domingo, 12 de septiembre de 2010

Cuando Lanús jugó para Banfield

[Mitología Banfileña: legajo número 1]

No sólo entró en la historia por esa curiosidad: Carlos Galup Lanús fue un muy buen back que llegó a la Selección, y un verdadero caballero.

Nunca Banfield fue de Lanús. Pero, alguna vez, Lanús fue de Banfield. Más precisamente durante dos años. El dato es absolutamente indiscutible, lo pueden afirmar sus hinchas. Aunque, tal vez, no sea del modo en el que piensan.

Carlos Galup Lanús nació, curiosamente, en Lanús. Heredó su primer apellido de su padre y el segundo de su madre: Luisa Lanús. Asistió a la Escuela N°18 de Barracas al Sur y desde joven mostró ser un deportista entusiasta con noble personalidad.

Comenzó su carrera futbolística en Gimnasia y Esgrima de Buenos Aires. En 1910, cuando el back izquierdo de Banfield, Luis Molteni, decidió marcharse a Independiente, Galup Lanús llegó para reemplazarlo. Ese año conformó la dupla de zagueros con Albert Burton y ambos jugaron en muy buen nivel. Aquél fue uno de los mejores equipos de los primeros años de Banfield, con históricos como Julio Bertani y Rogelio Jacobelli, y dos atacantes letales: Bartolomé Lloveras y Amador García. Galup Lanús disputó 18 de los 25 partidos y el conjunto blanquiverde terminó con un importante tercer puesto entre 35 equipos.

Ese buen plantel se desarmó en 1911, cuando Louis Thiessen asumió la presidencia. Entre sus excéntricas y poco efectivas ideas, estuvo la de preparar banquetes a los que invitaba a los mejores futbolistas para convencerlos de “pasarse” a Banfield. No consiguió a ningún jugador de renombre, pero Galup Lanús fue uno de los que, pese a recibir ofertas de otros clubes, prefirió quedarse. “Las malas lenguas vociferan que lo hace por las célebres cocoas de Thiessen”, decía el diario La Nación.

La caballerosidad fue lo que lo alejó del club. Banfield comenzó el torneo de Segunda División con cuatro empates, pero tocaba enfrentar al difícil Estudiantes de La Plata. Thiessen utilizó su posición dirigencial para que el cotejo lo dirigiera un simpatizante de Banfield, y el arbitraje fue bochornoso, al punto que a pocos minutos del final, cuando iban 0-0, marcó un penal inexistente que provocó que los futbolistas de Estudiantes se retiraran del campo de juego.

Galup Lanús sintió que la actitud de sus compañeros y su presidente habían sido incorrectas y se acercó a la sede del equipo platense para solicitar disculpas. El gesto sorprendió a los dirigentes, quienes lo invitaron a formar parte del equipo. Galup Lanús aceptó y el 25 de junio de 1911, ante Estudiantil Porteño (1-2), jugó su último partido con la camiseta de Banfield. Lo curioso es que 22 días después, reconocida la irregularidad, se volvió a disputar aquel Banfield-Estudiantes. Los de La Plata ganaron 2-1 y esta vez Galup Lanús estuvo de su lado.

¿De qué jugaba Lanús? Dentro del sistema 2-3-5 que se utilizó durante el amateurismo, era back izquierdo: uno de los dos defensores del equipo. Se lo recuerda como un jugador de correctísimo comportamiento, mucha precisión con la pelota y buen estado físico.

Con Estudiantes consiguió el ascenso a Primera División en 1911 y alcanzó su mejor nivel, llegando incluso a la Selección Nacional (1913-1914). Fueron sólo dos partidos, uno de ellos recordado por otra sorprendente actitud suya. Argentina se enfrentaba a Brasil por la primera edición de la “Copa Julio Argentino Roca”. En una jugada, el atacante argentino Lonardi marcó un gol con la mano que fue inicialmente convalidado. Galup Lanús persiguió al árbitro para explicarle que el tanto de su propio equipo había sido convertido de modo irregular. El juez lo aceptó e invalidó el gol. Finalmente, Brasil ganó 1-0 y se llevó la Copa. Su otro match en la Selección se produjo ante Uruguay (1-1).

Galup Lanús terminó su carrera en Estudiantes y luego siguió ligado a ese club como directivo. Murió en Saldungaray, Buenos Aires, en enero de 1949. “Fue valor técnico, atleta de juvenil vigor y vio al fútbol como una disciplina más para formar el carácter junto con el esfuerzo”, publicó La Nación luego de su muerte. La historia lo recuerda como un muy buen back, identificado con Estudiantes; y especialmente como un verdadero caballero del deporte. El dato, definitivamente, es indiscutible. Alguna vez, Lanús fue de Banfield (*).

(*) Fuentes: “Un pionero llamado Banfield”, de Víctor Raffo y Alberto Yanés; “Dios no vio el partido”, artículo de Víctor Hugo Ameneiro; y “Estudiantes 100 Años”, de Sebastián Fernández, Fernando Guida, Maximiliano Llorens, Daniel Guiñazú y Martín Estévez.

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Fueron los partidos que jugó Carlos Galup Lanús en Banfield, todos en Segunda División: 18 en el torneo de 1910 y 6 en el de 1911. Entre los goles de los que se conocen los autores, no marcó ninguno. Luego pasó a Estudiantes.

“Mejor se la dejo y listo...”
Alberto Ohaco era un verdadero crack de Racing Club que no se amilanaba ante nadie. Sin embargo, cada vez que enfrentaba a Estudiantes de La Plata se lo veía con una actitud resignada, algo raro en él. Puntualmente, cada vez que Carlos Galup Lanús lo marcaba. Intrigado, un periodista le preguntó si ocurría por algo en especial. Ohaco, que había enfrentado a Galup Lanús dos veces cuando Carlos jugaba para Banfield, fue contundente: “¿Para que voy a pelear por la pelota si siempre me la saca? Mejor se la dejo y listo...”.

PUBLICADO EN SE JUEGA Nº13 (ABRIL DE 2007)

3 comentarios:

  1. No jugo en Lanus,porque era de segunda division...

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  2. Bancien corrupto como siempre jejeje

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  3. Que historia la tuya "B"anfield... Otro caso mas de arreglo??? PATETICOS.

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