miércoles, 15 de septiembre de 2010

La historia de Banfield: capítulo 6 (1913-1915)

Vals para un match olvidado

Cada hincha de Banfield recuerda con emoción la primera vez que fue a verlo a una cancha. Aunque la Historia no lo certifique, Zenón también.

Me llamo Zenón y estoy enojado. Me revelo ante la Historia. Créanme, la Historia no sabe lo que dice.

En 1913 yo era apenas un niño, sí. Pero tengo buena memoria. Recuerdo la tranquilidad de mi padre por el retorno del señor George Burton a la presidencia de Banfield, y su seguridad de que “ahora seremos respetados y prestigiosos”. En mi casa, cada día se hablaba más sobre football. Y yo, claro, me entusiasmaba.
Mi padre (en paz descanse) me contaba cada vez que retornaba del field la suerte de esos players a los que yo sólo imaginaba por sus palabras. Ese campeonato que él esperaba con ansiedad comenzó con un 0-6 ante Racing que le dañó el ánimo. Pero luego vencimos 3-2 a Comercio en un match muy disfrutado y, créanme, importante para mi enojo con la Historia. Pero déjenme seguir contándoles...

Igualamos ante Boca, y San Isidro nos derrotó, sin embargo mi padre volvió muy contento luego de dos triunfos ante Ferrocarril Oeste y Riachuelo (“Riachuelo, Riachuelo, si nos derrotan sus players, me desvelo”, cantaba risueño). Yo aproveché ese momento para solicitarle que me permitiera acompañarlo alguna vez. Él dudó, pero luego sonrió y me dijo: “Hijo, te prometo que si un día derrotamos a un equipo que tenga tantas letras como players, me acompañarás”. Era algo extraño mi padre, pero yo lo quería mucho.

Aún recuerdo mi expectativa, créanme. Tuve que esperar, pero el día que volvió y me contó que “nuestro team” había vencido 4-2 a los Estudiantes supe dos cosas. La primera, lo adiviné por su rostro, era que él no recordaba la promesa. La segunda, que yo se la haría recordar.

Fue un 5 de octubre, un día hermoso. Acompañé a mi padre con orgullo hasta el field de Comercio. Nosotros sumábamos 13 puntos, y ellos sólo 10. Existía rivalidad entre ambos por lo disputado que había sido el match en nuestro field, por eso lo imaginaba como un enfrentamiento relevante. Papá decía que ganaríamos. Había muchos amigos de papá. El campo de juego era lo más inmenso que yo había visto. Estaba ante mis ojos el primer match de football de mi vida.

Nunca viví uno con tanta intensidad como aquél. Los players de blanco y verde eran distintos a como lo había explicado papá. Él me contaba siempre los goles convertidos, la alegría de los asistentes, pero nada sabía yo del sonido del balón cuando era golpeado, de las conversaciones entre los players durante el match, de lo cansados que se veían luego de correr muchos metros, de lo emocionante que resultaba que el balón se acerque al goalkeeper...

Ese día mi padre me presentó al mismísimo George Burton, pero aún cuando estuve frente a ese gran hombre, por mi cabeza rondaba el mismo pensamiento: “Si perdemos este match, mi padre no me dejará acompañarlo nunca más”.

Creo que sufrí más que ningún otro asistente al juego. No dejé de admirarlo todo y de pensar que un día podría ser yo quien corriese sobre el field. También pensaba que esta vez yo daría las noticias: al llegar a casa, diría a mi madre cuál había sido el resultado y si nuestro team había mostrado orgullo y entereza. Me sentía todo un hombre. En medio de esos pensamientos me sorprendió el rápido fin del match. El tanteador fue 1 a 1. Tuve miedo de que mi padre no estuviera feliz, pero cuando lo miré y sus bigotes me sonrieron comprendí que no estaba tan mal. Que quizá pronto volvería a ver football.

Ése es el principal recuerdo de mi niñez y de mi padre. En 1916, él se alistó para pelear en la Primera Guerra Mundial y no volví a verlo, pero siempre llevé conmigo a sus bigotes sonriéndome. Hoy estoy cumpliendo 70 años y esta noche mis hijos y mis nietos estarán conmigo. He tenido una vida feliz. Y recuerdo claramente la primera vez que fui a ver a Banfield. La Historia, sin embargo, dice que ese match no existió. Ni el esfuerzo de los players, ni el saludo del señor Burton, ni la sonrisa de mi padre. Dice que, en 1913, Banfield enfrentó a Comercio sólo una vez y que lo derrotó 3 a 2. No puedo aceptarlo. Maldigo a las tonterías que hacen que ya nadie recuerde a ese hermoso 5 de octubre. Estoy enojado con la Historia. Porque, créanme, la Historia no sabe lo que dice*.

*Esta carta estaría fechada el 21 de octubre de 1972 y habría sido escrita por Zenón Rockwell para sus hijos y nietos. Hace referencia a un partido entre Banfield y Comercio que fue anulado porque la Asociación dividió a los equipos en tres zonas en mitad del campeonato y, al estar Banfield y Comercio en distintos grupos, sólo podía considerarse un enfrentamiento entre ellos. Se desconoce el paradero actual de esta carta, o si realmente existió alguna vez.


Alegrías en 1914 y 1915
Banfield había vuelto a Primera en 1913 con una buena campaña, pero en 1914 mejoró notablemente sus resultados. Sus triunfos fueron ante Comercio (2-1), Ferro Carril Oeste (1-0), San Isidro (2-1), Platense (3-1), Quilmes (3-0), Huracán (2-1) y Boca (1-0).
En 1915, el fútbol argentino volvió a nuclearse en una sola entidad y así el campeonato se volvió más competitivo. Eso no afectó al espléndido Racing, que ganó el tricampeonato, pero sí a Banfield, que de todas maneras consiguió muchos triunfos: contra Atlanta (7-2), Defensores de Belgrano (3-2), Quilmes (4-2), Floresta (3-2), Estudiantes de Buenos Aires (2-0), Comercio (5-1), Gimnasia y Esgrima de Buenos Aires (2-1), Tigre (3-0) y Ferro Carril Oeste (1-0).

Copa Competencia
La Copa Competencia se jugaba cada año entre los clubes afiliados a la Asociación Argentina de Football y los mejores equipos de Santa Fe, mediante el sistema de eliminación directa. En 1913, Banfield derrotó 3-1 a Rosario Athletic Club en primera ronda; y a Provincial en octavos de final. Cayó derrotado en cuartos de final ante el poderoso San Isidro (1-3). En los dos años siguientes quedó eliminado en su debut. En 1914, perdió 1-2 ante Boca Juniors y en 1915 el verdugo fue Defensores de Belgrano (0-1). San Isidro, River y Porteño fueron los campeones de cada año, respectivamente.

Copa de Honor
La Copa de Honor la disputaban los clubes afiliados a la Asociación y algunos equipos invitados de Santa Fe. En 1913, Banfield perdió en su debut ante San Isidro (0-1) y quedó eliminado. El campeón fue Racing Club. En 1914 el torneo no se disputó. En 1915, Banfield quedó afuera otra vez en el primer partido (1-2 frente a Quilmes) y La Academia repitió finalmente el título.

ESTADÍSTICAS DE BANFIELD 1913-1915 (1)

CAMPEONATO DE PRIMERA DIVISIÓN 1913
Posición: 8º (de 15). PJ: 18. PG: 6. PE: 4. PP: 8. GF: 24. GC: 36. Puntos: 16.
CAMPEONATO DE PRIMERA DIVISIÓN 1914
Posición: 3º (de 13). PJ: 12. PG: 7. PE: 1. PP: 4. GF: 16. GC: 17. Puntos: 15.
CAMPEONATO DE PRIMERA DIVISIÓN 1915
Posición: 15º (de 25). PJ: 24. PG: 9. PE: 3. PP: 12. GF: 33. GC: 44. Puntos: 21.

Los datos: En 1913 y 1914 el fútbol argentino estuvo dividido entre la Asociación Argentina y la Federación Argentina. Banfield participó de los torneos de la Asociación, a los que pertenecen estas estadísticas. En 1915, se unificaron.

(1) Fuente: “Historia del Fútbol Amateur en la Argentina”, de Jorge Iwanczuk.

PUBLICADO EN SE JUEGA Nº14 (MAYO DE 2007) 

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