miércoles, 26 de diciembre de 2007

Chacarita, cerca de la salvación


Primera 'B' Nacional: Chacarita se aprovechó de Chicago y no se rinde. Consiguió un triunfo muy importante para engrosar su debilitado promedio.

Se incendiaba. El fuego avanzaba simétricamente con el tiempo. Chacarita no jugaba un partido, se jugaba la permanencia. Hasta que, a diez minutos de perder dos puntos más que relevantes, aparecieron sus bomberos voluntarios: Víctor Figueroa recibió de Ezequiel Garré, se sacó dos marcadores de encima y habilitó a Darío Fernández. Él, el mejor del partido, definió con toque suave ante la salida del arquero. Para Chacarita, ese gol significó tres puntos. Para Chacarita no fue sólo un triunfo: fue mucho más.
¿Le servía el empate a alguno de los dos? Definitivamente no. Por eso, el primer tiempo fue dinámico, más allá de que en ningún momento se jugó bien. Chacarita fue más ambicioso, pero se repitió en pelotazos frontales. Chicago pareció más tranquilo, como si la presión rival aliviase la propia. Los de Clausen sólo llegaron por arriba, con cabezazos que resolvió Daniel Islas; los de Mataderos hicieron poquito, y la que tuvo Nico Guevara terminó en las manos de Coldeira.
Chacarita repitió errores en el complemento. El clima se caldeaba y un grupo de plateístas verborrágicos, entre insultos a Néstor Clausen y a Luis Cerutti (¡recién ingresaba!), intercalaba pedidos por Víctor Figueroa. Pese a que los modales no eran los mejores, razón no les faltaba, al menos esta vez. Porque el habilidoso volante ayudó a cambiar un partido destinado al cero. Después de su jugada personal y del gol de Fernández, quedó poco tiempo. Pero suficiente para Chacarita, que se dio cuenta de que jugar la pelota al piso era el camino. Entonces encaró Fernando Navas, hizo una linda pared con Esteban Herrera, tiró el centro atrás y Cerutti (sí, Cerutti) estuvo en el lugar justo para empujarla a la red: partido liquidadísimo.
"Necesitábamos ganar para jugar la Promoción por el ascenso, pero perdimos por errores nuestros", fue la autocrítica de Víctor Soto. Chicago sufrió otro golpe, uno más después de la clausura de su estadio por lo que resta de la temporada y de la derrota ante Juventud Antoniana. Pelear el ascenso es cada vez más difícil.
"Ganamos el clásico con mucho esfuerzo. Por mi parte, me sentí bien: mis compañeros me buscaron mucho", comentó Darío Fernández. Chacarita sumó 7 puntos en 3 partidos y se le empieza a despejar un horizonte que a mitad de temporada estaba negro, negro... Sabe que cada partido definirá una porción de su futuro. Y, si cuando juega poco como ayer, lo gana por insistencia, coraje y retazos de habilidad, puede salvarse.
Garré se acerca al autor del segundo gol, Luis Cerutti.

Qué se dijo
Sergio Batista: "Yo creo en el plantel y, mientras matemáticamente tengamos chances, no me voy. A mí me van a tener que sacar muerto de acá".

PUBLICADO EN CLARÍN, ABRIL DE 2005

viernes, 21 de diciembre de 2007

Todos con Burruchaga

Desde Marangoni a Rambert, pasando por Goyén y Clausen. Los históricos de Independiente quieren al técnico que eligió Comparada y afirman que puede cambiar su estilo.


La elección de Julio Comparada como presidente de Independiente parece traer aires de cambio en el club. El flamante comandante anunció que el principal objetivo en lo deportivo será conseguir que Jorge Burruchaga, actualmente en Arsenal, se ponga el buzo de director técnico rojo.
Pese a que el estilo de juego que utiliza en Arsenal (un esquema con el que ha conseguido muchos empates) no es el ideal para la historia de Independiente, referentes del club han defendido la posibilidad de que Burruchaga asuma rápidamente.
"Le dio a Arsenal lo que necesitaba --explica Claudio Marangoni, el habilidoso volante que deslumbró en los '80--. Sin perder la solidez que caracteriza a sus equipos, deberá arriesgar un poco más. Eso sí: Comparada debería generar un gobierno de unidad. Mi deseo es que todos puedan volver a disfrutar del Independiente que disfruté yo".
Carlos Goyén, recordado por su valentía a la hora de cubrir el arco rojo, también elogió a Burru. "Podrá adaptarse al estilo de Independiente. Si cuando jugaba, Jorge predicaba el jogo bonito...", remarcó. Y se quejó de la política de los últimos años: "Desde que estuvo Ruggeri hasta la actualidad, el manejo con los técnicos ha sido lamentable".
Pese a que su actualidad como DT de Chacarita lo tiene ocupado, Néstor Clausen también habló con Clarín. "Burruchaga dirige en Arsenal según los jugadores que tiene. Un técnico puede ser ofensivo si tiene el plantel para serlo. Si no, es difícil", advirtió.
Autor de un gol inolvidable ante Gimnasia en el título del Clausura 1994, la voz de Guillermo 'Luli' Ríos es un sonido autorizado para hablar de la actualidad roja. "Respeto a Burruchaga, pero hay que ver si no lo confirman a Santoro, quien trabaja bien. No hay que despreciarlo, pero si no se queda, Jorge es ideal".
Campeón de la Libertadores 1972 como DT del Rojo, Pedro Dellacha es un caso atípico: mito viviente de Racing; y muy respetado en Independiente. "Me encantaría ser yo el nuevo técnico --se postula con entusiasmo--. Pero si le toca a Burruchaga, creo que el estilo que tiene en Arsenal le servirá: el ímpetu que genera en sus jugadores influye mucho en los resultados". Para Gerardo Meijide, "Burruchaga es ideal para el club. Pero en el Rojo deberá proponer un fútbol más ofensivo". Sebastián Rambert (trabaja en Arsenal), en tanto, se abstiene de opinar: "Estoy cerca de Jorge, no puedo hablar de él. Lo que interesa es que Independiente salga de esta situación". Esa última frase sintetiza la realidad: Independiente necesita resultados, alegrías. Y, para sus emblemas, Jorge Burruchaga es el hombre indicado para dárselas.


Qué se dijo
Claudio Marangoni:
"Jorge es un hijo del club y creo que va a adecuar su libreto de acuerdo a los jugadores que tenga".
Carlos Goyén: "Es una persona identificada con el club y forma parte de una nueva camada de buenos técnicos".
Néstor Clausen: "En Independiente, si tiene un buen plantel, no tengo dudas de que Burruchaga puede pelear el título".


PUBLICADO EN CLARÍN, ABRIL DE 2005

jueves, 20 de diciembre de 2007

Violencia en el fútbol

Torneo Clausura 2005, Independiente 2 Rosario Central 0. Avellaneda fue testigo del caos. El partido estuvo nueve minutos suspendido.

Demasiado acostumbrado está el fútbol. Demasiado acostumbrada está la Argentina a convivir con la violencia. Por eso pareció una imagen repetida de tantas tardes, de tantos partidos el hecho de que, a cinco minutos del final, los hinchas de ambos equipos mantuvieran un duelo de piedrazos. Cuán equivocado es vivir un peligro tan grande como algo natural...
Existía la ilusión de que todo terminase en paz. Porque, antes de los incidentes, no hubo más que un duelo de cantos. Desde el simpático "El Rey de Copas no llena la popular" de los de Central, hasta el desagradable "los gatos no se comen" de los de Independiente. Pero sólo cantos. Sin embargo, cuando Nicolás Frutos marcó el segundo gol, el que liquidó el partido, a algunos canallas (en uno y otro sentido) se les acabó la paciencia. Arrojaron --desde su tribuna popular-- numerosos proyectiles hacia el sector de plateas de los locales. Esos proyectiles que nunca se sabe cómo aparecen, pero que siempre están... Se escucharon estruendos de balas de goma. El árbitro Juan Pablo Pompei detuvo el juego.
Los del Rojo, en lugar de hacerse a un lado y disfrutar de un triunfo que esperaron mucho tiempo, respondieron devolviendo las piedras y objetos varios. Pero los plateístas no alcanzaban para extender el caos, entonces, misteriosamente, la reja que separa a ese sector de la popular cedió. Y todos los violentos corrieron al encuentro de los incidentes, el terreno donde más cómodos se sienten.
Durante más de nueve minutos fue una competencia de piedra al blanco. Los jugadores, los verdaderos hinchas, los fotógrafos, todos se quedaron mirando el lamentable espectáculo. Hasta que la Policía --tarde-- actuó. Alcanzaron apenas diez agentes para alejar a la gente de Independiente y terminar con los incidentes. Si bien debió intervenir antes, es facilista culpar a la Policía. Los que tiraron las piedras fueron otros, siempre los mismos, y quienes muchas veces son bancados por los propios dirigentes. Y el partido siguió...
¿Detenidos? Ninguno. La Comisaría 1ª de Avellaneda informó que hubo sólo siete demorados, en los alrededores del estadio, por averigüación de antecedentes. Todos quedaron libres horas después. El choque de hinchadas no provocó detenciones, pero sí un herido: un policía recibió un proyectil en el pómulo, debió ser atendido por personal médico y anoche se recuperaba en su casa. Demasiado acostumbrado está el fútbol a ver una, y otra, y otra vez lo mismo: violencia.

PUBLICADO EN CLARÍN, ABRIL DE 2005

viernes, 14 de diciembre de 2007

Por un día fue Huracán de 'San Juan'

Primera 'B' Nacional: el Globo derrotó 1-0 a Belgrano con un golazo de Mariano Juan.


Los dos fueron campeones mundiales, uno con la Selección Sub 20 y el otro con Vélez. Los dos son quemeros de alma. Y, ayer, los dos le dieron a Huracán un triunfo sufrido, pero relevante para sus ilusiones. Mariano Juan y Roberto Pompei fueron figuras en la victoria y responsables del gol ante un Belgrano que pudo haber empatado, pero que se quedó con nada.
Juan fue el motor del local en un inicio interesante, armónico, sin los nervios que son habituales cuando se juega en el Tomás A. Ducó. Quitó, corrió y jugó, pero ni Sebastián Cobelli ni Jorge Bontemps pudieron transformar sus definiciones en gol. El problema de Huracán es su defensa: con Juan de volante y Matías Villavicencio lesionado, no funcionó. El sector débil fue la derecha, pues Darío Marra y Paolo Goltz estuvieron inseguros. Belgrano casi aprovecha ese desconcierto, pero el remate de Leo Torres terminó en manos de Pablo Andújar.
La interminable clase de Pompei apareció en el segundo tiempo, cuando le dio un preciso pase gol a Juan. ¿Nervios para definir? Nada de eso. La mató con el pecho y, de aire, sacó una volea cruzada que destrozó las posibilidades de Palos. 1-0 y ovación para el insólito goleador: fue el primer tanto de Juan en Huracán (no gritaba desde el 15/4/01, para Getafe, ante Sporting Gijón, en la Segunda División de España).
Huracán intentó mantener la posesión de la pelota y lo consiguió hasta los 25 minutos. Los últimos 20 fueron de ataque por ataque. En tiempo de descuento, con el Globo defendiendo con mucha gente y mal, Matías Porcari pudo empatar, pero remató débil y Andújar se quedó con la victoria.
"Estamos con bronca. Tuvimos situaciones y merecimos un punto", explicó Fernando Gatti. "Todo lo que hago por Huracán es de corazón. Que la gente coree mi nombre vale más que cualquier dinero en otro club", se emocionó Juan. Y Pompei fue más allá: "La salvación institucional pasa por lograr el ascenso".
Belgrano sigue con su irregularidad, pero al menos dejó la sensación de que puede mejorar mucho su 11ª ubicación. Los 13 puntos en 6 fechas envalentonan a Huracán después de tantas tristezas. Es verdad: ascender es todavía un sueño, algo complicado. Pero si ayer ganó con gol de Mariano Juan, todo puede ser...

Juan grita su gol. No convertía desde 2001, en España.

PUBLICADO EN CLARÍN, ABRIL DE 2005

Nota de diciembre de 2007: Finalmente, Belgrano terminó el Torneo Clausura 2005 en el 5º lugar. Huracán estuvo cerca de llegar a Primera División, pero perdió la final por el segundo ascenso ante Gimnasia (Jujuy) y la Promoción ante Instituto (Córdoba). Consiguió el ascenso dos años después, en la temporada 2006/2007.

viernes, 7 de diciembre de 2007

La batalla de Mataderos

Primera 'B' Nacional. El partido entre Nueva Chicago y Huracán se suspendió por incidentes. Faltaban tres minutos y el equipo local perdía 2-0. Sus hinchas quisieron ir a buscar a los de Huracán. Chocaron con la policía. Hubo 16 detenidos y 6 efectivos heridos.


¿Por qué una banda de intolerantes puede suspender un partido al que asisten 12 mil personas y 170 policías? ¿Por qué empiezan a agredir una docena de personas, pero muchos se entusiasman y se suman a la violencia? ¿Por qué se sigue vanagloriando el aguante de la barra si esos tipos explotan a los clubes y matan sin distinción de camisetas? Ayer, en Nueva Chicago-Huracán, las preguntas volvieron a quedar sin respuesta.
Se jugaba el final del segundo tiempo cuando todo empezó. Chicago perdía 2-0 y algunos hinchas comenzaron a retirarse. ¿Tristeza? Nada de eso. Los locales debían esperar veinte minutos al finalizar el partido para retirarse, mientras que los visitantes se irían de inmediato. Entonces, los de Chicago salieron antes para esperar a los de Huracán y molerse a palos.
Sin embargo, algunos desaforados que se quedaron en una de las dos populares locales no pudieron esperar. Destruyeron los límites de su tribuna y tomaron la que estaba vacía, la que separaba una parcialidad de la otra. No había más de diez policías allí que, ante el avance de unos 50 hinchas, poco pudieron hacer: fueron apedreados y respondieron tirando piedras. Raúl Bertinotti decidió suspender el partido, cuando quedaban tres minutos para el final del descuento. Entonces se sumaron más violentos, superaron a la policía en número y en ferocidad, y quedaron a metros de los de Huracán: podría haber sido una masacre.
La policía, superada, arrojó gases lacrimógenos. Tantos, que invadieron un estadio en el que no se podía respirar sin llorar, sin sentir ardor en la garganta. Los de Chicago se replegaron. Los de Huracán se fueron. Todo parecía calmarse, pero no: la policía tampoco pudo mantener a los locales durante veinte minutos en las tribunas. Apenas cinco o seis después que los de Huracán, los de Chicago (ya en una y otra de las dos populares que ocuparon) salieron a las calles como una jauría rabiosa: algunos para perseguir a los de Huracán; otros para destrozar patrulleros, autos... lo que sea. Cuando la policía se organizó para detenerlos, todos se escaparon.
El comisario Carlos Cheroni, a cargo del operativo, notificó que hubo seis policías heridos, dos patrulleros destrozados y "al menos 15 detenidos". Las sanciones están por verse. Los detenidos quizá duren pocas horas en la comisaría. Y hay cientos aún sueltos, listos para volver a demostrar su estupidez. Otra pregunta surge: ¿cuando terminará esto?



Huracán fue contundente y volvió a la senda del triunfo
Se impuso 2-0 a Nueva Chicago en un pobre partido


Antes de la batalla hubo un partido, áspero y mal jugado, en el que Huracán tuvo la cualidad que le faltó durante toda la temporada: contundencia. Chicago, tras el gran triunfo en Mendoza, dejó una imagen opaca, decepcionante.
El juego fue cortado: hubo 49 faltas, que más los 12 offsides, las 6 veces que ingresó el carrito médico y los 314 segundos que tardaron en cambiar un banderín que se había roto hicieron al encuentro difícil de soportar. Huracán hizo la diferencia cuando aparecieron Mariano Juan y Alejandro Alonso. En el primer tiempo, tuvieron una chance cada uno, pero Daniel Islas y la imprecisión de Alonso evitaron el gol. En el segundo, Juan le robó la pelota a Alejandro Castro y asistió a Daniel Osvaldo, quien la metió en el ángulo: 1-0 y primer gol en su carrera. Luego, Cellay la empezó y Alonso encaró hacia el área y definió: 2-0 y partido liquidadísimo. Porque Chicago, aún con un hombre más, no fue superior, y desaprovechó las poquitas posibilidades que tuvo. "Era una final para nosotros, pero faltó actitud", dijo Sergio Batista. El otro DT, Néstor Apuzzo, debutó con triunfo, aunque volvería a las Inferiores. Antes de la batalla hubo un partido, sí. Y ahí, en la cancha, Huracán volvió a sonreír.

PUBLICADO EN CLARÍN, MARZO DE 2005

Nota de diciembre de 2007: Pablo Daniel Osvaldo, quien en ese partido ante Nueva Chicago anotó su primer gol, fue transferido al Atalanta de Italia en 2006. Luego jugó en Lecce y actualmente en Fiorentina, donde anotó 3 goles en sus primeros 6 juegos.

jueves, 6 de diciembre de 2007

Lanús cambia, gana y crece

La entrada de Biglieri le dio velocidad y desborde. Graf apareció justo a tiempo. Ahora, el equipo de Gorosito aspira a entrar a las Copas, como sus vecinos del Sur.


Cambió la mentalidad. Las excelentes campañas que depositaron a sus vecinos, Banfield y Quilmes, en la Libertadores, obligaron a Lanús a modificar objetivos en esta temporada: basta de irrelevancia. Crecieron las metas y tanto con Ramacciotti, antes, como con Gorosito, ahora, el equipo apunta a más. El justo triunfo ante Huracán de Tres Arroyos lo acerca al objetivo: las copas internacionales.
Mientras el Granate demostró que no está para pelear el descenso, el visitante hizo justo lo contrario: regaló demasiado en un partido tan vital como cualquier otro para seguir en Primera. Regaló, por caso, el primer gol: un tibio remate de Óbolo que se le escurrió entre las piernas a Pardal. El delantero gritó tras 19 fechas: su último tanto había sido ante el mismo rival que ayer, en el Apertura (3-1 para Lanús).
Huracán jugó desde el inicio con tres delanteros: la apuesta fue inteligente, acorde a la necesidad de ganar. Pero olvidó que para que los puntas generen peligro, hay que acercarles la pelota. Y, en esa función, Gancedo estuvo solo en la primera etapa. En la segunda, todo cambió.
Acertó el debutante Luis Blanco con los cambios: con Martín Zapata y Gabriel González en cancha, se ilusionó con darlo vuelta. Porque Zapata, en 45 minutos, fue el mejor de su equipo. Y porque González tiró el centro que Caggiano empujó de cabeza para empatar. Lanús, aturdido, casi regala un partido que parecía fácil. Pero acertó Gorosito con los cambios: especialmente porque el Conejito Biglieri aportó velocidad y desborde, algo que Óbolo --pese a su buen partido-- no pudo dar. Con apenas un minuto en cancha, se escapó por la derecha y asistió a Graf, que puso el 2-1. Entonces se derrumbó Huracán, que en su mejor momento recibió el peor cachetazo. Y Lanús lo noqueó: jugada entre Rodrigo Díaz y su hermano, asistencia de taco de Román y definición con clase del explosivo e inspirado Graf: golazo. Luego, el tiempo sobró y Lanús pudo haber goleado. Pero no lo necesitaba: el trabajo estaba cumplido.
"Estamos perfilando el equipo, pero me gustó la actuación", dijo Blanco de un Huracán que nunca ganó de visitante en Primera. "Nos sentimos muy bien de la cabeza", explicó Biglieri para graficar este momento de Lanús: puede ganar y puede perder, pero cambió sus objetivos: ahora, siempre apunta a más.


*Lanús 3 Huracán (Tres Arroyos) 1
Lanús: Carlos Bossio (6); Javier Almirón (6), Leandro Gioda (6), Lucas Alesandria (5), Maximiliano Velásquez (5); Ezequiel Carboni (7), Agustín Pelletieri (6); Rodrigo Díaz (5), Román Díaz (7); Claudio Graf (8) y Mauro Óbolo (6). DT: Néstor Gorosito
Huracán (Tres Arroyos): Nilton Pardal (4); Martín Aguirre (4), Javier Malagueño (6), Daniel Gómez (5); Marcos Dragojevich (4), Iván Dragojevich (5), Pablo Lavallén (5); Leonel Gancedo (6); Jeremías Caggiano (6), Claudio García (5) y Martín Mandra (5). DT: Luis Blanco.
Árbitro: Horacio Elizondo (bien). Cancha: Lanús. Goles: PT, 10m Óbolo. ST, 8m Caggiano, 18m y 25m Claudio Graf. Cambios: ST, Martín Zapata (7) por Marcos Dragojevich y Gabriel González (6) por Mandra, 17m Gabriel Iribarren (5) por Pelletieri y Santiago Biglieri (7) por Óbolo, 29m Rodolfo Graieb por Rodrigo Díaz y 34m Paolo Frangipane por Gancedo. Amonestados: Graf, Gancedo, Claudio García, Gabriel González e Iván Dragojevich.

PUBLICADO EN CLARÍN, MARZO DE 2005

Nota de diciembre de 2007: El crecimiento de Lanús no se detuvo y culminó con la obtención de su primer torneo de Primera División en Argentina, el Apertura 2007. De los futbolistas que disputaron el juego ante Huracán de Tres Arroyos, Carlos Bossio, Maximiliano Velázquez, Agustín Pelletieri, Santiago Biglieri y Rodolfo Graieb formaron parte del plantel campeón.

miércoles, 5 de diciembre de 2007

Huracán salvó un punto cuando se venía la noche

Primera B Nacional: Chacarita ganaba con un buen gol de Parra, pero se conformó y lo pagó caro. Huracán, cuando bajaban los insultos de su gente, consiguió la igualdad.


Minuto 39 del segundo tiempo. Córner para Huracán. Rodeado por un torbellino de furia quemera por otra derrota que asoma, Nicolás Hernández evita el centro y toca para Nahuel Fioretto. El volante la para, mira, apunta, remata con una conjunción perfecta entre bronca y precisión, y la clava abajo, lejos de Vivaldo. Gol, y empate. El desahogo del insultado Fioretto fue el desahogo de todo Huracán, que no se apichonó ante la desventaja y terminó rescatando un punto que tiene más valor psicológico que estadístico.
Parecía que se le venía la noche cuando tras un buen inicio y un remate de Sebastián Cobelli en un poste, Chacarita ganó confianza ayudado por la habilidad de Piatti, peligro permanente por la derecha. Sin embargo, Huracán terminó dominando la primera etapa. Si no ganó fue porque Pablo Monsalvo pecó de inexperto en las dos posibilidades que tuvo para definir.
Parecía que se le venía la noche luego de la expulsión de Leandro Grimi por un patadón innecesario. Enseguida aparecieron los fantasmas, pero Luis Cerutti se sumó a la lista de expulsiones tontas un minuto después y emparejó todo.
Parecía que se le venía la noche cuando 108 segundos después de ingresar, el interesante Facundo Parra convirtió su primer gol oficial en Chacarita (había gritado dos en amistosos). Volvió entonces la desesperación de los hinchas, con el poco entendible "A ver si ponen huevos...". Huracán los puso, le faltó contundencia. Creó 10 situaciones durante el partido, contra 4 de Chaca. Tuvo 13 tiros de esquina; el amor propio y la precisión del interminable Roberto Pompei; a un delantero clase A como Nico Hernández. Y tuvo un momento para respirar, cuando Fioretto clavó el 1-1 y miró a la platea local gestualizando un ¿por qué no me insultan ahora?
Parecía que se le venía la noche pero Chacarita miró con demasiado afecto un 1-0 exiguo que lo alejaba de la zona de descenso. Y Huracán --cerca, muy cerca de su tercera derrota consecutiva-- tuvo sangre para ir hacia adelante y acallar la bronca de su gente. Quizá valga poco este empate; pero le costó tanto...

TODOS DISCONFORMES
“La gente cantaba que vayamos para adelante, pero no era ése el problema. Jugamos un buen primer tiempo y creamos situaciones, pero nos queda un gusto a poco por el empate”, explicó Roberto Pompei, tras su segundo partido (primero de local) en Huracán. Fernando Teté Quiroz reconoció: “No nos faltó suerte, nos faltó eficacia”. Los visitantes tampoco estaban felices por el resultado: “Huracán dominó el juego y nosotros no supimos manejar la pelota. Y cuando te metés atrás, muchas veces lo terminás pagando”, se lamentó su entrenador, Néstor Clausen.

PUBLICADO EN CLARÍN, FEBRERO DE 2005

miércoles, 28 de noviembre de 2007

El crecimiento del 'Chapu' Nocioni

NBA, TEMPORADA 2003/04
El alero argentino marcó 12 puntos y tomó 6 rebotes en la victoria (la décima en 11 partidos) de Chicago: 111-107 a Denver.

El arrasador avance de Chicago en la Conferencia Este no para. Con 12 puntos y 6 rebotes de un encendido Andrés Nocioni, los Bulls derrotaron a Denver Nuggets por 111-107 y consiguieron así su tercera victoria en cadena; y la décima en once partidos ante un United Center que está volviendo a lucir como en sus noches de gloria.
Por primera vez desde el retiro de Michael Jordan de la franquicia (en 1998), Chicago tiene buenas posibilidades de terminar la temporada con récord positivo y acceder a los playoffs. Si bien Denver (récord de 17-24) es uno de los más irregulares del Oeste, los Bulls dieron otra muestra de que ya no regalan encuentros. La única mala noticia fue que por primera vez en 27 partidos les anotaron más de cien puntos.
La planilla del 'Chapu' describió 12 puntos (1 de 5 en dobles; 2 de 4 en triples; 4 de 4 en tiros libres), 6 rebotes, dos robos, una asistencia, un bloqueo y una pérdida en 33 minutos. Dos de sus libres fueron sobre el final del partido, claves para la victoria. Pero más importante que esos números es que el ex Olimpia hace varias semanas comenzó a soltarse, a mostrar el juego que lo hizo brillar en Europa. En los Bulls (récord de 21-19) también se lucieron el base Kirk Hinrich, quien anotó 23 puntos, y Eddie Curry, con 16. Además, Ben Gordon sigue sorprendiendo en su primera temporada: se despachó con 18 puntos y 6 asistencias. Ésta fue apenas la segunda victoria de Chicago en los últimos diez duelos con Denver. En los Nuggets, no alcanzó el goleo de Carmelo Anthony (32 puntos).
"Seguimos mejorando y los novatos están haciendo bien su trabajo --explicó Curry, reconociendo el buen nivel de Nocioni y Gordon--. Tenemos que aprovechar cada oportunidad que se nos presente". Pese a arrancar de suplente, el alero se gana poco a poco la confianza del ambiente basquetbolístico norteamericano. Chicago marcha tercero en la División Central, puesto que lo clasificaría para los playoffs.

PUBLICADA EN CLARÍN, ENERO DE 2005

Nocioni anotó dos tiros libres decisivos.

Nota de noviembre de 2007: Finalmente, Chicago Bulls terminó la temporada 2003/04 con récord de 47-35. Logró el cuarto puesto en la Conferencia Este y clasificó para playoffs por primera vez desde 1998. Andrés Nocioni promedió 8.4 puntos y 4.8 rebotes en 23.4 minutos en la temporada regular. En la primera ronda de los playoffs, perdieron 2-4 contra Washington Wizards.

lunes, 19 de noviembre de 2007

Entrevista a Carlos Ramacciotti

Ramacciotti, cerca del adiós. Su continuidad en Lanús pende de un hilo.

¿Se va? La situación de Carlos Ramacciotti en Lanús nunca fue cómoda. Llegó con el Clausura 2004 empezado e hizo una pobre campaña de 20 puntos. Mejoró en el Apertura que pasó, pero las tres derrotas consecutivas al final del torneo reavivaron el conflicto de su continuidad. "Nos reuniremos el viernes (por mañana), pero hasta entonces no se puede adelantar nada", explicó Rubén Ferretti, vicepresidente del club. "No quiero estar en un lugar en el que siento que lo mío no sirve", puntualizó el técnico. Todo indica que su ciclo en Lanús está llegando a su fin.
En charla exclusiva con Clarín, Ramacciotti analizó su paso por el club sin concesiones. "Pese a todo, el balance es positivo. La ilusión siempre fue la misma: alcanzar un puntaje que nos deposite en una copa internacional. No sería imposible lograrlo, pero habrá que ver si seguiremos para intentarlo", anunció.
--Su caso fue raro, porque aun cuando el equipo peleaba el torneo fue muy criticado...
--Sí, es que no había un conocimiento del trabajo de este cuerpo técnico. La gente se encontró con un proyecto nuevo y no tuvo la misma disposición que tuvieron los jugadores y la dirigencia. Había gente que quedó fuera del circuito, se encontró con que en Lanús se habían terminado los privilegios y entonces hubo oposición; pero cuando se conformó el segundo plantel todo vino de mejor manera.
--En algún momento, en medio de tanta turbulencia, ¿pensó en renunciar?
--Nunca. En todos los clubes donde estuve pasé momentos difíciles: Gimnasia, Blooming, Belgrano... Pero siempre supe que todo terminaría bien. Uno no puede pasarse todo un torneo fijándose en qué dice la gente, en conformarla... El que queda fuera del proyecto siempre va a tirar piedras.
--¿Habló con los jugadores sobre su continuidad?
--Antes del partido ante Racing (Lanús perdió 3-2 por la 17ª fecha) les dije que si no sacábamos una cierta cantidad de puntos iba a ser difícil seguir. Es un grupo fenomenal, y quiero destacarlo. El problema fue que nos costó recuperarnos del empate con Almagro, de aquel error arbitral (N de la R: de una mano inexistente que le sancionaron a Carlos Bossio llegó el empate).
--Carlos: ¿sigue o no sigue?
--Se verá en la reunión. Yo sólo le agradezco al plantel y, por mi parte, tengo una decisión casi tomada...
¿Cuál? Ramacciotti nunca lo dijo. Pero se escucha en el viento que corre por el Sur: en Lanús, un ciclo está por terminar.

PUBLICADO EN CLARÍN, DICIEMBRE DE 2004

Nota de noviembre de 2007: Finalmente, Ramacciotti renunció y en su lugar asumió Néstor Gorosito. Tres años después, algunos de los futbolistas que él había llevado al club (Carlos Bossio, Maximiliano Velázquez) y juveniles que llegaron a Primera en su gestión (Diego Valeri) formaron parte del plantel que realizó la mejor campaña en la historia de Lanús.

viernes, 16 de noviembre de 2007

Tigre organizó la fiesta y Los Andes la disfrutó

Nota de noviembre de 2007: Durante la temporada 2004/2005, Tigre ganó 27 partidos, empató 12 y perdió sólo 1, iniciando un camino que lo llevaría a pelear el título en Primera División dos años más tarde. Por eso, el valor de este artículo, el de su única derrota en la Tercera División del fútbol argentino.


El líder de la Primera 'B' pudo definirlo en el primer tiempo, pero falló y su rival fue contundente para darlo vuelta. Ahora lleva sólo un punto de ventaja.

Ganaba 1 a 0, dominaba, sacaba seis puntos de ventaja, veinte mil hinchas deliraban... Tigre tenía todo a favor y a Los Andes al borde del nocaut en el primer tiempo. Pero apareció un tridente --que no era Jonathan-- y cambió el partido.
Explotó Peruscina. Después de sufrir el golazo de Sever --apilada y fuerte remate--, el uno de Los Andes (como ante Temperley) fue clave. En la primera etapa tuvo cuatro tapadas enormes: un anticipo justo sobre Correa, un disparo a quemarropa de Arriola, otra que le sacó con el pecho y un mano a mano con Peralta Cabrera que retuvo con sus piernas. Tigre dominó, y si no liquidó el partido en los 45 iniciales fue por el arquero de Los Andes, de los mejores de la categoría.
Condujo Ruiz Díaz. Luego de un claro penal a su favor no cobrado --mano de Correa-- los de Lomas no se derrumbaron y, empujados por el coraje del volante, presionaron al local. De una falta que le cometieron llegó el empate: tiro libre de Vega que Campestrini no pudo retener y rápido anticipo de Tridente, que puso el 1-1. Silencio en Victoria. Platense ya ganaba su partido y achicaba la diferencia.
Liquidó Brítez Ojeda. El desconcierto le dio envión a Los Andes: Pablo González asistió con clase a Brítez Ojeda, y el mediocampista definió de modo excelso: gambeta al arquero y definición con el arco libre. El segundo golpe fue el definitivo para Tigre, que perdió la cordura. Defendió mal, y Ruiz Díaz casi mete el tercero; y se quedó sin Castaño y Giménez (expulsado dos minutos después de ingresar) para el partido ante Platense, que a esa altura ya goleaba a Temperley.
Los 17 partidos sin derrotas de Tigre ya son historia. "El sábado no podemos fallarnos a nosotros mismos", dijo Gonzalo González. "Sabíamos que lo podíamos dar vuelta", aseguró Maxi Peruscina. Tigre quería, soñaba y podía. Los Andes intentó, lo logró y festejó. Por eso, la fiesta del Matador terminó vestida de rojo y blanco.

Festejan Los Andes y los hinchas que fueron hasta Victoria.

PUBLICADO EN CLARÍN, NOVIEMBRE DE 2004

jueves, 15 de noviembre de 2007

La tarde de los 65 laterales

Nacional 'B': En Gerli, El Porvenir y Ferro empataron 1-1 bajo la lluvia dejando una estadística muy particular. Fue la única ocasión en que se destacó en un medio masivo el número de laterales realizados.

No fue un clásico de barrio, sino un clásico de barro. El 1-1 entre El Porvenir y Ferro fue un típico partido con cancha mojada: friccionado, impreciso y mal jugado. El visitante pudo haber ganado si el árbitro cobraba en el final un claro penal de Martens a Miralles. Pero no lo hizo y el empate alejó a los dos equipos de la punta.
Los errores del árbitro Walter Díaz comenzaron mucho antes: el estado de la cancha era impresentable y el partido no debió haberse jugado. Ese detalle atentó contra la naturalidad del espectáculo, que --en parte por eso-- fue pobrísimo. "Con la cancha así no se podía jugar", graficaría luego Adrián Guillermo. En la primera etapa pasó muy poco. Un cabezazo de Campodónico que Taborda sacó en la línea fue la más clara. En el complemento todo cambió con el 1-0: centro de Galíndez, Grecco la bajó y Campodónico transformó a la pelota en huésped de la red. El Porvenir se adelantó menos por convicción que por necesidad, pero de pronto todo se le facilitó. Lagorio se perdió un gol de cara al arco, fue expulsado Carballo, entró Tosi (le dio fútbol al equipo) y llegó el empate: centro de Tosi, cabezazo en el primer palo y la llegada de Maxi Benítez para poner el 1-1.
Si el partido se había desvirtuado por el estado del campo de juego, el entrevero que terminó con Morquio, Blanco y Ríos expulsados lo transformó en una rareza. Marcos Del Cero --mediocampista-- tuvo que ocupar el arco de Ferro, pero El Porvenir nunca pateó al arco. Los números terminan delatando al partido: 7 amonestados, 4 expulsados, 43 faltas y 65 pelotas enviadas al lateral.
El Porvenir necesitaba ganar pero el empate no le cayó tan mal: suma cinco sin perder y aún debe recibir al puntero Huracán. Ferro se quedó con bronca: pudo ganar, quedó a seis de la punta y comienza a despedirse del título. Aunque las hinchadas tenían sed de fútbol, el agua terminó ahogando las esperanzas.

Morquio, Ayala y Sekagya, pasados por agua

PUBLICADO EN CLARÍN, NOVIEMBRE DE 2004

viernes, 9 de noviembre de 2007

Entrevista a Lisandro López


Racing derrotó 2-0 a Almagro con dos goles de Lisandro. Es el goleador del torneo, pero López no está conforme con su nivel.

La humildad, dicen, es una de las principales virtudes que una persona puede poseer. Lisandro López --además de talento, velocidad y olfato goleador-- la tiene. "Mi nivel no es el mejor. Sé que me están faltando explosión y otras cosas", dijo después de meter dos goles y ser la figura del partido.
No parece forzada la autocrítica. Habla con naturalidad, con sencillez. Y dirige los elogios hacia sus compañeros. "La defensa está muy bien parada", apunta. "Marinelli está siendo muy importante para el equipo", analiza. "En el primer gol lo fui a abrazar a Matute para agradecerle por el pase que me dio", explica. ¿Y vos, Lisandro? "Tengo que mejorar, no estoy jugando bien"...
Su Racing anduvo mal en la primera etapa, y López no le escapa a esa verdad. "El primer tiempo fue muy cortado, pero en el segundo supimos manejar un poco más la pelota, tenerla y cuidarla, que era lo que queríamos". ¿Hubo un cambio de actitud? "No, no. La actitud siempre fue la misma, la diferencia fue que al principio no nos salieron las cosas", aclara.
A los 21 años, este ligerito nacido en Rafael Obligado, y que hace menos de dos años --perseguido por lesiones-- pensó en dejar el fútbol, es consciente de que una transferencia al fútbol europeo ya no es un sueño lejano. Sin embargo, en charla con Clarín, mantiene su mente en el presente . "Los dos goles se los dedico a la gente que está siempre al lado mío, especialmente cuando las cosas no me salen bien".
--Cuanta bronca acumulada en el primer gol, Lisandro...
--Sí, quería sacarme la mufa más allá del nivel que estoy teniendo. ¡Por lo menos que se me abriera el arco! Ahora quiero mejorar mi juego --que no es el mejor-- y que el equipo siga ganando y mejorando, aunque quede poco.
--¿De a poco está empezando a volver el verdadero Lisandro López?
--No, estoy muy lejos de mi nivel y eso se ve en la cancha. Las cosas no me están saliendo como quiero, pero estos goles sirven para tranquilizarme un poco.
--Aun lejos de tu nivel sos el goleador del Apertura...
--Es cierto, pero puedo hacer goles y no estar conforme con mi nivel. No puedo desequilibrar como antes y eso me preocupa.
--¿Ni siquiera hoy te vas conforme con lo que hiciste?
--Me voy conforme con los goles, que fueron lindas definiciones, nada más que con eso.

Lisandro suma 8 goles en el Apertura 2004.


PUBLICADO EN CLARÍN, NOVIEMBRE DE 2004

miércoles, 7 de noviembre de 2007

La maldición de Huracán, parte 2



Huracán 1 Tiro Federal (Rosario) 4. La goleada fue exagerada, pero los rosarinos sacaron provecho de todos los problemas del local y quedaron en el segundo puesto.

Qué suerte para la desgracia, Huracán. Es cierto: ayudan los nervios, la desconcentración, los problemas económicos. Pero el Globo cumple con exageración la Ley de Murphy: si algo le puede salir mal, le sale pésimo. Tiro Federal lo aprovechó y los 58 hinchas que lo siguieron se llevaron un triunfo histórico para Rosario.
Nada pasó en el partido hasta que se abrió el marcador. Romano bajó como pudo un centro exigido de Javier García y dejó de cara al arco a Iuvalé, que con un tiro bajo y preciso puso el 1-0. Huracán buscó el empate: probó Goltz desde lejos y guapeó Mariano Juan proyectándose en ataque, pero no. De pronto, desbordó Yacuzzi y tiró un centro bajo que cortó fácilmente Andújar... pero al arquero se le escapó la pelota y Romano la tocó al gol: 2-0. Enseguida, Juan --el mejor de los locales hasta ese momento-- salió lesionado. ¿Qué más le podía pasar al Globo?
Huracán comenzó el complemento con mucha decisión y con Mauro Milano --un jugador con enorme futuro-- encendido. Al minuto, realizó una fantástica jugada en la que dejó tres hombres en su camino y asistió a Nico Hernández, que descontó.
Siguieron los locales con una actitud sumamente ofensiva. Apurados, sí, pero con mucho entusiasmo. Tiro Federal no había generado peligro desde su segundo gol... Hasta que Ramírez recibió la pelota de espaldas --sobre la línea del área grande-- y Demaría le cometió un innecesario penal. El propio Ramírez lo convirtió, anotando su noveno gol en el torneo.
A partir de ese momento, Huracán perdió el control del partido. Atacó, pero con desesperación y desorden. Tiro Federal llegó al cuarto --pase de Yacuzzi, gol de Saad-- y selló la goleada. Una goleada mentirosa, que llenó de impotencia a Huracán. "No existió tanta diferencia entre los dos equipos --explicó Diego Romano--. Ellos atacaron mucho en el segundo tiempo, pero se descuidaron y lo liquidamos". Los rosarinos, con cuatro encuentros sin derrotas, observan ajenos el estigma de Huracán: si algo le puede salir mal, le sale pésimo.

Yacuzzi y Romano festejan. Huracán sufre.


Tres meses sin cobrar
"Influye, claro que influye". Las palabras de Omar Labruna confirmaron lo obvio: el desorden institucional que vive Huracán termina afectando a la parte deportiva.
El plantel acumula tres meses sin cobrar los sueldos y está molesto. Durante la semana, habían explicado en un comunicado que no tomarían medidas y seguirían "defendiendo la camiseta". Lo hicieron, sí, pero el rendimiento no fue bueno, y parte de sus hinchas los despidieron con silbidos. No es todo: a las lesiones de Cobelli y Villavicencio, ayer se sumó la de Mariano Juan. Tres jugadores titulares, tres jugadores clave. "No jugamos bien, nos desesperamos", reconoció Labruna. Ante Tiro Federal, el Globo sufrió la segunda goleada en cinco partidos. Antes, había caído 4-0 con Defensa y Justicia. La realidad golpea y golpea, pero su entrenador trata de ser optimista: "Es un torneo muy duro y aún falta mucho. Este partido lo tomo con una producción falsa del equipo".

PUBLICADO EN CLARÍN, OCTUBRE DE 2004

lunes, 5 de noviembre de 2007

Bergessio, de otra categoría


Platense vapuleó 4-1 a Laferrere y es puntero

Pegó primero y pegó último. Pegó en todo momento. Con un rendimiento colectivo altísimo, Platense se subió a la punta (al menos por un día) y le tiró la responsabilidad encima a Tigre, que si no gana esta tarde se quedará sin liderazgo.
La solidez de Platense empieza por su entrenador. Fernando Quiroz no es mago, trabaja. En la temporada pasada agarró a Huracán cuando peleaba el descenso en la B Nacional y lo mantuvo 17 fechas invicto. Hace tres meses comenzó a dirigir al Calamar, que venía de una pobre temporada; en 11 encuentros, aún no perdió. ¿Por qué? Porque su equipo es sólido y solidario. Porque sabe a qué juega. Y porque tiene a un Martín Madrid enchufado, incansable. Y despierto: recién empezaba el partido cuando recuperó la pelota, hizo una pared con Bergessio y definió. El arquero tapó, pero Madrid puso de rebote el 1-0.
"Entramos muy desconcentrados", reconoció luego el técnico de Laferrere. Vaya si tenía razón. A los 6, Rozich perdió la pelota en la salida, Lovera la metió en el área, el resto de los defensores se hizo un nudo y Gonzalo Bergessio la punteó al gol. Ésa es otra de las claves de Platense: Bergessio --a los 20 años-- ya es un jugador de otra categoría. Peligroso, indomable. Tras otro error defensivo del rival, recibió la habilitación de Lucho González y, entrando por el medio, la tocó y clavó el 3-0. El primer tiempo de Platense fue a todo lujo.
El complemento estuvo casi de más, pero sirvió para redondear un partido entretenido, con 14 posibilidades de gol. Descontó Laferrere (remate bajo de Bogado) y cerró la cuenta el Negro Banegas tras un rebote en el palo.
"Habíamos jugado bien en varios partidos, pero esta vez tuvimos la contundencia que nos faltaba", graficó Madrid. Platense demostró que lo suyo no es una simple racha, es un conjunto de buenos jugadores con convicción, muchas ganas de lograr el ascenso y un técnico ganador. Sí, sí, es el equipo de Teté...

Martín Madrid hizo el primer gol de Platense.

PUBLICADO EN CLARÍN, OCTUBRE DE 2004

jueves, 1 de noviembre de 2007

La maldición de Huracán, parte 1


HURACÁN, EN CAÍDA LIBRE
Perdió 4-0 ante Defensa, pero el resultado fue muy exagerado

La maldición que persigue a Huracán parece no tener fin. Descensos, derrotas, problemas económicos... Ayer sumó una nueva página al libro de sus dolencias, en la que Defensa y Justicia se colocó la capucha negra y actuó de verdugo.
Cuando el partido amanecía, Cristian Saboredo clavó un bonito tiro libre de zurda, a la izquierda del debutante Cabral. El visitante se ponía 1-0 antes de que el Globo se acomodara. ¿Ésa fue su maldición? No, la historia recién comenzaba. A los 8, Milano hizo un jugadón y salvó Vallejos en la línea; a los 16, remató Cobelli y tapó el arquero; a los 23, disparó Milano a quemarropa y otra vez atajó Kadijevic; a los 24, tacazo de Cobelli que le rebotó al uno... Huracán atacó con prolijidad e ímpetu, mereció empatar y hasta ganar, su rival no le generó peligro. Sin embargo, se fue derrotado al entretiempo.
Cuando el segundo tiempo amanecía, Saboredo clavó un bonito tiro libre de zurda, a la izquierda de Cabral. No hay un error de edición: la maldición de Huracán incluye sufrir dos goles de modo idéntico. 2-0 y otro puñetazo a sus aspiraciones. Otro detalle: Saboredo pasó por el club. "Fue una tarde soñada, por mis goles y el triunfo", dijo luego. Ya era suficiente sufrimiento, pero no terminó. No sólo Kadijevic siguió rechazando todo lo que pasaba cerca, sino que Klusener anticipó un centro y anotó el tercero. Nico Hernández no pudo descontar, y enseguida Saccone aprovechó un rebote dado por Cabral y gritó el cuarto. "Tuvimos una cuota de suerte, es cierto", reconoció Jorge Ginarte, entrenador de Defensa y Justicia.
La explicación de Omar Labruna refiriéndose a que el torneo recién empieza no alcanza para aliviar las penas de Huracán. Penas por una maldición que se refleja en las palabras de Kadijevic, que ayer fue figura y también pasó por el Globo: "Los cuatro goles de diferencia no existieron. Y hubo tiros que ni siquiera atajé: me rebotaron". La que no está maldita es su gente: cantó y despidió al equipo con una lluvia de aplausos. Ya vendrán tiempos mejores...

PUBLICADO EN CLARÍN, SEPTIEMBRE DE 2004

viernes, 26 de octubre de 2007

Volver, con la frente en alto

Cuando en 2001, después de sólo una temporada en Primera, Almagro perdió la categoría que le había costado 62 años alcanzar, pocos imaginaban un retorno tan rápido. Sin embargo, tres años después, Almagro vuelve a ser de Primera.
Barrio tanguero y club en el que se inició, entre otros, Osvaldo 'Chiche' Sosa, Almagro contó en su historia con el ex presidente Arturo Frondizi y el ex titular de la AFA, Raúl Colombo, como hinchas emblemáticos. Una historia que comenzó el 6 de enero de 1911, cuando tres clubes se fusionaron y fundaron Almagro, como homenaje al barrio al que pertenecían. Sin embargo, meses después, el club se disolvió. La segunda fundación, propulsada por entusiastas jóvenes de la zona, sucedió en 1912. Cinco años más tarde debutó oficialmente en la segunda división del fútbol argentino. Fue obligado a cambiar su nombre al fusionarse con el club Columbia, y pasó a llamarse Sportivo Almagro, hasta que en 1925 recuperó su nombre original: Club Almagro.
En 1937, fue el primer club que consiguió el ascenso a Primera División. Logró resultados históricos —derrotó 4 a 3 a Boca— pero igualmente descendió un año después y comenzó su peregrinaje por otras categorías del fútbol. Fue campeón de la vieja Primera 'B' en 1968, pero ese año no hubo ascenso. Estuvo cerca de subir a Primera en la temporada 87/88, bajo la dirección técnica del recordado Juan Carlos Carotti; y vivió su anterior momento de gloria cuando retornó a la máxima categoría en 2000, al derrotar a Instituto de Córdoba en la Promoción. Los resultados logrados —incluyendo triunfos sobre Boca y Racing— y el 10º puesto del Torneo Clausura no le alcanzaron para evitar el descenso.
Ayer, nuevamente, trepó a lo más alto. La historia, que le jugaba en contra, esta vez le sonríe. Porque Almagro está construyendo la historia. Y porque Almagro, otra vez, es de Primera.

PUBLICADO EN CLARÍN, JUNIO DE 2004

miércoles, 24 de octubre de 2007

Sportivo Barracas gritó campeón

Superó a Fénix 4 a 3 con un gol de oro y ascendió a la C

Un pasado glorioso. En la década de 1920, Sportivo Barracas fue uno de los equipos más populares del fútbol argentino. La fidelidad por el amateurismo, por jugar al fútbol como un fin y no como un medio, lo alejó de las luces y del poder que ofrecía el profesionalismo. Ochenta años después, ahora bajo el nombre de Barracas Bolívar, vuelve a sentir la gloria en sus manos. La denominación es lo de menos. Barracas es campeón.
Un presente feliz. “Es el final de la película que siempre soñé –decía emocionado Enrique Sacco, gerenciador del club–. Debemos tener los pies sobre la tierra, pero la alegría es enorme. Este es un triunfo de toda la ciudad de Bolívar". Hace sólo un año que el periodista, convertido en empresario, tomó las riendas de la institución, y los resultados llegaron más rápido de lo esperado.
La final fue un canto a la intensidad. Barracas, con oportunismo y contundencia, hizo la diferencia, pero no debe pasarse por alto que su rival jugó mejor. Porque Fénix fue más en el primer tiempo y terminó perdiéndolo 2 a 0: Norberto Figueroa gritó el primero luego de que le bajaran de cabeza un centro pasado y Guillermo Almada Flores, tras un enganche y una definición llena de clase, aumentó la diferencia.
Esa desventaja no le pesó a un audaz y envalentonado Fénix, que jugó un gran segundo tiempo. Descontó rápido, pero sufrió un golpazo cuando Figueroa –otra vez él– encontró una pelota perdida y fusiló a Ratica. Ni aún así se rindió. Encerró a Barracas contra su arco y con dos arremetidas de Tartaglia llegó al justísimo empate, que lo dejaba al borde de la hazaña. En el momento crucial, volvió a aparecer el inclaudicable y eficaz Figueroa: enganche, definición precisa – y preciosa– y gol de oro. Y ascenso conseguido. "El corazón que tiene este equipo no lo tiene nadie. Es un grupo bárbaro y muy unido", diría luego Figueroa, goleador del torneo con 16 tantos.
Un futuro alentador. La fiesta del campeón empezó en Los Polvorines, siguió en Bolívar y ya tiene fijada su próxima escala: la Primera C.


PUBLICADO EN CLARÍN, JUNIO DE 2004

martes, 23 de octubre de 2007

Buenos Aires para el tenis

“¡Cómo está Coria! ¡Qué paliza!”, se escuchó en un bar de Barrio Norte. Se jugaba el primer set y, allí, sólo quince personas seguían el partido. Sin embargo, ese desinterés contrastó con los cientos de miles que se prendieron con la gran final en sus casas, o con las decenas que colmaron los clubes de tenis donde practican habitualmente. Resultó curioso observar reuniones frente a un televisor para ver ¿fútbol? No, tenis. La definición entre compatriotas despertó más simpatía que controversia.
“Miro el partido porque son argentinos, pero no entiendo nada de tenis”, se sinceraba Carlos (53 años) en un bar ubicado en La Pampa y Triunvirato. En ese lugar, algunos alentaban a Coria, otros se inclinaban por Gaudio y no faltaban quienes querían “que ganen los dos”.
Tampoco faltaron los dardos de los expertos dirigidos hacia los protagonistas. “Si Coria empieza a perder, se va a hacer el acalambrado”, vociferaba, en un bar de Almagro, José Luis (35), quien minutos después reconocería que nunca lo había visto jugar. En cambio, con tono soberbio, Carlos (54) decretaba durante el tercer set que el partido estaba liquidado: “Gaudio no lo puede ganar nunca”.
El interés en las calles porteñas creció al momento de la definición. Los bares de San Telmo, por caso, se llenaron. Decenas de personas que espiaban a través de los vidrios ingresaron buscando un lugarcito para compartir un momento histórico, mientras alguno rememoraba que en su época “si te veían con una raqueta te gritaban maricón”.
Cuando el triunfo de Gaudio se confirmó, Benjamín –que había alentado a Coria en todo momento– no se lamentó demasiado: “Guille merecía el título, pero igual me voy contento porque ganó uno de los nuestros”. Buenos Aires, invadida por el tenis, disfrutó de un éxito argentino.

Artículo referido a la final de Roland Garros 2004. Gastón Gaudio derrotó a Guillermo Coria por 0-6, 3-6, 6-4, 6-1 y 8-6.

PUBLICADO EN CLARÍN, JUNIO DE 2004

domingo, 21 de octubre de 2007

El día que Defensores de Glew ganó

"¡La hora, juez!", se escuchó desde la tribuna visitante a tres minutos del final. Defensores de Glew perdía 121 a 0 contra DAOM y los treinta hinchas que lo siguieron hasta Flores sólo querían que el partido terminara. "El único objetivo es que no se nos lesionen jugadores. No podemos jugar de igual a igual. Primero, porque DAOM es duro. Y segundo, porque nos van a romper todos los huesos", comentaba Osvaldo Di Mare, dirigente y ex presidente del club. Glew sumaba así su 47° derrota consecutiva en la última división del Torneo de la URBA (Unión de Rugby de Buenos Aires) desde su debut en marzo de 2002.
El club tiene una pequeña historia dentro del rugby. "Jugamos nueve años en los torneos de la Cuenca del Salado –cuenta Di Mare–. Después hubo problemas, tuvimos que dejar y armamos la estructura nueva hace cinco temporadas. La mayoría de los jugadores aprendieron a jugar hace apenas tres... Estos chicos son los que ponen la cara, los que se van a comer cien puntos por partido hasta que nuestro proyecto en infantiles dé sus frutos". Las deficiencias que el club tiene en cuanto al rugby no existen en el aspecto organizativo: "Cuando los rivales vienen a Glew no pueden creer las instalaciones que tenemos", comenta Di Mare.
Dos semanas después de esa derrota, el 27 de septiembre, el equipo recibía a Campana y una tormenta amenazaba a los 150 hinchas locales. A los 29 minutos, Glew se puso en ventaja con un try. Desde el público se escuchó un trueno que clamaba: "¡Hoy es San Glew!". Los locales se iban al entretiempo 10-5 y su gente fluctuaba entre la incredulidad y el entusiasmo. "Están jugando con muchas ganas –decía Alejandro Cáceres, ex jugador de Los Cedros que se entrena junto al plantel–. Ojalá hoy se nos dé". Bajo la lluvia, los periodistas de La Final, único medio gráfico presente, se sentían en las puertas de un hecho histórico para Glew. La alegría de los apenas 70 espectadores que no habían huido por el clima era desbordante. Pero siempre hay un pero: a un minuto del final, Campana apoya un try que iguala el partido. "¡No puede ser!", se escucha ahora. Chance de los visitantes para pasar al frente. Patada que no entra entre los palos. Alivio.
El local reacciona y se lleva por delante a su rival. Corre el tiempo adicionado y hay penal para Glew. Silencio. Estupor. La lluvia se mezcla con el sudor. Patada. Una patada que lleva consigo toneladas de ilusión. Adentro. ¡Adentro! El partido finaliza y es la primera victoria de Glew. Es el premio a tres años de esfuerzo y dedicación de un grupo de jugadores y dirigentes que soñaron con insertar a su club en el mundo del rugby. "Nunca me voy a olvidar de este día –cuenta Damián Vilar, autor del try del equipo–. Creí que habíamos perdido, pero cuando vi a todos llorando, entrando a la cancha, caí". No eran los All Blacks, tampoco Los Pumas. Pero, festejando bajo la lluvia, lo parecían. Defensores de Glew, el convidado de piedra del rugby, se comía la mejor parte. La más dulce. No es un día más: es el día de San Glew.


PUBLICADA EN ‘LA FINAL’, OCTUBRE DE 2003

miércoles, 17 de octubre de 2007

Malditos blogs

Empezar un blog es aburrido. No para quien lo empieza, sino para quienes leen ese comienzo. Chocan las aspiraciones de inmensidad del creador y las ansias de dinamismo del lector. Nadie quiere detenerse a escuchar sobre las mascotas, el pasado o el tamaño de la llave del tipo que escribe. 

“Decime lo que me querés decir, decime lo que me tenés que decir y sigo con mis cosas”, podría ser el pedido unificado de los recorredores de Internet. Si a veces no nos detenemos a escuchar a los que amamos, ¿para qué perder tiempo con un desconocido?

Confieso cierta aversión por la tecnología, por la superpoblación de letras-y-fotitos-y-videos-y-toooodo que invade cada uno de mis días. Todo hay que saberlo ya, todo hay que tenerlo ya, todo hay que contarlo ya, todo hay que contárselo a todos, incluso si nadie está interesado. 

¿Qué diferencia tiene este blog con todos los demás, entonces? Respuesta: ninguna. Gulp. Y encima habla de deportes.

Claro, deportes, eso nos gusta a todos, ¿no? Es fácil: te sentás frente al televisor, elegís a alguien y deseás que triunfe. No sería una mala definición, para nada. No sería mala si no tuviera en cuenta que no se parece en nada a eso.

La necesidad de identificarse con alguien, el deseo de vivir por un momento la vida de otro tiene que ver con un terreno psicológico más complejo. La elección de nuestro preferido nunca es azarosa: o el más débil, o esos colores, o la actitud, o esa mirada… 

Cargamos nuestro pasado, nuestros prejuicios, nuestras ideas. Nuestra elección, nuestros motivos para elegir, nuestra manera de hacer pública esa elección: todo habla de nosotros. 

¿Sucede lo mismo con la política, el modo de vestir, los gustos artísticos, la manera en que comemos un helado, el recuerdo que guardamos de un viejo desamor? Sí, por supuesto. Pero acá, lo siento, hablaremos de deportes. 

Los deportes serán la excusa para regar ideas políticas, para observar un modo de vestir, para gritar gustos artísticos, para elegir sabores de helado y para recordar el día en que teatralizamos una canción para enamorar a alguien. Todos tenemos una excusa: el deporte es la mía. Es la única manera de clamar, como dice Alejandro Dolina, que tanto en el deporte como en la vida prefiero la derrota con amigos a la victoria con los indeseables.