jueves, 11 de marzo de 2010

Entrevista a Juan Martín Del Potro


“HACE ALGUNOS MESES NO LE GANABA A NADIE"

EL NUEVO CRACK ARGENTINO RECUERDA QUE A PRINCIPIOS DE 2008 VIVIÓ SUS PEORES MOMENTOS, SE SIENTE LISTO PARA DERROTAR A NADAL Y APUNTA AL OBJETIVO MÁS ALTO: "TENGO QUE SER NÚMERO UNO, NO HAY OTRA".

"Mucho para contar no tengo. ¿Qué puedo decir de mi historia si soy chico?”, preguntaba, y se preguntaba, Juan Martín Del Potro en las primeras entrevistas que le realizaban. Su historia sumó algunas anécdotas en las últimas semanas: ganó en Stuttgart su primer torneo ATP, en Kitzbuhel el segundo, ya que estaba fue campeón en Los Angeles, en Washington sumó su cuarto título seguido, ganó 23 partidos consecutivos, llegó a cuartos de final del US Open, jugó la Copa Davis por primera vez de local paseando al Nº6 del mundo, consiguió el pase a la final llevándose el quinto y decisivo punto, es héroe en Tandil, se hizo conocido en todo un país y se metió entre los diez mejores del ranking mundial.
Ahora sí tiene mucho para contar, aunque recién cumplió 20 años. Y se nota: explica lo que siente, da respuestas largas. No es un elogio exagerado, porque tampoco es para tanto; no es el más amable ni el más divertido de los deportistas argentinos. Pero, quizá porque su vida de famoso recién empieza, Del Potro le pone onda, sonríe, le escapa un poquito a las frases hechas. No está mal para alguien que este año podría compartir el Masters con Federer, Nadal y Djokovic. Que desde abril trepó del puesto 81 al 9. “Todos los objetivos que me había planteado para 2008 los cumplí, incluso los superé –remarca Juan Martín–. Pero ahora que estoy dentro del Top Ten y cerca de entrar al Masters aparecen nuevos objetivos. No me quiero relajar. Quiero seguir subiendo, seguir mejorando”.
–¿Aparecen objetivos cercanos o todos a largo plazo?
–Me fijo más en los objetivos cercanos: la Copa Davis y mantenerme entre los Top Ten. Pero tampoco hay que dejar el Masters de Shanghai de lado.
–En caso de que te toque ir al Masters como suplente. ¿Viajás sin dudarlo o preferís tomarte vacaciones?
–Por todas las cosas que viví este año, prefiero tomarme vacaciones y arrancar con todo el año que viene. Pero hay que ser optimistas: ojalá que llegue entre los ocho mejores y clasifique directamente, aunque tenga que perderme alguna semanita de vacaciones para estar en Shanghai, je.



Mucho para contar no tengo...

Lo que Del Potro podía contar, aunque era chico, es que vivía en Tandil y que le encantaba el fútbol. Incluso más que mirar Dragon Ball Z y los videos de Britney Spears. Que jugaba al fútbol en el Independiente de su ciudad y que cuando llegaba temprano esperaba al resto en las canchas de tenis. Que una tarde le prestaron una raqueta y le pegó bastante bien a la pelotita. Y que, un día después, empezó las clases de tenis. En Tandil, sí, la misma ciudad en la que tomaban la leche Juan Mónaco, Mariano Zabaleta, Diego Junqueira y Máximo González.
–La pregunta es repetitiva, pero por ahí la respuesta no. ¿Podés al menos intuir por qué tanto talento en una ciudad de cien mil habitantes?
–Está Marcelo Gómez, que es el entrenador que nos agarra a todos desde muy chicos. Tenerlo a él de profesor cuando sos chiquito es de lo mejor que te puede pasar, porque la tiene muy clara y ha entrenado a miles de jugadores.
–Pero una camada así es irrepetible...
–No sé, ojalá que no. Hay que seguir metiendo a jugadores de Tandil dentro del circuito. ¡Somos bastantes, pero queremos ser todavía más!
Los resultados suelen mantener a un chico en un deporte. Y, por mucho que a Juan Martín le gustaran el fútbol, Boca, Riquelme y Palermo, los resultados llegaron en el rectángulo más chiquito: a los 12 años era Nº1 del ranking nacional de Menores. A los 13 ganó el Orange Bowl, prestigioso torneo internacional juvenil. Y a los 14 debutó en un torneo puntuable para el Ranking ATP ante un rival de 22: en el Future de Buenos Aires perdió 6-2 y 7-5 ante Diego Cristin.
–¿Qué recordás de ese debut?
–Lo que más recuerdo es el resultado, el hecho de haber perdido. Pero lo bueno es que eran etapas que tenía que ir quemando, y yo las fui quemando desde chico. Gracias a debutar a los 14, ahora estoy jugando contra los más grossos y sigo siendo joven. Son cosas que uno tiene que vivir y, cuanto antes te toque, mejor. Algunos tardan más al principio, otros se estancan en otra etapa, como me pasó a mí: me estanqué entre el puesto 60, el 50, el 40 durante un año y pico, y ahora despegué un poquito más.
Doble falta de Juan Martín: creer que estar 50º en el ranking a los 18 años es estar “estancado” y minimizar su estruendosa seguidilla de victorias de 2008 como un “pequeño despegue”. Pero quizá ese exceso de autoexigencia, ese deseo de cachetear a los objetivos lo más rápido posible, sea parte de su éxito.


¿Qué puedo decir de mi historia...?
Lo que Del Potro podía decir de su historia es que le aburría entrenar, le aburría mirar tenis, le aburría practicar su saque y su movilidad. Era un chico y tenía más ganas de ver a los estáticos dibujos animados de los Supercampeones que de aprender a sacar con más top-spin.
–¿Te sigue aburriendo entrenar o encontraste algo que lo haga llevadero?
–Me sigue aburriendo, pero todo cambia. Ahora al entrenamiento lo tomo como mi trabajo. Sé cuáles son mis objetivos y sé que para lograrlos tengo que hacer millones de saques, entrenar horas y horas, y hacer el doble de sacrificio para seguir mejorando. Porque hoy estoy parado en un nivel, pero para estar un poco más arriba hay que meterle mucho y estoy dispuesto a hacerlo. Ojalá que me siga dando resultados.
–Si el entrenamiento es la parte más fea del tenis, ¿cuál es la más linda?
–Ahora que sé lo que es levantar un trofeo y ganar torneos ATP, que sé lo que es jugar en estadios grandes, creo que no hay mejor premio que ése. Además, en los torneos ahora me atienden diferente, me hacen sentir un poquito más importante. Todas esas cosas son muy lindas.
Ahora sabe lo que es ganar un ATP, pero para toda meta hay un recorrido. La formalidad periodística obliga a contarlo: en 2005, Del Potro ganó sus primeros tres Futures, debutó en Challengers (hasta ganó uno, en Montevideo) y terminó el año como el Top 200 más joven. En 2006 obtuvo dos Challengers más (Aguas Calientes y Segovia), consiguió lo que entonces fue una seguidilla de triunfos importantes (Pavel, Chela, Verdasco, Moya, Ginepri) y terminó el año, sí, como el Top 100 más joven: 92º.
Comenzó el 2007 alcanzando semifinales en Adelaida y octavos de final en el Masters Series de Miami (cayó ante Rafa Nadal). Y entonces llegó el “estancamiento” del que habla Del Potro: perdió en 23 de sus siguientes 43 partidos. 9 de esas 23 derrotas fueran contra jugadores Top 20, todas contra tenistas mucho más experimentados. Pero en su mente no había lugar para ‘excusas’, sólo para la necesidad de evolucionar rápido.
Cuesta entender tanta exigencia, porque durante la mayor parte de su carrera, Del Potro fue un junior jugando entre mayores. ¿Exageración? De los 253 partidos de su carrera, 252 fueron contra rivales mayores que él. La excepción fue contra el japonés Kei Nishikori (categoría ‘89) en el US Open 2008. El tiempo juega a su favor, pero a Del Potro no le interesa: apunta hacia arriba. Al que está en lo más alto.
–Después del US Open dijiste que te quedaste con las ganas de jugar contra Nadal. La posibilidad llega en la Copa Davis. ¿Lo habías dicho por el desafío de jugar contra el mejor o de verdad te sentís preparado para ganarle?
–Estoy preparado. Ahora sí puedo decir que estoy preparado para ganarle a Nadal, sé que puedo. Si llego bien físicamente y no cansado como cuando jugué contra Murray en el US Open, puedo ganarle. Soy sincero: Federer y Nadal están mucho más arriba, están dos escalones más arriba que yo.
–Y algunos años más arriba, también...
–Y algunos años también, es verdad. De todas maneras siento que, gane o no, a Rafa puedo complicarlo bastante y hacerle buen partido. Porque lo hice con Murray, que está 4 del mundo, y también contra Davydenko. Estando bien, puedo jugar en el nivel de los mejores.
–¿No deberías compararte con la camada de Murray, de Gulbis, de Querrey, que están más cerca de tu edad, y y no tanto con Federer o Nadal?
–Naaaah... Yo me comparo con los mejores aunque todavía no sea como ellos. Siempre miro a los buenos y trato de aprender de los buenos. Quizá los otros también pueden llegar a ser Top Ten porque están jugando bien y son chicos, como yo, pero las cosas buenas se aprenden de los grandes jugadores, como Federer y Nadal. Yo tengo la suerte de vivir y compartir torneos con ellos, así que en los que más me fijo es en ellos.


En junio, el relámpago que anunció la tormenta de éxitos de Juan Martín alumbró Hertogenbosch. En Holanda, sobre césped, perdió en semifinales contra David Ferrer. Luego de Wimbledon (afuera en segunda ronda) llegó el diluvio: cuatro títulos, cuartos del US Open, dos grandes triunfos en la Davis y final en Tokyo.
–Entre los momentos fuertes que viviste en 2008, ¿cuál fue el más importante?
–El partido contra Richard Gasquet, en Stuttgart, porque fue mi primera final. Y todo el US Open. Incluso hasta el día de la derrota fue lindo, rescato muchas cosas de ese partido contra Murray. Aunque no haya ganado el torneo y me hayan cortado la racha de triunfos, no me lo voy a olvidar nunca. De la Davis no digo nada: ojalá todavía falte lo mejor.
–¿Y el peor momento de tu carrera?
–Quizá suene raro, pero los momentos más difíciles fueron este año. A principios del 2008 estuve tres meses sin jugar por una lesión en la espalda y cuando volvía al circuito me sentía muy mal. No pasó tanto tiempo: hace algunos meses no le ganaba a nadie, venía jugando mal... Y esas situaciones, esos sentimientos, son realmente feos y a cualquier deportista lo matan anímicamente. Pero todos dicen lo mismo: después de las cosas malas vienen las buenas. Y así es, porque me está tocando vivir cosas increíbles.
–¿Cuánto influyó cambiar de entrenador y empezar a trabajar con Franco Davin para salir de ese mal momento?
–Muchísimo. Me cambió mucho el juego, me cambió la cabeza casi un cien por ciento. Me genera mucha confianza verlo en las tribunas y tenerlo al lado mío todos los días. La verdad es que hoy en día soy lo que soy adentro de una cancha de tenis gracias a mi trabajo y a los partidos que gané, pero también gracias a la ayuda de él. Sin nuestra combinación no hubiera sido posible este presente.


¿ ... si soy chico?

Lo que Del Potro puede contar, antes y ahora, es que sigue pensando en estudiar arquitectura alguna vez, que los que más lo quieren le dicen ‘Juanma’, que no le gusta que sus papás lo vean jugar ‘en vivo’ porque se pone nervioso. Que quisiera casarse antes de abandonar el tenis para viajar con su esposa durante algunos años. Que ningún dolor físico ni anímico que le provocó el tenis se compara con el que sintió por la muerte de una hermana mayor en un accidente. Que cuando se persigna después de cada triunfo lo hace por ella y por su recuerdo.
El chico que no tenía mucho para contar lloró tras perder contra Andy Murray en el US Open 2008, pero no lloró como un chico: lloró como quien entiende algo. Como quien entiende, como dice Alejandro Dolina, que la vida es linda pero uno se muere, que el amor tiene un precio altísimo, que nada sale nunca del todo bien. Que los sueños son imprescindibles, pero que sólo algunos se cumplen. A Del Potro le habían cortado la racha de triunfos y el sueño de ganar el torneo. Por eso, responde más firme que nunca que el US Open es el Grand Slam que más desea ganar.
–Salteando un poco el futuro cercano. ¿El objetivo a largo plazo cuál es?
–Ser número 1 del mundo. No hay otra. Ése es mi sueño grosso-grosso. Ése va a ser el sueño de toda mi vida. Igual, si quedo cerquita, no me voy a enojar.

20 AÑOS. Juan Martín Del Potro nació el 23 de septiembre de 1988 en Tandil.

*Cuando ganó el ATP de Stuttgart le regaló el premio, un Mercedes Benz, a su hermana menor, Julieta. Entre risas, dice que se arrepiente.

4 TÍTULOS. Todos en 2008: Stuttgart, Kitzbuhel, Los Angeles y Washington.

164 TRIUNFOS. Los que suma entre ATP, Challengers, Futures y Davis. Perdió 89 veces.

*Derrotó a 4 Top Ten: Robredo (9º), Roddick (9º), Davydenko (6º) y Ferrer (5º). No pudo con Nadal (0-3), Federer (0-2) ni Djokovic (0-1).

3 TÍTULOS Ganó en dobles: un ATP (Indianapolis 2007) y dos Challengers.

1,96 MTS. La altura de Del Potro. La ATP le adjudica 1,98, pero él asegura tener 2 cm menos. Le creemos.

ARTÍCULO DE PORTADA DE FOX SPORTS (ARGENTINA) Nº18, OCTUBRE DE 2008

5 comentarios:

  1. Vamos Delpo. Fuerza. Creemos en vos y te bancamos en todas. Toda la Argentina te apoya, asi que, a recuperarse. Asi podemos disfrutar de tu gran tenis. Sos muy lindo.
    S.

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  2. Vamos Delpo ganale a esa tonta muñeca y vamos CON TODO A ROMA: FUERZA DELPO!!!!!

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  3. hola juan matin del potro soy vero de la pampa intendente alvear...vamos fuerza sos el mejor del mundo jugando al tenis te quiero mucho y a a seguir adelante...BESOS

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  4. hola delpo vamos campeon recuperate pronto

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