lunes, 30 de abril de 2012

Los hits (julio de 2011)

Los futbolistas que se destacaron en el mes - por Martín Estévez

Uruguay ocupa 5 de los 13 puestos destinados a la Copa América, y las Eliminatorias para el Mundial 2014 ya ganan terreno. También hubo previa de Champions, Mundial Sub 17 y Supercopa de Ucrania. Rooney la rompió en amistosos.

1) Luis Suárez (Uruguay)
Cuatro lindos goles, campeón y mejor jugador la Copa América. La gloria.

2) Diego Lugano (Uruguay)
Es difícil que un defensor se luzca en un partido; él lo hizo en casi todos.

3) Paolo Guerrero (Perú)
Incluso antes de su hat-trick final, había hecho una gran Copa América.

4) Diego Forlán (Uruguay)
Llegó al último partido sin goles, pero hizo dos en la final. Ícono uruguayo.

5) Justo Villar (Paraguay)
Fue el mejor del subcampeón y ni los tres goles en la final lo opacaron.

6) Renny Vega (Venezuela)
Valla invicta contra Brasil, cabezazo clave ante Paraguay. ¡Venezuela en semis!

7) Fernando Muslera (Uruguay)
Prolijísimo durante todo el torneo, bestial ante Argentina. ¿Cuánto vale?

8) Álvaro Pereira (Uruguay)
Todoterreno celeste, tuvo su torneo consagratorio. Un gol clave ante México.

9) Julio Gómez (México Sub 17)
El Tri fue campeón mundial juvenil y él la rompió con la cabeza vendada.

10) Le Cong Vinh (Vietnam)
Aunque sea contra Macao, meter 5 goles en Eliminatorias es muy meritorio.

Del 11 al 20: 11) Oswaldo Vizcarrondo (Venezuela), 12) Sergio Romero (Argentina), 13) Radamel Falcao García (Colombia), 14) Lesly St Fkeur (Bahamas), 15) Artem Milevsky (Dinamo Kiev), 16) Wayne Rooney (Manchester United), 17) Neymar (Brasil), 18) Eden Hazard (Lille), 19) Lionel Messi (Argentina), 20) Svetoslav Todorov (Litex Lovech).

PUBLICADO EN EL GRÁFICO Nº4413 (AGOSTO DE 2011)

domingo, 29 de abril de 2012

El medallero (julio de 2011)

Por Martín Estévez

Oro: Facundo Conte
Lo elegimos a él como representante de la Selección de voley, que completó la mejor actuación de Argentina en la historia de la Liga Mundial. Ganaron 9 de los 12 partidos de la primera fase, luego derrotaron a Italia y Bulgaria, y cayeron en semifinales. Gran cuarto puesto.

Plata: Cecilia Biagioli
Argentina tiene otra clasificada para los Juegos de Londres 2012: enorme 5º puesto en los 10 kilómetros en aguas abiertas del Mundial de Shanghai. La cordobesa hizo la prueba en 2h2m12s y participará en su cuarta cita olímpica, esta vez fuera de la pileta.

Bronce: Juan Mónaco
Tiempo atrás, lo criticamos por regalar un partido de la Copa Davis cuando la serie estaba definida. Esta vez, ante Kazajistán, no sólo le ganó 6-3, 6-0 y 6-4 a Golubev en el partido más importante, sino que también estuvo concentrado ante Kukushkin: 6-4 y 6-1.

Plomo: Sergio Batista
Es fácil pegarle ahora, pero si revisan los medalleros anteriores, lo verán por aquí. El problema no fueron los penales ante Uruguay, fueron las derrotas ante Japón, Nigeria y Polonia, y los empates en casa contra Bolivia y Colombia. ¿Y la Selección local para qué sirvió?

Lata: Carlos Tevez
En este caso, tampoco tiene que ver con que haya errado un penal clave: le pasa a cualquiera. Pero la realidad es que no justificó toda la expectativa que generó su convocatoria. En los tres partidos que jugó en la Copa América, anduvo mal y no metió goles. Aplazo.

Cartón: AFA
La reestructuración del fútbol argentino tiene aristas discutibles. Puede ser un error o no, pero habrá opiniones diversas. Lo que no tiene gollete es la absoluta desprolijidad con la que se tomaron las decisiones. A las apuradas, sin que los detalles estuvieran claros y con fines que no son deportivos. Basta.

PUBLICADO EN EL GRÁFICO Nº4413 (AGOSTO DE 2011)

sábado, 28 de abril de 2012

Tenis: La generación del '90

Por Martín Estévez

Ellos comparten dos distinciones. La primera es que nacieron en la década de 1990. La segunda es que, cuando empuñan una raqueta, poseen un talento descomunal. Presentamos una camada de jóvenes, todavía poco conocidos, que invadirá el ranking mundial en los próximos años.

Esta nota tiene trece fotos y veinticuatro nombres. Probablemente no reconozcas ninguna cara, quizá te suenen tres o cuatro apellidos. Pero es solamente por ahora. Un deporte llamado tenis logrará que muchos de ellos, nacidos en la década de 1990, sean megaestrellas en apenas años. O meses. O semanas.

Los jóvenes de otras épocas han crecido. Federer, Ferrer (29 años) y Roddick (28) ya sufrieron la invasión de Nadal (25), Djokovic, Murray y Monfils (24). Ahora, todos ellos ven nacer a una nueva generación, un batallón de hombres-raqueta dispuestos a sacar, devolver, correr, volear. Dispuestos a socavar los cimientos del ranking hasta derruir el Top Ten, hasta quedarse con su dinero, sus torneos, su gloria. Es un poco exagerado, pero es más divertido imaginarlo así. Bienvenidos al futuro del tenis.

Categoría '90
“Soy perezoso e inteligente, rasgos que me dijeron que son propios de un montenegrino”. Aunque la pereza no tenga buena prensa, a Milos Raonic le da resultado. Nacido el 27 de diciembre en Pogdorica, actual Montenegro, los conflictos balcánicos lo mudaron a Canadá a los 3 años y se nacionalizó. Usó su 1,96m para dedicarse al tenis y recibió una beca de la Universidad de Virginia. Sin embargo, evitó los torneos universitarios y comenzó desde muy joven su carrera profesional. Fenomenal sacador, en 2009 ganó dos Futures (torneos de menor jerarquía que otorgan puntos para el ranking), pero en abril de 2010 estaba fuera de los 400 mejores. Poco después decidió que lo entrenara el español Galo Blanco (40° del mundo en 1998). Se mudó a Barcelona y le cambió la cabeza. Este año llegó a octavos de final del Abierto de Australia después de atravesar la clasificación y derrotar a Llodra (24°) y Youzhny (10°). Veinte días después fue campeón en San Jose al ganarle a Verdasco (9°); una semana más tarde, finalista en Memphis. Habitual jugador de Copa Davis (record de 5-2), ya es el canadiense que alcanzó un mejor ranking (28°) y sus fans hasta le hicieron una canción, que se puede ver en Youtube, en la que lo proclaman Mesías del tenis. Vuelve seguido a Montenegro: allí viven sus hermanos y su tío, vicepresidente del país. “Su progresión está siendo mucho más rápida de lo que planeamos”, se sorprende Blanco. “El cielo es su techo”, asegura Martina Navratilova. Su déficit es que casi no jugó sobre polvo de ladrillo.

A Richard Berankis lo vimos de cerca en enero, cuando llegó a tercera ronda en Australia al derrotar a un lesionado Nalbandian. Nació el 21 de junio en Lituania, en una familia de clase trabajadora sostenida por su papá, que era taxista. Le enseñó a jugar su hermana Lina y, luego, Remigijius Balzekas lo entrenó pese a la imposibilidad de pagar clases. “De chico quería ayudar a otras personas, especialmente a los mayores. En mi escuela de tenis trabajaba todo el tiempo, hacía cosas que no le pedíamos. Tiene un corazón enorme”, lo engrandece. Berankis viajó a Estados Unidos para sumarse a la principal academia de tenis, la de Nick Bollettieri. En 2007 ganó dos importantes torneos juveniles, el Orange Bowl y el US Open, y entrenó una semana con Federer. Sin embargo, le costó jugar ante profesionales. Hasta 2010 sumó resultados erráticos, pero en San Jose, su primer ATP, avanzó desde la clasificación hasta cuartos de final. Esa temporada resultó brillante: ganó dos Challengers (torneos inmediatamente inferiores a los ATP), llegó a segunda ronda en Wimbledon y el US Open, y consiguió sus tres primeros triunfos ante jugadores Top 100. Gracias a una devolución magnífica, alcanzó el puesto 73° este año. “Muchos en Lituania quieren ser como Richard –apunta Balzekas-. Es el joven más popular del país”.

Menos famoso es Jerzy Janowicz, un gigante de 2,03m nacido en Polonia. Su carrera avanza progresivamente. Finalista del US Open 2007 y de Roland Garros 2008 en juveniles, le ganó a Mahut (45°) en su cuarto partido profesional. En 2011, sin embargo, sigue acumulando experiencia en Futures. En Challengers, sus primeros intentos fueron exitosos: ganó uno y fue finalista en otro. El 25 de julio se ubicó 142°.

De Europa del este también proviene Uladzimir Ignatik, criado en la República de Belarús. Rapidísimo en la cancha, también fue rápido John Roddick, hermano de Andy, para invitarlo a su academia. Ignatik no sabía adonde lo llevarían. “Cuando llegué y vi el nombre de Roddick no lo podía creer”, cuenta. Es uno de los más bajos del circuito (mide 1,65). Ha ganado seis Futures y dos Challengers, llegando al puesto 153. Este año derrotó a un ex Nº1, Thomas Muster (sí, todavía juega).

Los únicos dos zurdos de la nueva camada son argentinos. Uno es Facundo Bagnis. Santafesino y admirador de Patrick Rafter, es una consecuencia positiva que dejó el boom del paddle en la triste década del '90: aprendió en esas canchas. Sus cuatro primeros torneos fueron Futures jugados en la Argentina. “Que haya torneos acá nos ayuda mucho, nos hace más fuertes”, explica en charla con El Gráfico. “Si hubiera más Challengers y torneos ATP en Buenos Aires, Argentina sería lo mejor del tenis mundial”. Desde 2008 acumula cinco Futures. Este año debutó en torneos ATP (superó la clasificación en Santiago) y ganó el Challenger de Barranquilla. “Fue una semana brillante, me ayudó mucho en lo anímico. Era el envión que necesitaba en mi carrera”. Consultado sobre cuándo un tenista alcanza su mejor rendimiento, analiza: “La mejor combinación de lo mental, lo físico y lo tenístico se alcanza entre los 23 y los 26 años”. Él está en ese camino: en junio alcanzó el puesto 166 del ranking.

El otro zurdo prometedor es Federico Delbonis. Marta, trabajadora social, lo dio a luz el 5 de octubre en Azul. Actualmente entrena un poco ahí y un poco en Barcelona. Sus comienzos en el profesionalismo fueron difíciles: ganó sólo 8 de sus primeros 22 partidos. Empezó a imponer su altura (1,90) en enero de 2009, cuando fue campeón en Guatemala. Siete meses después, encadenó ocho triunfos consecutivos para ganar un Challenger en Italia. En 2010 volvió a festejar en la península, derrotando a Florian Mayer (47°) en la final. Además fue convocado para participar de la Copa Davis y alcanzó el 117° puesto. Este año llegó a semifinales del ATP de Stuttgart. Sus objetivos: “Ganar un Grand Slam y ser Top 5”.

Un poquito más relegadas, crecen las figuras de Evgeny Donskoy (Rusia), Cedrik Marcel-Stebe (Alemania) y David Goffin (Bélgica).

Categoría '91
El tenis búlgaro se abraza a Grigor Dimitrov. Nacido el 16 de mayo, tiene todo para ser un crack, especialmente un revés a una mano que se parece sospechosamente al de Federer. Su padre, entrenador, lo apuntaló desde chico. A los 15 años debutó en un Future ante un rumano de 25 y le ganó un set. Campeón juvenil en Wimbledon y el US Open, llegó a Rotterdam 2009 siendo 478° del ranking: eliminó a Berdych (23°) y le robó un set a Nadal. En 2010 ganó tres Challengers consecutivos pero, mientras trepaba hasta su actual puesto 57, empujó a un árbitro durante un duelo contra Berankis: pagó 2.000 dólares de multa. Especialista en césped, vive en Francia y es una amenaza inmediata para los mejores.

Andy Kuznetsov no es el ex CQC que conduce Perros de la Calle, sino un tenista ruso que vive en Balashikha. Andrey también aprendió tenis gracias a su papá. Ganó el Wimbledon junior en 2009 e irrumpió entre los mayores en 2010, al llegar a octavos de final en Eastbourne, su primer ATP, y ubicarse 163°. Este año alcanzó cuartos en Casablanca tras eliminar a Baghdatis (26°), pero una lesión lo mantiene fuera de las canchas desde junio. Su déficit: el traslado. A veces sus movimientos son toscos.

Otros tenistas de la camada '91 con mucho talento son Pablo Carreño Busta (España), Yong-Kyu Lim (Corea del Sur), Christian Lindell (Suecia) y Tsung-Hua Yang (Taiwán).

Categoría '92
No puede ser que Bernard Tomic tenga 18 años. No por su altura (1,93), sino por sus resultados. Nacido en Alemania el 21 de octubre, y nacionalizado australiano, ganó el Orange Bowl sub 12, sub 14 y sub 16. En el medio, cuando tenía 15 años, lo invitaron a la clasificación de Australia para foguearlo. ¿Foguearlo? Derrotó a Jimmy Wang (147°) ante un público asombrado. Un año después, la invitación fue para el cuadro principal: le ganó a Potito Starace (73°). En enero de 2010 se anotó en la qualy del Challenger de Burnie y terminó ganando el torneo. Su temporada 2011 obliga a esta enumeración: en Australia venció a Chardy (44°) y Feliciano López (31°), superó la clasificación de Wimbledon y allí venció a Davydenko (27°), Andreev (79°), Soderling (5°), Malisse (42°) y hasta le sacó un set a Djokovic en cuartos de final, llegando al puesto 68. “Posee la habilidad de no entrar en pánico en los puntos decisivos”, destaca el ex N°1 del mundo, John Newcombe.

El tenis estadounidense, en crisis, observa con alegría la evolución de Ryan Harrison. Su papá Pat, que jugó algunos Futures, lo ayuda desde la infancia. Y Andy Roddick, desde los 15 años, cuando lo vio y quedó deslumbrado. Harrison debutó justo a los 15: les ganó a jugadores de 23 y 24 antes de perder con nuestro ahora conocido Berankis. En 2008, cuando ocupaba el puesto 1277 del ranking, lo invitaron a la clasificación de Houston: avanzó hasta octavos de final y subió más de 500 puestos en una semana. Es el primer jugador, desde Nadal, en ganar un partido antes de cumplir 16. Este año llegó a octavos en Indian Wells (perdió ante Federer) y a semifinales en Atlanta, trepando al 94° puesto. Especialista en césped, alcanzó segunda ronda en Wimbledon. Su hermano Christian (29/5/94) debutó este año en Futures.

Bien a principios de 1992, España sumaba otro gran deportista: en Madrid, nacía Javier Martí. Sus comienzos como profesional tuvieron resultados deportivamente catastróficos, pero en mayo de 2010 ganó un Future en Bulgaria. En julio, otro. En octubre, otro. En enero de 2011, otro. “Aprendió a perder luchando”, comenta su entrenador, Oscar Burrieza. Este año se anotó para jugar la clasificación de Roland Garros, pero el ranking no le alcanzaba ni para eso. Cinco minutos antes del cierre de la lista, el eslovaco Martin Klizan anunció que no viajaría por lesión. Martí ingresó en su lugar, ganó tres partidos y llegó al cuadro principal. “Mi punto fuerte son los golpes de fondo, pero tengo que mejorar el servicio”, dice Martí, que fue 217° del mundo en julio.

Otros buenos proyectos cosecha '92: Filip Krajinovic (Serbia) y los argentinos Facundo Argüello, Diego Schwartzman y Agustín Velotti.

Categoría '93
El brasileño Tiago Fernandes tiene 18 años y ya estamos escribiendo sobre él. ¿Por qué? Porque debutó a los 14, porque ganó Australia 2010 en juniors, porque llegó a la final del Challenger de Recife pero no se presentó porque su cuerpo adolescente no soportó la seguidilla de partidos. Recién aparece en el puesto 373, pero algunos postulan que en el futuro no tendrá nada que envidiarle a Guga Kuerten.

¿Y qué podemos decir del español Roberto Carballés Baena, si apenas jugó un puñado de partidos y está 441°? Que debutó en agosto de 2010 y ganó su segundo Future. Que sumó 14 triunfos seguidos entre los mayores mientras jugaba algunos torneos juveniles. “Sí, me va bien, pero lo más importante era terminar el colegio para tener acceso a la Universidad –asegura-. Si sufro alguna lesión grave, podré estudiar una carrera”. Talentoso y precavido.

Para hacer futurología están los astrólogos. Es imposible saber cuál de ellos desplegará su potencial. Claro que se puede opinar, como lo hace Facundo Bagnis: “Jugué contra Dimitrov y es el que tiene más cualidades de acá al futuro. Y Fede Delbonis es un jugador peligrosísimo que puede ganarle a cualquiera”. Mire estas trece fotos, lea estos veinticuatro nombres. Probablemente no reconozca a ninguno. Pero es por ahora. Solamente por ahora.


No puede faltar
Si hubiera nacido tres días después, sería uno de los grandes protagonistas de esta nota. Pero no: Kei Nishikori nació en Shimane, Japón, el 29 de diciembre de 1989. No es parte de la generación del '90. Sin embargo, no podíamos dejar afuera a uno de los potenciales Top Ten de los próximos años. Ya lo dijo nuestro Diego Hartfield después de perder contra él en 2008: “Algún día les voy a contar a mis hijos que jugué contra Nishikori”. El último gran tenista nacido en la década del '80 se destacó en los torneos infantiles de su país, incentivado por un manga (historieta japonesa) llamado The Prince of Tennis. A los 14 años, financiado por la empresa Sony, se mudó a Florida para sumarse a la Academia de Nick Bollettieri. Aunque cuando llegó no hablaba una sola palabra de inglés, eso no afectó su evolución: a los 16 años ganó un Future en México y a los 17 llegó a cuartos de final en el ATP de Indianapolis. En 2008 demolió 6-0 y 6-3 a Gaudio, eliminó a Juan Mónaco y a David Ferrer (4°) en el US Open, ganó Delray Beach al derrotar a James Blake (12°) en la final y le robó un set a Nadal. Todo, a los 18 años. Luego de una temporada sin actividad por una sucesión de lesiones, se dedicó a los Challengers en 2010: ganó cuatro. Este año llegó a tercera ronda en Australia, a la final en Houston y alcanzó su mejor ranking: 44°. “Air Kei”, segundo japonés en ganar un torneo ATP, jugó con un brazalete negro en Indian Wells en memoria de las víctimas del terremoto que sufrió su país.

PUBLICADO EN EL GRÁFICO Nº4413 (AGOSTO DE 2011)

jueves, 5 de abril de 2012

Se busca sucesor

Por Martín Estévez

Desde que Tiger Woods abandonó el primer lugar del ranking, ningún golfista pudo afirmarse en la cima. Quien afronta el desafío ahora es el inglés Luke Donald. ¿Lo logrará?

Finalmente, el reinado de Tiger Woods no fue infinito. Parecía que podría superar todos los obstáculos, pero los problemas personales, la presión y el descenso en su nivel chocaron contra el ranking mundial. Desde que abandonó la cima, en noviembre de 2010, nadie se afirmó allí. Como si el fantasma del gran Tiger los abrumara, el alemán Martin Kaymer y el inglés Lee Westwood sólo fueron líderes fugaces. En mayo de 2011, Luke Donald pisó por primera vez el casillero número 1. ¿Podrá sostenerse en el tiempo?

Nacido el 7 de diciembre de 1977 en Hemel Hempstead, Inglaterra, Donald inició su trayectoria sin resultados estridentes. Los primeros números interesantes de su curriculum (51° en el Memorial Tournament 2000, 18° en el Bell Canadian Open 2001) tampoco hacían sospechar que rápidamente ganaría un título: en 2002 se impuso en el Southern Farm Bureau Classic. Sin embargo, su evolución no se aceleró y pasó desapercibido hasta 2004, cuando obtuvo el Omega European Masters, en Suiza, y el Masters Escandinavo, en Suecia.

La cuenta pendiente de Donald es evidente: ganar un Major. Jamás un número 1 será legitimado si no se adjudica un Grand Slam. En ese apartado, el inglés ha dado pasos hacia atrás. Había sido 3° en el Masters 2005 y en el PGA Championship 2006, pero luego ha estado lejos de la gloria. Apenas un 4° puesto este año, también en Augusta, estuvo a la altura de su trayectoria. ¿Qué lo impulsó al primer lugar del ranking, entonces? Constancia y corta distancia.

Comencemos por la constancia, la prolijidad matemática en sus resultados. Poco a poco, solidificó una idea: si juega Donald, estará entre los primeros. Aunque tras ganar el Honda Classic 2006 en Palm Beach se estancó en el ranking (su lesión de muñeca en 2008 tampoco ayudó), el quiebre positivo sucedió en mayo de 2010, cuando obtuvo el Masters de Madrid y saltó al 9° puesto. Desde entonces es habitué del Top 10 en cada campeonato. De hecho, se ubicó ahí en nueve torneos consecutivos.

El otro factor determinante es la corta distancia. Donald es, aunque parezca osado afirmarlo, un golfista mediocre en las salidas. Al inicio de cada hoyo se parece más al 150° del mundo que al 1°, pero es un verdadero genio en las cercanías del banderín. Si la pelota está a menos de 80 metros del hoyo, demuestra una precisión cercana al ideal.

Esa virtud fue decisiva para obtener en mayo el BMW PGA Championship y llegar a la cima del ranking. “El año pasado había sido bastante consistente y gané una vez en Europa. Tuve diez Top 3 en todo el mundo. Estaba llamando a las puertas, pero no estaba ganando”, remarcó tras la conquista en Wentworth, Inglaterra. La definición simbolizó mucho: superó en la final a Lee Westwood, hasta entonces N°1. En la lucha por mantenerse arriba de todos, no aparecen rivales gigantes, aunque un irlandés comienza a crecer: la principal amenaza es Rory McIlroy, campeón del US Open a los 22 años. La lucha recién comienza.

“Es un poco surrealista catalogarme como número 1 del mundo –reflexiona Donald, graduado en Teoría y Práctica del Arte-. Difícil de creer. Sin embargo, es todo un logro, algo que le explicaré a mis nietos cuando sea mayor. Siempre recordaré que un día fui el mejor golfista del mundo”.

PUBLICADO EN ACCESS DIRECTV Nº34 (AGOSTO DE 2011)