Por Martín Estévez
Ante España, en Praga, la República Checa buscará ganar por
segunda vez la Copa Davis y vengarse de la derrota sufrida frente al mismo
rival en la final de 2009.
Parecía que la final
de 2011 se repetiría. España y Argentina eran locales en las semifinales de la
Copa Davis y favoritas para avanzar a la instancia decisiva. Los españoles,
incluso sin el lesionado Rafael Nadal, cumplieron con su parte en Gijón:
derrotaron 3-2 a Estados Unidos gracias a un brillante David Ferrer, que ganó
sus singles ante Sam Querrey y John Isner. Del otro lado del cuadro se produjo
una gran sorpresa. Argentina ya había perdido para la serie contra República
Checa a David Nalbandian; aun así, contaba con Juan Martín Del Potro y Juan
Mónaco, y jugaba sobre polvo de ladrillo. Del Potro ganó el primer partido, pero
se resintió de una lesión de muñeca y no pudo seguir. Inmediatamente comenzó la
caída sin fin: derrotas de Mónaco ante Tomas Berdych en cinco sets, del dobles
y de Carlos Berlocq ante un magnífico Berdych. Argentina, eliminada. República
Checa, finalista.
Del 16 al 18 de
noviembre, en Praga, se definirá el campeón de la edición 2012 de la Copa.
Será, también, una final repetida. En 2009, España vapuleó 5-0 a los checos
apoyada en un momento clave: Rafa Nadal había derrotado a Berdych, pero Ferrer
perdía 1-6 y 2-6 ante Radek Stepanek. David, demostrando fortaleza mental,
terminó ganando 8-6 en el quinto set y destrozó anímicamente las esperanzas
checas. En caso de que Nadal se recupere de las lesiones que lo dejaron fuera
de los Juegos Olímpicos y del US Open, los cuatro singlistas podrían ser
exactamente los mismos que jugaron aquella final de 2009.
¿Por qué puede ganar República Checa?
1) La localía. Es un aspecto que influye cada vez más en la
Copa. En las últimas nueve finales, el local ganó siete veces y perdió solo dos
(Argentina cayó ante España en 2008; Eslovaquia contra Croacia en 2005). Y
tomando en cuenta todos los cruces del Grupo Mundial 2012, los dueños de casa
ganaron el 57% de las series.
2) La superficie. Los checos no son ingenuos y arrancarán
a los españoles de la superficie que dominan con maestría: el polvo de
ladrillo. En canchas lentas, Ferrer, Nadal y Almagro son casi imbatibles. En cemento,
se vuelven más terrenales. Además, las pistas rápidas favorecen tanto el juego
de Berdych como el de Stepanek.
3) Rafael Nadal. La posible ausencia de uno de los mejores
tenistas de la historia potenciaría las chances locales. Incluso si el gran
Rafa se recuperara a tiempo para la definición de la Copa, llegaría falto de
ritmo. Con Nadal en perfectas condiciones, los cálculos previos serían muy
distintos.
4) Tomas Berdych. Es la gran figura del tenis checo en
el siglo XXI. A los 27 años, atraviesa un gran momento y está instalado en el
Top Ten. Este año, sobre cemento, ganó Montpellier, fue finalista en
Winston-Salem, derrotó a Murray en Monte
Carlo y a Federer en el US Open, donde llegó a semifinales. Además fue
finalista en Madrid, sobre polvo de ladrillo, y ganó sus cuatro partidos de
Copa Davis. Brilló en las semifinales, ante Argentina.
¿Por qué puede ganar España?
1) La personalidad. Los tenistas españoles han demostrado,
en los últimos años, una estabilidad mental sorprendente. Tanto Nadal como
Ferrer y Almagro no regalan partidos ni pierden la cabeza con facilidad.
Incluso Fernando Verdasco, volátil en sus inicios, ha conseguido madurez y
constancia en su juego. Los checos no se destacan en este apartado, mucho menos
Stepanek, de nivel bastante irregular.
2) David Ferrer. Aunque siempre vivió bajo la sombra de
Federer, Nadal, Djokovic y Murray, es cada vez más elogiado. Ferrer construyó
una imagen de incansable batallador sobre polvo de ladrillo (este año fue
campeón en Buenos Aires, Acapulco y Bastad), pero también se afianzó sobre
cemento (logró el título en Auckland) y césped (festejó en s’Hertogenbosch). Su
record en Copa Davis se sienta en la mesa de los mejores de la historia: 21
triunfos y apenas 4 derrotas.
3) Rafael Nadal. Su ausencia puede ser clave para un triunfo
checo; pero su presencia podría ser determinante para una victoria española. Rafa
no juega desde junio, cuando perdió justamente ante un checo, Lukas Rosol. Al
cierre de esta edición, la tendinitis crónica que afecta su rodilla izquierda
dejaba pocas esperanzas de que pudiera recuperarse para la gran final, pero no
estaba descartado.
4) La historia. Este es el punto fuerte de España, y el gran
monstruo contra el que deberá luchar la República Checa.
Hasta el año 2000, los españoles eran simples participantes de la Copa (jamás la habían ganado),
y desde entonces se convirtieron en el equipo más poderoso. Fueron campeones en
2000, 2004, 2008, 2009 y 2011, y además alcanzaron la final en 2003 y en esta
edición 2012. Si la
República Checa quiere quedarse con la Davis por segunda vez
(festejó bajo el nombre de Checoslovaquia en 1980) tendrá que derrotar a algo
mucho más potente que una volea de Ferrer: a la historia.
PUBLICADO EN ACCESS DIRECTV Nº49 (NOVIEMBRE DE 2012)
No hay comentarios:
Publicar un comentario