miércoles, 2 de julio de 2014

Viaje Asia Brasil

Keisuke Honda, estrella de Japón
Por Martín Estévez
El Mundial 2014 ya tiene sus primeros clasificados: Japón, Australia, Irán y Corea del Sur serán los representantes de Asia, un continente en pleno crecimiento futbolístico.

El Mundial Brasil 2014 ya empezó. Y hace bastante tiempo: el 15 de junio de 2011, Belice derrotó 5-2 a Montserrat en el inicio de las Eliminatorias. Desde entonces, 203 países pelean por los 31 lugares disponibles (el local se clasificó automáticamente). Las primeras selecciones clasificadas surgieron del continente asiático: Japón, Australia, Irán y Corea del Sur.

El gigante está despertando
En las primeras Copas del Mundo, las de 1930 y 1934, por la lejanía y el poco entusiasmo internacional no hubo selecciones asiáticas. En 1938 participó Indias Orientales Holandesas (luego Indonesia): derrota 6-0 contra Hungría en su único partido. En Brasil 1950, la India se negó a participar porque obligaban a utilizar botines pese a que sus futbolistas jugaban descalzos.
Asia volvió a tener representante en 1954: Corea del Sur perdió 9-0 contra Hungría y 7-0 ante Turquía. En 1958 y 1962, conflictos políticos y derrotas en repechajes ausentaron a los asiáticos. Después de 36 años de debilidad (tres derrotas, ningún gol a favor y 22 en contra), Asia ganó respeto en Inglaterra 66. Corea del Norte comenzó perdiendo 3-0 contra la Unión Soviética y luego empató 1-1 ante Chile. El tercer partido fue una de las grandes sorpresas de los Mundiales: Doo Ik Pak metió el histórico 1-0 con el que eliminaron a Italia. La aventura terminó con una derrota 5-3 ante Portugal en cuartos de final.
Los siguientes clasificados (Israel en 1970, Irán en 1978, Kuwait en 1982, Irak en 1986, Emiratos Árabes en 1990, Corea del Sur en el 86 y 90) sumaron 5 empates y 16 derrotas. 
Asia despertó en 1994: Corea del Sur logró un 2-2 ante España; y Arabia Saudita derrotó a Bélgica y llegó a octavos de final. Poco a poco, los asiáticos fueron creciendo, y tuvieron su momento de gloria en 2002. En el primer Mundial que se jugó en el continente (Corea del Sur y Japón compartieron la sede), los japoneses ganaron su grupo y fueron eliminados en octavos de final por Turquía. Más importante fue lo de Corea: se impuso a Polonia y a Portugal en la zona D, eliminó a Italia y a España en las fases siguientes (con ayudas arbitrales), y quedó afuera ante Alemania en semifinales. 
Luego de un triste paso por Alemania 2006 (un triunfo en 12 partidos), los asiáticos volvieron a sorprender en 2010: sumaron cuatro triunfos y dos equipos avanzaron hasta octavos de final. Así llegamos al presente.

Japón: crecimiento acelerado
El fútbol japonés era débil hasta que en 1992 se creó una fuerte liga profesional, la J League. La selección quedó afuera de Estados Unidos 94, pero desde entonces no faltó más: el de 2014 será su quinto Mundial consecutivo. Dos veces alcanzó los octavos de final: en 2002 y en 2010.
¿Con qué expectativas llegará al Mundial? El gran objetivo es alcanzar los cuartos de final. Los antecedentes inmediatos han dejado sensaciones opuestas. En las Eliminatorias comenzó con nivel mediocre (perdió con Uzbekistán y Corea del Norte en primera fase), pero mejoró en la ronda final y logró la clasificación al Mundial dos fechas antes del final. Luego, como campeón asiático, disputó la Copa Confederaciones 2013: aunque hizo un gran partido contra Italia (perdió 4-3), terminó acumulando tres derrotas y ningún punto.   
Lejos de épocas en las que los japoneses nacían y morían en la J League, la selección cuenta con cinco muy buenos jugadores que brillan en Europa. Yuto Nagatomo (27 años) es tal vez el mejor defensor japonés de la historia. Ya suma más de dos años en el poderoso Inter italiano. Makoto Hasebe (29) es el líder del mediocampo. Desde 2007 juega en el Wolfsburgo alemán. El volante más ofensivo es Shinji Kagawa (24), del Manchester United. Shinji Okazaki (27) también se destaca en la mitad de la cancha; luego de tres años en el Stuttgart, acaba de ser transferido al Mainz, también de Alemania. Por último, Keisuke Honda (27) es la principal carta ofensiva. Juega en el CSKA Moscú desde 2010 y en su selección suma 15 tantos.

Australia: el falso asiático 
Los casos de países que futbolísticamente cambian de continente ya existían. Los más conocidos son los de Turquía e Israel, que por conflictos políticos juegan en Europa. El caso de Australia es más polémico. En 2006, la FIFA le permitió “mudarse” de Oceanía a Asia por motivos futbolísticos: quería enfrentar a rivales más difíciles.
Australia ya había jugado los Mundiales de 1974 y 2006 (cuando llegó a octavos de final), y en 2010 se clasificó por primera vez atravesando las Eliminatorias asiáticas. En el camino hacia Brasil 2014 arrancó con fuerza: sumó cinco triunfos y una derrota en sus enfrentamientos ante Omán, Arabia Saudita y Tailandia. Pero en la ronda final, compartiendo grupo con Japón, mostró dudas: ganó apenas 3 partidos de 8 (hasta perdió con Jordania) y se clasificó en la última fecha, con un ajustado 1-0 a Irak. Australia aspirará en Brasil a superar la primera ronda apoyado en sus veteranas figuras: los volantes Tim Cahill (33 años), de New York Red Bulls; y Mark Bresciano (33), que juega en Qatar.

Irán: el fútbol como salida
La sociedad iraní es una de las que más ha sufrido la opresión del capitalismo en las últimas décadas. Zona arrasada por tropas extranjeras, Irán ve al fútbol como una vía de escape ante tantas muertes y dolor. En sus tres primeras participaciones en Mundiales (1978, 1998 y 2006) sumó un triunfo, dos empates y seis derrotas; por eso, las expectativas en la Copa del Mundo de Brasil estarán limitadas: conseguir algún triunfo en la primera fase sería meritorio.
En las Eliminatorias, Irán avanzó invicto en la primera fase (tres triunfos, tres empates), pero sufrió en la ronda final: un triunfo 1-0 en Corea del Sur le dio la clasificación y envió a Uzbekistán al repechaje. Son tres los referentes del equipo: el capitán Javad Nekounam (32 años), quien suma casi 90 partidos en la Selección y durante años jugó en el Osasuna español junto a Masoud Shojaei Soleimani (29), también clave en el mediocampo; Karim Ansarifard (23), por su parte, es un joven delantero que suma más de 70 goles en su carrera.

Corea del Sur: la constancia
Es la selección asiática con más participaciones en Mundiales: en Brasil estará presente por novena vez. Y es también la que llegó más lejos: semifinales en 2002. Por eso, Corea del Sur será junto a Japón la esperanza asiática de pelear contra los países más poderosos.
Corea ha jugado todas las copas desde 1986. En las Eliminatorias, clasificó como segundo del Grupo A, detrás de Irán, sin brillar y mostrando altibajos. De hecho, durante la competencia cambió de entrenador (Choi Kanghee reemplazó a Cho Kwangrae) por las malas actuaciones. La gran mayoría del plantel juega en la liga local, poco conocida pero fuente de jugadores que mantienen a Corea en la elite asiática. Los destacados son tres; el defensor Lee Jung-Soo (33 años, más de 50 partidos en la selección); el volante ofensivo Lee Keun-Ho (28, hizo 5 goles en las Eliminatorias); y el atacante Ji Dong-Won (22, recientemente contratado por el Sunderland inglés). En las últimas tres copas, Corea ganó al menos un partido. Lograr menos que eso sería un fracaso para un país con mucha historia mundialista.

Lee Jung-Soo, defensor de Corea del Sur
PUBLICADO EN ACCESS DIRECTV Nº58 (SEPTIEMBRE DE 2013)

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