* Edad Antigua: Los Juegos Olímpicos originales
* Siglo II: Cayo Apuleyo Diocles
* Año 390: La masacre de Tesalónica
* Edad Media: Un milenio para pocos
* Edad Moderna: Una edad, dos extremos
* Año 1823: El primer try de la historia
* Año 1845: Invención del béisbol
* Año 1846: El club más grande del mundo
* Año 1858: El origen del hat-trick
* Año 1863: El primer reglamento del fútbol
* Año 1864: Invención del squash
* Año 1867: El club argentino de fútbol más antiguo
* Año 1867: Primer partido de fútbol en la Argentina
* Año 1869: Invención del fútbol americano
* Año 1870: Historias del deporte en 1870
* Año 1871: Historias del deporte en 1871
* Año 1872: El primer campeón de la historia del fútbol
* Año 1872: Historias del deporte en 1872
* Año 1873: El mejor futbolista de 1873
* Año 1873: Historias del deporte en 1873
* Año 1874: Historias del fútbol en 1874
* Año 1874: Historias del deporte en 1874
sábado, 30 de enero de 2016
viernes, 29 de enero de 2016
Atletismo (1923-1930)
*Records mundiales de atletismo vigentes en 1923:
*Mejor atleta argentino del año 1923, según El Gráfico: Otto Diesch (carreras de velocidad).
III Juegos Sudamericanos de Atletismo - Buenos Aires 1924
1° Argentina; 2° Chile; 3° Uruguay. Únicos países participantes.
Juegos Olímpicos 1924
Luis Brunetto (Argentina), medalla de plata en salto triple.
Salto con garrocha en 1926
Jorge Haeberli (Argentina) hizo la 6ª mejor marca del año: 3,90 metros.
Salto triple en 1926
Luis Brunetto (Argentina) hizo la mejor marca del año: 15,10 metros.
IV Campeonato Sudamericano de Atletismo, Montevideo 1926
1° Argentina; 2° Chile
V Campeonato Sudamericano de Atletismo, Santiago de Chile 1927
1° Chile; 2° Argentina. Por segunda vez, Argentina no lideró el medallero.
VI Campeonato Sudamericano de Atletismo, Lima 1929
1° Argentina; 2° Chile.
Salto en largo en 1930
Juan Maura (Chile) bate el record sudamericano: salta 7,10 metros.
*Mejor atleta argentino del año 1923, según El Gráfico: Otto Diesch (carreras de velocidad).
III Juegos Sudamericanos de Atletismo - Buenos Aires 1924
1° Argentina; 2° Chile; 3° Uruguay. Únicos países participantes.
Juegos Olímpicos 1924
Luis Brunetto (Argentina), medalla de plata en salto triple.
Salto con garrocha en 1926
Jorge Haeberli (Argentina) hizo la 6ª mejor marca del año: 3,90 metros.
Salto triple en 1926
Luis Brunetto (Argentina) hizo la mejor marca del año: 15,10 metros.
IV Campeonato Sudamericano de Atletismo, Montevideo 1926
1° Argentina; 2° Chile
V Campeonato Sudamericano de Atletismo, Santiago de Chile 1927
1° Chile; 2° Argentina. Por segunda vez, Argentina no lideró el medallero.
VI Campeonato Sudamericano de Atletismo, Lima 1929
1° Argentina; 2° Chile.
Salto en largo en 1930
Juan Maura (Chile) bate el record sudamericano: salta 7,10 metros.
miércoles, 27 de enero de 2016
Curiosidades del deporte en 1919
Por Martín Estévez
La tapa curiosa
La edición N° 1 de El Gráfico, publicada en mayo de 1919. En la portada se ve una multitud de estudiantes de escuelas públicas en presencia del presidente Yrigoyen. Tenía 12 páginas y medía 57,5 por 39,5 cm.
Anderson, campeona argentina en dobles
En el campeonato argentino de tenis de 1919, Inés Anderson (foto) junto a Julieta Ezcurra fueron campeonas en dobles femenino: derrotaron 6-2, 4-6 y 6-3 a las hermanas Obarrio.
La frase
“Gané el campeonato mundial de tenis porque seguí durante seis años un entrenamiento intensivo y, a veces, bastante penoso” (Suzanne Lenglen, El Gráfico Nº 25).
Amistosos excéntricos
En 1919 se jugaban partidos de toda clase. En la revista encontramos datos de un 1-1 entre Independiente y ¡un combinado de canillitas! Empezaron ganando los vendedores de diarios, pero empató Ronzoni para el Rojo. Además, hubo triunfo 3-1 de Newell’s ante “Marinos del Crucero Southampton”, que estaba detenido en el país; y victoria 2-1 de Federación Comercial contra Federación Atlética de Empleados Nacionales.
Ganaba todo
En GEBA (Gimnasia y Esgrima de Buenos Aires) se realizó uno de los primeros festivales atléticos. Se destacó Angel Róvere, que se impuso en lanzamiento de bala (9,95 m); de martillo (21,20 m); y en salto con garrocha (3,02 m). Un crack.
2 Son los torneos de fútbol de Primera División que se disputaron en 1919: el de la Asociación Argentina (entre 6 equipos, fue campeón Boca) y el de la Asociación Amateurs (Racing derrotó a sus 13 rivales).
La violencia no es nueva
Argentina y Uruguay se enfrentaban cada año por la Copa Lipton de fútbol. En la edición de 1919, jugada en Buenos Aires, Uruguay ganaba 2-1, con goles de Héctor Scarone; Badalini había hecho el argentino. Los insultos y presiones sobre el árbitro, de apellido Palma, fueron constantes, al punto que, cuando terminó el primer tiempo, enojadísimo, tiró el silbato a la tribuna y decidió no dirigir más. Jugadores de ambos equipos le hablaron durante varios minutos para convencerlo de que siguiera dirigiendo, y lo lograron. Fue peor: a los 42 minutos del segundo tiempo, fue el público el que obligó a suspender el partido, invadiendo la cancha para agredir a los uruguayos. Ingresó la policía, reprimió a puro machetazo y chau fútbol.
El más resistente
Elisardo Menéndez era el mejor corredor argentino de larga distancia. Poseía el récord nacional en 5000 metros (16’15’’) y 10.000 metros (34’47’’). Es considerado el primer campeón de carreras de calle de nuestro país. Sus hazañas, sin embargo, son poco conocidas: en Internet casi no hay datos suyos.
El rugby y su camaradería
En 1919, el campeonato de rugby fue ganado por San Isidro. La foto corresponde a un triunfo amistoso: 11-3 contra Universitarios. Los dos equipos posaban juntos.
Algunos campeones
Sudamericano de fútbol: Uruguay
Liga uruguaya: Nacional
Liga paraguaya: Cerro Porteño
Liga mexicana: Real Club España
Wimbledon masculino: Gerald Patterson (Australia)
Wimbledon femenino: Suzanne Lenglen (Francia)
US Open masculino: Bill Johnston (Estados Unidos)
Sudamericano de waterpolo: Brasil
Campeonato de Rugby: San Isidro
Campeonato argentino de tenis: Arturo Hortal
Una verdadera selección
La selección de fútbol era simplemente conocida como “los argentinos”, que se enfrentaban casi siempre a “los uruguayos”. El primer partido que apareció en las páginas de El Gráfico fue una goleada 4-1, en la que el único gol argentino lo hizo Ennis Hayes, que compartía el ataque con su hermano Harry. ¿Cómo se armaba el equipo de los argentinos? Se jugaba un partido amistoso entre los mejores jugadores del país: Rojos contra Azules. El entrenador de turno veía ese partido y los que jugaban mejor eran elegidos para enfrentarse a otros países.
Precursores
El principal torneo de básquet que existía en la Argentina era el que organizaba la Asociación Cristiana de Jóvenes. En 1919, el campeón fue el equipo de Nacional, cuyo plantel estaba integrado por Barr, Grassi, Corneille, Zambra, Birba y Hernandorena. Apellidos hoy desconocidos, pero que eran, sencillamente, los mejores basquetbolistas argentinos de entonces.
El fin de la masacre
La Primera Guerra Mundial generó la suspensión de muchas ligas de fútbol en Europa desde 1915. No sólo eso: combatiendo murió Jean Bouin, “el más grande corredor a pie” en lo que iba del siglo XX junto al finlandés Hannes Kolehmainen. Pese a que la guerra finalizó en 1918, hasta la firma del Tratado de Versalles (junio de 1919), casi no hubo actividad deportiva. Recién entonces comenzaron a rearmarse las competencias. La mayoría de las ligas volverían a jugarse en 1920.
Publicado en El Gráfico N°4462 (octubre de 2015)
La tapa curiosa
La edición N° 1 de El Gráfico, publicada en mayo de 1919. En la portada se ve una multitud de estudiantes de escuelas públicas en presencia del presidente Yrigoyen. Tenía 12 páginas y medía 57,5 por 39,5 cm.
Anderson, campeona argentina en dobles
En el campeonato argentino de tenis de 1919, Inés Anderson (foto) junto a Julieta Ezcurra fueron campeonas en dobles femenino: derrotaron 6-2, 4-6 y 6-3 a las hermanas Obarrio.
La frase
“Gané el campeonato mundial de tenis porque seguí durante seis años un entrenamiento intensivo y, a veces, bastante penoso” (Suzanne Lenglen, El Gráfico Nº 25).
Amistosos excéntricos
En 1919 se jugaban partidos de toda clase. En la revista encontramos datos de un 1-1 entre Independiente y ¡un combinado de canillitas! Empezaron ganando los vendedores de diarios, pero empató Ronzoni para el Rojo. Además, hubo triunfo 3-1 de Newell’s ante “Marinos del Crucero Southampton”, que estaba detenido en el país; y victoria 2-1 de Federación Comercial contra Federación Atlética de Empleados Nacionales.
Ganaba todo
En GEBA (Gimnasia y Esgrima de Buenos Aires) se realizó uno de los primeros festivales atléticos. Se destacó Angel Róvere, que se impuso en lanzamiento de bala (9,95 m); de martillo (21,20 m); y en salto con garrocha (3,02 m). Un crack.
2 Son los torneos de fútbol de Primera División que se disputaron en 1919: el de la Asociación Argentina (entre 6 equipos, fue campeón Boca) y el de la Asociación Amateurs (Racing derrotó a sus 13 rivales).
La violencia no es nueva
Argentina y Uruguay se enfrentaban cada año por la Copa Lipton de fútbol. En la edición de 1919, jugada en Buenos Aires, Uruguay ganaba 2-1, con goles de Héctor Scarone; Badalini había hecho el argentino. Los insultos y presiones sobre el árbitro, de apellido Palma, fueron constantes, al punto que, cuando terminó el primer tiempo, enojadísimo, tiró el silbato a la tribuna y decidió no dirigir más. Jugadores de ambos equipos le hablaron durante varios minutos para convencerlo de que siguiera dirigiendo, y lo lograron. Fue peor: a los 42 minutos del segundo tiempo, fue el público el que obligó a suspender el partido, invadiendo la cancha para agredir a los uruguayos. Ingresó la policía, reprimió a puro machetazo y chau fútbol.
El más resistente
Elisardo Menéndez era el mejor corredor argentino de larga distancia. Poseía el récord nacional en 5000 metros (16’15’’) y 10.000 metros (34’47’’). Es considerado el primer campeón de carreras de calle de nuestro país. Sus hazañas, sin embargo, son poco conocidas: en Internet casi no hay datos suyos.
El rugby y su camaradería
En 1919, el campeonato de rugby fue ganado por San Isidro. La foto corresponde a un triunfo amistoso: 11-3 contra Universitarios. Los dos equipos posaban juntos.
Algunos campeones
Sudamericano de fútbol: Uruguay
Liga uruguaya: Nacional
Liga paraguaya: Cerro Porteño
Liga mexicana: Real Club España
Wimbledon masculino: Gerald Patterson (Australia)
Wimbledon femenino: Suzanne Lenglen (Francia)
US Open masculino: Bill Johnston (Estados Unidos)
Sudamericano de waterpolo: Brasil
Campeonato de Rugby: San Isidro
Campeonato argentino de tenis: Arturo Hortal
Una verdadera selección
La selección de fútbol era simplemente conocida como “los argentinos”, que se enfrentaban casi siempre a “los uruguayos”. El primer partido que apareció en las páginas de El Gráfico fue una goleada 4-1, en la que el único gol argentino lo hizo Ennis Hayes, que compartía el ataque con su hermano Harry. ¿Cómo se armaba el equipo de los argentinos? Se jugaba un partido amistoso entre los mejores jugadores del país: Rojos contra Azules. El entrenador de turno veía ese partido y los que jugaban mejor eran elegidos para enfrentarse a otros países.
Precursores
El principal torneo de básquet que existía en la Argentina era el que organizaba la Asociación Cristiana de Jóvenes. En 1919, el campeón fue el equipo de Nacional, cuyo plantel estaba integrado por Barr, Grassi, Corneille, Zambra, Birba y Hernandorena. Apellidos hoy desconocidos, pero que eran, sencillamente, los mejores basquetbolistas argentinos de entonces.
El fin de la masacre
La Primera Guerra Mundial generó la suspensión de muchas ligas de fútbol en Europa desde 1915. No sólo eso: combatiendo murió Jean Bouin, “el más grande corredor a pie” en lo que iba del siglo XX junto al finlandés Hannes Kolehmainen. Pese a que la guerra finalizó en 1918, hasta la firma del Tratado de Versalles (junio de 1919), casi no hubo actividad deportiva. Recién entonces comenzaron a rearmarse las competencias. La mayoría de las ligas volverían a jugarse en 1920.
Publicado en El Gráfico N°4462 (octubre de 2015)
Atletismo (1894-1911)
Lanzamiento de jabalina (1894)
El primer torneo de lanzamiento de jabalina fue en Suecia durante 1894. El ganador lanzó 62 metros, lanzando la jabalina con las dos manos.
Récord mundial de la media hora (1911)
El 16 de noviembre de 1911, en Colombres, con un clima pésimo –pues llovía, soplaba viento y la pista estaba pesada- Jean Bouin batió el récord mundial de la media hora recorriendo 9 kilómetros 721 metros. Antiguo récord: 9 kilómetros 712 metros, del inglés White.
El primer torneo de lanzamiento de jabalina fue en Suecia durante 1894. El ganador lanzó 62 metros, lanzando la jabalina con las dos manos.
Récord mundial de la media hora (1911)
El 16 de noviembre de 1911, en Colombres, con un clima pésimo –pues llovía, soplaba viento y la pista estaba pesada- Jean Bouin batió el récord mundial de la media hora recorriendo 9 kilómetros 721 metros. Antiguo récord: 9 kilómetros 712 metros, del inglés White.
martes, 26 de enero de 2016
Tenis – Los echaron muy rápido
Por Martín Estévez
Ya se jugaron los cuatro Grand Slams y ningún argentino llegó a la segunda semana. Un año oscuro.
El declive que el tenis argentino había mostrado en 2014 se acrecentó en 2015, al menos en los torneos de Grand Slam. El año pasado, con Del Potro casi sin actividad por lesiones, el mejor resultado lo había obtenido Leonardo Mayer en Wimbledon: llegó a octavos de final. En esta temporada, el tenis nacional recibió un duro cachetazo: ninguno avanzó hasta la “segunda semana”, período que comienza luego de las tres primeras rondas. Otro dato contundente: ningún argentino le ganó a un top 40 en los Grand Slams.
Al menos no bajó el número de veces que un argentino ingresó al cuadro principal de un Grand Slam (entran 128 por torneo): habían sido 23 en 2014, y la cifra se repitió este año.
Veamos, nombre por nombre, cómo les fue a los 16 argentinos que al menos jugaron la clasificación de un torneo.
Leonardo Mayer: el año pasado había conseguido 8 triunfos. Aunque volvió a ser el mejor representante nacional, sólo sumó 5 victorias: 1 en Australia, 2 en Roland Garros y 2 en Wimbledon. En el US Open perdió en primera ronda, pero sin reproches: fue ante Federer.
Juan Mónaco: mejoró su producción. Había ganado un partido en 2014, y esta vez sumó dos: uno en París y uno en Londres.
Federico Delbonis: sigue en deuda en los Grand Slams. Este año perdió en primera ronda en los cuatro, con un atenuante: siempre enfrentó a top 60.
Diego Schwartzman: otro que dio un paso adelante. Sumó un triunfo en Roland Garros (igual que en 2014), pero le agregó otro en Estados Unidos, donde perdió con Nadal.
Carlos Berlocq: resultados similares. Un festejo en cada temporada, ambos en Roland Garros.
Máximo González: sólo jugó en Australia y Roland Garros. Como en 2014, no sumó triunfos.
Guido Pella, Facundo Argüello, Facundo Bagnis y Horacio Zeballos: jugaron un Grand Slam cada uno. Pella perdió con Cilic en el US Open; Argüello, con Murray en Australia; Bagnis y Zeballos cayeron en su debut en Wimbledon.
Marco Trungelliti, Guido Andreozzi y Nicolás Kicker: no ingresaron a ningún cuadro principal, pero sumaron triunfos en las clasificaciones. Trungelliti estuvo a un paso de ingresar a Roland Garros.
Renzo Olivo, Pedro Cachín y Juan Ignacio Londero: perdieron sus partidos en la clasificación.
Las semifinales de la Copa Davis alivian un panorama que se torna muy oscuro al recordar que, este año, ningún argentino ganó un torneo ATP (Mónaco y Mayer fueron finalistas). Uno de los objetivos de 2016, entonces, será que uno de los nuestros tenga una estadía de más de una semana en un Grand Slam
10 Los triunfos conseguidos por tenistas argentinos en Grand Slams: Mayer ganó 5; Mónaco, 2; Schwartzman, 2; y Berlocq, 1. En 2014, las victorias habían sido 14. Claro retroceso
Pésimo año para las chicas
¡Qué difícil es ser mujer y tenista en la Argentina! El hockey ganó terreno, se juegan pocos torneos y no aparecen sponsors. Por eso, no sorprende que continúe la fuerte caída. En 2014, Paula Ormaechea había luchado en soledad: fue la única que ingresó al cuadro principal de un Grand Slam. Había jugado los cuatro y hasta consiguió dos triunfos en Roland Garros. Este año, todo resultó peor: ninguna argentina superó una clasificación. Ormaechea apenas sumó una victoria en la qualy de Australia. María Irigoyen y Florencia Molinero acumulan una estadística difícil de creer: suman 15 y 9 eliminaciones consecutivas en primeras rondas de las clasificaciones. Sólo ellas tres se animaron a la aventura de los Grand Slams. Y les fue mal. El tenis femenino está en el peor pozo de su historia.
Publicado en El Gráfico N°4462 (octubre de 2015)
lunes, 25 de enero de 2016
Una edad, dos extremos
Por Martín Estévez
Tras el furor por un juego similar al tenis, en la Edad Moderna reinaron la mente y el cuerpo: el ajedrez y el boxeo.
En nuestra sucesion de notas sobre historia y deporte, hemos hablado sobre temas relacionados con la Edad Antigua (3600 a.C. – 476 d.C.) y la Edad Media (476-1453). Llega el turno de revisar qué sucedió en la Edad Moderna.
Durante la Edad Media, los deportes habían sido mal vistos por el poder dominante: la religión. A partir del siglo XVI, por mejoras en la producción de alimentos, algunas personas contaban con más tiempo libre. Además, el debilitamiento del cristianismo evitó que el deporte siguiera siendo “una práctica inútil”.
Las justas de caballeros, gran espectáculo medieval, subsistieron con fuerza hasta el año 1600. A partir de entonces, especialmente en Francia, el deporte principal fue el jeu de paume (juego de palma). Era similar al tenis actual, pero a la pelota se la golpeaba con la palma de la mano.
Había sido creado en el siglo XIII, pero ganó impulso a partir del año 1500, cuando se inventó una raqueta hecha de cáñamo y tripas. Su popularidad creció tanto que, en 1527, se convirtió en deporte profesional: se competía por dinero y se permitían las apuestas. En 1596 existían en Francia 250 salas para jugar. No sólo los hombres, también las mujeres, entre las que sobrevivió el nombre de una gran jugadora: Margot la Hennuyere. “Los franceses nacen con una raqueta en la mano”, escribió Robert Dallington en 1604.
Sin embargo, el furor fue decayendo a partir de 1650. Resurgió entonces el ajedrez, gracias al italiano Gioachino Greco, brillante jugador y uno de los primeros que registró distintas partidas que luego fueron publicadas. Gioachino vivió hasta 1634, pero sus innovaciones potenciaron al ajedrez en años posteriores.
El británico Kermur Sire de Legal (1702-1792) fue el siguiente gran ajedrecista. De él aprendió el francés Francois André Danican (1726-1795). Era tanta su capacidad que solía comenzar las partidas con una pieza menos, y realizaba enfrentamientos simultáneos con distintos rivales. En 1746 consiguió su principal triunfo, ante el sirio Philipp Stamma, que lo transformó en virtual campeón del mundo. Incluso redactó el reglamento moderno del ajedrez.
En el resto del planeta crecieron otros deportes. Los guaraníes practicaban un juego parecido al fútbol; en nuestro país fue creado el pato; y en Holanda, Hoans Brinker construyó ruedas metálicas, generó así el renacimiento del patín.
Junto al ajedrez, el deporte que más creció en el siglo XVIII fue el boxeo. Había sido prohibido durante mucho tiempo y retornó con fuerza en 1681, cuando, en Inglaterra, el duque de Albermarle organizó un combate entre su mayordomo y su carnicero. El evento tuvo éxito y comenzaron las peleas por dinero, sin guantes y sin tiempo: se luchaba hasta derribar al rival. Matar al contricante no era considerado delito. En 1719 surgió el primer gran boxeador moderno: James Figg, quien ganó más de 200 peleas. Y, en 1743, el inglés Jack Broughton formuló el primer reglamento con el fin de disminuir la cantidad de muertos en combate.
Recuadro - ¿Qué fue la Edad Moderna?
Edad Moderna es el nombre que lleva el período ubicado entre los años 1453 y 1789. Las etapas previas son la Prehistoria (desde el inicio del universo hasta la aparición de la escritura), Edad Antigua (hasta la caída del Imperio romano de Occidente) y Edad Media (hasta el fin del Imperio bizantino y la invención de la imprenta). Durante la Edad Moderna, Dios dejó de ser la explicación única de los principales sucesos y las personas comenzaron a dar validez a teorías científicas y racionales. En Europa comenzaron a conformarse los actuales países, mientras que América fue invadida por españoles, portugueses y británicos.
Publicado en El Gráfico N°4462 (octubre de 2015)
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Tenis
domingo, 24 de enero de 2016
Racing Club - Temporada 1918
Torneo de la Asociación Argentina 1918
1) San Isidro (V) 3-1 (N. Vivaldo 3)
2) Ferro Carril Oeste (L) 1-0 (N. Vivaldo)
3) Columbian (L) 1-0 (N. Vivaldo)
4) Atlanta (L) 4-1 (A. Marcovecchio 2, J. Hospital, N. Vivaldo)
5) River Plate (V) 1-1 (J. Perinetti)
6) San Lorenzo (L) 2-1 (A. Zabaleta)
7) Argentino de Quilmes (V) 3-0 (A. Marcovecchio, A. Ohaco, A. Zabaleta)
8) Independiente (V) 2-0 (J. Perinetti 2)
9) Porteño (V) 6-1 (A. Ohaco 4, N. Vivaldo 2)
10) Estudiantil Porteño (L) 3-0 (A. Zabaleta, H. Martín Barceló, N. Perinetti)
11) Defensores de Belgrano (L) 3-0 (A. Ohaco 2, H. Martín Barceló)
12) Huracán (V) 1-0 (A. Ohaco)
13) Sportivo Barracas (L) 3-1 (A. Zabaleta 2, J. Hospital)
14) Boca Juniors (L) 4-1 (N. Perinetti 2, A. Zabaleta, N. Vivaldo)
15) Tigre (V) 1-0 (A. Zabaleta)
16) Platense (V) 4-1 (A. Zabaleta 3, A. Marcovecchio)
17) Gimnasia La Plata (L) 2-0 (N. Perinetti, A. Zabaleta)
18) Estudiantes -Caseros- (V) 1-1 (A. Marcovecchio)
19) Estudiantes -La Plata- (L) 4-0 (A. Marcovecchio 3, A. Zabaleta)
• Campeón (entre 20 equipos). Sumó 36 puntos. Jugó 19 partidos. Ganó 17 y empató 2. Metió 49 goles y le hicieron 9.
• El goleador: Albérico Zabaleta, con 12 goles.
• Los datos. - Por primera vez desde 1910, el goleador oficial de la temporada no fue Ohaco ni Marcovecchio. Fue Zabaleta, que anotó 15. Vivaldo y Ohaco lo siguieron con 14.
- Boca y Platense se convirtieron en los equipos más derrotados por Racing en torneos locales: 8 triunfos y una derrota con cada uno.
• Racing campeón argentino 1918. Sexto título argentino. 16° título oficial.
Copa Ibarguren 1917 (oficial) (jugada en 1918)
La jugaba el campeón de la Asociación Argentina contra el campeón de la liga rosarina.
- Final: Rosario Central (neutral) 3-2 (N. Perinetti, A. Marcovecchio, J. Perinetti)
• Racing campeón de la Copa Ibarguren 1917. Cuarta Copa Ibarguren. Octava copa nacional. 14° título oficial.
Copa Aldao 1917 (oficial) (jugada en 1918)
La jugaban los campeones de la liga argentina y de la liga uruguaya.
- Final: Nacional -Uruguay- (L) 2-2 (N. Vivaldo, J. Perinetti)
- Final, desempate: Nacional -Uruguay- (neutral) 2-1 (A. Ohaco, F. Olazar)
• Racing campeón de la Copa Aldao 1917. Primera Copa Aldao. Segunda copa internacional. 15° título oficial.
Copa de Honor Cousenier 1918 (oficial)
La jugaban los campeones de 1917 de la Copa de Honor argentina y la Copa de Honor uruguaya.
- Final: Nacional -Uruguay- (V) 1-3 (N. Vivaldo)
• Racing subcampeón
Copa de Honor 1918 (oficial)
- 32° de final: San Isidro (L) 2-1 (N. Vivaldo, A. Zabaleta)
- 16° de final: Argentino de Quilmes (L) 2-1 (A. Marcovecchio, F. Olazar)
- 8° de final: Independiente (V) 1-2 (A. Ohaco)
• Eliminado en octavos de final
Copa Competencia 1918 (oficial)
- 32° de final: Sportivo del Norte (L) 7-0 (A. Ohaco 4, A. Zabaleta, N. Vivaldo, J. Hospital)
- 16° de final: Boca Juniors (V) 0-3
• Eliminado en 16° de final
Copa Ibarguren 1918 (oficial)
La jugaba el campeón de la Asociación Argentina contra el campeón de la liga rosarina.
- Final: Newell's Old Boys (neutral) 4-0 (N. Perinetti 2, N. Vivaldo, A. Zabaleta)
• Racing campeón de la Copa Ibarguren 1918. Quinta Copa Ibarguren. Novena copa nacional. 17° título oficial.
Partidos amistosos 1918
1) Independiente (L) 4-0 (A. Ohaco 2, N. Vivaldo, A. Zabaleta)
2) Estudiantil Porteño (L) 3-1 (F. Olazar, A. Zabaleta, N. Perinetti)
3) Huracán (L) 4-2 (P. Ochoa 2, N. Vivaldo, A. Zabaleta)
4) San Isidro (V) 6-3 (P. Ochoa 2, A. Marcovecchio 4)
• El dato. Racing jugó nada menos que siete copas oficiales en 1918, de las que ganó cuatro.
• Resumen total 1918. Jugó 33 partidos. Ganó 27, empató 3 y perdió 3.
• Goleadores en partidos oficiales (1903-1918)
1) Alberto Ohaco 180
2) Alberto Marcovecchio 140
3) Pablo Frers 68
4) Juan Perinetti 55
5) Juan Hospital 51
6) José Seminario 31
7) Nicolás Vivaldo 31
8) Germán Winne 26
9) Ignacio Oyarzábal 21
10) Zoilo Canaveri 20
• Goleadores en partidos amistosos (1903-1918)
1) Alberto Ohaco 38
2) Juan Perinetti 24
3) Alberto Marcovecchio 23
4) Pablo Frers 12
5) Modesto Alvear 9
6) Francisco Balestrieri 8
7) Nicolás Vivaldo 8
• Partidos oficiales jugados (1903-1918)
1) Alberto Ohaco 138
2) Alberto Marcovecchio 91
3) Juan Perinetti 75
4) Juan Hospital 64
5) Pablo Frers 46
6) Ignacio Oyarzábal 40
7) Francisco Olazar 40
8) Germán Winne 39
9) José Seminario 36
10) Nicolás Vivaldo 34
• Partidos amistosos jugados (1903-1918)
1) Alberto Ohaco 33
2) Juan Perinetti 26
3) Alberto Marcovecchio 18
4) Cándido Vigil 11
4) Ignacio Oyarzábal 10
5) Modesto Alvear 10
• Resumen partidos oficiales 1903-1918
Jugó 329 partidos. Ganó 239, empató 40 y perdió 50. Metió 810 goles y le hicieron 253.
• Resumen total 1903-1918
Jugó 426 partidos. Ganó 306, empató 56 y perdió 64.
• Torneos locales ganados 1891-1918
1° Alumni 10; 2° Racing Club 6; 3° Lomas Athletic 5; 4° Belgrano Athletic 3; 5° Porteño 2.
• Tabla histórica de Primera División 1891-1918
4° Estudiantes (Caseros) 257; 5° Porteño 248; 6° Racing Club 238; 7° River Plate 226; 8° Quilmes 207.
1) San Isidro (V) 3-1 (N. Vivaldo 3)
2) Ferro Carril Oeste (L) 1-0 (N. Vivaldo)
3) Columbian (L) 1-0 (N. Vivaldo)
4) Atlanta (L) 4-1 (A. Marcovecchio 2, J. Hospital, N. Vivaldo)
5) River Plate (V) 1-1 (J. Perinetti)
6) San Lorenzo (L) 2-1 (A. Zabaleta)
7) Argentino de Quilmes (V) 3-0 (A. Marcovecchio, A. Ohaco, A. Zabaleta)
8) Independiente (V) 2-0 (J. Perinetti 2)
9) Porteño (V) 6-1 (A. Ohaco 4, N. Vivaldo 2)
10) Estudiantil Porteño (L) 3-0 (A. Zabaleta, H. Martín Barceló, N. Perinetti)
11) Defensores de Belgrano (L) 3-0 (A. Ohaco 2, H. Martín Barceló)
12) Huracán (V) 1-0 (A. Ohaco)
13) Sportivo Barracas (L) 3-1 (A. Zabaleta 2, J. Hospital)
14) Boca Juniors (L) 4-1 (N. Perinetti 2, A. Zabaleta, N. Vivaldo)
15) Tigre (V) 1-0 (A. Zabaleta)
16) Platense (V) 4-1 (A. Zabaleta 3, A. Marcovecchio)
17) Gimnasia La Plata (L) 2-0 (N. Perinetti, A. Zabaleta)
18) Estudiantes -Caseros- (V) 1-1 (A. Marcovecchio)
19) Estudiantes -La Plata- (L) 4-0 (A. Marcovecchio 3, A. Zabaleta)
• Campeón (entre 20 equipos). Sumó 36 puntos. Jugó 19 partidos. Ganó 17 y empató 2. Metió 49 goles y le hicieron 9.
• El goleador: Albérico Zabaleta, con 12 goles.
• Los datos. - Por primera vez desde 1910, el goleador oficial de la temporada no fue Ohaco ni Marcovecchio. Fue Zabaleta, que anotó 15. Vivaldo y Ohaco lo siguieron con 14.
- Boca y Platense se convirtieron en los equipos más derrotados por Racing en torneos locales: 8 triunfos y una derrota con cada uno.
• Racing campeón argentino 1918. Sexto título argentino. 16° título oficial.
Copa Ibarguren 1917 (oficial) (jugada en 1918)
La jugaba el campeón de la Asociación Argentina contra el campeón de la liga rosarina.
- Final: Rosario Central (neutral) 3-2 (N. Perinetti, A. Marcovecchio, J. Perinetti)
• Racing campeón de la Copa Ibarguren 1917. Cuarta Copa Ibarguren. Octava copa nacional. 14° título oficial.
Copa Aldao 1917 (oficial) (jugada en 1918)
La jugaban los campeones de la liga argentina y de la liga uruguaya.
- Final: Nacional -Uruguay- (L) 2-2 (N. Vivaldo, J. Perinetti)
- Final, desempate: Nacional -Uruguay- (neutral) 2-1 (A. Ohaco, F. Olazar)
• Racing campeón de la Copa Aldao 1917. Primera Copa Aldao. Segunda copa internacional. 15° título oficial.
Copa de Honor Cousenier 1918 (oficial)
La jugaban los campeones de 1917 de la Copa de Honor argentina y la Copa de Honor uruguaya.
- Final: Nacional -Uruguay- (V) 1-3 (N. Vivaldo)
• Racing subcampeón
Copa de Honor 1918 (oficial)
- 32° de final: San Isidro (L) 2-1 (N. Vivaldo, A. Zabaleta)
- 16° de final: Argentino de Quilmes (L) 2-1 (A. Marcovecchio, F. Olazar)
- 8° de final: Independiente (V) 1-2 (A. Ohaco)
• Eliminado en octavos de final
Copa Competencia 1918 (oficial)
- 32° de final: Sportivo del Norte (L) 7-0 (A. Ohaco 4, A. Zabaleta, N. Vivaldo, J. Hospital)
- 16° de final: Boca Juniors (V) 0-3
• Eliminado en 16° de final
Copa Ibarguren 1918 (oficial)
La jugaba el campeón de la Asociación Argentina contra el campeón de la liga rosarina.
- Final: Newell's Old Boys (neutral) 4-0 (N. Perinetti 2, N. Vivaldo, A. Zabaleta)
• Racing campeón de la Copa Ibarguren 1918. Quinta Copa Ibarguren. Novena copa nacional. 17° título oficial.
Partidos amistosos 1918
1) Independiente (L) 4-0 (A. Ohaco 2, N. Vivaldo, A. Zabaleta)
2) Estudiantil Porteño (L) 3-1 (F. Olazar, A. Zabaleta, N. Perinetti)
3) Huracán (L) 4-2 (P. Ochoa 2, N. Vivaldo, A. Zabaleta)
4) San Isidro (V) 6-3 (P. Ochoa 2, A. Marcovecchio 4)
• El dato. Racing jugó nada menos que siete copas oficiales en 1918, de las que ganó cuatro.
• Resumen total 1918. Jugó 33 partidos. Ganó 27, empató 3 y perdió 3.
• Goleadores en partidos oficiales (1903-1918)
1) Alberto Ohaco 180
2) Alberto Marcovecchio 140
3) Pablo Frers 68
4) Juan Perinetti 55
5) Juan Hospital 51
6) José Seminario 31
7) Nicolás Vivaldo 31
8) Germán Winne 26
9) Ignacio Oyarzábal 21
10) Zoilo Canaveri 20
• Goleadores en partidos amistosos (1903-1918)
1) Alberto Ohaco 38
2) Juan Perinetti 24
3) Alberto Marcovecchio 23
4) Pablo Frers 12
5) Modesto Alvear 9
6) Francisco Balestrieri 8
7) Nicolás Vivaldo 8
• Partidos oficiales jugados (1903-1918)
1) Alberto Ohaco 138
2) Alberto Marcovecchio 91
3) Juan Perinetti 75
4) Juan Hospital 64
5) Pablo Frers 46
6) Ignacio Oyarzábal 40
7) Francisco Olazar 40
8) Germán Winne 39
9) José Seminario 36
10) Nicolás Vivaldo 34
• Partidos amistosos jugados (1903-1918)
1) Alberto Ohaco 33
2) Juan Perinetti 26
3) Alberto Marcovecchio 18
4) Cándido Vigil 11
4) Ignacio Oyarzábal 10
5) Modesto Alvear 10
• Resumen partidos oficiales 1903-1918
Jugó 329 partidos. Ganó 239, empató 40 y perdió 50. Metió 810 goles y le hicieron 253.
• Resumen total 1903-1918
Jugó 426 partidos. Ganó 306, empató 56 y perdió 64.
• Torneos locales ganados 1891-1918
1° Alumni 10; 2° Racing Club 6; 3° Lomas Athletic 5; 4° Belgrano Athletic 3; 5° Porteño 2.
• Tabla histórica de Primera División 1891-1918
4° Estudiantes (Caseros) 257; 5° Porteño 248; 6° Racing Club 238; 7° River Plate 226; 8° Quilmes 207.
sábado, 23 de enero de 2016
Serena Williams - La tenista del siglo
Por Martín Estévez
En el último torneo de la temporada, Serena Williams intentará revalidar, una vez más, el mérito de ser la mejor jugadora desde el 2001 hasta el presente.
El final de la temporada 2015 del tenis femenino invita, como suele suceder, a realizar un balance anual enfocando en distintos tópicos. Y, entre ellos, uno de los más importantes es siempre el mismo: ¿cuál fue la mejor jugadora? El análisis, que habitualmente necesita de reflexión, debate y multiplicidad de argumentos, esta vez tiene una respuesta contundente y con poco lugar para la discusión: la mejor fue Serena Williams.
¿Qué otras candidatas lógicas existieron para conseguir ese honor? Antes del inicio de la temporada, Ana Ivanovic y Caroline Wozniacki eran dos potenciales dominadoras. Veamos qué les ocurrió, comenzando por Ivanovic. La serbia inició el año alcanzando la final en Brisbane, pero en el Abierto de Australia ya recibió un duro cachetazo: derrota en primera ronda ante la checa Lucie Hradecka, que venía desde el cuadro clasificatorio. Tambaleó hasta Roland Garros, cuando al menos alcanzó las semifinales y mostró algo de fuego, pero en Wimbledon otra vez fracasó: la eliminó la desconocida Bethanie Mattek-Sands, 158ª en el ranking. Al cierre de esta edición, Ivanovic no había ganado ni un solo título en la temporada. Definitivamente, la descartamos.
No podemos decir lo mismo de Wozniacki, ya que pasó el requisito mínimo: fue campeona en Kuala Lumpur. Pero la danesa de 25 años sólo obtuvo ese torneo, en el que no enfrentó a ninguna de las 80 mejores. El resto de su 2015 no fue nada deslumbrante: afuera en segunda ronda de Australia, contra Victoria Azarenka, que también le ganó en Doha y Roma. Además perdió rápido en Indian Wells y, especialmente, en Roland Garros: ante Julia Goerges, 72ª del mundo. En Wimbledon apenas arañó los octavos de final. Un año decepcionante para ella.
Al revés fue el caso de Carla Suárez Navarro. La española arrancó con bajo perfil y, a los 27 años, vivió los mejores meses de su carrera. Finalista en Antwerp, Miami y Roma, dio un salto en el ranking que le permitió llegar al Top Ten, pero su cifra de títulos ganados quedó en cero.
Hasta aquí, más que enemigas de Serena, las rivales parecieron sus amigas, porque le allanaron el camino. Sólo hubo dos que le dieron real batalla.
La rumana Simona Halep levantó el trofeo en Shenzhen y en Indian Wells. Sin embargo, en Australia perdió en cuartos de final y en Madrid cayó en su debut ante Alize Cornet (27ª). Hay más: tropezó bruscamente en Roland Garros (eliminada en segunda ronda contra Lucic, 70ª del mundo) y en Wimbledon, donde fue derrotada por Jana Cepelova, que ni siquiera se ubicaba entre las cien mejores. Nadie puede pretender, con esas manchas, ser considerada la mejor.
Mayores fueron los aplausos que recibió la popular Maria Sharapova. Ganó una gran final contra Ivanovic en Brisbane, trepó hasta la final del Abierto de Australia, fue campeona en Roma y semifinalista en Wimbledon. Claro que en la suma negativa también tiene consideraciones de mucho peso: cayó inesperadamente ante rivales como Flavia Pennetta (en Indian Wells), Daria Gavrilova (Miami) y Svetlana Kuznetsova (Madrid). Además, no pudo robarle siquiera un set a la mejor del año.
La mejor del año, claro, fue Serena. ¿Por qué? Porque comenzó ganando el Abierto de Australia, final contra Sharapova incluida. Porque en marzo festejó en Miami, dejando en el camino a Halep y a Suárez Navarro. Porque en mayo se llevó también el segundo torneo de Grand Slam: Roland Garros. Y porque en junio acumuló el tercero, Wimbledon, con autoridad. Ganó los tres principales torneos (al cierre de esta edición se disputaba el US Open), sumó 40 triunfos y apenas 2 derrotas en cancha (dos veces no se presentó a jugar por lesión). Lideró el ranking de principio a fin. Y demostró que en estado físico, técnica y mentalidad está dos escalones encima de todas sus rivales.
Un paso adelante
Al ser tan claro el dominio de Serena en 2015, es posible animarse a postularla para una condecoración mayor: ¿es la estadounidense la mejor tenista en lo que va del siglo XXI? Las únicas siete jugadoras que pueden entrar en esa discusión son Lindsay Davenport, Wozniacki, Victoria Azarenka, Amelie Mauresmo, Venus Williams, Sharapova y Justine Henin.
Davenport y Wozniacki cuentan con un gran caudal de tiempo liderando el ranking mundial. La estadounidense gobernó durante 98 semanas entre 2001 y 2006; mientras que la danesa lo hizo en 67 semanas en el período 2010-2012. Sin embargo, tuvieron una enorme cuenta pendiente: no ganaron torneos de Grand Slam.
Azarenka y Mauresmo sí obtuvieron campeonatos grandes: dos cada una. Un número relativamente bajo, al que además se suma una estadía más corta en el puesto número 1: la bielorrusa lo ocupó 51 semanas; la francesa, sólo 39.
Venus y Sharapova, por su parte, no tienen deudas con los Grand Slams. La mayor de las Williams festejó cuatro veces en Wimbledon y una en el US Open; mientras que la rusa obtuvo dos veces Roland Garros y una vez Australia, Wimbledon y el US Open. Claro que su inconstancia les juega en contra: lideraron apenas 11 y 21 semanas, respectivamente, el ranking femenino.
A todas ellas las supera la belga Justine Henin, que entre 2003 y 2008 fue la mejor del planeta durante 117 semanas, totalizando además 7 grandes torneos. Excelentes cifras, aunque le quedó pendiente ganar el título en Wimbledon.
Estos datos hacen más claro el desnivel: en la comparación, Serena Williams arrasa. No solamente ha liderado el ranking en distintos momentos entre 2002 y 2015, sino que lo ha hecho extensamente: acumula nada menos que 255 semanas como líder. Además, extermina al resto con sus 6 Abiertos de Australia, 3 Roland Garros, 6 Wimbledon y 6 US Open: ¡20 Grand Slams en 15 años!
Hay muchas otras categorías que podrían analizarse, pero estas dos sirven como muestra para afirmar lo que parece muy claro: Serena Williams es la mejor del siglo XXI. A partir del 26 de octubre, cuando comiencen a jugarse las WTA Finals en Singapur, tendrá la oportunidad de continuar elevando su nombre en los cielos del tenis mundial.
Publicado en Access DirecTV N°83 (octubre de 2015)
jueves, 21 de enero de 2016
El club más grande del mundo
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| Los jugadores del Heidenheim y el orgullo de ser los más grandes |
Por Martín Estévez
¿Real Madrid, Juventus, Barcelona, Boca, River? Nada de eso: aunque nunca jugó en Primera, el más grande es el Heidenheim de Alemania, y te contamos por qué.
Para los clubes de fútbol, la permanencia significa prestigio. De ningún modo es lo mismo ser un club fundado hace pocos años que acumular un siglo de historia. Por eso, muchos de ellos han buscado títulos honoríficos que los engrandezcan: “el primer campeón del mundo”, “el que lleva más años en Primera” o “el decano de América” son frases que hemos oído (y oiremos) muchas veces.
Sin embargo, sólo uno puede enorgullecerse de ser el club con más años de existencia. En otras palabras, el más grande del mundo. Y ese club es el Heidenheim 1846 de Alemania.
Claro que existen algunas polémicas. Por ejemplo, si el fútbol se oficializó en 1863, ¿cómo puede existir un club más antiguo? Es porque, para esta investigación, se considera la fecha de fundación de los clubes que hoy compiten oficialmente.
¿Ese método puede ser injusto? Claro que sí. Porque, por ejemplo, si un club de cricket fundado en 1830 decidiera competir en una liga de fútbol, se convertiría automáticamente en el más antiguo. Por eso, lo importante es aclarar la consigna: en esta nota repasamos a los diez clubes más antiguos que actualmente juegan al fútbol, sin importar durante cuantos años lo hicieron.
1) Heidenheim 1846 (Alemania). Fundado en 1846, se llamó Turngemeinde Heidenheim hasta 2007, cuando cambió su nombre, justamente para destacar su longevidad. En la temporada 2013/14 fue campeón en la tercera división, por lo que actualmente compite en segunda. Nunca jugó en Primera.
2) Sheffield Football Club (Inglaterra). Fundado en 1857. No debe ser confundido con el Sheffield United ni con el Sheffield Wednesday. Juega en el equivalente a la octava división de su país. Tiene el honor de haber protagonizado el primer partido de fútbol registrado. En su estadio entran apenas 1500 espectadores, y suele sobrar lugar.
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| Una imagen del Sheffield tomada en 1890 |
3) Lima Cricket and Football Club (Perú). Fundado en 1859. Originalmente, su nombre era Lima Cricket Club, pero con el tiempo le agregaron “and Football” para sostener el logro de ser uno de los más antiguos. Lo llaman “el Decano de América”. Fue campeón de Perú en 1912 y 1914; y actualmente juega la Copa Perú, torneo amateur que posibilita el ascenso a las dos divisiones existentes en el país: Primera y Segunda.
4) TSV 1860 Munich (Alemania). Fundado el 17 de mayo 1860. Fue campeón alemán en 1966 y ganó la Copa de Alemania en 1942 y 1964. Perdió la final de la Recopa de Europa en 1965. Es local en el impactante Allianz Arena, construido para el Mundial 2006. Rudi Voller y Davor Suker supieron usar su camiseta. Actualmente juega en la segunda división.
5) Hallam (Inglaterra). Fundado el 4 de septiembre de 1860. En 1861 jugó, contra el Sheffield, el primer partido registrado. Su estadio, con capacidad para 800 espectadores, figura en el Libro Guinness como el más antiguo del mundo. Nunca estuvo cerca de jugar la Premier League. Hoy, compite en el equivalente a la novena división de Inglaterra.
6) Notts County (Inglaterra). Fundado en 1862. La Juventus de Italia tiene su camiseta los colores blanco y negro en honor al Notts. Su gran logro fue la obtención de la FA Cup en 1894. La última vez que jugó en primera división fue en 1992. Desde entonces, sufrió un duro retroceso y en 2015 da pelea en la cuarta.
7) Stoke City (Inglaterra). Fundado en 1863. En el equipo jugaron el legendario Stanley Matthews y Michael Owen. No ganó títulos importantes, pero estuvo cerca: fue finalista de la FA Cup en 2011, cuando perdió 1-0 ante Manchester City. Es el club más antiguo entre los que actualmente juegan en Primera: marcha 17° en la actual Premier League.
8) K. A. A. Gent (Bélgica). Fundado en 1864. Su denominación completa es Koninklijke Atletiek Associatie Gent. Usa camiseta azul y posee estadio para 20.000 espectadores. En 2015, ciento cincuenta y un años después de su creación, fue por primera vez campeón de la liga de Bélgica. Ya tenía tres Copas locales: las de 1864, 1984 y 2010.
9) Nottingham Forest (Inglaterra). Fundado en 1865. Es el club más antiguo que ha ganado una copa internacional: campeón de Europa en 1979 y 1980. Curioso, porque sólo una vez obtuvo la liga inglesa, en 1978. Suma 56 temporadas en primera y entre sus conquistas también figuran la Supercopa Europea de 1979 y las FA Cup de 1898 y 1959. En la actualidad juega en segunda división.
10) Sheffield Wednesday (Inglaterra). Fundado en 1867. Su nombre se debe a la ciudad y día (miércoles) en que fue creado. Los Búhos fueron campeones de la liga en 1903, 1904, 1929 y 1930; y obtuvieron la FA Cup en 1896, 1907 y 1935. En esta temporada compiten en la segunda división inglesa, conocida como Football League Championship.
Publicado en la página web de El Gráfico en septiembre de 2015
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Siglo XIX
miércoles, 20 de enero de 2016
¿Cuál fue el primer try de la historia?
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| Estatua de Web Ellis, con la guinda en la mano |
Por Martín Estévez
Mientras disfrutamos del Mundial, retrocedemos en el tiempo para descubrir quién inauguró la jugada más emocionante del rugby.
En el año 1823 ya existía todo tipo de juegos con pelota. De hecho, el jeu de paume (un antecesor del tenis, con raqueta y todo) había sido furor en Francia durante los siglos XV y XVI. Inventar, lo que se dice inventar, casi nadie ha inventado nada en materia de deportes: todo es derivación de derivación de entretenimientos que provienen, tal vez, de las primeras civilizaciones.
La cuestión es que estábamos hablando sobre 1823, año en el que, en Inglaterra (la Inglaterra colonialista y usurpadora de riquezas extranjeras), uno de los juegos más populares era pegarle a una pelota (hecha de lo que fuera) con los pies, tratando de apuntar hacia lugares específicos. Sí: un juego bastante parecido a muchos otros, pero especialmente al fútbol.
La leyenda cuenta que, en un colegio de la ciudad de Rugby, ubicada en el condado de Warwickshire, estaban jugando a eso tan parecido al fútbol: a pegarle con el pie a una pelota e impulsarla hacia una meta. Hasta que un chico de 16 años, William Webb Ellis, bastante fastidiado por su falta de talento con los pies, agarró la pelota con las manos en mitad de cancha y empezó a correr.
Sus compañeros, enojados, se lanzaron a perseguirlo para sacársela y seguir jugando, pero no pudieron. Webb corrió y corrió esquivando jugadores y, para terminar su obra, metió la pelota dentro del arco rival: sin saberlo, había marcado el primer try de la historia.
A algunos profesores les pareció una buena idea empezar a utilizar también las manos y, luego, ese juego fue expandiéndose de colegio en colegio. Ahí, en esa corrida de Ellis en 1823, había nacido el rugby que hoy nos tiene expectantes por el Mundial. Un torneo que le ofrece al ganador la Copa Webb Ellis, simpático homenaje para el autor de aquel primer try.
Publicado en la página web de El Gráfico, septiembre de 2015
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martes, 19 de enero de 2016
Gabriel Ávalos, los récords y el Big Bang
Por Martín Estévez
Pese a que la mayoría no lo conoce, el delantero paraguayo de Crucero del Norte posee una marca que nadie superó en 15 mil millones de años. ¿O no es para tanto?
Desde hace algunos meses, junto al colega Pedro Molina, ironizamos sobre los récords. Más específicamente, sobre lo fácilmente manipulable que es su enunciación. Aunque el periodismo fue siempre una manipulación de datos (la objetividad es una ilusión), esa manipulación suele producirse al elegir qué datos se publican y cuáles no.
En cambio, lo que sucede con los récords es todavía más subjetivo, porque se trata de construcciones abstractas y artificiales. Un récord nunca es un partido, un gol, un campeonato. Un récord es un camión repleto de partidos, goles y campeonatos a los que a alguien, un día, se le ocurrió compararlos.
Así, entonces, si el fin de semana el paraguayo Gabriel Ávalos convierte un gol, el comentarista podría acotar con frialdad:
“Ávalos es el goleador de Crucero en el campeonato”.
Pero, ante la misma situación, no sería incorrecto que el relator de turno, desaforado y al borde del éxtasis, gritara:
“¡Otra vez Ávalos, barrilete cósmico, máximo goleador de Crucero del Norte en Primera de los últimos 15 mil millones de años!”.
Ambos datos son ciertos.
Alguno podrá decir, con criterio, que Crucero debutó en Primera recién en 2015. Y que, incluso salteando ese dato, el fútbol argentino se oficializó hace 124 años. Que es exagerado sumarle al logro de Ávalos más de 14 mil millones de años en los que no hubo fútbol.
Sin embargo, ¿alguien discute esos períodos cuando se habla del de Diego a los ingleses como “el mejor gol de todos los tiempos”? Al menos yo no escuché a nadie aclarar “el mejor gol desde que se reglamentó el fútbol en el siglo XIX”.
Y sin exagerar tanto, cuando Messi batió el récord de goles en una temporada (hizo 91 en 2012), tampoco se oyeron justicieros que pidieran la aclaración: “Récord entre los datos actualmente conocidos”. Porque desde la invención del fútbol hasta ahora, existieron centenas de campeonatos nacionales de los que no se guardaron registros, especialmente en África y Asia. ¿Quién puede asegurar que en la Liga de Mozambique de 1924 (ganada por el Club Indo-Portugués) no hubo un crack que metió 100 goles en el torneo?
Esto, claro, no invalida los récords. Decir que Martín Palermo fue el máximo goleador en la historia de Boca Juniors no es un falso ni inútil, sino cierto y relevante. Simplemente propongo tomar una postura: o aceptamos todos los récords aunque suenen algo extraños, o nos olvidamos de ellos y nos limitamos al día a día.
Yo, por mi parte, estaré atento a lo que haga el gran Ávalos el fin de semana. No todos los días, ya lo sabemos, uno puede ver en vivo al máximo goleador de un club desde el Big Bang hasta la actualidad.
Publicado en la página web de El Gráfico, septiembre de 2015
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lunes, 18 de enero de 2016
Washington Camacho – El que cantaba en el colectivo
Por Martín Estévez
Cuando ya era futbolista profesional, tuvo que trabajar arriba del “ómnibus”, como dicen los uruguayos, por algunas monedas. Después ayudó a su suegro revocando paredes, jugó poco en Godoy Cruz y renació en Defensa y Justicia. La historia del volante zurdo que le aporta vértigo al ataque de Racing.
El entrenador de Godoy Cruz, Martín Palermo, meciona a los jugadores que quedarán concentrados para el siguiente partido. Y cuando se da cuenta de que otra vez, como en los últimos meses, no está en esa lista, a Washington Fernando Camacho se le llenan los ojos de lágrimas. Las contiene, disimula, pero el golpe es brutal. “Esa semana estaba ilusionado con que iba a jugar -recuerda-. Mi hija, que tenía 4 años, siempre me preguntaba por qué no jugaba, cuándo iba a jugar, y yo le decía que no sabía. Esa semana me había preguntado otra vez y, como se había abierto un lugar en el equipo, yo le había dicho que sí, que iba a jugar. ‘¡Te voy a ver jugar, papá!’, me dijo. Entonces, cuando me enteré de que no jugaba, me acordé de eso y se me caían las lágrimas. Cuando le conté, me dijo: ‘No importa, tenés que hacer mucho esfuerzo, papá’”.
Camacho nació el 8 de abril de 1986 en Paso de los Toros, Uruguay, y su vida tuvo mucho más sacrificio que lujos. Hoy es un volante rompelíneas titular en el Racing que defiende el título. Llegó para reemplazar la desfachatez de Ricardo Centurión, y lo está haciendo más que correctamente. Sin embargo, no fue hasta hace muy poco tiempo, apenas dos años, cuando su vida se estabilizó y la angustia aflojó el nudo.
-¿Cómo es Paso de los Toros?
-Es una ciudad, pero nosotros decimos que es un pueblo. Es chiquito, tiene 10.000 habitantes. Para jugar al fútbol, sí o sí tenías que ir a Montevideo, porque no había clubes profesionales. Y salir del pueblo era muy difícil. Para nosotros, la ciudad era “la gran ciudad”.
-¿Qué había para divertirse en Paso de los Toros cuando eras chico? ¿Sólo ir a la plaza, o había un cine, por ejemplo?
-¡Una vez sola pasaron una película! No me olvido más: fue Titanic. Era un furor, la quería ver todo el mundo, entonces organizaron para pasarla en el pueblo. Era rarísimo, porque nunca había entrado en una sala así. Era de teatro, pero la habían adaptado para pasar cine esa vez. Estuvo buenísimo. Después era todo típico: el centro, donde estaban la plaza, la iglesia, la policía, había una plazoleta… La gente, los fines de semana, decía “voy al centro”, ¡pero el centro eran dos cuadras! Terminabas dando vueltas, saludabas cinco veces a los que pasaban y volvías.
-¿Con quién vivías?
-Con mis padres y mis dos hermanos varones. Familia muy futbolera, a mi viejo siempre le gustó el fútbol. Desde que tengo uso de razón estaba con la pelota abajo del pie.
-¿Uno de tus hermanos es futbolista y el otro es kinesiólogo, no?
-Sí, yo soy el del medio. El más chico juega al fútbol. Llegó a debutar en Primera; pero en el fútbol uruguayo, aparte de jugar bien, tenés que tener mucha suerte. A él no le tocó continuar como profesional y ahora juega en un equipo del interior de Uruguay: Nacional de Florida. Por suerte le está yendo bien, así que los días de semana tiene su trabajo, y los fines de semana juega. El otro es kinesiólogo, y hasta estuvimos juntos en el club Juventud Las Piedras.
-¿Te trataba bien, o no tanto?
-Sí, pero no me gustan mucho los masajes. El me quería cuidar, porque hacíamos trabajos fuertes, pero yo trato de evitar esas cosas. Fue una experiencia muy linda, distinta. En los partidos, cuando me lastimaba, entraba corriendo desesperado para ver si me había pasado algo. Mis compañeros lo cargaban.
-Y con tu otro hermano jugaron juntos...
-Sí, en las inferiores de Villa Española. También es zurdo, jugamos casi en la misma posición. Haber compartido algunos partidos con él es un recuerdo inolvidable.
En su país, Camacho saltó de equipo en equipo. Debutó en Villa Española a fines de 2003, cuando tenía 17 años, y pasó por seis clubes distintos en apenas ocho temporadas. “Cuando debuté, el equipo jugaba en Primera, pero ya estaba descendido; eran las últimas cuatro fechas. Después jugué un año en Segunda y estuvimos cerca de ascender. Es un club muy humilde, de barrio, y como estaba con deudas, terminamos quedando todos libres, y el club quedó desafiliado.
-¿En qué se parecen y en qué son muy diferentes la Segunda División de Uruguay y la Copa Libertadores?
-En lo único que se parecen es en que está la pelota en la cancha (risas). Después, nada. Pero eso es lo lindo del fútbol: hoy te toca estar en un club grande, pero no sabés qué puede pasar mañana. Por eso siempre disfruté, también cuando estaba en la Segunda de Uruguay, aunque fue una etapa muy dura, muy difícil. Porque hay algo que sí es igual: la felicidad de estar adentro de la cancha.
-¿A qué te referís cuando decís que esa etapa en Segunda fue muy difícil?
-Jugar era complicado. Las canchas son bastante feas y se jugaba muy fuerte, te tenías que acostumbrar a las patadas. A veces nos juntamos con Ezequiel Videla, que también jugó en Uruguay, y decimos: “¡Si estos supieran lo que son las canchas de allá!” (risas). Y en cuanto a lo económico, era una realidad terrible. Llegaba el día de cobrar y por ahí no tenías ni ganas de ir, porque sabías que pagabas todo lo que debías y al otro día ya te quedabas sin plata. Tuve la suerte de que, en ese momento, estaba viviendo en la casa de mis suegros; pero ya estaba casado, tenía a mi hija. Ellos son excelentes personas y me ayudaron un montón, pero era difícil porque yo quería tener mi casa, un lugar para mi familia. Y había que esperar el ómnibus para que me llevara a la práctica, que me quedaba bastante lejos, y a veces no tenía ni para el boleto. Tenía que pedir en algún lado, a algún vecino.
-Te casaste cuando eras muy joven…
-Sí, a los 22. Y hace ya once años que estoy con mi señora, otra luchadora más que me ha acompañado en todo este recorrido. La conozco desde el colegio. Es mi cable a tierra, la que me hace bajar cuando empiezo a ver otras cosas. Tenemos una nena de 6 años, que nació en un momento difícil para nosotros. Siempre se dice que los hijos llegan con un pan bajo el brazo, pero creo que ella fue la excepción, porque llegó y yo estaba sin club. Estuve seis meses sin jugar. Nació y a los tres días se enfermó. Estuvo internada dos semanas, bastante grave, y al menos estar sin club me permitió acompañar a mi señora todos los días en el hospital.
-¿Entre qué clubes estuviste sin jugar?
-Entre Bella Vista, donde estuve hasta 2008, y Juventud Las Piedras. En ese momento, hice de todo un poco. Iba a laburar con mi suegro, trataba de hacer algo para ayudar en la casa. Más allá de que él nos ayudaba con el tema de la comida, a mí me daba vergüenza estar ahí y no aportar nada. El labura en construcciones, así que trataba de acompañarlo, que por lo menos viera que quería ayudar y aportar algo.
-¿Sabías algo sobre construcción?
-Fui aprendiendo a pintar, a revocar, lijar paredes… Por ahí me tocaba el laburo más fuerte, porque él sabía lo demás, entonces yo hacía eso, que era lo que podía. Pero en mi casa, desde chico, me acostumbraron a que había que ganarse el pan. Así que, si bien no tuve una vida tan dura, laburé desde chico, ayudaba en mi casa, hacíamos feria con mis viejos… Hice bastantes cosas. Hasta canté arriba de los micros.
-Contá eso, por favor.
-Había venido desde Paso de los Toros a Montevideo. En el pueblo, vos estabas acostumbrado a tener la libreta: en la carnicería, en el súper, te anotaban lo que llevabas y lo pagabas después, así que siempre comías. Quedabas endeudado, pero nunca te faltaba nada. Claro: llegamos a la capital y se manejaba todo con plata, así que al principio nos costó. Yo recién había debutado en Villa Española y un día me había quedado sin plata, no tenía nada. Mi viejo laburaba, pero lo gastaba todo en el alquiler de la casa. Mi hermano, el kinesiólogo, sabe tocar la guitarra y ese día me dijo: “Vamos a salir y vamos a tocar en el ómnibus”. ¡Yo me moría de vergüenza! Ya había jugado en Primera División...
-¿Pero vos cantás más o menos bien?
-¡Nooo! ¡Casi no sabía la letra! Era un manotazo de ahogado. Practicamos un poco a la tarde, aprendí la letra y nos mandamos arriba del ómnibus. Yo pensaba: “Si me llega a ver alguien del fútbol o del pueblo, se entera de que vine a jugar y terminé cantando arriba del ómnibus…”. Son cosas que, a la larga, uno valora. Hoy, si me tocara hacer algo así, no me daría vergüenza para nada. Muchos me preguntaron cómo hice para adaptarme tan rápido a Racing. ¡Imaginate! Después de cantar arriba de un ómnibus, esto es algo hermoso para mí. Presión no tengo ninguna.
-¿Te acordás qué canción cantabas?
-Jajaja… Sí, soy un desastre para los nombres, pero me acuerdo la letra. (Empieza a cantar). “Pare, primo, la canoa, que me parece que llora el pescador allá en la orilla…”. Fue hermoso. La verdad es que me subí arriba de los ómnibus y me terminó gustando. Nosotros lo hicimos algunas veces para comer, para tener alguna plata, pero mi hermano después siguió porque le gustó la onda. La gente te aplaudía, estaba bueno. En una época él componía, y justo antes de los partidos, armaba una canción y me la tocaba. Y a mí me llenaba, porque pegaba las palabras justas, y entraba a la cancha enloquecido.
-¿Cómo volviste a conseguir club?
-Gracias a Edgardo Arias, un técnico que me ayudó mucho y me llevó a Juventud Las Piedras. Me enseñaron a ser agradecido, así que es bueno decir que a él le debo mucho. Incluso, una vez que yo estaba con problemas, me sacó del equipo y me dijo: “Lo hago por vos. Si te pongo, vas a andar mal y va a ser peor; cuando estés mejor, voy a volver a ponerte”. Es como un padre del fútbol para mí. Siempre lo llamo y le mando mensajes.
-¿Tus viejos siguen en Uruguay?
-Sí, siguen luchándola. Para ellos debe ser una satisfacción ver que sus hijos progresan. Cuando terminan los torneos, voy siempre a verlos. Para que yo pudiera empezar a jugar al fútbol, ellos se fueron del pueblo, mi padre tuvo que pedir el traslado en su trabajo, mi madre dejó el suyo, hicieron el sacrificio de mudarse. Todas las posibilidades que tengo ahora son gracias a ellos.
-En Uruguay jugaste en muchos clubes y poco tiempo en cada uno. ¿Por qué?
-Allá es difícil que te hagan un contrato largo. Por lo general, son de un año, o un año y medio. Los clubes tratan de no quedarse con muchos jugadores y, si sos caro, traen después a un jugador que cobre menos.
-¿En qué club uruguayo la pasaste mejor y en cuál la pasaste mal?
-Tuve de todo en todos los equipos. En Rentistas viví momentos muy buenos, peleamos el torneo y estuvimos cerca de entrar a una copa; pero al otro año terminamos descendiendo. Con el resto me fue bastante bien, con todos peleamos arriba. No me arrepiento de haber jugado en ninguno.
-¿Cómo llegaste a Godoy Cruz?
-Hay una persona que trabaja en Uruguay para Christian Bragarnik, que ahora es mi representante. Yo había estado mucho tiempo con un representante allá, que me hizo muchas promesas, pero nunca tuve la posibilidad de salir del país. Cuando me ofrecieron cambiar de representante tenía miedo, así que acepté pero sólo durante ocho meses. Y antes de los ocho meses ya estaba en Godoy Cruz. No lo podía creer. Cuando le dije a mi señora que había firmado, se emocionó. Salvo el amor, nos faltaba todo, pero eso nos mantuvo juntos. Pasamos muchas necesidades. Cuando ella y mi hija llegaron a Mendoza y vieron el departamento en el que íbamos a vivir, no lo podían creer. Era hermoso. Nos costó adaptarnos a eso; era otro nivel de vida pero estábamos lejos de Uruguay.
-Qué difícil debe ser no perder la cabeza cuando la vida te cambia tanto y empezás a tener más plata y popularidad, ¿no?
-Tal cual. Yo hablo con los muchachos y les comento cuál es la realidad de Uruguay, porque en la Argentina los jugadores vivimos en una burbuja. Querés hacer un trámite, o ir a algún lado, y siempre tenés un conocido que lo hace por vos. Vas al banco y no te comés una cola de dos horas. Nuestro entorno nos hace vivir otra realidad; y está bueno que, cuando llegás a tu casa, esa realidad la dejes afuera, que seas el mismo tipo que eras antes. A mí me tocó vivirlo, me había afectado ese cambio, pero mi señora me lo hizo ver, me dijo que ya no era la misma persona, y eso me hizo muy bien. Después estuve esos seis meses sin jugar en Godoy Cruz, y ella me acompañaba siempre a la cancha, con frío, con lluvia, y tomábamos mate juntos. Ahí me demostró quién era ella, y que yo no me tenía que desviar del camino.
-¿Te hiciste un tatuaje para ella y tu hija?
-Sí, quería tatuarme una dedicatoria para ellas. Dolió bastante por la zona (cerca de las costillas), pero me gusta cómo quedó. Ella se había ido a Uruguay y quería darle una sorpresa. Cuando lo vio, no lo podía creer.
-En Defensa y Justicia saldaste la deuda con tu hija: te vio jugar...
-¡Sí! Mi mujer iba a la cancha y me decía: “No puedo creer que te vemos jugar todos los partidos”. Era otra realidad. Diego Cocca me hizo sentir otra vez jugador, y además logramos el objetivo del ascenso, que fue algo muy lindo. Cuando me habían ofrecido jugar en Defensa, mi señora tenía un poco de miedo. Los dos sabíamos que podía ser una de las últimas posibilidades en la Argentina. Yo tenía 27 años: si no andaba bien ahí, me tenía que volver a Uruguay.
-¿Cuál fue tu día más feliz como futbolista?
-Por haberlo disfrutado con mi nena y con mi señora, el día que ascendimos. Sentí que había conseguido algo y que ellas estaban al lado mío. Hasta el día de hoy lo siguen recordando.
-Antes de que los refuerzos firmen su contrato, Cocca los llama para explicarles qué quiere de ellos. ¿Con vos hizo falta eso?
-Sí, me llamó, me llamó. Me dijo: “Uru, no te voy a pedir nada raro, quiero que hagas lo mismo que hiciste en Defensa. No quiero que, por estar en un club grande, inventes cosas”. Yo sólo traté de llegar un poco más al gol, porque con él no había hecho muchos.
-¿Qué se siente al jugar en Racing?
-Es un equipo grande, todo es distinto. Me pude adaptar muy bien, me sentí muy cómodo. Los referentes del plantel son muy humildes, y Cocca me dio la confianza de jugar prácticamente desde que llegué. Trato de disfrutar todos los días, de quedarme a tomar mate, de saber de los demás. En Racing valoran el sacrificio, más allá de que consigas o no las cosas, como pasó en la Copa Libertadores. Todos estábamos muy ilusionados, pensábamos que podíamos llegar más lejos, y encima la gente nos aplaudió al quedar eliminados. Ahí decís: “Puta madre, cómo se nos escapó esto”.
-Adentro de la cancha, ¿qué es lo que sabés que hacés bien; y cuándo decís “esto no lo tengo que hacer más”?
-Lo que no tengo que hacer es apurarme. Por ahí leo bien las jugadas, pero las resuelvo mal. Diego me dice: jugá a dos toques y frená, esperá, no te apures. Y yo soy de meterle vértigo. Pero está bueno equivocarse, sirve para aprender. Y lo que más me sale es cuando desbordo y tiro el centro, creo que es una de mis virtudes.
-¿Cuál es el mejor gol que hiciste?
-Lindos no tengo muchos (risas). Mis compañeros no lo pueden creer, porque siempre meto goles de segunda jugada. El que hice contra Vélez, de cabeza, creo que fue lindo, porque pude anticipar y ganar en el primer palo. En Uruguay, hice otro para Juventud Las Piedras, en una semifinal por el ascenso, desde afuera del área. Pero por lo general hago goles feos.
-Cocca te llamó. ¿Y si un día suena el teléfono y es el Maestro Tabárez?
-Me emociona pensarlo, pero tengo bien claro que para llegar a la selección tengo que hacer las cosas muy bien en mi club. Por eso trato de mejorar cada vez más. Ya tengo 29 años, no soy joven, pero a Carlos Sánchez le tocó la posibilidad, y eso me demostró que también están observando el fútbol argentino. Yo siempre miraba el Estadio Centenario y me parecía un museo. Jugar ahí con la camiseta de Uruguay… ¡me puedo llegar a morir!
Recuadro - No se olvida de Peñarol
“Soy hincha de Peñarol -cuenta Camacho con naturalidad-. Ahora que no juego en Uruguay, lo puedo decir sin problemas. De chico iba mucho a la cancha. Incluso cuando ya estaba en Primera División, con mis amigos nos juntábamos en la esquina y nos íbamos a verlo como sea. A veces caminábamos 7, 8 kilómetros, o íbamos debajo de la lluvia. Hasta hicimos una bandera grande. Cuando jugaba en Rentistas, el técnico me decía: ‘Vos no podés irte a ver a Peñarol’, pero yo era chico y tenía otras cosas en la cabeza. Esa parte de la vida la disfruté bastante”.
-¿Te imaginás terminando tu carrera en Peñarol?
-No pienso mucho a largo plazo, pero cada vez que juega Peñarol, lo sigo. Y sigo queriendo que salga campeón. Hay amigos que me dicen que vaya a Peñarol, porque saben que soy hincha. Jugar ahí es uno de los sueños que me quedaron sin cumplir, y ojalá en algún momento pueda cumplirlo
14 Los goles que suma en el fútbol argentino. Durante su carrera jugó en Villa Española (2003-04); Rentistas (2005-07); Bella Vista (2007-08); Juventud Las Piedras (2009-10); El Tanque Sisley (2010-11); Cerro (2011-12); Godoy Cruz (2012-13, sin goles); Defensa y Justicia (2013-14, 9 goles); y Racing (2015, 5 goles).
Publicado en El Gráfico N°4461 (septiembre de 2015)
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