*Entre los países de Sudamérica, sólo participaron Brasil y Chile. En total, se inscribieron treinta países.
jueves, 16 de octubre de 2014
miércoles, 15 de octubre de 2014
El medallero (marzo de 2014)
Por Martín Estévez
Oro: Federico Delbonis
Justo después de la
entrevista que le hicimos en la edición anterior, viajaba a San Pablo. Y ahí
ganó su primer torneo ATP: derrotó a Almagro (17º) en semifinales y a Volandri
en el partido decisivo. Así, a los 23 años, escaló a su mejor posición en el
ranking: 44º.
Plata: Germán Lauro
A punto de cumplir 30
años, no para de conseguir buenos resultados en lanzamiento de bala. Primero,
batió el récord sudamericano bajo techo (21,04 metros );
después, fue 6º en el Mundial de Sopot; por último, ganó la medalla de oro en
los Juegos Odesur.
Bronce: Federico Grabich
Elegimos al nadador como
símbolo de todos los que compitieron en los Juegos Odesur. El santafesino fue
quien más medallas consiguió en Santiago de Chile: 6. Oro en 200 metros libre y plata
en 50 y 100 libre, 100 espalda, y postas 4x100 libre y 4x100 estilos.
Plomo:
Pablo Ledesma
Su imagen quedó
desfigurada luego de la desafortunada irrupción durante una conferencia de
prensa y de su pelea con Orion. Pero eso no es todo: el nivel del volante en lo
que va del Torneo Final es de malo para abajo. El 2014 empezó torcido para
Pablo.
Lata: Racing Club
En las peores temporadas
de su historia sacó 40 puntos: la 2000/01 y la 2007/08. En lo que va de la
actual, acumula apenas 20 unidades en 27 partidos. Desde ahora mismo hasta
2016, vivirá mirando de reojo los promedios. Es claro que la culpa no es sólo
de Mostaza.
Cartón: Independiente
La pesadilla no termina:
¡siete partidos sin ganar en la
B Nacional ! Ni San Lorenzo, ni Racing ni River tuvieron una
racha así. Banfield se aleja cada vez más y el Rojo sólo aspira a un segundo o
tercer puesto que lo devuelva a Primera. El empate de local ante San Carlos
quedará en la historia.
PUBLICADO EN EL GRÁFICO Nº4445 (ABRIL
DE 2014)
domingo, 12 de octubre de 2014
Sorpresas te da la lista
Por Martín Estévez
Sabella anunciará el 2 de junio los
23 convocados para Brasil 2014. Aunque parece no haber lugar para nombres
inesperados, la historia demuestra que, desde 1966, todos los entrenadores
tomaron alguna decisión que causó asombro o polémica. ¿Quiénes se quedaron y
quiénes viajaron de imprevisto?
El 13 de mayo, Alejandro Sabella presentará formalmente una lista de 30
futbolistas; y el 2 de junio confirmará a los 23 que integrarán el plantel que
jugará el Mundial de Brasil 2014. Esta vez, parece que no habrá sorpresas ni
grandes polémicas. Sabella no muestra intenciones de borrar a ninguno que haya
sido pieza importante durante su etapa en la Selección , y tampoco de
citar a alguno de los que hace tiempo están lejos de la celeste y blanca, como
Cambiasso o Tevez. Sin embargo, la historia advierte que hay que estar
preparados para todo, porque la lista siempre da sorpresas.
1966: Lorenzo, a los volantazos
Cuando la Selección
lo jugó en 1930 y 1934, el Mundial no significaba tanto y desde los medios de
comunicación no se generaban conflictos por las citaciones. Recién en 1958 y
1962 comenzaron a debatirse las decisiones de los entrenadores. Y, luego de
esos dos fracasos (ni en Suecia ni en Chile superamos la primera ronda), hubo
intensas críticas en cada convocatoria rumbo a Inglaterra 66. José María
Minella había conseguido la clasificación, pero renunció en 1965. Asumió el
cargo Osvaldo Zubeldía, pero como le negaron formar dupla técnica con Antonio
Faldutti, también se fue. El 22 de abril, cuando faltaban menos de dos meses
para el Mundial, Juan Carlos Lorenzo quedó al mando. Comenzó entonces una serie
de partidos contra equipos extranjeros que resultó decisiva.
A 40 días del Mundial había 40 jugadores por examinar. Cada partido era una
prueba. El encuentro contra la
Fiorentina , por ejemplo, resultó fatal para Raúl Bernao
(“Estuvo en una mala tarde, tuvo problemas con la pelota y no encontró el
partido”, dijo Lorenzo). Malbernat y Lallana, números puestos con Zubeldía, ni
tuvieron chances con el Toto. Un amistoso contra un ¡combinado de Mar del
Plata! dejó en el camino a Oscar Martín, Alberto Rendo y Marcos Conigliaro. El
casi desconocido Aníbal Tarabini metió un gol contra Cagliari y así se ganó un
lugar entre los 26 que quedaron en la anteúltima lista, en la que ya no estaban
José Mesiano y Oscar Pianetti, titulares días antes, y Enrique Omar Sívori, sin
chances reglamentarias porque jugaba en el fútbol italiano.
Entre los últimos cortados de la lista hubo dos lógicos (Daniel Onega y
Alberto Sainz) y dos batacazos: el arquero Miguel Santoro, lesionado a último
momento, y el volante Vicente De la
Mata. “Lo que más bronca me da es que Lorenzo me haya dicho
que me falta estado físico –declaró De la Mata en aquel momento–. Si no tengo ahora, menos
tenía antes. Entonces, ¿para qué me trajo?“. Entre los convocados había varios
con menos de 5 partidos en la
Selección : Tarabini, Nelson López, Irusta, Pastoriza y el
Loco Gatti. Aun rodeado de críticas, el equipo consiguió terminar entre los
ocho mejores del mundo.
1974: Para Babington, World “Cap”
1978: El Mundial del Capitán Beto
El primer período de César Menotti se destacó por traer certezas y orden al
hasta entonces caótico seleccionado. Cuando asumió, en 1974, eligió a Norberto
Alonso como capitán, pero surgió un problema: como solía convocar sólo a
jugadores del fútbol local, cuando Alonso fue transferido a Francia, dejó de
formar parte. A seis meses del Mundial, Menotti ya tenía la base del equipo
aceitada, pero Alonso volvió al fútbol argentino y tuvo un primer semestre
brillante. Se habló de presiones para que fuera convocado, incluso de parte de la Junta Militar. Víctor
Bottaniz, Humberto Bravo y hasta un jovencísimo Diego Maradona peleaban por un
puesto que finalmente fue para el Beto. “En la primera práctica -recordó
Alonso- César se acercó y me dijo: ‘Usted no está acá por presión de nadie,
sino porque lo dispuse yo’”. No viajó de turista: entró en los partidos ante
Hungría, Francia y Brasil, y tiene en su casa la medalla de campeón del mundo.
1982: Cucurucho por la noticia
Si alguna vez hubo pocas chances de sorpresas en alguna convocatoria, esa
vez fue en 1982. Menotti, con la tranquilidad del título mundial conseguido,
comenzó a entrenar con los 25 preseleccionados cuatro meses antes de la copa. Pero
el 23 de abril sorprendió en serio: desafectó a cuatro jugadores (Enzo Bulleri,
Jorge Gordillo, Edgardo Bauza y Raúl Chaparro) y convocó a Santiago Santamaría.
Cucurucho había renunciado a la
Selección por motivos personales, pero antes de dar la lista
lo llamaron especialmente y él dijo estar dispuesto. Finalmente, se sacó las
ganas de jugar: 10 minutos contra El Salvador y 36 contra Brasil.
1986: El trío salvador de Bilardo
Si a Lorenzo lo habían criticado duramente antes de Inglaterra 66, a Carlos Bilardo
directamente lo destrozaron en la previa a México. El equipo no jugaba bien y
tampoco tenía un estilo de juego definido. Ni Bilardo estaba conforme, al punto
que a poco tiempo del Mundial cambió buena parte del plantel con el que había
trabajado. Afuera quedaron Enzo Trossero, Miguel Angel Russo, Alejandro Sabella
(sí, Sabella), Oscar Dertycia, Juan Barbas y el Pato Fillol. Y hubo tres
convocados inesperados: el Vasco Julio Olarticoechea, que llevaba dos años
fuera del equipo; y Héctor Enrique y Miguel Zelada, nunca antes citados. Zelada
llegó al Mundial pero nunca pudo atajar en la Selección. El Negro
Enrique, en cambio, jugó 5 de los 7 partidos y todavía sigue enorgulleciéndose
por ser quien le dio el pase a Maradona, antes de que Diego empezara la corrida
del segundo gol contra Inglaterra.
1990: Valdano, en la orilla
Parecía que las exclusiones del Tata Brown y Ramón Díaz eran lo más
discutible que tendría la lista de Bilardo para Italia 90, pero no. El 20 de
mayo, a casi nada del Mundial, anunció un cambio en los 22 convocados. Adentro,
Gabriel Calderón. Afuera, Jorge Valdano. Autor de un gol en la final del 86,
había dejado el fútbol en 1987, pero por pedido de Bilardo volvió a entrenarse
con el fin de jugar la Copa
del Mundo. Su frase sobre aquel momento ya es mítica en el ambiente del fútbol:
“Después de nadar seis meses, me fui a morir en la orilla“. Para peor, Calderón
terminó jugando 5 de los 7 partidos, dos como titular.
1994: El peor día de Franco
El Coco Basile deconstruyó el plantel luego del 0-5 contra Colombia en Eliminatorias:
afuera Ricardo Altamirano, Julio Saldaña y Gustavo Zapata; adentro José Chamot,
Abel Balbo y Diego Maradona. En la nómina previa, de 23 jugadores, estaba Ariel
Ortega, de apenas 20 años, gran candidato a ver el Mundial desde afuera. Pero
el 2 de junio, el que sufrió fue otro: Darío Franco. Pieza clave entre 1991 y
1993, hasta que se fracturó en la Copa América , sus 22 partidos previos no le
sirvieron de nada. El Burrito, en cambio, jugó 3 de los 4 partidos en Estados
Unidos.
1998: Una cosa que empieza con B
Daniel Passarella tuvo sus hombres de confianza durante su ciclo al frente
de la Selección. Germán
Burgos, Roberto Ayala, Matías Almeyda, Christian Bassedas, Marcelo Gallardo,
Claudio López y Hernán Crespo fueron algunos de sus favoritos durante cuatro
años. A mediados de mayo, el Kaiser confirmó a 21 jugadores para el Mundial y
dejó en angustiante espera a Bassedas. Y el 29 de ese mes, le rompió el
corazón: el convocado número 22 fue Abel Balbo, lejos de la Selección desde un 1-1
contra Chile en 1996 en el que Passarella afirmó que al equipo le había faltado
“fibra“. Bassedas, al menos, jugó algunos partidos más en el ciclo Bielsa. Balbo
ingresó 28 minutos en el debut contra Japón y sobre el final en la derrota
contra Holanda. Al igual que Passarella, nunca más volvió a la Selección.
2002: ¿Es un pájaro?
Siempre ofensivo en su manera de pensar el fútbol, Marcelo Bielsa tenía
decidido llevar seis delanteros al Mundial de Corea y Japón. Gabriel Batistuta,
Hernán Crespo, los dos López (Claudio y Gustavo) y Ortega eran piezas
fundamentales del equipo. Quedaba lugar para uno más. Javier Saviola (entonces
jugador de Barcelona) parecía llevarle una pequeña ventaja a Julio Cruz
(Bologna de Italia). Pero, en la gira previa, Bielsa dejó a todos estupefactos:
citó a Claudio Caniggia, que tenía 35 años y llevaba seis sin jugar en la Selección. Proveniente
del Rangers de Escocia, el Pájaro se ganó un lugar en la lista gracias a su
buen nivel en los amistosos, pero se quedó entre los suplentes en los tres partidos
del Mundial y, en el banco, fue expulsado ante Suecia.
2006: Corte de Lux
José Pekerman, entrenador de perfil bajo, había tomado decisiones fuertes
en los meses previos al Mundial de Alemania. Afuera el histórico Javier
Zanetti, inamovible con la celeste y blanca desde 1995, y Walter Samuel, firme
desde 1999. Y adentro Julio Cruz, que así tenía revancha del Mundial anterior,
por sobre Diego Milito, de gran temporada en Zaragoza (incluidos cuatro goles
al Real Madrid en un partido). Era suficiente, pero se guardó una gran sorpresa
para el 15 de mayo, día de la citación definitiva: dejó sin Mundial a Germán
Lux, titular en la Copa
de las Confederaciones 2005, y convocó en su lugar a Oscar Ustari, sin partidos
en la Selección
Mayor. “Germán merecía más que yo ir al Mundial“, reconoció
Ustari, tercer arquero detrás de Abbondanzieri y Franco.
2010: Cuento chino
Luego del pobre ciclo Basile, Maradona asumió como entrenador en marzo de
2009. Su etapa se caracterizó por la gran cantidad de futbolistas convocados:
106 en 15 meses, incluyendo a Nelson Ibáñez, Ignacio Canuto, Carlos Matheu,
Patricio Toranzo, Luis Rodríguez, Franco Jara y Milton Caraglio. Por eso, no
era fácil adivinar los nombres de los 23 convocados para el Mundial. Diego no
sólo volvió a dejar sin copa a Javier Zanetti, sino que borró a Esteban
Cambiasso. Y de los 106, llevó a Sudáfrica a uno de los más inesperados: Ariel
Garcé, que a los 30 años jugaba sin lucirse en Colón de Santa Fe. Tan difícil
era imaginarse al Chino marcando punta en el Mundial, que en el último partido
preparatorio, ante Canadá en el Monumental, un hincha colgó una bandera que ya
es leyenda: “Garcé, traé alfajores“.
PUBLICADO EN EL GRÁFICO Nº4445
(ABRIL DE 2014)
viernes, 10 de octubre de 2014
NBA - Duelos de postemporada
Karl Malone y Michael Jordan en uno de los grandes Utah-Chicago. |
Por Martín Estévez
Los playoffs de la NBA ya
comenzaron y, para entrar en calor, recordamos cinco de los principales choques
de la historia.
Los campeonatos de la NBA se dividen en dos etapas.
La primera es la temporada regular, en la que los mejores equipos suman
triunfos y mejoran detalles, mientras los demás luchan durante 82 partidos para
no quedar eliminados. La última etapa son los playoffs, donde los 16
clasificados se eliminan uno contra uno, en series que pueden llegar a
extenderse siete partidos. De las centenas de enfrentamientos que hubo en la
historia, elegimos cuatro de los más memorables.
Boston-Los Angeles Lakers
(1962-1969)
Nunca dos equipos se enfrentaron tantas veces en una
final: doce. Todo comenzó en 1959, cuando los Lakers aún tenían sede en
Minneapolis, pero explotó en la década del ’60. Los Celtics, liderados por Bill
Russell y con Bob Cousy en gran nivel, se impusieron 4-3 en la final de 1962; y
4-2 en la de 1963. Recién en 1965, Los Angeles (con Elgin Baylor como
estandarte) tuvo revancha, pero cayó 4-1. Los Lakers hicieron un gran esfuerzo
para volver a la instancia decisiva un año después, pero por cuarta vez, Boston
se impuso, ahora en séptimo partido. Y volvieron a enfrentarse en la final de
1968 y 1969, ya con el legendario Wilt Chamberlain jugando para Los Angeles, y
hubo triunfos 4-2 y 4-3… para los Celtics, claro. Seis finales, seis triunfos
para Boston. Dominio histórico.
Los Angeles Lakers-Philadelphia
(1980-1983)
Los Lakers no eran campeones desde 1972 y los 76ers,
desde el ’67. Se enfrentaron en la final de 1980; Kareem Abdul-Jabbar venía de
ganar el MVP (jugador más valioso) de la temporada y llegaba “on fire” al
duelo. Philadelphia tenía al gran Julius Erving, el “Doctor J”, en su
esplendor: más de 20 puntos y 7 rebotes por partido en la temporada, pero Los
Angeles ganó 4-2. Volvieron a verse las caras en la final de 1982, cuando
Abdul-Jabbar se apoyó en un Magic Johnson de 22 años que metía 18 puntos y
regalaba 9 asistencias por juego. Y otra vez, los Lakers se impusieron 4-2. El
último duelo fue en 1983, y Philadelphia tuvo revancha. Barrió 4-0 con un Moses
Malone brillante: MVP, 26 puntos y 15,8 rebotes de promedio en playoffs.
Los Angeles Lakers-Boston
(1984-1987)
El gran duelo renació en la década del ’80. Había
jugadores extraordinarios en ambos bandos. Larry Bird (24,2 puntos y 10
rebotes), Robert Parish (19 y 10) y Kevin McHale (18 y 7) habían brillado en
1984 para que los Celtics lograran 62 triunfos y 20 derrotas en la temporada. Y
pese a Abdul-Jabbar y Magic Johnson se impusieron 4-3 en la final, con el casi
desconocido Cornbread Maxwell destacándose en el séptimo juego. La revancha
llegó rápido. En 1985, los Lakers dirigidos Pat Riley echaron fuego en los
playoffs: Abdul-Jabbar, a los 37 años, aportó 22 puntos y 8 rebotes por
encuentro, y Magic condujo al equipo con la increíble marca de 15,2 asistencias
para alcanzar la final e imponerse allí 4-2 a los Celtics. En 1987 volvieron a
definir el campeonato. Magic le arrebató el MVP a Larry Bird: 23,9 puntos y
12,2 asistencias en la temporada regular, donde los Lakers consiguieron marca
de 65-17. En los playoffs brillaron otras piezas del equipo (James Worthy,
Byron Scott y Abdul-Jabbar) para imponerse 4-2.
Chicago-Utah (1997-1998)
Michael Jordan no puede faltar en ninguna nota que
tenga relación con la historia de la NBA. Si en la conferencia este sus Chicago
Bulls superaban una y otra vez desafíos colosales ante New York Knicks e
Indiana Pacers, su gran antítesis en las finales (jugaron seis y jamás perdieron)
fueron los Utah Jazz. O lo que es lo mismo, la dupla John Stockton-Karl Malone.
En la temporada 96/97, los Jazz consiguieron un record de 64-18; el grandote
Malone (MVP) sumó 27,4 puntos por juego; el pequeño Stockton promedió 10,5
asistencias. Pero Chicago era demasiado Chicago: si habían ganado 69 partidos
en la fase regular, en la postemporada se volvían intratables. Jordan promedió
31,1 puntos en los playoffs y marcó 38 jugando con fiebre para ganar la quinta
final. Su amigo Scottie Pippen colaboró con 19,2; y Dennis Rodman sumó 8,4
rebotes. Los Bulls se impusieron 4-2. Un año después, Utah terminó líder de la
temporada, ahora con Jeff Hornacek apoyando a la gran dupla. Los Bulls parecían
avejentados (Jordan tenía 34 años, Pippen 32, Rodman 36, Ron Harper 34), pero
sólo lo parecían: Air clavó 32,4 puntos de promedio en la postemporada, Rodman
bajó 11,8 rebotes y el croata Toni Kukoc tuvo un altísimo 48,6% de eficacia en
tiros de campo. El retiro de Jordan de los Bulls fue el momento más maravilloso
de la historia de la NBA: marcó el emocionante doble final del sexto partido
para ganar 4-2 la final.
Miami-San Antonio (2013)
Nos regalaron la que fue, probablemente, la mejor
final del siglo XXI. Los Heat, que llegaban con el rótulo de campeón reinante
luego de arrasar con Oklahoma en 2012, terminaron con 66 triunfos y sólo 16
derrotas la temporada regular, en la que LeBron James volvió a consagrarse MVP.
Los Spurs, ganadores en 2002, 2004 y 2006, tuvieron un poco impresionante
record de 58-24, pero en las tres primeras rondas de playoffs habían ganado 12
partidos y perdieron sólo 2. Fue una serie bestial: Miami ganó en San Antonio
para empatar 1-1 la serie, con tres partidos seguidos por jugar en casa. Pero
todos los Spurs la metieron en las finales: Tim Duncan (18,9), Tony Parker
(15,7), Kahwi Leonard (14,6) y Danny Green (14) tuvieron un alto promedio de
puntos, más un Emanuel Ginóbili que, aun con problemas físicos, aportó 11,6
tantos y 4,3 asistencias. Así, San Antonio ganó dos de tres en Miami y quedó 3-2,
con la posibilidad de celebrar en su estadio. Pero en dos juegos cerradísimos,
el sexto y el séptimo, la diferencia la hizo el enorme LeBron: 25,3 puntos;
10,9 rebotes y 7 asistencias por partido. Dwyane Wade, Chris Bosh y Ray Allen
sólo tuvieron que seguir su ritmo para que Miami se impusiera 95-88 en el
séptimo partido y se consagrara bicampeón de la NBA.
PUBLICADO EN ACCESS DIRECTV Nº65 (ABRIL DE 2014)
jueves, 9 de octubre de 2014
Fútbol (1920)
Argentina le ganó a a Uruguay el premio Ministerio de Relaciones Exteriores |
Campeonato rosarino 1920
Desempate.
Rosario Central 2 Newell’s 2 (suspendido a los 37’ del ST).
Copa Competencia 1919 (jugada en 1920)
Final. Boca 1
Rosario Central 0 (en tiempo suplementario). Jugado en GEBA.
Final correspondiente a 1919. Boca 2 Nacional (Uruguay) 0. En Sportivo Barracas. Público: 15.000.
Campeonato rosarino 1919 (jugado en 1920)
Final. Rosario
Central 3 Newell’s 2.
Partidos amistosos 1920
Belgrano (Rosario) 3 Boca 0.
Porteño
1 Boca 3.
Newell’s
3 Unión (Santa Fe) 1
Sportivo de Almagro 2 Tiro Federal (Rosario) 3
Gimnasia
y Esgrima de Rosario 5 River 2
Racing 1 (Salas) Combinado de Primera División 1 (Orzari)
Club
Atlético 9 de Julio 2 Racing de Chivilcoy 0.
Inglaterra
5 Francia 0.
Gath y Chaves 2
Selección de Brasil 3.
Asociación Amateurs 1920
River 1
(Laiolo) Vélez 1 (Galíndez)
Campeonato de Inglaterra 1920
Final. Aston
Villa’s 1 Huddersfield 0. Público: 50.000.
Campeonato reducido por el
25° aniversario del Club Atlético Porteño
Sportivo
Barracas-Huracán
Del Plata 2 (Juan 2) Boca 1 (Pertini)
Estudiantes (LP) 4 Sportivo Barracas 3
Semifinal. Porteño 2 Del Plata 5
Semifinal. Sportivo de
Almagro 3 Estudiantes (LP) 0.
Final. Del Plata 1 Sportivo de Almagro 0.
Copa Reyna 1920
Rosarinos 0
Porteños 0
Amistoso 1920
Uruguay 2
Argentina 0, en Montevideo, ante 26.000 espectadores.
Argentina: O. Díaz; J.
Presta, A. Celli; F. Ballart, A. Sacarello, E. Scoffano; P. Calomino, I.
Libonatti, J. Lucarelli, R. Etcheverría y J. Calandra.
Copa Newton 1920
Argentina 1
(Clarke) Uruguay 3 (Romano, Somma, Piendibene)
En Buenos Aires, ante 18.000
espectadores. Argentina: Latorre Lelong, Celli, O. Díaz, Carabelli, Cortella, Presta, Calomino, Libonatti, Clarke, Lucarelli y de Miguel.
Premio de honor “Ministerio de Relaciones Exteriores” 1920
Argentina 1 Uruguay 0. 15.000 espectadores.
Argentina:
Kiessel; Cortella y Bearzotti; Frumento, Delavalle, Uslengui; Calomino,
Libonatti, Badalini, Lucarelli y Miguel.
A beneficio del Círculo de la Prensa
Campeonato Sudamericano 1920, en
Chile
Campeón: Uruguay.
Campeonato Argentino de
Football
Final. Porteños 2 Santa Fe 0.
Otros equipos participantes: Córdoba, Tucumán, Santiago del
Estero y Corrientes.
Copa Competencia 1920
Semifinal.
Rosario Central 2 San Isidro 0.
Final.
Rosario Central 2 Sportivo Almagro 0.
Campeonato uruguayo 1920
1° Nacional; 2°
Peñarol.
Campeonato rosarino 1920
Última fecha.
Newell’s 0 Tiro Federal 0. Tiro Federal campeón.
Fútbol femenino
Inglaterra 1
Francia 1
Otros partidos (no sé si son amistosos u oficiales)
San
Isidro 3 River 0.
Rosario
Central 1 Newell’s 1.
Huracán
0 Boca 0.
Newell’s
2 (Badalini, Celli) Huracán 0.
Gimnasia
y Esgrima (Rosario) 0 Independiente 0.
miércoles, 8 de octubre de 2014
Enrique García – El poeta de la zurda
Por Martín
Estévez
Es recordado como el mejor wing
izquierdo de la historia del fútbol argentino. El Chueco fue ídolo del Che Guevara cuando jugaba en Rosario Central y de
millones de hinchas cuando la rompió en Racing y en la Selección. Y eso que
la derecha sólo la usaba de bastón…
“Tuvimos un winger que bordaba en el corner: Onzari. Tuvimos uno que
entraba tirando fuerte: Orsi. Tuvimos muchos como Carricaberry, Guayta, Lauri,
Tarasconi, muchos, muchos, pero llegó un día El Fenómeno y los reunió a todos. Salió
fuera de concurso. Es diferente. Tiene lo mejor de cada uno. Borda junto a la
banderita, penetra hacia el medio, tira, juega, baila, la ablanda, la arruga,
la achica, le hace fu fu. Y todo con una pierna sola. Nada más. Del otro lado
tiene un bastón. Y no precisa otra cosa. Una muleta a la derecha y esa zurda
que vale por las dos, que teje, borda y hace versos”. Eso dice sobre Enrique
García el texto publicado en El Gráfico Nº1090, de mayo de 1940. Tiene más valor
que aquello que podamos decir ahora: fue escrito por alguien que lo vio jugar.
Cada vez son menos los que vieron al Chueco García, y cada vez somos más
los que tenemos que imaginarlo. Pero es la obligación de los que amamos al
fútbol: recordar. “Lo que se olvida, se muere –escribió Alejandro Dolina–. Los
que recuerdan están rescatando cosas de la muerte. A su manera, son
salvadores”. Existe cierto consenso en que García fue el mejor wing izquierdo
de la historia del fútbol argentino. Wines eran los delanteros que se movían
por las puntas cuando se atacaba con cinco jugadores. Al abandonarse la táctica
2-3-5 siguieron existiendo, aunque forzados a cumplir nuevos roles tácticos. ¿Wings
más actuales? Claudio Caniggia, Guillermo Barros Schelotto, el Pipa Estévez y
el Piojo López.
El ídolo del
che
Enrique García nació en 1912 en Santa Fe. Comenzó a jugar en el patio de la
iglesia de Las Rosas, su barrio, y en un club con el mismo nombre. A los 15
años ya gambeteaba lindo. Su hermano Salvador jugaba en la Reserva de Unión y lo
llevó a probarse. No quedó. En 1929 se fue al club Brown, que le ofreció un
puesto en la Casa
de Gobierno de Santa Fe. Jugó en Segunda hasta su debut, justo contra Unión:
Brown ganó 1-0 con gol suyo. Al producirse el golpe de Estado de 1930 se quedó
sin trabajo, pero consiguió uno en la administración del club. Pudieron
retenerlo hasta 1932, cuando Gimnasia de Santa Fe pagó 2500 pesos por su pase. Tenía
19 años. Ahí ganó el campeonato santafesino e integró una delantera apodada
“Los Pistoleros” junto a Magán, Salas, Loyarte y Genaro Canteli. Magán y
Canteli serían campeones con San Lorenzo en 1933, cuando García fue contratado
por Rosario Central, que pagó 5000 pesos por su pase.
Fueron años de gloria para el ataque canalla, formado por Cagnotti, Julio
Gómez, Guzmán, Potro y él. Gracias a sus gambetas, ganó admiradores de lujo: el
historiador Osvaldo Bayer y Ernesto Che Guevara. “¡Qué piruetas las del Chueco,
qué maravilloso trazado de curvas y talonazos, qué paradas en seco!”, escribió
Bayer recordando a Enrique. Los que conocieron al Che no sólo dan fe de su
cariño por Central, también aseguran que su jugador preferido (y el de su
hermano Roberto) era el Chueco, porque sorprendía haciendo las jugadas más
inesperadas. Con la azul y amarilla se le atribuyen 98 partidos y 33 goles
hasta principios de 1936. Las noticias de su talento llegaron hasta Buenos
Aires e Independiente quiso contratarlo, pero Ernesto Malbec, presidente de
Racing, viajó a Rosario para ofrecer 39.000 pesos y un partido amistoso entre
los dos clubes cuya recaudación quedaba para Central. Su futuro se decidió en
una asamblea de socios canallas, que aceptaron la oferta. En ese momento fue el
pase más caro de la historia del fútbol argentino.
El Sarmiento de Avellaneda
Debutó en Racing el 3 de mayo de 1936, contra Tigre. La Academia perdió 2-1 y
muchos se decepcionaron porque no le salió una. Hubo un detalle: tenía
fracturado un dedo del pie izquierdo, pero igual quiso jugar. Confirmó sus
ganas de no faltar en el partido siguiente. Y en el siguiente. Y en el
siguiente. Así, 228 veces. Sí: jugó 228 partidos consecutivos, por lo que
recibió el apodo el Sarmiento del fútbol. Entre 1936 y 1944 fue estrella de un
Racing que no conseguía títulos desde 1925. Su mejor temporada fue la de 1938,
cuando hizo 20 goles en 32 partidos. Hoy, es uno de los
20 mayores ídolos del club.
Contó Ponciano Souto, masajista de Racing durante aquellos años, que cuando
le tocaba trabajar sobre la pierna derecha del Chueco, él decía: “Esa no, esa
dejala, ni la toques que la tengo de palo”. No era la única muestra de su
ironía. En épocas en las que al equipo le hacían muchos goles de cabeza, cada
vez que tenían una pelota parada en contra, gritaba sin disimulo: “¡Marquen a
los nuestros, marquen a los nuestros!”. Y una vez, luego de un gol genial en el
que gambeteó a varios rivales, volvió hacia la mitad de la cancha despacio,
borrando las huellas que había dejado. Sus compañeros lo miraban extrañados.
Cuando llegó a su campo, sonrió y les dijo: “Es para que nadie me copie la
jugada, muchachos”.
Gracias a su nivel en Racing se convirtió en un habitual convocado para la Selección. Allí
jugó con Roberto Cherro, a quien admiraba. “Pese a su gordura –dijo García sin
delicadeza–, Cherro fue el fútbol hecho ciencia”.
En 1937 la rompió en el Sudamericano jugado en Buenos Aires. Hizo el gol
que permitió ganarle 1-0 a
Brasil y llegar a un desempate contra el mismo rival, y le dio dos asistencias
a Vicente De La Mata
para ganar el título. En esa final le dijo al brasileño Brandao, después de
volverlo loco a pura gambeta: “Si tuvieras ruedas, serías un carro”.
En la Copa Roca
de 1940 era figura de la
Selección , y el centrodelantero Fabio Cassán era resistido. El
relator Fioravanti, que veía el partido contra Brasil pegado a la cancha, le
dijo al Chueco: “Hacele hacer un gol a Cassán”. Pasaron apenas minutos hasta
que García desbordó por izquierda y le dio el pase justo a Cassán, que la
empujó a la red. Se acercó a Fioravanti y le dijo: “Servido... ¿Y ahora, a
quién?”.
En Racing le llovían apodos elogiosos: el Imparable, el Mago, el Poeta de la Zurda. En la Selección formó una
dupla memorable con José Manuel Moreno, al que definió como el mejor entreala
que vio. Sus compañeros juraban que mientras se pasaban la pelota, el Chueco y
el Charro conversaban: “Tómela usted”, decía uno. “Ahí se la devuelvo”, respondía el otro.
En sus últimos años sufrió el desgaste físico. Ya nadie regalaba nada, y
menos a un wing que parecía burlarse de los rivales en cada jugada. Le gustaba
tanto la gambeta que a veces decían que Racing era “Sportivo Chueco García”. Pero lo perdonaban porque era generoso para asistir.
En la Selección
dio el último golpe al ganar el Sudamericano de 1941; en total sumó 35 partidos
y 9 goles. No jugó un Mundial sólo porque Argentina no participó entre 1934 y
1958.
El último de sus 228 partidos consecutivos fue el 18 de abril de 1943,
contra Boca. Se rompió los meniscos del bastón (perdón, de la rodilla derecha)
y tuvo que operarse. Volvió un año después, pero no se sentía bien y bajó a la Reserva. Hizo un
último intento en Primera el 17 de septiembre, como wing derecho en el 0-0
contra San Lorenzo, pero supo que ya no era el mismo. A principios de 1945
mandó una carta a los dirigentes del club con una frase histórica: “Dejo de
jugar al fútbol”.
El
Chueco en la historia
“Fue el más grande wing izquierdo de la historia. Quizá Loustau era
superior para el equipo, pero el Chueco era el mejor para el puesto”, aseguró
el periodista Dante Panzeri. “Era extraordinario, una gloria, el Gardel del
fútbol –lo definió Ezra Sued, wing izquierdo que lo reemplazó en Racing a
partir de 1943–. Fue el que inventó una jugada que después trataron de hacer
muchos: el centro atrás en velocidad. Definía de una forma poco usual en su
época: ponía la pelota entre el poste y el arquero”. Oscar Sastre, fallecido en
2012, debutó en Independiente en 1942 y ese año sufrió al Chueco. “Era uno de
los pocos wines izquierdos que con la pelota en los pies hacía un desastre
–puntualizó–. Si la dominaba, entrabas perdiendo. Era medio haragán y brutal a
la vez. Tenía sus artimañas: siempre quería sacar tajada del que no tenía
experiencia”.
En Racing sumó 233 partidos y 78 goles. De esos, apenas dos
fueron con la pierna derecha: uno a Lanús y uno a San Lorenzo. Lejos de
lamentarse por eso, tras su retiro declaró: “Si hubiera tratado de aprender a
manejar la pelota con las dos piernas, ¿creen que hubiera tenido una zurda tan
hábil?”.
Al terminar su carrera, atendió su propia bombonería. “La marcación y otras
yerbas son inventos de los técnicos –explicaba–. Soy enemigo de todos los
sistemas. Atentan contra la belleza del fútbol. No hay con ellos preciosismo ni
improvisación”. En 1960 volvió al fútbol como detector y formador de jugadores
en Racing: “Cuando me retiré me convertí en un espectador más –declaró en El
Gráfico–. Posteriormente nacieron en mí deseos de aportar lo que aún poseo de
juventud para la renovación que se impone. No deseamos que se fabriquen
jugadores de un día para otro. Los futbolistas no pueden escapar a la ley
humana de la evolución”.
Durante sus últimos años, sin que le sobrara una moneda, recorría bares,
mitad por picardía y mitad por necesidad, diciendo: “Soy Enrique García, el
mejor puntero izquierdo de la historia. ¿Alguien me invita un café?”.
Las medias bajas, los cordones desatados antes del partido, la malicia para
enojar a los rivales, la gambeta enreverada por el sector izquierdo. Todo eso
se fue cuando se fue el Chueco García, para siempre, el 23 de agosto de 1969, a los 56 años.
“Ni un
renuncio desde que está en Racing –decía aquella nota de El Gráfico de 1940, en
la que ya era legendario su presentismo–. Se iba a producir contra Boca. Estaba
en cama lesionado. Circuló la noticia por el ambiente futbolístico: el Chueco
iba a faltar por primera vez. Era su renuncia a la brega. Pero se levantó y fue
a la cancha. Comenzó a jugar medio cauteloso, cuidando la zurda. La llevó a la
gramilla con rodillera. Pero la llevó. Al principio medio la sacaba del
entrevero. Al final la metió con rodillera y todo. Las ganas de jugar que jamás
le faltaron le hicieron olvidar los días en cama, la diatermia, o la bolsa de
agua caliente, o lo que fuera. Allí estaba una pelota en el verde y él tenía
vestida una camiseta de fútbol”.
Ficha
Nombre completo: Enrique García.
Nacimiento: 20 de noviembre de 1912 en Las Rosas, Santa Fe.
Trayectoria: Brown de Santa Fe (1929-1932), Gimnasia y Esgrima de Santa Fe
(1932-1933), Rosario Central (1933-1936) y Racing Club (1936-1944).
Partidos en Primera: 233. Goles: 78.
Títulos en AFA: Sudamericano 1937 y
Sudamericano 1941, con la Selección Argentina.
PUBLICADO EN EL GRÁFICO Nº4444
(MARZO DE 2014)
domingo, 5 de octubre de 2014
Atletismo (1919-1920)
Andrés Paoli, recordman de Francia (13m90).
Datos de 1919
Datos de 1919
*Jean Bouin, el
más grande corredor a pie, murió durante la Guerra Mundial.
*Elisardo Menéndez es el recordman argentino en 5.000
metros (16’15’’) y 10.000 metros
(34’47’’).
Lanzamiento de jabalina
En 1918, el record llegó a 114m28cm.
Festival en GEBA 1919
*Lanzamiento de bala. 1° Ángel Róvere 9m95cm.
*Lanzamiento de martillo. 1° Ángel Róvere 21,20 metros .
*Salto
con garrocha. 1° Ángel Róvere 3,02 metros .
Salto con garrocha 1920
*100 metros llanos: 1°
Charles Paddock 10s8.
I Olimpíadas Suramericanas 1919, en Montevideo
*1° Chile; 2° Uruguay.
*Argentina no compitió.
*Argentina no compitió.
Salto con garrocha 1920
Frank Foss,
record en Norteamérica, 4,06m. Record en Francia: Gouder, 3,74m.
Campeonato argentino de
atletismo 1920
*Jabalina: 1° Luis Sigel/Ligel 37,85m.
*10.000 metros: 1° Elisardo
Méndez 34m43s.
*Lanzamiento de disco: 1° R. Hoerle 32,28m.
*200 metros: 1° Otto
Diesch 24 seg.
II Olimpíadas
Suramericanas 1920, en Santiago de Chile
*1° Chile 10; 2° Uruguay 6; 3° Argentina 5.
*Salto con
garrocha: 1° Héctor Berrutti (Uruguay) 3,26m.
*Lanzamiento de disco: 1° Jorge
Llovet Cullen (Argentina) 35,28m.
*Lanzamiento de
bala: 1° Prokola (Finlandia) 14,81m.
*5.000 metros: 1° Guillemot (Francia)
14m55s.
*Salto en alto: 1° Landon (Estados Unidos) 1,94m (record mundial)
*Jabalina. 1° Myrra (Finlandia) 65,78m (record mundial)
*Martillo: 1° Patt Ryan (Estados Unidos) 52,87m.
*Garrocha (se le llamaba "salto a la garrocha"): 1° Foss 4,09m (record
mundial)
*Maratón: 1° Hans Kohlemainen (Finlandia) 2h32m35s8 (record mundial)
Torneo dela Asociación de
Profesores de Esgrima y Cultura Física 1920
Torneo de
*Lanzamiento de disco. Jorge Llobet Cullen bate el record
sudamericano: 32,17m.
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