El tenis parecía ideal cuando pasaba tardes enteras jugando contra el portón del garage de la quinta de Pacheco. Era un chico que, muy lejos de aquel portón, en Grecia, aprendió que no todo sería perfecto: a los 17 años ganó su primer torneo importante (el satélite de Salónica) y allí, en el hotel, lo invadieron alegría y tristeza a la vez. Quería festejar, pero no tenía con quién. Por primera vez se sintió solo. Y lloró. Horacio Armando De La Peña supo entonces que si quería triunfar en el tenis tendría que apoyarse en sí mismo. En nadie más.
'El sucesor de Vilas', 'un tipo arrogante', 'un invento de la prensa'. Eso se dijo de él, y más. Lo indudable era su gran talento natural, y que estuvo permanentemente envuelto en polémicas.
Acaparó la atención masiva en el Argentino de 1983, al derrotar al último campeón, Eduardo Bengoechea, por un fulminante 6-0 y 6-2. En el primer set, el Pulga (le decían así por su físico pequeño) no perdió ni un solo punto. Algunos decían que era soberbio. "Se cree un semidios", lo castigó Roberto Argüello.
Integró el equipo que enfrentó a Estados Unidos por la Copa Davis: esa fue su posibilidad de compartir días y entrenamientos con Guillermo Vilas. Pero hubo un quiebre. "Yo jamás podría ser como él, porque es demasiado obsesivo", dijo el Pulga. Ganó el Challenger de Bahía e ingresó en el lote de los cien mejores, pero las riñas seguían. Primero contra Martín Jaite. Luego, con Gerardo Wortelboer. Por último, contra todo un estadio: en un partido de exhibición en Adrogué, perdió 6-2 y 6-0 y la gente lo silbó.
A su zurda dúctil nada le afectaba. Llegó el primer título grande, en Marbella, y la escalada hasta le puesto 52 del ranking. Paralelamente, fue excluido del equipo de Copa Davis y se enfrentó a Cristian Miniussi. "Nunca nos pudimos ni ver", sentenció.
Llegó a la final de Bari y a octavos de Roland Garros en 1986. Y volvió a la Copa para ganarle 6-3, 7-9, 6-2 y 10-8 al chileno Gildemeister: "Mi triunfo más grande". Intentó ejecutar un tenis más ofensivo y logró una resonante victoria en Roland Garros '87 ante John McEnroe. Pero de un festejo espectacular pasaba a una derrota estrepitosa, como la que sufrió en primera ronda de Toulouse ante Tim Wilkinson: 6-0 y 6-1. En el mejor momento de su carrera (estuvo 31°) disparó contra Martín Jaite: "Unirse a él es separarse de mí. No lo soporto". Cansado "del maltrato argentino" se mudó a Estados Unidos. Bajó al puesto 126° y le ganó a Mats Wilander (N°3) en Boston: 7-6 y 6-1.
"En Florencia decidí participar a último momento para conseguir ritmo", dijo. Consecuencia: allí ganó su segundo título en 1989. Ese año terminó siendo triste. Lo operaron de la rodilla en noviembre y, en diciembre, murió su padre.
Tuvo que dejar atrás las penas. La recuperación se consolidó con el mejor torneo de su vida: Kitzbühel '90. Bajó a Brad Gilbert (6°), Emilio Sánchez (7°) y, en la final, a Karel Novacek (37°) para ganar su tercer título. Cuando menos se hablaba de él fue cuando más dio qué hablar.
Triunfó en el Challenger de Bucarest '92: perdió 20 games en 5 partidos. Y Charlotte '93 fue su cuarto campeonato ATP. El Pulga sufrió la rigidez de un circuito que premiaba más a la potencia física que al talento nato, y se retiró por una artrosis en el codo izquierdo, en septiembre de 1994. Tenía 28 años. Siguió pegado a la raqueta como entrenador de varios argentinos y luego logró grandes éxitos con jugadores chilenos, incluyendo la medalla de oro en los Juegos Olímpicos de Atenas 2004.
Ante Horacio De La Peña nadie quedaba indiferente. "Con los buenos soy bueno, pero a los malos les juego de igual a igual. Ése es mi peor defecto", dijo alguna vez. Y no se refería a lo que hacía en la cancha, precisamente.
LOS NÚMEROS
190 Los triunfos que logró en torneos ATP. Jugó 370 partidos, de los que perdió 180.
31° Fue su mejor ranking. Lo consiguió el 6 de abril de 1987. Obtuvo 4 títulos en singles y 6 en dobles.
PUBLICADO EN 'EL GRAN TENIS ARGENTINO', SEPTIEMBRE DE 2005
Hola.. Soy de argentina pero no lo conozco verdaderamente.. Quien es? alguien me podria decir? gracias.. saludos
ResponderEliminarJavier P.
Capital Federal
Inentendible comentario, Javier.
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