viernes, 25 de mayo de 2012

US Open 2011: ¿Quién es el verdadero rey?

Por Martín Estévez

Federer ganó cinco veces el torneo. Nadal es el campeón reinante. Djokovic, el N°1 del mundo. En el US Open, último Grand Slam de la temporada, los tres defenderán sus coronas.

Se abren las puertas de Flushing Meadows y nos recibe el anfitrión, Roger Federer, dueño de casa desde que en 2004 pisó a Lleyton Hewitt en la final. Centrado y cortés, nos invita a pasar a la mesa. En la cabecera está Rafael Nadal, deleitándose con los mejores manjares; le corresponden por ser el último que alzó el trofeo. De pronto, la puerta se abre sin que nadie golpee y alguien entra con irreverencia, sin pedir permiso. Es un rey que lleva su corona puesta y una bandera serbia como capa. Es Novak Djokovic. Y reclama su lugar.

Esta historia funcionaría como spot publicitario, pero también es una síntesis de lo que pasará desde el 29 de agosto hasta el 11 de septiembre, cuando en New York se dispute la 131ª edición del Abierto de Estados Unidos.

La hegemonía del Federer todopoderoso ya terminó. No sólo dominó en la Gran Manzana (de 2004 a 2008), sino en todo el planeta. Luego de años como escolta, Nadal fue abanderado del tenis mundial durante 102 semanas; hasta que, el 4 de julio, Djokovic completó los formularios para convertirse en el número 1. Entonces, ¿quién es el gran candidato a quedarse con el título? Una respuesta posible: ninguno. Otra respuesta posible: los tres.

Djokovic (24 años) encandila con sus números en esta temporada: ganó 48 de sus primeros 49 partidos y fue campeón en Australia y Wimbledon. Derrotó cinco veces a Rafa y tres veces a Roger. A simple vista es el favorito, pero el US Open es difícil de domar. Su record de 26-6 (81% de efectividad) es aceptable pero, allí, Federer le ganó los tres partidos que jugaron y, en la final 2010, no pudo con el español.

El español es Nadal (25), y parece imposible que no sea el mejor del mundo pese a sus 51 triunfos en el año y a sus festejos en Monte Carlo, Barcelona y Roland Garros. En el Abierto de Estados Unidos tiene eficacia similar (80%); pero haber ganado su única final, la de 2010, lo eleva al nivel de Novak. Un dato curioso: en el US Open nunca enfrentó al gran Roger.

El gran Roger es Federer (30). Lejos de ser invencible (perdió nueve veces en 2011) y de ganar todo lo que juega (sólo fue campeón en Doha esta temporada), parece en decadencia. ¿Decadencia? Estamos hablando de un tipo con 90% de eficacia en el cemento neoyorquino, donde perdió apenas dos partidos en los últimos siete años. Y, principalmente, nos referimos al único que le ganó a Djokovic este año. Federer no dejaría de ser favorito en el US Open ni aunque jugara con una mano atada.

Hay vida después de Federer
Debajo de los tres primeros puestos del ranking se amontonan nombres que intentan sumarse al cielo tenístico. Andy Murray (24), señalado habitualmente como el cuarto en discordia, no ha evidenciado crecimiento en 2011. Aunque ganó un título en césped, pesan más sus derrotas ante Donald Young (143°) y Alex Bogomolov (118°) sobre cemento. Otra mala para el escocés: en el último US Open ni siquiera llegó a octavos de final.

El sueco Robin Soderling (27) obtuvo cuatro torneos este año, tres sobre cemento. Sin embargo, es evidente que está debajo de los gigantes: perdió cuando enfrentó a Djokovic, a Nadal o a Federer. ¿Cómo le fue históricamente en el US Open? Mal: nunca superó los cuartos de final.

David Ferrer (29) es especialista en arcilla, pero sobre canchas duras este año derrotó a Nadal en Australia y fue campeón en Auckland. De todos modos, sus dos últimas experiencias en el abierto estadounidense lo aplastan: en 2009 y en 2010 no superó los octavos de final. Poco para un Top Ten.

¡Sorpresa!
Hay cinco hombres escondidos debajo de los diez mejores que pueden vivir el torneo de su vida. De hecho, uno de ellos ya lo vivió. Es el tandilense Juan Martín Del Potro (22), que en el US Open 2009 venció a Nadal y Federer, y se consagró campeón. Una lesión no le permitió defender el título en 2010. Aunque este año perdió tres veces con Rafa y una con Djokovic, su efectividad en Flushing Meadows está a la altura de la de ellos: 80%.

¿Cómo nos animamos a mencionar al ruso Mikhail Youzhny (29), si este año ganó 15 partidos, perdió 14 y ni siquiera pisó una semifinal? Tal vez sea sólo una corazonada, pero mucho más probable es que su brillante US Open 2010 (llegó a semifinales) obligue a observarlo con respeto.

Más lejos en el ranking aparece la nueva generación: el japonés Kei Nishikori (21), el canadiense Milos Raonic (2o) y el búlgaro Grigor Dimitrov (20). Si alguno de ellos tres sorprende al mundo, no digan que no les avisamos.

PUBLICADO EN ACCESS DIRECTV Nº35 (SEPTIEMBRE DE 2011)

sábado, 19 de mayo de 2012

FIBA Américas 2011 - Un torneo, dos ganadores

Por Martín Estévez

El 30 de agosto comienza en Mar del Plata el FIBA Américas, campeonato que clasificará a dos selecciones para los Juegos Olímpicos de Londres. Argentina, Brasil y Puerto Rico son los grandes candidatos.

La buena noticia es que Estados Unidos no participa. La mala, que los lugares son sólo dos. Entre el 30 de agosto y el 11 de septiembre, diez selecciones americanas jugarán en Mar del Plata un torneo de altísimo nivel en busca de uno de los premios más hermosos del deporte: disputar los Juegos Olímpicos.

La máxima potencia del básquetbol clasificó para Londres 2012 al ganar el último Mundial. Y, sin Estados Unidos, se agigantan las posibilidades de Argentina, Brasil, Puerto Rico, Canadá, Venezuela y Panamá, los que teóricamente pelearán por los dos pasajes. Los otros cuatro seleccionados (República Dominicana, Uruguay, Cuba y Paraguay) aspiran, con todo el esfuerzo, a terminar entre el tercer y el quinto puesto, que darán acceso a un Preolímpico a jugarse en 2012. No es un camino recomendable: allí esperarán poderosos equipos europeos.

Las diez selecciones están divididas en dos grupos de cinco. Los cuatro primeros de cada zona acumularán sus puntos para la segunda ronda, compuesta por ocho equipos. Los cuatro mejores jugarán las semifinales, de las que surgirán los clasificados para los Juegos Olímpicos. Todos los partidos se disputarán en el Polideportivo Islas Malvinas, con capacidad para 8.500 espectadores.

Grupo A

Brasil. Estuvo en 13 Juegos Olímpicos y fue noveno en el Mundial 2010. Dirigido por el argentino Rubén Magnano (campeón olímpico en 2004), está obligado a llegar a semifinales. No importa la ausencia de tres superfiguras como Nené, Leandro Barbosa y Anderson Varejao; Tiago Splitter, pivot de San Antonio, tendrá que cargarse el equipo al hombro con la ayuda del base Marcelo Huertas.


Canadá. Lejos de sus años de gloria (sexto en el Mundial 82 y séptimo en 1994), recibió un cachetazo en el Mundial de Turquía 2010: perdió sus cinco partidos y finalizó 22°. Sin el brillante Steve Nash, la presión de revitalizar a sus compañeros la tendrá Andy Rautins, escolta que jugó apenas 5 partidos en New York Knicks durante la temporada 2010/11.

Venezuela. Sólo disputó los Juegos en 1992 (tras un brillante Preolímpico en Portland) y es muy difícil que consiga repetirlo, pese a que la clasificación para el Mundial 2006 fue otro logro importante. Depende demasiado del base NBA Greivis Vásquez. El cruce ante Canada será clave: el que pierda estará frito.

República Dominicana. A diferencia de Venezuela, repartirá responsabilidades entre Al Horford (Atlanta), Francisco García (Sacramento) y Charlie Villanueva (Detroit), provenientes de la NBA al igual que su entrenador, John Calipari. Las malas son muchas: su única competencia internacional fue el Mundial '78 y mentalmente el equipo no parece listo para dar el salto.

Cuba. Es el más débil del grupo. El básquet cubano, que disputó cuatro Mundiales y seis Juegos Olímpicos, atraviesa un mal momento y sólo aspira a ganar un partido para estirar la agonía hasta la segunda fase.

Grupo B

Argentina. El gran candidato. Tercera en Beijing 2008 y quinta en Turquía 2010, la Generación Dorada lleva diez años en conjunto. Manu Ginóbili, Luis Scola, Andrés Nocioni y Carlos Delfino, cuatro NBA, más dos que también pasaron por allí: Fabricio Oberto (se había retirado pero volverá para despedirse en la cancha) y Pepe Sánchez, quizá el mejor base sudamericano de la historia, quien asumirá con grandeza el lugar de suplente de Pablo Prigioni.

Puerto Rico. El gran rival de Brasil y Argentina. La tradición obliga: ha disputado nueve Juegos Olímpicos. Llenos de historia también están su director técnico, Flor Meléndez, y José Juan Barea, que promedió 9,5 puntos para Dallas en la 2010/11. Faltará el gigante Peter John Ramos (lesionado), pero el base Carlos Arroyo y el alero Renaldo Balkman le darán dinámica a un equipo fuerte en el pasado, fuerte en el presente y, seguramente, en el futuro.


Panamá. La mayor incógnita. Parece destinado a pelear por el cuarto puesto, pero nadie se anima a minimizarlo desde que en 2005 derrotó a Argentina. Si Danilo Pinnock se quita el estigma de su pobre efectividad en triples, puede ser figura. Su ausencia en el último Mundial refleja que está un escalón debajo de los grandes de la región.

Uruguay. Su objetivo es terminar entre los primeros cinco, y para lograrlo deberá derrotar a Panamá. Tiene un juego colectivo opaco pero prolijo, que sólo encuentra brillo en las manos de Esteban Batista (ex NBA, recientemente transferido a Turquía) y Mauricio Aguiar (alero de Marinos de Venezuela).

Paraguay. Todo indica que, junto a Cuba, ocuparán los dos últimos puestos. Tiene poca historia en el básquet continental y su figura es el escolta Enrique Javier Martínez, que juega en la liga argentina. Si avanza a la segunda ronda, será una fiesta nacional.


PUBLICADO EN ACCESS DIRECTV Nº35 (SEPTIEMBRE DE 2011)