Finalmente, Chapaleufú tuvo un gran sexto chukker para quedarse con el triunfo, 25-18, a través de once tantos de jugada y tres de penal. El goleador fue Julián de Lusarreta, que sumó 5 de jugada.

La idea original era disputar los encuentros decisivos el 6 de septiembre, pero las lluvias comenzaron una serie de postergaciones y el torneo, que se había iniciado semanas antes que el Abierto del Jockey Club, terminó después, el 21 de septiembre. Por ese motivo, la subsidiaria quedó sin definición.

En el mediano hándicap, La Guapa (Emanuel Kovalivker, Ernesto Urien, Santiago Mendivil y Hernán Tasso) cedió un gol por su mejor hándicap, pero se impuso por un amplio 17-7 a Los Porras (Fabio Porreca, Gonzalo López Vargas, Horacio Henry y Tomás Dartiguelongue), y se quedó con el Trofeo Francisco Reyes Carrere.

Claro que el gran evento era la final de alto hándicap. En la cancha 1 de Palermo, el primer chukker terminó 2-2. Chapaleufú tomó las riendas en el segundo (6-4) y estiró la ventaja en el tercero (9-4). Más allá de que el nuevo reglamento permitía alguna esperanza, la distancia parecía demasiada, especialmente porque La Natividad no contó con su líder, Lolo Castagnola, en esta revancha. Y terminó de ser decisiva tras el cuarto chukker: Chapa se fue al descanso con resultado de 13-6 y el trofeo prácticamente asegurado. La Natividad tuvo un prolijo cierre que le permitió una derrota ajustada (15-13), pero nunca estuvo cerca de dar vuelta la historia.

Fue el final de un experimental San Jorge, en el que sólo tuvieron éxito dos cosas: la iniciativa de un máximo de 50 yardas de carrera antes de patear un penal y, claro, el cuarteto de Chapaleufú.

Publicado en El Gráfico Especial Nº352 (noviembre de 2014)

miércoles, 19 de agosto de 2015

Polo - El virrey Facundo

Por Martín Estévez

Como en 2013, el Pieres de 28 años ganó la Copa de la Reina, mientras que en el otro gran torneo de Inglaterra festejó Cambiaso.

“Estoy contento por haber ganado la Copa de la Reina, sí… pero la verdad es que me había quedado más contento la temporada pasada”. Las palabras son de Facundo Pieres, principal protagonista del polo en Inglaterra en el período 2013-2014. El hombre que cumplió 28 años en mayo había arrasado el año anterior, cuando ganó los dos principales torneos británicos. Y, pese a su pequeña muestra de disconformismo, volvió a disfrutar de una gira exitosa en territorio inglés, al consagrarse bicampeón de la Queen’s Cup.

“La gira británica es una manera distinta de jugar al polo, pero para nosotros es muy importante porque es nuestro laburo –le explica Facundo a El Gráfico Polo–. Es diferente al polo argentino porque se juega con patrones, pero eso no quiere decir que el nivel sea menor, porque los jugadores buenos se separan y eso hace que siempre haya uno bueno por equipo, entonces es muy competitivo”.

Copa de la Reina
El primero de los dos grandes torneos ingleses comenzó su 54ª edición el 20 de mayo, con la participación de 31 polistas argentinos divididos entre los 15 equipos participantes.

Zacara, el conjunto de Facundo y de otro argentino, Gonzalo Deltour, inauguró el torneo con un contudente triunfo 15-6 sobre Sifani. Tres victorias más (15-6 a Enigma, 10-9 a King Power y 14-9 a HB Polo) lo ubicaron en la cima del Grupo 3, en el que también avanzó Enigma. En el Grupo 1 se clasificaron Dubai (con Adolfo Cambiaso) y El Remanso (David Stirling), mientras que en el 2 avanzaron los tres equipos que lideraron: Lucchese, Talandracas (Juan Martín Nero) y UAE Polo (Pablo Mac Donough). El octavo clasificado para cuartos de final surgió de una definición por penales entre los peores terceros de las zonas: Fox & Hounds derrotó a King Power (Gonzalo Pieres).

UAE Polo, Enigma, Talandracas y Zacara (11-8 a Fox & Hounds) avanzaron a semifinales. En esa instancia, Talandracas eliminó a UAE y Zacara se impuso 11-8 a Enigma. La final, jugada el 15 de junio en el Guards Polo Club, le dio el segundo título consecutivo a Facundo Pieres (elegido mejor jugador del partido) y a sus compañeros, que derrotaron 10-7 a Talandracas.

Copa de Oro
El segundo gran torneo de la gira británica tuvo 27 argentinos y 14 equipos como protagonistas. Dubai realizó una magnífica primera fase, derrotó 10-6 a EFG Aravali, 12-10 a Thai Polo, 14-9 a UAE Polo y, además, le cortó una larga racha invicta en Inglaterra a Zacara, al ganarle 14-8. En cuartos de final superó otra vez a UAE (11-10) y vio cómo el campeón defensor, justamente Zacara, era eliminado por Halcyon Gallery, que a su vez se despidió al caer 9-8 con Dubai en una de las semifinales. En la otra, King Power derrotó 14-10 al Lucchese de Nicolás Pieres. En la final, jugada el 20 de julio, Diego Cavanagh metió 9 goles, Cambiaso fue elegido mejor jugador y Dubai triunfó 13 a 11.

Como cierre del polo grande por Gran Bretaña, Cambiaso y Facundo Pieres se unieron para ganar la Coronation Cup del torneo Audi International: representando a Argentina, derrotaron 13-8 a Inglaterra

Publicado en El Gráfico Especial Nº352 (noviembre de 2014)

viernes, 14 de agosto de 2015

Las mejores deportistas argentinas de la historia

Por Martín Estévez

Además de las cinco gigantes (Jeanette Campbell, Noemí Simonetto, Gabriela Sabatini, Andrea González y Luciana Aymar), elegimos a otras deportistas que, por algún motivo, se destacaron en sus disciplinas. En orden alfabético, 38 mujeres que se ganaron un lugar en la historia argentina.

Marcela Acuña (boxeo): licencia femenina Nº 1 en la Argentina. Fue campeona mundial de peso pluma (WIBA) y supergallo (WIBA y CMB).

Serena Amato (yachting): ganó la medalla de bronce en Sydney 2000. Había sido 7ª en 1996.

Claudia Amura (ajedrez): alcanzó el 12º puesto del ranking mundial y fue la primera iberoamericana en conseguir el título de gran maestra. Sigue compitiendo.

Isabel Avellán (atletismo): 6ª en lanzamiento de disco en los Juegos Olímpicos de 1956, en los que fue abanderada.

Georgina Bardach (natación): medalla de bronce en los 400 metros combinados de los Juegos Olímpicos 2004.

Norma Baylon (tenis): fue una de las veinte mejores del mundo a mediados de la década de 1960.

Yésica Bopp (boxeo): campeona del mundo minimosca AMB y OMB. Tiene 30 años.

Yael Castiglione (vóley): la elegimos en representación de la selección que se clasificó a un Mundial (Italia 2014) después de 12 años.

Jennifer Dahlgren (atletismo): representó al país en lanzamiento de martillo en los Juegos Olímpicos de 2004, 2008 y 2012. Tres veces campeona sudamericana.

Ana Destefano (gimnasia): campeona sudamericana en 1994, participó en los Juegos Olímpicos 1996.

Gisela Dulko (tenis): fue Nº 1 en dobles y 26ª en singles.

Ana Gallay (beach volley): junto a Klug, son una de las 16 mejores parejas del mundo en la actualidad.

Alejandra García (atletismo): en salto con garrocha, ganó la medalla de oro en los Juegos Panamericanos 1999 y fue 18ª en Atenas 2004.

Soledad García (hockey sobre césped): figura de la selección que obtuvo medalla de plata en Sydney 2000, ganó el Mundial 2002, fue bronce en Atenas 2004 y Beijing 2008, y ganó el Mundial 2010.

Inés Gorrochategui (tenis): 19ª del ranking mundial en 1994.

Cristina Hardekopf (saltos ornamentales): fue abanderada argentina en los Juegos Olímpicos 1960, aunque no compitió.

Georgina Klug (beach volley): junto a Gallay forma una de las 16 mejores parejas actuales.

Nora Koppel (pesas): estuvo presente en los Juegos Olímpicos de 2000, 2004 y 2008. Medalla de plata en los Panamericanos 2003.

Daniela Krukower (judo): campeona mundial en 2003, 9ª en Sydney 2000 y 5ª en Atenas 2004.

Gabriela Lobato (gimnasia): en 1986 fue la primera campeona sudamericana en All Around.

Sofía MacKenzie (hockey sobre césped): estrella de la Selección subcampeona mundial en 1994.

Carolina Mariani (judo): subcampeona mundial en 1995, campeona panamericana en el 96, y 7ª en los Juegos Olímpicos de 1992 y 1996.

Karina Morales (fútbol): le otorgó popularidad al fútbol femenino al participar, pateándole penales a hombres, en un programa de TV. Jugó en Yupanqui, River y la Selección.

Laura Nicolini (básquet): junto a María Alejandra Fernández, fue la primera argentina en jugar tres Mundiales (1998, 2002 y 2006).

Karina Oliveira (gimnasia): campeona sudamericana en 1988 y 18ª en el Mundial 1991.

Vanina Oneto (hockey sobre césped): máxima goleadora de Las Leonas; brilló entre 1991 y 2004.

Paula Pareto (judo): medalla de bronce en Beijing 2008, de oro en los Panamericanos 2011 y de plata en el Mundial 2014.

Marcela Paoletta (básquet): jugó los Mundiales 2002, 2006 y 2010.

Romina Plataroti (gimnasia): cinco veces Olimpia de Plata y bronce en los Panamericanos 1991.

Verónica Ribot (saltos ornamentales): compitió en los Juegos Olímpicos de 1984, 1988 y 1992 (fue 8ª).

Vanina Sánchez Berón (taekwondo): subcampeona mundial y 7ª en Beijing 2008.

Paola Suárez (tenis): fue Nº 1 en dobles (ganó 8 Grand Slams) y Nº 9 en singles.

Patricia Tarabini (tenis): medalla de bronce en Atenas 2004 junto a Suárez.

Mary Terán de Weiss (tenis): ganó dos oros en los Panamericanos 1951 y llegó a cuartos de final en Roland Garros 1948.

Victoria Tanco (golf): tiene 20 años y ganó medalla de bronce en los Odesur 2014.

Gisela Vega (básquet): figura del equipo en los Mundiales 2002 y 2006.

Nora Vega (patín): ganó 5 títulos mundiales, 6 oros panamericanos y el Olimpia de Oro 1995. 

Solange Witteveen (atletismo): medalla de oro en salto en alto en los Panamericanos 1999, compitió en los Juegos Olímpicos de 2000 y 2004.

Publicado en El Gráfico N°4451 (noviembre de 2014)

miércoles, 12 de agosto de 2015

Las mejores deportistas argentinas - Gabriela Sabatini

Por Martín Estévez

Hace 20 años, la deportista argentina más popular en el planeta ganaba el Masters femenino, uno de los cuatro máximos logros de su carrera.

El 21 de noviembre de 1994, en el Madison Square Garden, vencía 6-3, 6-2 y 6-4 a la estadounidense Lindsay Davenport y se consagraba campeona del Masters. Gabriela Sabatini tenía apenas 24 años, pero ya se sentía una veterana. Tras una década entera viajando por el mundo y de batallar durante decenas de torneos contra la alemana Steffi Graf, la española Arantxa Sánchez Vicario y la gran Martina Navratilova (que se retiró justamente en ese Masters tras perder con Gaby), su nivel y, especialmente, su motivación habían entrado en un declive que no se notó en Nueva York. 

Fue el último de sus cuatro mayores logros en el circuito tenístico: antes, había ganado la medalla de plata en los Juegos Olímpicos y el Masters en 1988, y el US Open 1990. Fueron en total 27 títulos, 632 triunfos y 821 partidos. 77% de efectividad: eso significa que ganó casi 8 de cada 10 partidos que jugó en su carrera. Para comparar: otro grande, David Nalbandian, ganó el 67%.

Gaby, nacida el 16 de mayo de 1970, talentosa y dúctil en un circuito en el que comenzaba a prevalecer la fortaleza física, debutó como profesional a los ¡13 años! y le ganó a la griega Angeliki Kanellopoulou en Estados Unidos. 

Explotó siendo tan joven (en Hilton Head, a los 14 años, derrotó a tres top ten y llegó a la final) que el tenis le comió no sólo una parte de la juventud, sino también la adolescencia entera. Popular en la Argentina y en todo el mundo, sufrió esa exposición: de perfil bajo, retraída, como fuera de la cancha pensaba sólo en tenis, a veces, dentro, su mente pensaba en otras cosas. 

Ganó un título en 1985, 1 en 1986 y 4 en 1987, pero en 1988 dio el salto: la medalla, el Masters, la final del US Open y otros 3 campeonatos ganados. Sus partidos comenzaron a transmitirse por la televisión abierta y se produjo un fenómeno que se hizo rutina: el de familias enteras despertándose temprano para ver a Gabriela por la tele.

En el 89 ganó Miami, Amelia Island, Roma, y Filderstadt, y alcanzó ese puesto número 3 del ranking que tantas veces estuvo cerca de superar, pero que siempre fue su techo. En el 90 festejó en el US Open ante la Nº1, Graf, en la final.

La irrupción de Monica Seles sumó una durísima competidora, pero Gaby todavía tenía otro año maravilloso: en 1991 ganó 35 de sus primeros 37 partidos, completó una racha de 5 triunfos consecutivos sobre Graf y se impuso en Tokio, Boca Ratón, Hilton Head, Amelia Island y Roma.

Otros 5 títulos en 1992 la mantuvieron en la elite, pero su cansacio empezó a notarse en 1993, cuando se intensificaron sus problemas con el servicio (cometía muchas dobles faltas) y para cerrar los partidos. Su derrota ante Mary Joe Fernández en Wimbledon, luego de estar 6-1 y 5-1 en ventaja, simboliza aquellos momentos. Fueron dos años sin títulos que se cortaron en el Masters 1994. En octubre de 1996, ya fuera del Top Ten y lejos del nivel de las mejores, anunció su retiro. Tenía apenas 26 años, pero parecían muchos más.

Hace apenas unos días, se inauguró una estatua en su honor en la Ciudad de Buenos Aires. Verla será un pequeño consuelo para las generaciones que no disfrutaron la emoción de sentarse enfrente de la tele de para mirarla batallar en vivo frente a las mejores del mundo.

Publicado en El Gráfico N°4451 (noviembre de 2014)

jueves, 6 de agosto de 2015

Las mejores deportistas argentinas - Noemí Simonetto

Por Martín Estévez

En atletismo, ninguna se destacó tanto como ella: ganó 17 medallas en el Campeonato Sudamericano y una de plata en Juegos Olímpicos.

Fue tapa de El Gráfico cuando tenía apenas 14 años. Sí, 14. Había nacido el 1º de febrero de 1926 y desde muy chica mostró una impactante fortaleza física y mental, en una época en la que las mujeres eran incluso más oprimidas que en la actualidad. Noemí Simonetto no se destacaba en una especialidad del atletismo: se destacaba en todas.

A los 15 años participó en el Campeonato Sudamericano de Buenos Aires y obtuvo medalla de oro en 100 metros llanos y en la posta de 4x100, y de bronce en salto en alto y salto en largo. Enseguida comenzó a ganar campeonato tras campeonato en la Argentina: sumó 21 títulos entre 1942 y 1947.

Evidentemente, la competencia local le quedaba chica y viajó por primera vez al exterior para competir en el Sudamericano de Santiago de Chile 1943. Allí sumó dos medallas de oro (salto en largo y 4x100) y una de bronce. 

Los Juegos Olímpicos de 1944 se suspendieron por la Segunda Guerra Mundial y recién volvió a tener competencia internacional en el Sudamericano de Montevideo 1945: oro en salto en largo, 80 metros con vallas y 4x100; más dos medallas de plata. Luego de otro gran torneo (Río de Janeiro 1947) en el que se impuso en 100 metros, en 80 con vallas, en salto en largo y en 4x100, acumuló 17 medallas continentales en seis especialidades distintas, le llegó la posibilidad de competir en los Juegos Olímpicos.

Tenía 22 años y el viaje rumbo a Londres no fue nada sencillo. Primero fueron tres semanas en barco, durante las que pararon en Río de Janeiro, Cabo Verde (Africa) y Barcelona, hasta llegar a Cannes. Cruzaron Francia y viajaron a Inglaterra en ferry (un barco pequeño que repite viajes de un punto a otro). Era difícil mantener el estado físico y lo siguió siendo, porque no dormían siempre en el mismo lugar: vivieron un tiempo en la ciudad de Sussex y luego se mudaron a un colegio de Wimbledon.

Noemí quedó eliminada en la primera ronda de los 100 metros llanos. En 80 con vallas, superó la serie, pero no las semifinales. En salto en largo, en cambio, logró la hazaña: el 4 de agosto de 1948, con marca de 5,60 metros, consiguió la medalla de plata. De haber repetido el salto que realizó en 1945 (5,76 metros), hubiera ganado la de oro.

Comenzó a exigirse menos y siguió compitiendo por placer hasta los 60 años. Se casó con su entrenador, Ramón Portela, tuvo tres hijos y se dedicó a la repostería. Reconocida como una de las cinco principales atletas sudamericanas del siglo XX, murió el 20 de febrero de 2011, a los 85 años. “Tener mucho dinero te aplasta –decía–. A mí me alcanzan pocas cosas para ser feliz. Hay que valorar lo que tenemos y buscarle el lado lindo a la vida”.

Publicado en El Gráfico N°4451 (noviembre de 2014)

miércoles, 5 de agosto de 2015

Las mejores deportistas argentinas - Jeanette Campbell

Por Martín Estévez

En 1936, la nadadora se convirtió en la primera mujer argentina que participó en los Juegos Olímpicos, y lo hizo con un inmenso éxito: ganó la medalla de plata en los 100 metros libre. Tenía solamente 20 años.

En el barco que viaja durante veintiún días rumbo a una ciudad de Berlín dominada por Adolf Hitler y sus ideas genocidas hay 55 deportistas hombres y una mujer que representarán a la Argentina en los Juegos Olímpicos de 1936. Ella se llama Jeanette Campbell y, 78 años después, la hazaña que logrará seguirá siendo recordada.

Jeanette había nacido el 8 de marzo de 1916 en Francia. Sus padres vivían en la Argentina, pero estaban de vacaciones en Europa y la Guerra Mundial los obligó a quedarse dos años allí. Comenzó a nadar a los 6 años, influida por su hermana Dorotea (luego campeona argentina en 100 metros). Primero lo hizo en el Belgrano Athletic Club y, a partir de los 13, en las piletas de Ferro.

Ganó el campeonato argentino de los 100 metros libre en 1932: los nadó en 1m18s6, y batió el récord de Sudamérica. Sus marcas le dieron la posibilidad de competir en el Campeonato Sudamericano de 1935, organizado en Río de Janeiro. Allí no sólo obtuvo la medalla de oro en los 100 metros con nuevo récord (1m08s0), sino que además triunfó en los 400 metros (también con récord) y en la posta 4x100.

Era la única argentina con marcas suficientes para competir en los Juegos Olímpicos y se animó a viajar rodeada de hombres durante tres semanas a las que calificó de “aburridísimas”. Entrenó como pudo sobre el barco y en el poco tiempo que estuvo en Berlín antes de competir se exigió al máximo. En la primera serie, ganó con nuevo récord (1m06s8). En la segunda, hasta logró récord olímpico (1m06s6). En la carrera final comenzó liderando, pero la holandesa Hendrika Mastenbroek tuvo una notable arremetida final y se quedó con el triunfo. El 10 de agosto de 1936, Jeanette, que había nadado como nunca en su vida (1m06s4) se colgó, orgullosa, la medalla de plata.

Siguió compitiendo con el deseo de tener revancha en 1940, pero los Juegos se suspendieron por la Segunda Guerra Mundial. Sin motivaciones, abandonó la competencia y, junto a su esposo Roberto Peper, crió a sus hijas Inés y Susana (compitió en los Juegos de 1964), y a su hijo Roberto. Recibió decenas de reconocimientos y honores por su trayectoria (entre ellos, el premio Konex). Sus ojos azules se apagaron en 2003, cuando vivía en el barrio de Belgrano

Publicado en El Gráfico N°4451 (noviembre de 2014)