viernes, 16 de noviembre de 2012

Argentino Abierto 2011 - Zona A

Por Martín Estévez

Mientras La Dolfina arrasaba, La Aguada, Pilará y Chapa Uno se repartieron los puntos.

El dato previo al inicio del Campeonato Argentino Abierto era contundente: la última vez que La Dolfina había perdido un partido de la fase de grupos en Palermo fue en 2004. Mucho, mucho tiempo. Por lo tanto, cada vez que se sortea el fixture se convierte en favorito indiscutido, candidato total a avanzar a la final. En el sorteo 2011 cayeron en su grupo (el A) La Aguada, Pilará y Chapa Uno. ¿Podría alguno de ellos frenar a Cambiaso y compañía?

La Dolfina 23 – Chapa Uno 10
El Abierto comenzó el sábado 19 de noviembre con una goleada atípica. A pocas horas del inicio del partido estaba en duda la participación de Cambiaso, que arrastraba una molesta lesión costal; ese dato, esa posibilidad, ayudaba a inquietar al menos un poco a La Dolfina Dubai. Pero Adolfito estuvo presente y las diferencias entre un equipo y el otro fueron inmensas. Chapa Uno terminó el segundo chukker con un 1-5 descorazonador. Enseguida supieron que lo mejor que podían hacer era intentar que la diferencia no fuera humillante. Aunque habían llegado desde el clasificatorio y eran el equipo de menor hándicap (32 goles), los aliados de Hope Funds no esperaban semejante recibimiento en Palermo. Habían perdido por doce goles en Hurlingham contra el mismo rival, habían tomado nota de cada error cometido, pero nada pudieron hacer. De hecho, la diferencia terminó siendo mayor y Cambiaso elevó su cuenta de goles en Palermo a 669. “Hoy pudimos jugar bien. Fue un lindo partido para ver y siempre es bueno empezar ganando”, declaró Juan Martín Nero.

La Aguada 11 – Pilará 10
Prácticamente era una semifinal de la Zona A, una eliminatoria para ver cuál de los dos definiría ante La Dolfina en la última fecha. Y La Aguada BMW, incluso sin Miguel Novillo Astrada, hizo valer su leve favoritismo en un partido de bajo goleo. En la cancha 1 estaba en juego mucho más que la Copa Movistar: estaba en juego el trabajo realizado durante todo el año por ambos equipos. Pilará Piaget empezó encendido, pero a partir del tercer chukker La Aguada tomó una ventaja que llegó a ser de tres (11-8) al inicio del último período. Pilará se puso a uno, pero sonó la campana. La Aguada festejó triple: por el triunfo, porque Ignacio Toccalino debutó ganando y porque Eduardo Novillo llegó a los 100 goles en la historia del Abierto.

Chapa Uno 9 – La Aguada 7
La gran sorpresa del Abierto. Más allá de la ausencia de Miguel Novillo y de que la temporada de La Aguada no estaba siendo del todo exitosa, era difícil suponer que Chapa Uno, el equipo más débil en cuanto a valorización, pudiera ganarle. Pero lo hizo. La Aguada apostó como siempre a un juego conservador y hermético, pero se encontró con un rival que le propuso lo mismo, y potenciado, al punto de que en los dos primeros chukkers hubo apenas un gol. Los Novillo se fueron 2-1 al descanso del tercero, pero el cuarto período fue determinante: Chapa Uno clavó un parcial de 4-0, quedó 5-2 en ventaja y ya nunca perdería el liderazgo en el marcador. El único chukker en el que La Aguada marcó más de un gol fue el último, cuando el juego estaba definido, y solo le sirvió para descontar de 9-5 a 9-7. Seguramente habrá lavado de cabeza en Open Door para la temporada 2012, porque La Aguada está perdiendo terreno contra los que venían detrás. Chapa Uno Hope Funds, de la mano y del taco de Pablo Pieres, salvó el año en la cancha 2.

La Dolfina 20 – Pilará 7
La Dolfina vuela. Si los trece goles de diferencia en su primer partido parecían ligados a la permisividad del rival, ante Pilará se evidenció que no fue así. Enterado de la derrota de La Aguada, el cuarteto de Cañuelas supo que tenía al grupo en el puño y salió a demostrar por qué era el gran candidato al título. Aunque Cambiaso fue el goleador, el que jugó incluso mejor de lo que acostumbra fue Pelón Stirling, eficaz ante los mimbres. Pilará, que venía de darle pelea a La Aguada, dependió de los goles de Bautista Heguy (hizo 6 de los 7 del equipo) y solo le quedaba ganarle a Chapa Uno para vengar la derrota sufrida ante ellos en Hurlingham.

Pilará 16 – Chapa Uno 13
Y finalmente pudo hacerlo: Pilará se despidió de Palermo con un triunfo ante la revelación del torneo gracias a que se despertó Hilario Ulloa, y así Bautista ya no estuvo tan solo. Chapa Uno terminó el sexto chukker con ventaja (11-10), pero los Piaget Boys sabían que otra derrota les significaría un pésimo cierre de año. Además, Magoo Laprida no podía irse de su primer Abierto sin goles (hizo 2) y sin triunfos. Valió tanto el triunfo que, pese al triple empate en puntos, Pilará terminó segundo en el grupo por los resultados entre ellos.

La Dolfina 15 – La Aguada 7
Antes del inicio del Abierto, este partido asomaba como parejo, disputado, como el duelo que definiría la zona. Pero La Dolfina había sido demasiada Dolfina en los partidos previos (+26 de diferencia de gol); y La Aguada había sido tan poca Aguada que casi no generaba el miedo de temporadas anteriores. Sin embargo, los Novillo Astrada (ahora con un Toccalino entre sus filas) jugaron en el inicio sus tres mejores chukkers del torneo. El reemplazo de Julio por Javier no parecía pesar. Concentrados, llegaron 2-2 al cuarto, pero ahí se esfumó el espejismo. Adolfito Cambiaso empezó a acertar desde todos lados (8 goles en el partido, 24 en el torneo), mientras que Mac Donough se sumó a la fiesta y pasó la barrera de los 100 en su cuenta en Palermo. Fue el séptimo triunfo consecutivo de La Dolfina en la Triple Corona, y significó el pase a la final. ¿La Dolfina jugó demasiado bien o sus rivales opusieron poca resistencia? Sería fácil responder que fue un poco y un poco, y difícil creer que el equipo de Cambiaso evolucionó tanto de un año a otro. Es cierto que el título en Hurlingham demostró que La Dolfina sigue en ascenso, pero la realidad es que la Zona A lo cruzó con el cuarteto de menor hándicap (Chapa Uno), otro que no termina de consolidarse (Pilará) y el peor La Aguada de los últimos tiempos (las lesiones no ayudaron). Si el objetivo era frenar a La Dolfina, estuvieron muy, pero muy lejos de conseguirlo.


PUBLICADO EN EL GRÁFICO POLO (DICIEMBRE DE 2011)

domingo, 4 de noviembre de 2012

La tierra de la resistencia

En Londres 2012, como siempre, las carreras de larga distancia serán dominadas por atletas de Etiopía y Kenia. ¿Por qué esos países son tan superiores a los demás?

Si anticipamos que este artículo será sobre las marcas de atletas kenianos y etíopes en las carreras de fondo con vistas a Londres 2012, casi todos nuestros lectores huirán hacia las páginas de cine. No huyan: prometemos que no se van a aburrir y que, en los siete minutos de lectura que necesita este texto, van a enterarse de datos sorprendentes.

Empecemos por la información imprescindible para entender esta nota. En los Juegos Olímpicos, las carreras de fondo son eventos fundamentales. Se llama carreras de fondo a las competencias de 5.000 metros, 10.000 metros y al maratón. El dato curioso es que casi siempre ganan atletas africanos. Pero no de cualquier lugar de África: más específicamente de Kenia y de Etiopía. No ganan una vez: ganan una, y otra, y otra, y otra. Salen primeros, segundos y terceros. Tienen todos los records olímpicos, todos los records mundiales. Los países más poderosos del mundo preparan a sus atletas con la mejor tecnología, con inversiones millonarias, y nada: siempre ganan etíopes y kenianos.

Se han intentado múltiples explicaciones. Desde una mirada súper científica que apunta a la existencia de una pequeñísima enzima muscular, hasta las razones más básicas: que ganan porque corren mucho desde chicos. La verdad no es ninguna de ésas, sino todas. Sí: el hecho de que kenianos y etíopes derroten siempre a corredores de los otros 203 países es resultado de situaciones particulares que, acumuladas, los hacen invencibles. No se trata de velocidad: kenianos y etíopes no son rápidos. De hecho, estadísticamente, se los considera lentos en carreras de 100 o 200 metros. Su poder está en la constancia, en el ritmo sostenido. En la resistencia.

Atentos a los siguientes datos. La mayoría de los kenianos y etíopes descienden de pueblos cazadores. No hablamos de la edad de piedra: algunos de los atletas fueron ellos mismos cazadores. La evolución genética, entonces, los hace físicamente más resistentes. Casi no existe otro medio de transporte en esos países que caminar, desde la infancia y todo el tiempo. Eso los hace más resistentes. Sus comidas típicas tienen pocas proteínas, pocas grasas y muchos carbohidratos. Eso los hace más resistentes. La altura de los lugares en los que entrenan en sus países (entre 1.800 y 2.700 metros sobre el nivel del mar) los hace más resistentes. Sus cuerpos suelen tener menos grasa, hombros más anchos, cavidad pulmonar más pequeña (por eso no se destacan en natación), mayor densidad mineral en los huesos y reflejo del tendón de la rótula más rápido. Eso los hace más resistentes.

En cada región hay pequeñas diferencias físicas entre los seres humanos. Negarlas es inútil: es como negar que, en promedio, la altura de las mujeres es menor que la altura de los hombres. Lo sorprendente es que casi todas las ínfimas diferencias físicas de kenianos y etíopes generan una misma cosa: los hacen más resistentes. Eso no significa que en todos los habitantes se reproduzcan todas esas condiciones, pero sí que las probabilidades son mucho más altas que en cualquier otro país.

Los candidatos
¿Quiénes son, entonces, los principales favoritos para llevarse medallas en las carreras de fondo de Londres 2012? Entre los etíopes, Kenenisa Bekele es un héroe. Poseedor de los records olímpicos en 5.000 y 10.000 metros, ganó tres medallas de oro y una de plata en los Juegos. Y en el Mundial de Atletismo de 2009 se impuso en los 5.000 y 10.000 metros. Ibrahim Jeilan, de apenas 22 años, ya tiene en su haber el triunfo en los 10.000 metros del Mundial 2011. Sileshi Sihine suma cinco medallas de plata: dos olímpicas y tres en Mundiales. Tsegaye Kebede (bronce en el maratón de 2008), Imane Merga (en los 10.000 del Mundial 2011) y Dejen Gebremeskel (en los 5.000 de 2011) completan el sexteto de favoritos de Etiopía.

Entre los kenianos se destacan Patrick Makau, que en septiembre rompió el record mundial de maratón (2h03m38), y el fenomenal Abel Kirui, medalla de oro en los últimos dos Mundiales, también en maratón. Otros que viajarán con gloriosos antecedentes son Eliud Kipchoge (dos medallas olímpicas y dos en Mundiales), Vincent Kipruto (plata en el maratón del Mundial 2011), Emmanuel Mutai (plata en el de 2009) y Micah Kogo (bronce en los 10.000 de Beijing 2008).

Los restantes 203 países que forman parte del Comité Olímpico Internacional opondrán tres nombres fuertes, aunque de orígenes muy similares: Bernard Lagat, que representa a Estados Unidos, en realidad es keniano; mientras que Zersenay Tadese (Eritrea) y Mohammed Farah (Somalia, nacionalizado británico) nacieron en países vecinos a Etiopía y Kenia, los reinos de la resistencia.

PUBLICADO EN ACCESS DIRECTV Nº38 (DICIEMBRE DE 2011)