Por Martín Estévez
Sabella anunciará el 2 de junio los
23 convocados para Brasil 2014. Aunque parece no haber lugar para nombres
inesperados, la historia demuestra que, desde 1966, todos los entrenadores
tomaron alguna decisión que causó asombro o polémica. ¿Quiénes se quedaron y
quiénes viajaron de imprevisto?
El 13 de mayo, Alejandro Sabella presentará formalmente una lista de 30
futbolistas; y el 2 de junio confirmará a los 23 que integrarán el plantel que
jugará el Mundial de Brasil 2014. Esta vez, parece que no habrá sorpresas ni
grandes polémicas. Sabella no muestra intenciones de borrar a ninguno que haya
sido pieza importante durante su etapa en la Selección , y tampoco de
citar a alguno de los que hace tiempo están lejos de la celeste y blanca, como
Cambiasso o Tevez. Sin embargo, la historia advierte que hay que estar
preparados para todo, porque la lista siempre da sorpresas.
1966: Lorenzo, a los volantazos
Cuando la Selección
lo jugó en 1930 y 1934, el Mundial no significaba tanto y desde los medios de
comunicación no se generaban conflictos por las citaciones. Recién en 1958 y
1962 comenzaron a debatirse las decisiones de los entrenadores. Y, luego de
esos dos fracasos (ni en Suecia ni en Chile superamos la primera ronda), hubo
intensas críticas en cada convocatoria rumbo a Inglaterra 66. José María
Minella había conseguido la clasificación, pero renunció en 1965. Asumió el
cargo Osvaldo Zubeldía, pero como le negaron formar dupla técnica con Antonio
Faldutti, también se fue. El 22 de abril, cuando faltaban menos de dos meses
para el Mundial, Juan Carlos Lorenzo quedó al mando. Comenzó entonces una serie
de partidos contra equipos extranjeros que resultó decisiva.
A 40 días del Mundial había 40 jugadores por examinar. Cada partido era una
prueba. El encuentro contra la
Fiorentina , por ejemplo, resultó fatal para Raúl Bernao
(“Estuvo en una mala tarde, tuvo problemas con la pelota y no encontró el
partido”, dijo Lorenzo). Malbernat y Lallana, números puestos con Zubeldía, ni
tuvieron chances con el Toto. Un amistoso contra un ¡combinado de Mar del
Plata! dejó en el camino a Oscar Martín, Alberto Rendo y Marcos Conigliaro. El
casi desconocido Aníbal Tarabini metió un gol contra Cagliari y así se ganó un
lugar entre los 26 que quedaron en la anteúltima lista, en la que ya no estaban
José Mesiano y Oscar Pianetti, titulares días antes, y Enrique Omar Sívori, sin
chances reglamentarias porque jugaba en el fútbol italiano.
Entre los últimos cortados de la lista hubo dos lógicos (Daniel Onega y
Alberto Sainz) y dos batacazos: el arquero Miguel Santoro, lesionado a último
momento, y el volante Vicente De la
Mata. “Lo que más bronca me da es que Lorenzo me haya dicho
que me falta estado físico –declaró De la Mata en aquel momento–. Si no tengo ahora, menos
tenía antes. Entonces, ¿para qué me trajo?“. Entre los convocados había varios
con menos de 5 partidos en la
Selección : Tarabini, Nelson López, Irusta, Pastoriza y el
Loco Gatti. Aun rodeado de críticas, el equipo consiguió terminar entre los
ocho mejores del mundo.
1974: Para Babington, World “Cap”
1978: El Mundial del Capitán Beto
El primer período de César Menotti se destacó por traer certezas y orden al
hasta entonces caótico seleccionado. Cuando asumió, en 1974, eligió a Norberto
Alonso como capitán, pero surgió un problema: como solía convocar sólo a
jugadores del fútbol local, cuando Alonso fue transferido a Francia, dejó de
formar parte. A seis meses del Mundial, Menotti ya tenía la base del equipo
aceitada, pero Alonso volvió al fútbol argentino y tuvo un primer semestre
brillante. Se habló de presiones para que fuera convocado, incluso de parte de la Junta Militar. Víctor
Bottaniz, Humberto Bravo y hasta un jovencísimo Diego Maradona peleaban por un
puesto que finalmente fue para el Beto. “En la primera práctica -recordó
Alonso- César se acercó y me dijo: ‘Usted no está acá por presión de nadie,
sino porque lo dispuse yo’”. No viajó de turista: entró en los partidos ante
Hungría, Francia y Brasil, y tiene en su casa la medalla de campeón del mundo.
1982: Cucurucho por la noticia
Si alguna vez hubo pocas chances de sorpresas en alguna convocatoria, esa
vez fue en 1982. Menotti, con la tranquilidad del título mundial conseguido,
comenzó a entrenar con los 25 preseleccionados cuatro meses antes de la copa. Pero
el 23 de abril sorprendió en serio: desafectó a cuatro jugadores (Enzo Bulleri,
Jorge Gordillo, Edgardo Bauza y Raúl Chaparro) y convocó a Santiago Santamaría.
Cucurucho había renunciado a la
Selección por motivos personales, pero antes de dar la lista
lo llamaron especialmente y él dijo estar dispuesto. Finalmente, se sacó las
ganas de jugar: 10 minutos contra El Salvador y 36 contra Brasil.
1986: El trío salvador de Bilardo
Si a Lorenzo lo habían criticado duramente antes de Inglaterra 66, a Carlos Bilardo
directamente lo destrozaron en la previa a México. El equipo no jugaba bien y
tampoco tenía un estilo de juego definido. Ni Bilardo estaba conforme, al punto
que a poco tiempo del Mundial cambió buena parte del plantel con el que había
trabajado. Afuera quedaron Enzo Trossero, Miguel Angel Russo, Alejandro Sabella
(sí, Sabella), Oscar Dertycia, Juan Barbas y el Pato Fillol. Y hubo tres
convocados inesperados: el Vasco Julio Olarticoechea, que llevaba dos años
fuera del equipo; y Héctor Enrique y Miguel Zelada, nunca antes citados. Zelada
llegó al Mundial pero nunca pudo atajar en la Selección. El Negro
Enrique, en cambio, jugó 5 de los 7 partidos y todavía sigue enorgulleciéndose
por ser quien le dio el pase a Maradona, antes de que Diego empezara la corrida
del segundo gol contra Inglaterra.
1990: Valdano, en la orilla
Parecía que las exclusiones del Tata Brown y Ramón Díaz eran lo más
discutible que tendría la lista de Bilardo para Italia 90, pero no. El 20 de
mayo, a casi nada del Mundial, anunció un cambio en los 22 convocados. Adentro,
Gabriel Calderón. Afuera, Jorge Valdano. Autor de un gol en la final del 86,
había dejado el fútbol en 1987, pero por pedido de Bilardo volvió a entrenarse
con el fin de jugar la Copa
del Mundo. Su frase sobre aquel momento ya es mítica en el ambiente del fútbol:
“Después de nadar seis meses, me fui a morir en la orilla“. Para peor, Calderón
terminó jugando 5 de los 7 partidos, dos como titular.
1994: El peor día de Franco
El Coco Basile deconstruyó el plantel luego del 0-5 contra Colombia en Eliminatorias:
afuera Ricardo Altamirano, Julio Saldaña y Gustavo Zapata; adentro José Chamot,
Abel Balbo y Diego Maradona. En la nómina previa, de 23 jugadores, estaba Ariel
Ortega, de apenas 20 años, gran candidato a ver el Mundial desde afuera. Pero
el 2 de junio, el que sufrió fue otro: Darío Franco. Pieza clave entre 1991 y
1993, hasta que se fracturó en la Copa América , sus 22 partidos previos no le
sirvieron de nada. El Burrito, en cambio, jugó 3 de los 4 partidos en Estados
Unidos.
1998: Una cosa que empieza con B
Daniel Passarella tuvo sus hombres de confianza durante su ciclo al frente
de la Selección. Germán
Burgos, Roberto Ayala, Matías Almeyda, Christian Bassedas, Marcelo Gallardo,
Claudio López y Hernán Crespo fueron algunos de sus favoritos durante cuatro
años. A mediados de mayo, el Kaiser confirmó a 21 jugadores para el Mundial y
dejó en angustiante espera a Bassedas. Y el 29 de ese mes, le rompió el
corazón: el convocado número 22 fue Abel Balbo, lejos de la Selección desde un 1-1
contra Chile en 1996 en el que Passarella afirmó que al equipo le había faltado
“fibra“. Bassedas, al menos, jugó algunos partidos más en el ciclo Bielsa. Balbo
ingresó 28 minutos en el debut contra Japón y sobre el final en la derrota
contra Holanda. Al igual que Passarella, nunca más volvió a la Selección.
2002: ¿Es un pájaro?
Siempre ofensivo en su manera de pensar el fútbol, Marcelo Bielsa tenía
decidido llevar seis delanteros al Mundial de Corea y Japón. Gabriel Batistuta,
Hernán Crespo, los dos López (Claudio y Gustavo) y Ortega eran piezas
fundamentales del equipo. Quedaba lugar para uno más. Javier Saviola (entonces
jugador de Barcelona) parecía llevarle una pequeña ventaja a Julio Cruz
(Bologna de Italia). Pero, en la gira previa, Bielsa dejó a todos estupefactos:
citó a Claudio Caniggia, que tenía 35 años y llevaba seis sin jugar en la Selección. Proveniente
del Rangers de Escocia, el Pájaro se ganó un lugar en la lista gracias a su
buen nivel en los amistosos, pero se quedó entre los suplentes en los tres partidos
del Mundial y, en el banco, fue expulsado ante Suecia.
2006: Corte de Lux
José Pekerman, entrenador de perfil bajo, había tomado decisiones fuertes
en los meses previos al Mundial de Alemania. Afuera el histórico Javier
Zanetti, inamovible con la celeste y blanca desde 1995, y Walter Samuel, firme
desde 1999. Y adentro Julio Cruz, que así tenía revancha del Mundial anterior,
por sobre Diego Milito, de gran temporada en Zaragoza (incluidos cuatro goles
al Real Madrid en un partido). Era suficiente, pero se guardó una gran sorpresa
para el 15 de mayo, día de la citación definitiva: dejó sin Mundial a Germán
Lux, titular en la Copa
de las Confederaciones 2005, y convocó en su lugar a Oscar Ustari, sin partidos
en la Selección
Mayor. “Germán merecía más que yo ir al Mundial“, reconoció
Ustari, tercer arquero detrás de Abbondanzieri y Franco.
2010: Cuento chino
Luego del pobre ciclo Basile, Maradona asumió como entrenador en marzo de
2009. Su etapa se caracterizó por la gran cantidad de futbolistas convocados:
106 en 15 meses, incluyendo a Nelson Ibáñez, Ignacio Canuto, Carlos Matheu,
Patricio Toranzo, Luis Rodríguez, Franco Jara y Milton Caraglio. Por eso, no
era fácil adivinar los nombres de los 23 convocados para el Mundial. Diego no
sólo volvió a dejar sin copa a Javier Zanetti, sino que borró a Esteban
Cambiasso. Y de los 106, llevó a Sudáfrica a uno de los más inesperados: Ariel
Garcé, que a los 30 años jugaba sin lucirse en Colón de Santa Fe. Tan difícil
era imaginarse al Chino marcando punta en el Mundial, que en el último partido
preparatorio, ante Canadá en el Monumental, un hincha colgó una bandera que ya
es leyenda: “Garcé, traé alfajores“.
PUBLICADO EN EL GRÁFICO Nº4445
(ABRIL DE 2014)
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