Karl Malone y Michael Jordan en uno de los grandes Utah-Chicago. |
Por Martín Estévez
Los playoffs de la NBA ya
comenzaron y, para entrar en calor, recordamos cinco de los principales choques
de la historia.
Los campeonatos de la NBA se dividen en dos etapas.
La primera es la temporada regular, en la que los mejores equipos suman
triunfos y mejoran detalles, mientras los demás luchan durante 82 partidos para
no quedar eliminados. La última etapa son los playoffs, donde los 16
clasificados se eliminan uno contra uno, en series que pueden llegar a
extenderse siete partidos. De las centenas de enfrentamientos que hubo en la
historia, elegimos cuatro de los más memorables.
Boston-Los Angeles Lakers
(1962-1969)
Nunca dos equipos se enfrentaron tantas veces en una
final: doce. Todo comenzó en 1959, cuando los Lakers aún tenían sede en
Minneapolis, pero explotó en la década del ’60. Los Celtics, liderados por Bill
Russell y con Bob Cousy en gran nivel, se impusieron 4-3 en la final de 1962; y
4-2 en la de 1963. Recién en 1965, Los Angeles (con Elgin Baylor como
estandarte) tuvo revancha, pero cayó 4-1. Los Lakers hicieron un gran esfuerzo
para volver a la instancia decisiva un año después, pero por cuarta vez, Boston
se impuso, ahora en séptimo partido. Y volvieron a enfrentarse en la final de
1968 y 1969, ya con el legendario Wilt Chamberlain jugando para Los Angeles, y
hubo triunfos 4-2 y 4-3… para los Celtics, claro. Seis finales, seis triunfos
para Boston. Dominio histórico.
Los Angeles Lakers-Philadelphia
(1980-1983)
Los Lakers no eran campeones desde 1972 y los 76ers,
desde el ’67. Se enfrentaron en la final de 1980; Kareem Abdul-Jabbar venía de
ganar el MVP (jugador más valioso) de la temporada y llegaba “on fire” al
duelo. Philadelphia tenía al gran Julius Erving, el “Doctor J”, en su
esplendor: más de 20 puntos y 7 rebotes por partido en la temporada, pero Los
Angeles ganó 4-2. Volvieron a verse las caras en la final de 1982, cuando
Abdul-Jabbar se apoyó en un Magic Johnson de 22 años que metía 18 puntos y
regalaba 9 asistencias por juego. Y otra vez, los Lakers se impusieron 4-2. El
último duelo fue en 1983, y Philadelphia tuvo revancha. Barrió 4-0 con un Moses
Malone brillante: MVP, 26 puntos y 15,8 rebotes de promedio en playoffs.
Los Angeles Lakers-Boston
(1984-1987)
El gran duelo renació en la década del ’80. Había
jugadores extraordinarios en ambos bandos. Larry Bird (24,2 puntos y 10
rebotes), Robert Parish (19 y 10) y Kevin McHale (18 y 7) habían brillado en
1984 para que los Celtics lograran 62 triunfos y 20 derrotas en la temporada. Y
pese a Abdul-Jabbar y Magic Johnson se impusieron 4-3 en la final, con el casi
desconocido Cornbread Maxwell destacándose en el séptimo juego. La revancha
llegó rápido. En 1985, los Lakers dirigidos Pat Riley echaron fuego en los
playoffs: Abdul-Jabbar, a los 37 años, aportó 22 puntos y 8 rebotes por
encuentro, y Magic condujo al equipo con la increíble marca de 15,2 asistencias
para alcanzar la final e imponerse allí 4-2 a los Celtics. En 1987 volvieron a
definir el campeonato. Magic le arrebató el MVP a Larry Bird: 23,9 puntos y
12,2 asistencias en la temporada regular, donde los Lakers consiguieron marca
de 65-17. En los playoffs brillaron otras piezas del equipo (James Worthy,
Byron Scott y Abdul-Jabbar) para imponerse 4-2.
Chicago-Utah (1997-1998)
Michael Jordan no puede faltar en ninguna nota que
tenga relación con la historia de la NBA. Si en la conferencia este sus Chicago
Bulls superaban una y otra vez desafíos colosales ante New York Knicks e
Indiana Pacers, su gran antítesis en las finales (jugaron seis y jamás perdieron)
fueron los Utah Jazz. O lo que es lo mismo, la dupla John Stockton-Karl Malone.
En la temporada 96/97, los Jazz consiguieron un record de 64-18; el grandote
Malone (MVP) sumó 27,4 puntos por juego; el pequeño Stockton promedió 10,5
asistencias. Pero Chicago era demasiado Chicago: si habían ganado 69 partidos
en la fase regular, en la postemporada se volvían intratables. Jordan promedió
31,1 puntos en los playoffs y marcó 38 jugando con fiebre para ganar la quinta
final. Su amigo Scottie Pippen colaboró con 19,2; y Dennis Rodman sumó 8,4
rebotes. Los Bulls se impusieron 4-2. Un año después, Utah terminó líder de la
temporada, ahora con Jeff Hornacek apoyando a la gran dupla. Los Bulls parecían
avejentados (Jordan tenía 34 años, Pippen 32, Rodman 36, Ron Harper 34), pero
sólo lo parecían: Air clavó 32,4 puntos de promedio en la postemporada, Rodman
bajó 11,8 rebotes y el croata Toni Kukoc tuvo un altísimo 48,6% de eficacia en
tiros de campo. El retiro de Jordan de los Bulls fue el momento más maravilloso
de la historia de la NBA: marcó el emocionante doble final del sexto partido
para ganar 4-2 la final.
Miami-San Antonio (2013)
Nos regalaron la que fue, probablemente, la mejor
final del siglo XXI. Los Heat, que llegaban con el rótulo de campeón reinante
luego de arrasar con Oklahoma en 2012, terminaron con 66 triunfos y sólo 16
derrotas la temporada regular, en la que LeBron James volvió a consagrarse MVP.
Los Spurs, ganadores en 2002, 2004 y 2006, tuvieron un poco impresionante
record de 58-24, pero en las tres primeras rondas de playoffs habían ganado 12
partidos y perdieron sólo 2. Fue una serie bestial: Miami ganó en San Antonio
para empatar 1-1 la serie, con tres partidos seguidos por jugar en casa. Pero
todos los Spurs la metieron en las finales: Tim Duncan (18,9), Tony Parker
(15,7), Kahwi Leonard (14,6) y Danny Green (14) tuvieron un alto promedio de
puntos, más un Emanuel Ginóbili que, aun con problemas físicos, aportó 11,6
tantos y 4,3 asistencias. Así, San Antonio ganó dos de tres en Miami y quedó 3-2,
con la posibilidad de celebrar en su estadio. Pero en dos juegos cerradísimos,
el sexto y el séptimo, la diferencia la hizo el enorme LeBron: 25,3 puntos;
10,9 rebotes y 7 asistencias por partido. Dwyane Wade, Chris Bosh y Ray Allen
sólo tuvieron que seguir su ritmo para que Miami se impusiera 95-88 en el
séptimo partido y se consagrara bicampeón de la NBA.
PUBLICADO EN ACCESS DIRECTV Nº65 (ABRIL DE 2014)
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