miércoles, 26 de diciembre de 2007

Chacarita, cerca de la salvación


Primera 'B' Nacional: Chacarita se aprovechó de Chicago y no se rinde. Consiguió un triunfo muy importante para engrosar su debilitado promedio.

Se incendiaba. El fuego avanzaba simétricamente con el tiempo. Chacarita no jugaba un partido, se jugaba la permanencia. Hasta que, a diez minutos de perder dos puntos más que relevantes, aparecieron sus bomberos voluntarios: Víctor Figueroa recibió de Ezequiel Garré, se sacó dos marcadores de encima y habilitó a Darío Fernández. Él, el mejor del partido, definió con toque suave ante la salida del arquero. Para Chacarita, ese gol significó tres puntos. Para Chacarita no fue sólo un triunfo: fue mucho más.
¿Le servía el empate a alguno de los dos? Definitivamente no. Por eso, el primer tiempo fue dinámico, más allá de que en ningún momento se jugó bien. Chacarita fue más ambicioso, pero se repitió en pelotazos frontales. Chicago pareció más tranquilo, como si la presión rival aliviase la propia. Los de Clausen sólo llegaron por arriba, con cabezazos que resolvió Daniel Islas; los de Mataderos hicieron poquito, y la que tuvo Nico Guevara terminó en las manos de Coldeira.
Chacarita repitió errores en el complemento. El clima se caldeaba y un grupo de plateístas verborrágicos, entre insultos a Néstor Clausen y a Luis Cerutti (¡recién ingresaba!), intercalaba pedidos por Víctor Figueroa. Pese a que los modales no eran los mejores, razón no les faltaba, al menos esta vez. Porque el habilidoso volante ayudó a cambiar un partido destinado al cero. Después de su jugada personal y del gol de Fernández, quedó poco tiempo. Pero suficiente para Chacarita, que se dio cuenta de que jugar la pelota al piso era el camino. Entonces encaró Fernando Navas, hizo una linda pared con Esteban Herrera, tiró el centro atrás y Cerutti (sí, Cerutti) estuvo en el lugar justo para empujarla a la red: partido liquidadísimo.
"Necesitábamos ganar para jugar la Promoción por el ascenso, pero perdimos por errores nuestros", fue la autocrítica de Víctor Soto. Chicago sufrió otro golpe, uno más después de la clausura de su estadio por lo que resta de la temporada y de la derrota ante Juventud Antoniana. Pelear el ascenso es cada vez más difícil.
"Ganamos el clásico con mucho esfuerzo. Por mi parte, me sentí bien: mis compañeros me buscaron mucho", comentó Darío Fernández. Chacarita sumó 7 puntos en 3 partidos y se le empieza a despejar un horizonte que a mitad de temporada estaba negro, negro... Sabe que cada partido definirá una porción de su futuro. Y, si cuando juega poco como ayer, lo gana por insistencia, coraje y retazos de habilidad, puede salvarse.
Garré se acerca al autor del segundo gol, Luis Cerutti.

Qué se dijo
Sergio Batista: "Yo creo en el plantel y, mientras matemáticamente tengamos chances, no me voy. A mí me van a tener que sacar muerto de acá".

PUBLICADO EN CLARÍN, ABRIL DE 2005

viernes, 21 de diciembre de 2007

Todos con Burruchaga

Desde Marangoni a Rambert, pasando por Goyén y Clausen. Los históricos de Independiente quieren al técnico que eligió Comparada y afirman que puede cambiar su estilo.


La elección de Julio Comparada como presidente de Independiente parece traer aires de cambio en el club. El flamante comandante anunció que el principal objetivo en lo deportivo será conseguir que Jorge Burruchaga, actualmente en Arsenal, se ponga el buzo de director técnico rojo.
Pese a que el estilo de juego que utiliza en Arsenal (un esquema con el que ha conseguido muchos empates) no es el ideal para la historia de Independiente, referentes del club han defendido la posibilidad de que Burruchaga asuma rápidamente.
"Le dio a Arsenal lo que necesitaba --explica Claudio Marangoni, el habilidoso volante que deslumbró en los '80--. Sin perder la solidez que caracteriza a sus equipos, deberá arriesgar un poco más. Eso sí: Comparada debería generar un gobierno de unidad. Mi deseo es que todos puedan volver a disfrutar del Independiente que disfruté yo".
Carlos Goyén, recordado por su valentía a la hora de cubrir el arco rojo, también elogió a Burru. "Podrá adaptarse al estilo de Independiente. Si cuando jugaba, Jorge predicaba el jogo bonito...", remarcó. Y se quejó de la política de los últimos años: "Desde que estuvo Ruggeri hasta la actualidad, el manejo con los técnicos ha sido lamentable".
Pese a que su actualidad como DT de Chacarita lo tiene ocupado, Néstor Clausen también habló con Clarín. "Burruchaga dirige en Arsenal según los jugadores que tiene. Un técnico puede ser ofensivo si tiene el plantel para serlo. Si no, es difícil", advirtió.
Autor de un gol inolvidable ante Gimnasia en el título del Clausura 1994, la voz de Guillermo 'Luli' Ríos es un sonido autorizado para hablar de la actualidad roja. "Respeto a Burruchaga, pero hay que ver si no lo confirman a Santoro, quien trabaja bien. No hay que despreciarlo, pero si no se queda, Jorge es ideal".
Campeón de la Libertadores 1972 como DT del Rojo, Pedro Dellacha es un caso atípico: mito viviente de Racing; y muy respetado en Independiente. "Me encantaría ser yo el nuevo técnico --se postula con entusiasmo--. Pero si le toca a Burruchaga, creo que el estilo que tiene en Arsenal le servirá: el ímpetu que genera en sus jugadores influye mucho en los resultados". Para Gerardo Meijide, "Burruchaga es ideal para el club. Pero en el Rojo deberá proponer un fútbol más ofensivo". Sebastián Rambert (trabaja en Arsenal), en tanto, se abstiene de opinar: "Estoy cerca de Jorge, no puedo hablar de él. Lo que interesa es que Independiente salga de esta situación". Esa última frase sintetiza la realidad: Independiente necesita resultados, alegrías. Y, para sus emblemas, Jorge Burruchaga es el hombre indicado para dárselas.


Qué se dijo
Claudio Marangoni:
"Jorge es un hijo del club y creo que va a adecuar su libreto de acuerdo a los jugadores que tenga".
Carlos Goyén: "Es una persona identificada con el club y forma parte de una nueva camada de buenos técnicos".
Néstor Clausen: "En Independiente, si tiene un buen plantel, no tengo dudas de que Burruchaga puede pelear el título".


PUBLICADO EN CLARÍN, ABRIL DE 2005

jueves, 20 de diciembre de 2007

Violencia en el fútbol

Torneo Clausura 2005, Independiente 2 Rosario Central 0. Avellaneda fue testigo del caos. El partido estuvo nueve minutos suspendido.

Demasiado acostumbrado está el fútbol. Demasiado acostumbrada está la Argentina a convivir con la violencia. Por eso pareció una imagen repetida de tantas tardes, de tantos partidos el hecho de que, a cinco minutos del final, los hinchas de ambos equipos mantuvieran un duelo de piedrazos. Cuán equivocado es vivir un peligro tan grande como algo natural...
Existía la ilusión de que todo terminase en paz. Porque, antes de los incidentes, no hubo más que un duelo de cantos. Desde el simpático "El Rey de Copas no llena la popular" de los de Central, hasta el desagradable "los gatos no se comen" de los de Independiente. Pero sólo cantos. Sin embargo, cuando Nicolás Frutos marcó el segundo gol, el que liquidó el partido, a algunos canallas (en uno y otro sentido) se les acabó la paciencia. Arrojaron --desde su tribuna popular-- numerosos proyectiles hacia el sector de plateas de los locales. Esos proyectiles que nunca se sabe cómo aparecen, pero que siempre están... Se escucharon estruendos de balas de goma. El árbitro Juan Pablo Pompei detuvo el juego.
Los del Rojo, en lugar de hacerse a un lado y disfrutar de un triunfo que esperaron mucho tiempo, respondieron devolviendo las piedras y objetos varios. Pero los plateístas no alcanzaban para extender el caos, entonces, misteriosamente, la reja que separa a ese sector de la popular cedió. Y todos los violentos corrieron al encuentro de los incidentes, el terreno donde más cómodos se sienten.
Durante más de nueve minutos fue una competencia de piedra al blanco. Los jugadores, los verdaderos hinchas, los fotógrafos, todos se quedaron mirando el lamentable espectáculo. Hasta que la Policía --tarde-- actuó. Alcanzaron apenas diez agentes para alejar a la gente de Independiente y terminar con los incidentes. Si bien debió intervenir antes, es facilista culpar a la Policía. Los que tiraron las piedras fueron otros, siempre los mismos, y quienes muchas veces son bancados por los propios dirigentes. Y el partido siguió...
¿Detenidos? Ninguno. La Comisaría 1ª de Avellaneda informó que hubo sólo siete demorados, en los alrededores del estadio, por averigüación de antecedentes. Todos quedaron libres horas después. El choque de hinchadas no provocó detenciones, pero sí un herido: un policía recibió un proyectil en el pómulo, debió ser atendido por personal médico y anoche se recuperaba en su casa. Demasiado acostumbrado está el fútbol a ver una, y otra, y otra vez lo mismo: violencia.

PUBLICADO EN CLARÍN, ABRIL DE 2005

viernes, 14 de diciembre de 2007

Por un día fue Huracán de 'San Juan'

Primera 'B' Nacional: el Globo derrotó 1-0 a Belgrano con un golazo de Mariano Juan.


Los dos fueron campeones mundiales, uno con la Selección Sub 20 y el otro con Vélez. Los dos son quemeros de alma. Y, ayer, los dos le dieron a Huracán un triunfo sufrido, pero relevante para sus ilusiones. Mariano Juan y Roberto Pompei fueron figuras en la victoria y responsables del gol ante un Belgrano que pudo haber empatado, pero que se quedó con nada.
Juan fue el motor del local en un inicio interesante, armónico, sin los nervios que son habituales cuando se juega en el Tomás A. Ducó. Quitó, corrió y jugó, pero ni Sebastián Cobelli ni Jorge Bontemps pudieron transformar sus definiciones en gol. El problema de Huracán es su defensa: con Juan de volante y Matías Villavicencio lesionado, no funcionó. El sector débil fue la derecha, pues Darío Marra y Paolo Goltz estuvieron inseguros. Belgrano casi aprovecha ese desconcierto, pero el remate de Leo Torres terminó en manos de Pablo Andújar.
La interminable clase de Pompei apareció en el segundo tiempo, cuando le dio un preciso pase gol a Juan. ¿Nervios para definir? Nada de eso. La mató con el pecho y, de aire, sacó una volea cruzada que destrozó las posibilidades de Palos. 1-0 y ovación para el insólito goleador: fue el primer tanto de Juan en Huracán (no gritaba desde el 15/4/01, para Getafe, ante Sporting Gijón, en la Segunda División de España).
Huracán intentó mantener la posesión de la pelota y lo consiguió hasta los 25 minutos. Los últimos 20 fueron de ataque por ataque. En tiempo de descuento, con el Globo defendiendo con mucha gente y mal, Matías Porcari pudo empatar, pero remató débil y Andújar se quedó con la victoria.
"Estamos con bronca. Tuvimos situaciones y merecimos un punto", explicó Fernando Gatti. "Todo lo que hago por Huracán es de corazón. Que la gente coree mi nombre vale más que cualquier dinero en otro club", se emocionó Juan. Y Pompei fue más allá: "La salvación institucional pasa por lograr el ascenso".
Belgrano sigue con su irregularidad, pero al menos dejó la sensación de que puede mejorar mucho su 11ª ubicación. Los 13 puntos en 6 fechas envalentonan a Huracán después de tantas tristezas. Es verdad: ascender es todavía un sueño, algo complicado. Pero si ayer ganó con gol de Mariano Juan, todo puede ser...

Juan grita su gol. No convertía desde 2001, en España.

PUBLICADO EN CLARÍN, ABRIL DE 2005

Nota de diciembre de 2007: Finalmente, Belgrano terminó el Torneo Clausura 2005 en el 5º lugar. Huracán estuvo cerca de llegar a Primera División, pero perdió la final por el segundo ascenso ante Gimnasia (Jujuy) y la Promoción ante Instituto (Córdoba). Consiguió el ascenso dos años después, en la temporada 2006/2007.

viernes, 7 de diciembre de 2007

La batalla de Mataderos

Primera 'B' Nacional. El partido entre Nueva Chicago y Huracán se suspendió por incidentes. Faltaban tres minutos y el equipo local perdía 2-0. Sus hinchas quisieron ir a buscar a los de Huracán. Chocaron con la policía. Hubo 16 detenidos y 6 efectivos heridos.


¿Por qué una banda de intolerantes puede suspender un partido al que asisten 12 mil personas y 170 policías? ¿Por qué empiezan a agredir una docena de personas, pero muchos se entusiasman y se suman a la violencia? ¿Por qué se sigue vanagloriando el aguante de la barra si esos tipos explotan a los clubes y matan sin distinción de camisetas? Ayer, en Nueva Chicago-Huracán, las preguntas volvieron a quedar sin respuesta.
Se jugaba el final del segundo tiempo cuando todo empezó. Chicago perdía 2-0 y algunos hinchas comenzaron a retirarse. ¿Tristeza? Nada de eso. Los locales debían esperar veinte minutos al finalizar el partido para retirarse, mientras que los visitantes se irían de inmediato. Entonces, los de Chicago salieron antes para esperar a los de Huracán y molerse a palos.
Sin embargo, algunos desaforados que se quedaron en una de las dos populares locales no pudieron esperar. Destruyeron los límites de su tribuna y tomaron la que estaba vacía, la que separaba una parcialidad de la otra. No había más de diez policías allí que, ante el avance de unos 50 hinchas, poco pudieron hacer: fueron apedreados y respondieron tirando piedras. Raúl Bertinotti decidió suspender el partido, cuando quedaban tres minutos para el final del descuento. Entonces se sumaron más violentos, superaron a la policía en número y en ferocidad, y quedaron a metros de los de Huracán: podría haber sido una masacre.
La policía, superada, arrojó gases lacrimógenos. Tantos, que invadieron un estadio en el que no se podía respirar sin llorar, sin sentir ardor en la garganta. Los de Chicago se replegaron. Los de Huracán se fueron. Todo parecía calmarse, pero no: la policía tampoco pudo mantener a los locales durante veinte minutos en las tribunas. Apenas cinco o seis después que los de Huracán, los de Chicago (ya en una y otra de las dos populares que ocuparon) salieron a las calles como una jauría rabiosa: algunos para perseguir a los de Huracán; otros para destrozar patrulleros, autos... lo que sea. Cuando la policía se organizó para detenerlos, todos se escaparon.
El comisario Carlos Cheroni, a cargo del operativo, notificó que hubo seis policías heridos, dos patrulleros destrozados y "al menos 15 detenidos". Las sanciones están por verse. Los detenidos quizá duren pocas horas en la comisaría. Y hay cientos aún sueltos, listos para volver a demostrar su estupidez. Otra pregunta surge: ¿cuando terminará esto?



Huracán fue contundente y volvió a la senda del triunfo
Se impuso 2-0 a Nueva Chicago en un pobre partido


Antes de la batalla hubo un partido, áspero y mal jugado, en el que Huracán tuvo la cualidad que le faltó durante toda la temporada: contundencia. Chicago, tras el gran triunfo en Mendoza, dejó una imagen opaca, decepcionante.
El juego fue cortado: hubo 49 faltas, que más los 12 offsides, las 6 veces que ingresó el carrito médico y los 314 segundos que tardaron en cambiar un banderín que se había roto hicieron al encuentro difícil de soportar. Huracán hizo la diferencia cuando aparecieron Mariano Juan y Alejandro Alonso. En el primer tiempo, tuvieron una chance cada uno, pero Daniel Islas y la imprecisión de Alonso evitaron el gol. En el segundo, Juan le robó la pelota a Alejandro Castro y asistió a Daniel Osvaldo, quien la metió en el ángulo: 1-0 y primer gol en su carrera. Luego, Cellay la empezó y Alonso encaró hacia el área y definió: 2-0 y partido liquidadísimo. Porque Chicago, aún con un hombre más, no fue superior, y desaprovechó las poquitas posibilidades que tuvo. "Era una final para nosotros, pero faltó actitud", dijo Sergio Batista. El otro DT, Néstor Apuzzo, debutó con triunfo, aunque volvería a las Inferiores. Antes de la batalla hubo un partido, sí. Y ahí, en la cancha, Huracán volvió a sonreír.

PUBLICADO EN CLARÍN, MARZO DE 2005

Nota de diciembre de 2007: Pablo Daniel Osvaldo, quien en ese partido ante Nueva Chicago anotó su primer gol, fue transferido al Atalanta de Italia en 2006. Luego jugó en Lecce y actualmente en Fiorentina, donde anotó 3 goles en sus primeros 6 juegos.

jueves, 6 de diciembre de 2007

Lanús cambia, gana y crece

La entrada de Biglieri le dio velocidad y desborde. Graf apareció justo a tiempo. Ahora, el equipo de Gorosito aspira a entrar a las Copas, como sus vecinos del Sur.


Cambió la mentalidad. Las excelentes campañas que depositaron a sus vecinos, Banfield y Quilmes, en la Libertadores, obligaron a Lanús a modificar objetivos en esta temporada: basta de irrelevancia. Crecieron las metas y tanto con Ramacciotti, antes, como con Gorosito, ahora, el equipo apunta a más. El justo triunfo ante Huracán de Tres Arroyos lo acerca al objetivo: las copas internacionales.
Mientras el Granate demostró que no está para pelear el descenso, el visitante hizo justo lo contrario: regaló demasiado en un partido tan vital como cualquier otro para seguir en Primera. Regaló, por caso, el primer gol: un tibio remate de Óbolo que se le escurrió entre las piernas a Pardal. El delantero gritó tras 19 fechas: su último tanto había sido ante el mismo rival que ayer, en el Apertura (3-1 para Lanús).
Huracán jugó desde el inicio con tres delanteros: la apuesta fue inteligente, acorde a la necesidad de ganar. Pero olvidó que para que los puntas generen peligro, hay que acercarles la pelota. Y, en esa función, Gancedo estuvo solo en la primera etapa. En la segunda, todo cambió.
Acertó el debutante Luis Blanco con los cambios: con Martín Zapata y Gabriel González en cancha, se ilusionó con darlo vuelta. Porque Zapata, en 45 minutos, fue el mejor de su equipo. Y porque González tiró el centro que Caggiano empujó de cabeza para empatar. Lanús, aturdido, casi regala un partido que parecía fácil. Pero acertó Gorosito con los cambios: especialmente porque el Conejito Biglieri aportó velocidad y desborde, algo que Óbolo --pese a su buen partido-- no pudo dar. Con apenas un minuto en cancha, se escapó por la derecha y asistió a Graf, que puso el 2-1. Entonces se derrumbó Huracán, que en su mejor momento recibió el peor cachetazo. Y Lanús lo noqueó: jugada entre Rodrigo Díaz y su hermano, asistencia de taco de Román y definición con clase del explosivo e inspirado Graf: golazo. Luego, el tiempo sobró y Lanús pudo haber goleado. Pero no lo necesitaba: el trabajo estaba cumplido.
"Estamos perfilando el equipo, pero me gustó la actuación", dijo Blanco de un Huracán que nunca ganó de visitante en Primera. "Nos sentimos muy bien de la cabeza", explicó Biglieri para graficar este momento de Lanús: puede ganar y puede perder, pero cambió sus objetivos: ahora, siempre apunta a más.


*Lanús 3 Huracán (Tres Arroyos) 1
Lanús: Carlos Bossio (6); Javier Almirón (6), Leandro Gioda (6), Lucas Alesandria (5), Maximiliano Velásquez (5); Ezequiel Carboni (7), Agustín Pelletieri (6); Rodrigo Díaz (5), Román Díaz (7); Claudio Graf (8) y Mauro Óbolo (6). DT: Néstor Gorosito
Huracán (Tres Arroyos): Nilton Pardal (4); Martín Aguirre (4), Javier Malagueño (6), Daniel Gómez (5); Marcos Dragojevich (4), Iván Dragojevich (5), Pablo Lavallén (5); Leonel Gancedo (6); Jeremías Caggiano (6), Claudio García (5) y Martín Mandra (5). DT: Luis Blanco.
Árbitro: Horacio Elizondo (bien). Cancha: Lanús. Goles: PT, 10m Óbolo. ST, 8m Caggiano, 18m y 25m Claudio Graf. Cambios: ST, Martín Zapata (7) por Marcos Dragojevich y Gabriel González (6) por Mandra, 17m Gabriel Iribarren (5) por Pelletieri y Santiago Biglieri (7) por Óbolo, 29m Rodolfo Graieb por Rodrigo Díaz y 34m Paolo Frangipane por Gancedo. Amonestados: Graf, Gancedo, Claudio García, Gabriel González e Iván Dragojevich.

PUBLICADO EN CLARÍN, MARZO DE 2005

Nota de diciembre de 2007: El crecimiento de Lanús no se detuvo y culminó con la obtención de su primer torneo de Primera División en Argentina, el Apertura 2007. De los futbolistas que disputaron el juego ante Huracán de Tres Arroyos, Carlos Bossio, Maximiliano Velázquez, Agustín Pelletieri, Santiago Biglieri y Rodolfo Graieb formaron parte del plantel campeón.

miércoles, 5 de diciembre de 2007

Huracán salvó un punto cuando se venía la noche

Primera B Nacional: Chacarita ganaba con un buen gol de Parra, pero se conformó y lo pagó caro. Huracán, cuando bajaban los insultos de su gente, consiguió la igualdad.


Minuto 39 del segundo tiempo. Córner para Huracán. Rodeado por un torbellino de furia quemera por otra derrota que asoma, Nicolás Hernández evita el centro y toca para Nahuel Fioretto. El volante la para, mira, apunta, remata con una conjunción perfecta entre bronca y precisión, y la clava abajo, lejos de Vivaldo. Gol, y empate. El desahogo del insultado Fioretto fue el desahogo de todo Huracán, que no se apichonó ante la desventaja y terminó rescatando un punto que tiene más valor psicológico que estadístico.
Parecía que se le venía la noche cuando tras un buen inicio y un remate de Sebastián Cobelli en un poste, Chacarita ganó confianza ayudado por la habilidad de Piatti, peligro permanente por la derecha. Sin embargo, Huracán terminó dominando la primera etapa. Si no ganó fue porque Pablo Monsalvo pecó de inexperto en las dos posibilidades que tuvo para definir.
Parecía que se le venía la noche luego de la expulsión de Leandro Grimi por un patadón innecesario. Enseguida aparecieron los fantasmas, pero Luis Cerutti se sumó a la lista de expulsiones tontas un minuto después y emparejó todo.
Parecía que se le venía la noche cuando 108 segundos después de ingresar, el interesante Facundo Parra convirtió su primer gol oficial en Chacarita (había gritado dos en amistosos). Volvió entonces la desesperación de los hinchas, con el poco entendible "A ver si ponen huevos...". Huracán los puso, le faltó contundencia. Creó 10 situaciones durante el partido, contra 4 de Chaca. Tuvo 13 tiros de esquina; el amor propio y la precisión del interminable Roberto Pompei; a un delantero clase A como Nico Hernández. Y tuvo un momento para respirar, cuando Fioretto clavó el 1-1 y miró a la platea local gestualizando un ¿por qué no me insultan ahora?
Parecía que se le venía la noche pero Chacarita miró con demasiado afecto un 1-0 exiguo que lo alejaba de la zona de descenso. Y Huracán --cerca, muy cerca de su tercera derrota consecutiva-- tuvo sangre para ir hacia adelante y acallar la bronca de su gente. Quizá valga poco este empate; pero le costó tanto...

TODOS DISCONFORMES
“La gente cantaba que vayamos para adelante, pero no era ése el problema. Jugamos un buen primer tiempo y creamos situaciones, pero nos queda un gusto a poco por el empate”, explicó Roberto Pompei, tras su segundo partido (primero de local) en Huracán. Fernando Teté Quiroz reconoció: “No nos faltó suerte, nos faltó eficacia”. Los visitantes tampoco estaban felices por el resultado: “Huracán dominó el juego y nosotros no supimos manejar la pelota. Y cuando te metés atrás, muchas veces lo terminás pagando”, se lamentó su entrenador, Néstor Clausen.

PUBLICADO EN CLARÍN, FEBRERO DE 2005