miércoles, 31 de agosto de 2011

Adalberto Román - A la altura de River

Por Martín Estévez

Passarella lo fue a buscar a Paraguay y él se ganó un lugar en la defensa con sobriedad y tres goles de cabeza. El Román millonario no es alto pero gana de arriba, no es zurdo pero juega por izquierda, tiene perfil bajo pero se anima: "Salimos de una situación difícil, ahora hay que pelear el título".

Adalberto Roman habla con voz baja. Su volumen no está relacionado con la timidez del novato, porque siete meses en River (en este River que reconoce a su promedio, pero siente vergüenza si no mira hacia arriba) alcanzan para perderla. Tampoco tiene que ver con que en 2010 haya llegado como un tapado, un refuerzo de segundo orden: el mismísimo Daniel Passarella viajó a Paraguay para cerrar su pase a cambio de al menos tres millones de dólares (las cifras nunca terminan de estar claras en el fútbol actual). Mucho menos se puede caer en la tontería de adjudicarle sus formas a su nacionalidad; eso se llama xenofobia. Entonces hay que asumir que se trata de una característica puramente suya, que difícilmente será modificada por éxitos o fracasos deportivos. Adalberto Román habla con voz baja, y se ríe para adentro, y tiene una cara de bueno que no puede tapar ni con una banda roja adelante.

“Nací en la ciudad de Caaguazú, en un pueblo muy chico llamado San Blas –cuenta–. Lo único que separaba a mi casa de la ruta era una cancha, así que a cada rato nos íbamos con mis hermanos a jugar un partidito. Yo soy el segundo entre los más chiquilines; los grandes me pegaban bastante”.

Potrero: lugar que en Buenos Aires suena añejo, como el tango o la máquina de escribir, pero que sobrevive indemne al tiempo en otras provincias. También en Paraguay. Allí, en un potrero, aprendió a jugar Román. No estamos hablando de la prehistoria; tiene 23 años. “Viví en San Blas solamente hasta los 11 años. Después nos mudamos con mi familia a La Colmena, que es un poquito alejado de donde nací. La Colmena es una ciudad muy linda, con la que me identifico más porque toda mi juventud la pasé ahí”.

Antes de llegar a Libertad, su principal club en Paraguay, compitió en la Liga Lambareña de Deportes. “Jugué en los dos clubes más importantes de La Colmena, que son Sport Guaraní y Deportivo La Colmena. Ahí empecé. Después me convocaron para la selección de mi ciudad y finalmente llegué a Libertad, luego de pasar varias pruebas”. Para tener una idea: antes de Román, la principal figura surgida de Sport Guaraní había sido Isidro Sandoval, defensor que a finales de los 80 jugó en Vélez y en la selección paraguaya. La final de la Liga Lambareña puede juntar alrededor de mil espectadores.

-¿Quién era tu ídolo, en tus inicios?
-De chiquito me gustaban los jugadores que estaban en la selección. Mis hermanos y yo los mirábamos a todos. A mí me gustaban mucho Celso Ayala y Roberto Gamarra, que eran dos muy buenos centrales. Eran mis favoritos. El principal recuerdo es el Mundial del 98.

-Todavía debe dolerte el gol de oro de Laurent Blanc que los eliminó en ese durísimo partido de octavos de final...
-¡Sí! Pero es un recuerdo lindo, porque pese a la eliminación, todos dejaron una buena imagen, eran jugadores muy buenos. Fue una derrota, pero también fue una alegría para todos nosotros, que vivimos ese partido contra Francia como si estuviéramos adentro, como si todo Paraguay lo hubiera estado jugando. Pensar que algún día me puede tocar a mí jugar un partido así, es una sensación muy fuerte, muy linda.

-Quizás la posibilidad se concrete en Brasil 2014. ¿Pensaste en eso?
-Sí, es el sueño de cada futbolista. Pienso en eso, más ahora que estoy en River. Ojalá tenga abiertas las puertas de la Selección, y que haciendo bien las cosas pueda estar ahí.

-En 2009 ya jugaste un partido con la camiseta de Paraguay. ¿Fue especial o lo importante sería estar en una competencia oficial, como la Copa América?
-Fue una emoción muy grande estar en la selección mayor. Siempre resulta bueno compartir cosas con ellos, más allá de que sea en un amistoso. Fue una experiencia muy buena, pero ojalá en la Copa América me tengan en cuenta. Sería muy lindo jugarla. Tuve a Gerardo Martino como director técnico, sé que me conoce. Si me toca estar, ojalá podamos hacer las cosas bien.

Fue sumando votos positivos desde que llegó a River. Mientras los ojos de los hinchas se posaban sobre otros recién llegados (Juan Pablo Carrizo, Mariano Pavone y especialmente sobre Ángel Cappa), Román tuvo un muy buen debut ante Argentinos (0-0, 4ª fecha) y se ganó el puesto a partir de la fecha 8. Su aporte durante el torneo fue tan importante en defensa como en ataque: tres cabezazos suyos terminaron en gol. Y los tres fueron clave: el 2-2 sobre el final ante Banfield (9ª fecha), el 1-0 a Olimpo (16ª) y el 2-1 que destrabó el partido ante Lanús (terminó 4-1, 19ª fecha). ¿Impuso su altura? Nada de eso. Román mide 1,78; bastante menos que Rogelio Funes Mori (1,85), Jonathan Maidana (1,83), Erik Lamela (1,83) y Alexis Ferrero (1,82). Sin embargo, no es una novedad verlo gritar, lo hizo desde el principio de su carrera. Muy desde el principio: desde el día de su debut. Fue en abril de 2006. A Libertad lo dirigía el Tata Martino y Román compartió la defensa con un ex River, Pedro Sarabia. Metió el cuarto de la goleada 5-1 ante 12 de Octubre.

-¿Cómo fue ese primer gol en Libertad?
-¡De casualidad! Estábamos ganando 3 a 0 y llegó después de un rebote. Fui a disputar la pelota, me rebotó, fue cayendo, cayendo y se metió. Tuve mucha suerte.

-Después mantuviste un lindo promedio de gol allá. Trece goles es un buen número.
-Sí. De hecho, no solo metí un gol en mi primer partido. En el segundo que jugué, metí otro, apenas empezaba el partido contra Guaraní. También hice cuatro goles en la Copa Libertadores, que era un torneo muy importante para Libertad. Y en mi despedida del club también metí uno, fue un 3 a 0 contra Tacuary. Ése fue muy emocionante.

-Durante los partidos, ¿pensás en buscar tu gol o simplemente vas al área en los corners para ver qué pasa?
-Lo busco. Siempre voy al ataque pensando que puedo hacer un gol. Trato de aprovechar al máximo cada situación y cada oportunidad que tengo en ataque.

-Tu posición en la cancha es, en parte, una incógnita en la Argentina. Naturalmente sos marcador central izquierdo, pero en River también jugaste de lateral izquierdo. Sin embargo, aunque manejás bien las dos piernas, sos derecho.
-Sí, es verdad. Allá, en Libertad, jugaba por izquierda. La mayoría de las veces jugábamos con tres defensores y yo era stopper izquierdo, pero también jugué mucho como stopper derecho. Y algunos partidos como lateral derecho, con línea de cuatro. Así que jugué en todos los puestos de la defensa. No tengo problemas para adaptarme.

-Tu estatura, para ser marcador central, es un poco baja. ¿Sentís que en algún momento eso te perjudicó?
-Sí, un poco sí. Es cierto que, para la presencia que debe tener un marcador central, sería mejor medir algunos centímetros más. Pero yo, con el salto que tengo, me igualo con los altos. Por sobre todas las cosas, de marcador central tengo velocidad y orden, me destaco en eso. De esa manera no queda en evidencia mi altura.

-De todas maneras, en el fútbol argentino te está yendo bien de arriba: metiste tres goles en tu primer torneo. No se nota el metro setenta y ocho...
-Sí, por ahí es una estatura mediana y son pocos los marcadores centrales que tienen esa altura. En general son un poco más grandes. Pero aunque los centrales se destacan más por el tamaño, yo tengo la otra virtud necesaria, que es el salto.

Sus años en el fútbol paraguayo estuvieron regados de gloria. Gloria en serio. Con Libertad, históricamente relegado por Olimpia y Cerro Porteño, ganó cuatro títulos consecutivos: las temporadas 2006 y 2007, el Apertura 2008 y el Clausura 2008. Las únicas dos veces que no dio la vuelta olímpica, fue subcampeón. Además, Libertad fue el verdugo de varios equipos argentinos en la Copa Libertadores. Eliminó a River en 2006 (Román no jugó), Banfield en 2007, San Lorenzo en 2009 y Lanús en 2010 (con un gol de Adalberto, incluido). Fue una era dorada para el equipo paraguayo.

-En Libertad estabas acostumbrado a ganar y a pelear siempre los primeros puestos. Cuando apareció lo de River, ¿sabías que ibas a luchar contra el descenso o aceptaste sin saberlo?
-Y... Pensar en River es pensar en un club grande. La posibilidad de jugar en un club grande de la Argentina es un sueño de cada jugador que empieza. Más todavía para mí, que estoy comenzando mi carrera como futbolista. Por eso no pensé en ningún momento en lo que estaba viviendo River. Era mi oportunidad y la tenía que aprovechar.

-Antes de venir conversaste con un ex River, Pedro Sarabia...
-Sí, Pedro fue mi compañero en Libertad y hablamos sobre el club. El conoce muy bien a River y me dijo cosas muy buenas. De hecho, esas cosas buenas fueron las que me provocaron todavía más ganas de venir acá.

-Antes de arreglar con River, ¿tuviste otras ofertas de equipos argentinos?
-No, River fue el primero, pero también había contactos con un equipo brasileño. Algunos empresarios me dijeron que me estaban buscando, pero ya estaba muy cerrado lo de River en ese momento.

-¿Qué te sorprendió del club, incluso después de que te contaran lo que era?
-La gente que tiene es impresionante. El club es muy lindo, muy grande. Y me gustó más todavía porque para mí hicimos un buen campeonato en el torneo pasado, entonces lo disfruté más. Salimos de una posición y de una zona que era difícil, complicada. Esperemos que en el Clausura podamos concretar otra vez las cosas que hicimos bien en el Apertura para seguir progresando.

-Para cerrar tu pase, Daniel Passarella viajó especialmente a Paraguay. Es muy raro que un presidente negocie personalmente la compra de un jugador. ¿Eso te da seguridad, porque sabés que Passarella te valora, o te genera más presión porque pensás “Si me fue a buscar el presidente, la tengo que romper”?
-Cuando llegás a un club tan importante como lo es River, la presión siempre está. Siempre. Eso no se puede evitar. Que el presidente haya participado de la negociación me motiva más, porque me hace sentir importante. Significa que están pensando seriamente en contar conmigo. Eso contribuyó mucho en mi confianza; que ellos confiaran en mi persona me ayudó bastante para poder hacer un buen campeonato.

-En general, los jugadores que están en la Argentina piensan en un pase a Europa. Vos, que recién llegás, querrías quedarte un par de años en River o si aparece alguna oferta te gustaría irte?
-Y... Afianzarse en un club como River sería algo hermoso. Yo todavía no puedo ni siquiera pensar en eso, porque llevo pocos partidos. Ojalá algún día pueda sentirme afianzado y después, si me toca una transferencia en el plano europeo, sería muy bueno.

-En el Apertura era claro que River tenía que pelear el descenso. Las caras estaban serias y se trataba de sumar. Ahora se alejaron un poco. ¿Miran hacia arriba o entre ustedes siguen pensando en el promedio?
-Mientras trabajábamos en la pretemporada, teníamos el mismo objetivo inicial que todos los equipos: nosotros pensamos en el campeonato. Haciendo buenos partidos, sabemos que podemos estar ahí arriba, pelear los primeros puestos y olvidarnos de la Promoción. Ahora hay que pelear el título; sería muy lindo para el grupo. Nos lo merecemos por todo el esfuerzo que estamos haciendo para sacar adelante a River.

-¿Se puede soñar con dos vueltas olímpicas este año, una con River y una con Paraguay, o sería demasiado?
-Todo se puede en la vida. Ojalá que en River podamos hacer bien las cosas y, si me toca estar en la Selección, ganar la Copa América sería un sueño cumplido.

Román sigue hablando en voz baja. La conversación es larga y, lejos de sentirse interrogado, sonríe bastante y cuenta su relación con el plantel. “Me llevo bien con todos, pero lógicamente con el que más estoy es con mi compatriota, Rodrigo Rojas. Con él, además de compartir los entrenamientos, nos juntamos a almorzar y a cenar. Pero todos me recibieron bien, de verdad. Entre nosotros no hay problemas”.

-Ya que hablás de la nacionalidad, ¿cómo vivís la manera en la que se trata a los paraguayos en la Argentina? La discriminación que los futbolistas no sienten, pero que sí sufren el resto de tus compatriotas.
-Y... Siempre hay cosas que a uno le molestan (hace un gesto de negación con la cabeza). A mí, en lo personal, me han recibido muy bien, pero de hecho no a todos les sucede lo mismo. Por ahí trato de no pensar en esas cosas porque te dan vueltas en la cabeza y no son para bien, solamente sirven para perjudicarte (baja la mirada). Trato de no pensar en esas cosas. De pensar y enfocarme solamente en lo que es el trabajo y en luchar por el objetivo, que es hacer las cosas bien en River.

Cuando levanta los ojos, Adalberto Román solo recibe silencio. Resultó tan notoria su tristeza cuando reconoció la discriminación hacia sus compatriotas, como el modo en que esquivó el tema. Tema difícil en el fútbol y en la sociedad, pero el silencio se sostiene y lo deja meditando durante varios segundos. No hay más preguntas. Vuelve a levantar la mirada, respira hondo y lo dice: “Sí, claro que me duele. De hecho, siempre escucho cosas que no me gustan... Tengo mucho respeto por este país y lo mío es venir a progresar futbolísticamente, tratar de hacer bien mi labor. Pero duele. En todos los países hay racismo, lamentablemente es algo que resulta normal, pero ojalá que algún día a los paraguayos se los trate bien, como a todos los extranjeros que vayan a un país”.


Compatriotas
Solamente catorce futbolistas paraguayos jugaron en River antes de la llegada de Adalberto Román, en julio de 2010. Pocos tuvieron éxito. Benjamín Laterza Parodi fue el primero: el delantero disputó 17 partidos y metió 4 goles en 1934. Ese año integró el plantel otro atacante, Clotardo Dendi, que apenas sumó 2 encuentros. Los siguientes fueron el defensor Juan Aníbal Bordón (19 partidos entre 1966 y 1967); los delanteros Pedro Bareiro (28 partidos y 4 goles en el bicampeonato de 1975) y Enrique Atanasio Villalba (27 partidos y 4 goles en 1984); y otro defensor, Oscar López Turitich (5 partidos en 1985). El que cambió la historia fue Celso Ayala. Llegó en 1995 y, en sus dos etapas, jugó 222 partidos y gritó 13 goles (incluido el del memorable 3-3 ante Boca). Ganó siete títulos locales, la Copa Libertadores y la Supercopa. En defensa se juntó con su compatriota Pedro Sarabia (129 partidos y un gol). El paraguayo con más goles en River es Nelson Cuevas. Pipino marcó 14 tantos entre 1999 y 2004. Luego, los breves pasos del defensor Julio César Cáceres (25 partidos en 2006), el delantero Santiago Salcedo (16 encuentros y 2 goles en 2008) y el volante Miguel Paniagua (4 partidos en 2009). Además de Román, en el plantel actual se encuentra Rodrigo Rojas (jugó 19 partidos en 2010).

3 Los goles que convirtió Adalberto Román en sus 12 partidos del Apertura 2010. Fue el segundo jugador de River con mejor promedio de gol (0,25), detrás de Pavone (0,33). Además, junto a Denis Stracqualursi son los únicos que marcaron tres veces de cabeza. Solo dos defensores superaron a Román en la red: Gabriel Mercado y Cristian Tula (4 goles cada uno). Sin embargo, Adalberto no alcanzó como defensor-goleador del club a Paulo Ferrari, que había marcado 4 tantos en el Clausura 2010.

PUBLICADO EN EL GRÁFICO N°4407 (FEBRERO DE 2011)

lunes, 29 de agosto de 2011

El extraño mundo del golf

Por Martín Estévez

Cientos de torneos, decenas de circuitos, un solo ranking… El deporte de los 18 hoyos tiene una complicada organización que intentamos explicarte del modo más sencillo posible.

PGA, USGA, R&A, European Tour… Aquellos que no están familiarizados con el mundo del golf lo han sufrido alguna vez: las denominaciones parecen no terminarse nunca y cuesta entender quién se encarga de qué. Hay que reconocerlo: es uno de los deportes más complicados en cuanto a organización. Estados Unidos, Europa, Japón, África, Canadá… Cada región tiene su circuito, y cada circuito es organizado por una entidad distinta. Sin embargo, existe un ranking que unifica todo. ¿Imposible de entender? Intentémoslo.

Las autoridades principales
Dos organizaciones de larga tradición son las encargadas de fijar y modificar el reglamento internacional del golf: el Royal and Ancient Golf Club of Saint Andrews (R&A) y la United States Golf Association (USGA). A esas reglas se subordinan los torneos más importantes del mundo.

Los circuitos
Existen varios circuitos de golf, regidos por distintas entidades. Los más importantes son el circuito estadounidense (el PGA Tour) y el europeo (PGA European Tour). Los golfistas no deben limitarse a participar de un solo circuito; pueden competir abiertamente siempre que cumplan con los requisitos de cada organización. La Copa Ryder, torneo en el que se enfrentan un equipo con los mejores estadounidenses y uno con los mejores europeos, es organizado conjuntamente por la PGA estadounidense y el PGA European Tour.

Los Majors
Los cuatro principales torneos se denominan Majors. Tres se disputan en Estados Unidos: el Masters (lo organiza el Augusta National Golf Club), el US Open (la USGA) y el PGA Championship (la PGA). El restante, en Gran Bretaña: el Abierto Británico (regido por el R&A). No son necesariamente los torneos que reparten más dinero entre los ganadores, sino los que otorgan mayor prestigio y facilidades para clasificar a los torneos durante las siguientes temporadas.

El ranking mundial
Además de los Majors, siete circuitos otorgan puntos para la Clasificación Mundial de Golf: los de Estados Unidos, Europa, Asia, Japón, África, Canadá y Australasia. Este año se sumará el Tour de las Américas, que dará puntos por primera vez. Claro que no todos suman del mismo modo: mientras que un torneo del European Tour da puntos a los primeros 37 clasificados, en Sudamérica sólo suman seis. Las unidades que otorga cada torneo se definen por la dificultad del campo y el nivel de los golfistas participantes.

El ranking suma los puntos obtenidos por cada golfista en las últimas 104 semanas (dos años) y los divide por el número de torneos jugados, que puede oscilar entre 40 y 60. Sin embargo, sólo mantienen su puntaje total los últimos trece torneos: el resto va perdiendo valor progresivamente. Estar entre los 50 primeros prácticamente asegura la clasificación directa para los Majors y otros torneos importantes.

Sí, es complicado, pero no es imprescindible comprender exactamente todo para vivir la mejor parte: sentarse frente a la televisión y disfrutar de alguno de los grandes torneos de golf que nos regalará la temporada 2011.

PUBLICADO EN ACCESS DIRECTV N°28 (FEBRERO DE 2011)

domingo, 28 de agosto de 2011

Michael Phelps - Explota cada cuatro años

Por Martín Estévez

Luego de Beijing 2008, Michael Phelps perdió protagonismo. Acumula suspensiones y malos resultados, pero sólo le importa su objetivo final: seguir recolectando medallas de oro en Londres 2012.

Michael Phelps compite cada cuatro años. Aunque se lo pueda ver nadando en distintos campeonatos, el verdadero Phelps tiene un único objetivo: los Juegos Olímpicos. Luego de sus proezas en Atenas 2004 (seis medallas de oro y dos de bronce), el estadounidense dejó de enfrentar solamente a sus rivales y empezó a competir contra la historia. Phelps tenía en la mira el record olímpico, y lo superó cuatro años después: en Beijing 2008 ganó ocho medallas de oro y alcanzó un total de 14 doradas, plusmarca histórica.

Luego de ese momento de máxima popularidad en el que su apellido recorrió las voces de millones de personas, poco supieron esas millones de personas sobre él. Sin embargo, Phelps y la natación siguieron su camino.

En 2009, luego de que se hiciera pública una foto en la que aparecía utilizando una pipa de agua que se usa para fumar marihuana, la federación de Estados Unidos suspendió durante tres meses a Phelps, que pidió disculpas. Ese arrepentimiento era su único camino para evitar el enojo de sus sponsors.

Durante 2010, las noticias tampoco fueron positivas. La clave de la temporada era la decisión de la Federación Internacional de Natación de prohibir los trajes de poliuretano de alta tecnología, retornando a los trajes de baño tradicionales. “Voy a tener que estar en mejor forma, eso es seguro”, comentó Phelps sobre la modificación.

En mayo, el Tiburón de Maryland disputó el Gran Premio de Charlotte en el que ganó en 200m libre y 100m mariposa, pero fue noveno en 50m libre y segundo en 100m espalda. “En los últimos veinte metros sentí como si no avanzara”, dijo sobre esa última carrera. Sus resultados no mejoraron en junio, cuando compitió en París. Ganó otra vez dos carreras, poco para sus expectativas. “La culpa es mía. Uno tiene que ser responsable de sus propios actos –expresó-. Estoy contrariado. Y cuando estoy contrariado, creo que es el momento ideal para usarlo como motivación”.

En los Campeonatos Nacionales de Estados Unidos, disputados en agosto, ganó en 200m libre y 200m mariposa, convirtiéndose en el estadounidense con más títulos nacionales: 49. Pero luego el ascendente Ryan Lochte lo superó en otras dos pruebas y le arruinó los festejos. Días después, volvió a sufrir duras derrotas ante Lochte en Pan Pacific. Su nuevo archienemigo se llenó de medallas en el Mundial de pileta corta de Dubai, coronándose como el mejor nadador de 2010. ¿Phelps? Ni siquiera participó.

Londres 2012 se acerca poco a poco y Michael no está viviendo una previa perfecta. “Hay muchísimos días en los que no quiero levantarme de la cama. Quisiera quedarme ahí y seguir durmiendo –reconoce-. Pero mis metas siempre han sido muy elevadas y la única forma en la que puedes lograrlas es hacer las cosas cuando debes hacerlas y no cuando quieres hacerlas”.

Durante 2011 deberá defender cinco títulos en el Mundial de Shanghai (del 16 al 31 de julio), aunque tendrá que esforzarse para no sufrir otra decepción. A los 25 años, este Aquaman de 1,93m parece ir perdiendo poco a poco su imagen imbatible. Pero cuidado: es sólo un impostor. El verdadero Michael Phelps, el recolector de oro, compite cada cuatro años. Próxima estación: Londres 2012.

PUBLICADO EN ACCESS DIRECTV N°28 (FEBRERO DE 2011)

sábado, 27 de agosto de 2011

Los hits (diciembre de 2010)

Los jugadores que se destacaron en el mes - por Martín Estévez

Los cuatro primeros son fijas de esta sección. Seis del fútbol sudamericano y uno del africano internacionalizaron el Top 20 del mes, invadido por Barcelona, Inter y Estudiantes.

1) Lionel Messi (Barcelona)
Sigue siendo el mejor. Brilla en el equipo brillante: 58 goles en el 2010.

2) Cristiano Ronaldo (Real Madrid)
El marketing no tiene nada que ver. Goles a Valencia, Auxerre y Zaragoza.

3) Samuel Eto'o (Internazionale)
Campeón mundial, figura en la final, gol decisivo. Tuvo un 2010 glorioso.

4) Edinson Cavani (Napoli)
Su hat-trick ante Utrecht fue el punto más alto de otro mes genial.

5) Juan Sebastián Verón (Estudiantes)
 Volvió al club de su infancia y lo llevó a la cima tres veces. Historia perfecta.

6) Andrés Iniesta (Barcelona)
Otro que brilla en el equipo brillante. Hasta le hizo un gol a la Real Sociedad.

7) Muteba Kidiaba (Tout P. Mazembe)
Símbolo del sueño del Congo. Ojalá pronto África tenga un equipo campeón.

8) Xavi Hernández (Barcelona)
Sí: brilla en el equipo brillante. Juega, piensa, toca, corre. Lo sufrió Espanyol.

9) Javier Zanetti (Internazionale)
¡Miren quién volvió! Tras más de tres años, premio para un gran campeón mundial.

10) Hulk (Porto)
Lo seguimos bancando: 13 goles en 14 partidos de la liga portuguesa.

Del 11 al 20: 11) Juan Manuel Martínez (Vélez), 12) Lisandro López (Lyon), 13) Rodrigo Braña (Estudiantes), 14) Moussa Sow (Lille), 15) Petr Cech (Chelsea), 16) Zlatan Ibrahimovic (Milan), 17) Maximiliano Moralez (Vélez), 18) Darío Conca (Fluminense), 19) Maicon (Inter), 20) Gabriel Mercado (Estudiantes).

PUBLICADO EN EL GRÁFICO Nº4406 (ENERO DE 2011)

sábado, 13 de agosto de 2011

El medallero (diciembre de 2010)

Por Martín Estévez

Oro: Emanuel Ginóbili
El mes pasado fue plata; esta vez, oro. Los amantes del básquet miran sus hazañas con nostalgia, imaginando cuánto lo extrañarán cuando ya no juegue. Promedia 19,7 puntos en el mejor equipo del mundo. Por favor, Manu: llegá bien a Londres 2012.

Plata: Agustín Canapino
Tiene solo 20 años y ya se consagró. Fue el piloto del año en la temporada 2010: controló a su Chevrolet con mucha clase y se coronó como el campeón más joven de la historia del Turismo Carretera. Había debutado en la categoría apenas un año antes, en 2009.

Bronce: Héctor Cúper
Poco reconocido pese a sus enormes logros, don Héctor sigue trabajando en silencio: clasificó al Aris Salónica por primera vez a los 16os de final de una competencia europea. En la Europa League, el equipo griego eliminó al Atlético de Madrid y al Rosenborg noruego.

Plomo: Ricardo Caruso Lombardi
Otra vez envuelto en polémicas. Caruso la pasó mal en Tigre luego de una campaña discreta y de ser acusado por el colombiano Angulo Villegas de pedirle plata para integrar el equipo. No se comprobó nada, pero el DT no está viviendo precisamente sus mejores días...

Lata: Juan Martín Del Potro
En enero comenzó el año como Nº4 del ranking mundial, pero por lesiones jugó solamente 6 partidos (perdió los últimos tres) y descendió hasta el 258º lugar. Durante 2011 el tandilense intentará reubicarse en el mapa del tenis mundial. Habrá que tenerle paciencia.

Cartón: Sebastián Balsas
Tras largas negociaciones, la llegada del uruguayo a San Lorenzo generó grandes expectativas, pero en el Apertura jugó decididamente mal (3 goles en 16 partidos) y tuvo que hacer las valijas. Es fácil pegarle al delantero, pero el que insistió en traerlo fue el mismo que lo echó: Ramón Díaz.

PUBLICADO EN EL GRÁFICO Nº4406 (ENERO DE 2011)

viernes, 12 de agosto de 2011

La temporada amanece en Australia

Por Martín Estévez

En el primer Grand Slam del año, Nadal, Federer y Djokovic no serán los únicos protagonistas. Jóvenes promesas y los mejores sudamericanos también jugarán por la gloria.

La única certeza que el mundo del tenis parecía tener se derrumbó en 2010: Roger Federer no finalizó la temporada como líder del ranking. Cada vez más atrapante, cada vez más nivelado hacia arriba, el circuito ATP promete un año repleto de sorpresas que tendrá su verdadera inauguración con el primero de los cuatro Grand Slams: el Abierto de Australia.

Los favoritos
Rafa Nadal, actual N°1 y ganador del torneo en 2009, no es la máquina invencible en la que amenazaba transformarse. Además de perder las World Tour Finals ante Federer, últimamente ha sumado derrotas terrenales: ante Feliciano López en Queen’s, Marcos Baghdatis en Cincinnati, Guillermo García López en Bangkok, Jurgen Melzer en Shanghai… Aunque tiene 24 años y todo indica que dominará el circuito durante largo tiempo, será una temporada difícil para el español, ya que sufrirá el acoso de sus cada vez más poderosos rivales.

El gran oponente es suizo, maravilloso y ganó el Abierto de Australia en 2004, 2006, 2007 y 2010. Los racionalistas que creen que Roger Federer está en la curva descendente de su carrera probablemente volverán a sucumbir ante su talento sobrenatural. El máximo ganador de Grand Slams de la historia (16) fue N°1 durante 285 semanas y quiere volver a serlo: obtuvo tres de los últimos cuatro torneos que jugó.

Novak Djokovic, campeón de Australia en 2008, se instaló como el tercer hombre fuerte del tenis mundial. Aunque sus logros y su juego todavía no alcancen el nivel estratosférico de los dos gigantes, el serbio ha mostrado una constancia que lo coloca un escalón por encima de Andy Murray, el otro que pelea por un lugar en el podio. Djokovic dio un llamado de atención en 2010, cuando fue N°2 durante 24 semanas, primero superando en el ranking a Nadal y luego a Federer.

Las sorpresas
Australia podría ser el primer paso fuerte de varios tenistas que esperan por una temporada consagratoria. Uno de ellos es el croata Marin Cilic (14° en el ranking), quien ha mantenido un constante crecimiento durante su corta carrera. A los 22 años, está en el momento ideal para meterse en el Top Five. Ernests Gulbis (24°) tiene la misma edad que Cilic y proviene de un país con poco recorrido tenístico, Letonia. Ha ganado solamente un título, pero su estallido es inminente. Otro tesoro escondido lo tiene en su derecha el ucraniano Sergiy Stakhovsky (46°), de trayectoria irregular hasta que, a los 25 años, logró equilibrar su juego y su mente. Pero los dos casi adolescentes a seguir serán Richard Berankis (Lituania) y Kei Nishikori (Japón). Tienen 20 años y, desde el fondo del ranking, poseen el potencial para una escalada a toda velocidad hacia el Top 20.

Los sudamericanos
Luego de una larga lesión que lo llevó del puesto 4 al 259, Juan Martín Del Potro comenzará en Australia su retorno a los primeros planos. A la legión argentina la encabezarán, junto a él, Juan Mónaco, David Nalbandian y Juan Ignacio Chela. Uruguay contará con el siempre interesante Pablo Cuevas, cuyo objetivo será alcanzar los octavos de final; la misma meta tendrá el colombiano Santiago Giraldo. Y mientras Chile extrañará a Fernando González (recuperándose de una operación de cadera), Brasil apostará sus poquitas fichas al experimentado Ricardo Mello.

Comienza la temporada tenística 2011 y las certezas sólo existirán en el campo de juego. A partir del 17 de enero, en las ya no tan rápidas canchas de Melbourne (en 2008 se modificó la superficie), 128 jugadores intentarán ser la primera gran certeza de la temporada.

Habrá nueva reina entre las mujeres
El tenis femenino vive una época rara, de transición. Sufre la ausencia de superestrellas (las Navratilova, Graf, Hingis) y las hermanas Williams, verdaderas dueñas del circuito, no lideran el ranking por su falta de constancia. Las rarezas continuarán en el Abierto de Australia: la ganadora de 2009 y 2010, Serena Williams, faltará por lesión; la máxima favorita será la danesa Caroline Wozniacki, una N°1 que nunca ganó un Grand Slam y que jamás superó los octavos de final en Melbourne; y sus principales rivales serán la rusa Vera Zvonareva (N°2, tampoco ganó Grand Slams) y la belga Kim Clijsters (ex N°1 que se retiró en 2007 y retornó en 2009). ¿Todo servido para que Venus Williams gane el título por primera vez?

PUBLICADO EN ACCESS DIRECTV N°27 (ENERO DE 2011)

jueves, 11 de agosto de 2011

Enciclopedia deportiva 2010

Se termina el año y en [W] hacemos nuestro siempre original balance. Esta vez, en orden alfabético.

Automovilismo: Deporte de culto en Argentina, donde es conocido Marcos Di Palma pero a Agustín Canapino (campeón de TC) y Norberto Fontana (TC2000) las adolescentes no los paran por la calle.

Aymar, Luciana: No está claro si Fangio fue el mejor piloto o si Maradona fue el mejor futbolista, pero ella es argentina y es la mejor jugadora de hockey de todos los tiempos.

Batista, Sergio: Entrenador de opaca trayectoria que llegó a dirigir a la Selección un poco por casualidad y un poco por desidia dirigencial. Un 4-1 a España le otorgó un prestigio exageradísimo.

Borghi, Claudio: Director técnico de genial y malísimo año. Genial porque fue campeón con Argentinos Juniors. Malísimo porque fracasó en Boca.

Del Potro, Juan Martín: Tenista de gran popularidad y éxito en 2009. Las lesiones lo alejaron de la alta competencia en 2010.

Doping: Tema que, al no haber casos positivos recientes, no está de moda. Por lo tanto, nadie debate sobre si las drogas sociales deben penalizarse.

Dulko, Gisela: Tenista que alcanzó el Nº1 del mundo. Pero como es mujer y es en dobles, y en Argentina predomina el single masculino, no hizo demasiado ruido.

Fútbol local: Competencia en la que, como en la década del ’80, puede salir campeón cualquiera, generando mayor diversión. Hace una década atrás, imaginar a Argentinos y Estudiantes ganando un título el mismo año era un delirio.

Garcé, Ariel: Defensor de Colón que fue convocado al Mundial. Ja.

Ginóbili, Emanuel: Uno de los siete mejores deportistas argentinos de la historia. Estrella absoluta en la NBA y superhéroe nacional.

Leonas: Selección femenina que intenta popularizar el hockey sobre césped en Argentina. Ganaron la Copa del Mundo en un país dominado por el fútbol, el básquet, el tenis y el automovilismo.

Maradona, Diego: Genial ex futbolista de regular trayectoria como director técnico. Su primera experiencia como entrenador en un Mundial terminó con un 0-4 ante Alemania. ¿Tendrá otra?

Messi, Lionel: Único ser humano que aunque juegue un Mundial discreto sigue siendo el mejor futbolista del mundo. Autor de 60 (sí, sesenta) goles en 2010. Y tiene apenas 23 años.

Milito, Diego: Uno de los mejores delanteros de la historia. Ganó cinco títulos en doce meses. En tres de ellos marcó el gol decisivo. Campeón de Europa y del Mundo.

Nalbandian, David: Tenista de gran talento aunque algo irregular. Cuando se lo propone, consigue grandes resultados. En 2010 se lo propuso un par de veces, suficientes para ser Top 30 del mundo.

Oberto, Fabricio: Uno de los diez mejores basquetbolistas argentinos de la historia. Se retiró por problemas de salud. Genio del deporte.

Palermo, Martín: Personaje mítico del fútbol argentino. Batió records que ya nadie recordaba que existían y se convirtió en el primer jugador de Boca desde 1930 (¡1930!) que mete un gol en un Mundial.

Pareto, Paula: Judoca que fue heroína nacional en 2008 y ahora nadie pregunta por ella. En 2010 ganó una medalla de oro y una de bronce en la Copa del Mundo.

Promoción: Instancia que condenó a Rosario Central, amenazó a Racing y hace sufrir a River. Por primera vez, los Millonarios tocaron puestos de descenso directo. Una seguidilla de triunfos los deja, por ahora, a salvo. Para mayor información, esperar la Enciclopedia Deportiva 2011.

Pumas: Selección de rugby que tuvo un mal año, pero que desde el tercer puesto del Mundial 2007 es respetada por los medios y el público.

Tristeza: La que generaron las muertes de los ex futbolistas Pedro Dellacha, José Ramos Delgado, Adolfo Seoane, Federico Vairo, José María Silvero, Francisco Varallo, Raúl Belén, el director técnico Jorge Ginarte, los basquetbolistas Alejandro Coronel y Jorge Gigante González, y el tenista Carlos Gattiker. Y, claro, el adiós de un fanático de Racing: Néstor Kirchner.

Violencia: Tema que, aunque siguen muriendo personas en las canchas, no está de moda en los medios.

Voley: Deporte que en los últimos diez años perdió popularidad por sus pésimos dirigentes. El noveno puesto en el Mundial fue un buen resultado.

W: Revista independiente y defensora de la libertad de expresión que brinda por un 2011 con un deporte honesto y sin violencia.

PUBLICADO EN REVISTA [W] N°17, DICIEMBRE DE 2010

miércoles, 3 de agosto de 2011

Gastón Fernández - Gata de mi vida

Apareció recién a mitad de campeonato y se erigió como el gran héroe del sprint final, con goles decisivos para cimentar su relación idílica con el pueblo pincha.

Tipo raro, Gastón Fernández. Es uno de los pocos jugadores reconocidos popularmente como habilidosos (tiene escasos detractores en el ítem talento) al que es difícil identificar con una sola camiseta. Y eso que hizo méritos en su carrera. Después de ganar la Libertadores 2009 y de ser el goleador del León en este Apertura, ¿será finalmente Estudiantes el primer equipo que venga a la mente cuando pensemos en él?

Cuando arrancó el Torneo Apertura, el Pincha todavía saludaba con aplausos y ojos húmedos la ida de Boselli. Mauro había jugado al goleador durante dos temporadas brillantes, ganando la Libertadores y hasta gritando en el Mundial de Clubes. No era necesaria mucha perspicacia para advertir que en el puesto de nueve romperredes se generaba un hueco que podía resultar peligroso. Sabella y compañía agarraron la libretita, barajaron nombres, tacharon y quedó uno al que apostarían todas las fichas. ¿Fernández? Nada de eso: era Hernán Rodrigo López. La adquisición del uruguayo, que jugando para Vélez había hecho 11 goles en el Clausura 2009, era la solución.

El comienzo fue armónico: Estudiantes ganó en la primera fecha (1-0 a Newell’s) y López debutó en la segunda: entró justamente por la Gata y metió un gol para el 2-0 ante Quilmes. Pero, luego del partido, las noticias fueron para agarrarse la cabeza: Fernández había salido con un esguince en el hombro izquierdo y López sufría una bursitis en la rodilla derecha.

Sin el uruguayo no había nueve romperredes y sin la Gata no había ni siquiera un delantero más retrasado. Hubo que modificar la idea original y probar con Leandro González como único punta. Y, aunque había tenido un buen primer semestre en 2010, el ex Olimpo y Racing no podía bancarse semejante mochila. Por más que los resultados estaban muy bien (0-0 con Banfield, 2-0 a Gimnasia en el clásico, 2-1 a Godoy Cruz, 2-0 a Racing), se sentía la falta de contundencia, de referencia en el área rival. Estudiantes, siempre tan rendidor con cañoneros como Pavone, Calderón o Boselli, intuía que tendría que pelear el título sin goleador.

La derrota contra All Boys profundizó la sensación. La Gata, que había vuelto para jugar la Recopa (caída contra Liga de Quito), tuvo que irse apenas volvió: Sabella ni siquiera lo incluyó entre los concentrados para jugar contra Boca. La falta de potencia ofensiva no se olvidó pese al triunfo por 1-0 (gol de Rojo, que no es precisamente delantero). En la novena fecha, casi la mitad del torneo, Sabella decidió darle una chance como centrodelantero a un pibe que venía de meterle un gol a Boca en Reserva. El pibe se llamaba Gastón Fernández.

No es agresivo apuntar que, hasta ese momento, La Gata andaba más cerca del olvido momentáneo que de la gloria. Esa etapa que, por ejemplo, sufren en sus clubes Mouche, Bieler, Salcedo: la irregularidad como adjetivo y no como circunstancia. Porque, en la memoria colectiva, Gastón encendía esa idea: el talentoso nómade y poco aplicado que nunca desarrolla todo su potencial. ¿De qué manera había formado esa imagen? De muchas. Sus inicios en River (2002/03) fueron típicos de promesa tapada por los consagrados. En Racing (2003/04) evolucionó de un comienzo silencioso (apenas un gol en su primer torneo) a semanas de idolatría: 7 goles en el Clausura, incluyendo dos a Independiente, y formando un trío interesante con Mariano González y Lisandro López. Pero un penal errado ante River y el declive del equipo no le permitieron el salto definitivo. Volvió entonces a Núñez y fue clave en un clásico ante Boca, pero tampoco encontró ahí su consolidación. Y su popularidad declinó cuando se fue a México (2005/06).

El retornó a la Argentina sí tuvo gloria: fue pieza clave del San Lorenzo campeón de Ramon Díaz, pero… ¿cómo iba a identificarse con los Cuervos si estuvo menos de un año en el club? El nomadismo siguió en los Tigres de Nuevo León (2008), Estudiantes (ganó la Copa en 2009 pero se fue demasiado rápido) y otra vez los Tigres.

La Gata, que siempre estaba yéndose y volviendo, retornó también al Pincha. Y había jugado apenas 144 minutos hasta la fecha 9. Sí: hace apenas diez fechas estaba anclado entre la falta de ritmo y la falta de gol. ¿Cuántos jugadores son capaces de cambiar su propia imagen en diez fechas? Lo dicho: tipo raro, Gastón Fernández.

Volvió a ser titular ante San Lorenzo. Habían pasado 178 días desde su último gol, pero no se puso nervioso: cuando tenía un posible remate, pisó la pelota con clase, hizo pasar de largo a un defensor y al arquero, y la tocó al gol. Al golazo. Y Estudiantes ganó 1-0. “Si no me salía, me hubiera querido matar yo y me iban a matar mis compañeros también –dijo después del triunfo–. Me sentía incómodo con mi situación. Si bien en Estudiantes me tienen un margen de paciencia, debía una actuación así. De ahora en adelante, no voy a parar más”.

No paró. Contra Olimpo, la falta de goleador estuvo doblemente solucionada: Fernández metió su segundo tanto consecutivo (de penal) y por él entró el recuperado Hernán Rodrigo López, que jugó apenas diez minutos pero también gritó el suyo. La Gata marcó por tercera vez seguida contra Colón (1-1) en la fecha 11.

Aunque la racha se cortó contra Vélez (0-0), cuando jugó como único punta, el puesto ya era de él. Sabella guardó el cartelito de “Se busca goleador” y Fernández se ganó el sueldo abriendo el marcador con un gol de nueve rebotero en el show de fútbol que Estudiantes dio ante Lanús (3-0, fecha 13). Esos cuatro goles en cinco fechas reavivaron el idilio con el universo pincharrata. Mientras, en Inglaterra, Boselli seguía sin poder meter un gol. Cosas del fútbol.

“Me siento bien de nueve –contaba La Gata-, es una posición en la que hacía mucho tiempo que no jugaba. Lo hice un tiempo en México y en las Inferiores. Tengo que controlar la ansiedad, no bajar tanto a buscar la pelota ni desesperarme si no entro en juego”. En el puesto de centrodelantero volvió a ser tapa de los diarios en la fecha 16. Casi ni hace falta escribirlo para que todos lo recuerden: ante Independiente, en un partido decisivo, el resultado estaba 1-1 y quedaban cuatro minutos. Gastón, en movimiento estéticamente extraño, cabeceó con suavidad para que la pelota pasara por encima de Gabbarini: 2-1, quinto grito en el torneo, Estudiantes rumbo al título.

Otro gol de goleador, cabeceando casi desde el área chica, reacomodó el partido contra Argentinos (fecha 17). De 0-1 se pasó a 3-1, el campeonato estaba cada vez más cerca y Gastón llegaba así a los seis tantos.

De todos modos, no perdió su toque distintivo; por algo lleva la 10 en la espalda. Si no fuera por esa elegancia al pasar la pelota, por la inteligencia para leer el partido, por la claridad para habilitar compañeros, no podría haber sido la figura del 4-0 ante River sin meter goles. Pero lo fue. Ese día se vio la versión más creativa de Fernández: menos Batistuta y más Aimar, menos Boselli y más Verón.

En el partido de la consagración también tuvo un aporte decisivo, con esa media vuelta tan de goleador tras el cabezazo del uruguayo López, un 1-0 que muchos pensaron como gol suyo, aunque no llegara a desviar la pelota. Después de la fiesta consumada ante Arsenal, ahí andarán conviviendo los dos. El Gastón Fernández irregular con este que parece asentado en su versión madura. El Gastón Fernández enganche, creativo, asistidor, con este que parece un nueve que vive pensando en el gol. El Gastón Fernández trotamundos, sin camiseta que le dure, con este tan albirrojo, tan campeón, tan de Estudiantes.

PUBLICADO EN ESTUDIANTES CAMPEÓN (EL GRÁFICO EDICIÓN ESPECIAL N°310, DICIEMBRE DE 2010)