Adriana Villagrán debió saltar un obstáculo detrás de otro. Nacida en 1956, las esperanzas que despertaron sus resultados iniciales se detuvieron por problemas económicos. La imposibilidad de viajar al exterior y la poca relevancia que tenían los torneos femeninos en la Argentina provocaron que debiera dar clases para poder dedicarse al deporte. Recién a los 23 años pudo jugar un Grand Slam, en Roland Garros. En 1980 fue finalista de ese torneo, en dobles junto a Ivanna Madruga. Protestó para que se respetara a los torneos nacionales (que dominó en 1983), pero -hastiada- en cuanto puedo probó suerte en el exterior de modo continuo. Llegó a la final del Challenger de Río de Janeiro '84, a la tercera ronda de Roland Garros ’85 y a la final de Taipei ’86. Su mejor ranking lo alcanzó en su madurez: fue 99º en 1988.
EL NÚMERO
194 Los singles que jugó por torneos WTA. Ganó 76 y perdió 118.
PUBLICADO EN 'EL GRAN TENIS ARGENTINO', SEPTIEMBRE DE 2005
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