Grita Pompei, de buen paso por Estudiantes, con Mariano Pavone.
Temporada 2001/2002. Con la misma base, el mismo director técnico y mejor promedio, Estudiantes vivió una temporada dulce. Se incorporaron Fabio Pieters y Ezequiel Maggiolo, mientras valores de las inferiores como Diego Colotto y Mariano Pavone empezaron a hacerse notar. En las primeras 5 fechas sumó apenas 2 unidades, pero otra vez se defendió el ‘Proyecto Craviotto’, y la decisión dio buenos resultados. En la sexta jornada, el ‘Tecla’ Farías cocinó, sirvió y masticó a la defensa de Argentinos Juniors, marcando los cuatro goles de un 4-0 memorable. Maggiolo apareció para ganarles 1-0 a Central y a Talleres. Y Pablo Quatrocchi gritó su doblete ante Huracán (2-0). Si bien el Racing campeón de Merlo le dio vuelta un 0-2 y lo derrotó 3-2 en La Plata, se le ganó 1-0 a Independiente (otro gol de Maggiolo) y el torneo terminó con una racha de seis partidos sin perder. Estudiantes fue 6°, sumó 27 puntos y Ernesto Farías fue su goleador, con 10 tantos.
En el Clausura hubo festejo grande por la victoria en el clásico platense, un memorable 3-2 ante Gimnasia, con dos goles de Quatrocchi y uno de Pompei. El equipo mantuvo un espíritu desafiante y así goleó 4-0 a Talleres (Osorio, Maggiolo 2, Farías); 6-1 a Huracán (Farías 3, Quatrocchi, Maggiolo 2); y 4-1 a San Lorenzo (Maggiolo 2, Osorio y un jovencísimo Marcelo Carrusca). También venció a Vélez y empató ante Racing e Independiente. Nuevamente sumó 27 puntos, y nuevamente Farías estuvo intratable: 11 veces dejó la pelota en la red y terminó tercero entre los goleadores. Pero toda esa alegría se vio opacada por la muerte del ‘Ruso’ Edgardo Prátola. Desde 2001, cuando había reconocido públicamente su enfermedad, todo Estudiantes se había unido para apoyarlo. Incluso, Mauro Amato (que por entonces ya jugaba en Instituto) le dedicó una bandera antes de un partido con su club; y la hinchada de Gimnasia demostró todo su respeto ante el dolor rival. Cuando, el 27 de abril de 2002, el ‘Ruso’ se fue para siempre, hubo homenajes permanentes del pueblo de Estudiantes para su valiente ídolo. Los más recordados fueron antes de los partidos contra Independiente (en Avellaneda) y contra Newell’s (en La Plata). Una leyenda del club ya no estaba, y Estudiantes, con la tristeza a cuestas, siguió su camino, como el ‘Ruso’ hubiera querido...
Temporada 2002/2003. El equipo arrancó sexto en la tabla de promedios y parecía haberse olvidado del descenso. Con Oscar Craviotto en el banco e incorporaciones como Rodolfo Aquino, Juan Carlos Docabo, Julián Kmet, Ariel Donnet y Dante Unali se apuntaba a pelear bien arriba. Quatrocchi, Colotto, Ramos, Pieters, Zapata, Pompei, Maggiolo, Pavone y Farías eran la base del plantel. Se habían ido Juan Fernández, Azconzábal, Misetich, Testa, Piersimone... La renovación era total. Antes del torneo, el ‘Pincha’ realizó una gira por Alemania, donde consiguió una resonante victoria ante el Schalke 04 (1-0, gol de Pavone). Pero todos los sueños se derrumbaron rápidamente. Arrancó el Apertura con dos empates y cuatro derrotas (una escandalosa: 0-6 ante River en La Plata) y quedó último. Maggiolo y Farías le dieron un triunfo 2-1 ante Huracán, pero cayó con Lanús y renunció Craviotto. Crisis. Asumió interinamente Juan Ramón Verón: el equipo perdió ante Arsenal. Se contrató a Oscar Malbernat como entrenador y debutó con derrota en el clásico (1-3) y luego ante Talleres. Se agravó la crisis. Renació con un 6-0 a Olimpo (Farías, Pompei 2, Donnet, Quatrocchi, Pavone), pero volvió a las andadas ante Independiente (0-1). Al menos festejó ante Racing (1-0, Farías) y Central (2-1, Aquimo y Colotto). El torneo se extinguió con tres derrotas al hilo y el anteúltimo lugar en las posiciones. Un gran fracaso.
Para el Clausura llegaron el seguro arquero Ignacio González y el defensor paraguayo Juan Daniel Cáceres. 6 puntos en 3 fechas significaron un buen inicio, pero las derrotas contra Boca y River lo bajaron de la pelea. Goleó 4-1 a San Lorenzo, aunque luego sumó dos empates y dos derrotas (una ante Gimnasia, por 4 a 2) y se fue Malbernat. ¿Quién podía ayudar al Albirrojo? Carlos Salvador Bilardo. La ciudad se conmocionó por su retorno y la gente respondió, al igual que durante toda su historia. En el debut del ‘Doctor’, ante Talleres, se recaudaron $152.095. Hubo fiesta y Estudiantes ganó 2-1 con doblete del ‘Tecla’ Farías. Después empató cinco veces consecutivas, goleó 5-1 a Nueva Chicago (Argüello en contra, Carrusca, Maggiolo 2 y Pablo Lugüercio), venció 1-0 a Vélez (José Sosa) y 2-0 a Unión (Maggiolo y Farías). Nueve partidos invicto, 28 puntos, 7° puesto y Bilardo en el banco. Para el ‘Pincha’, la vida era bella.
Temporada 2003/2004. Bilardo anunciaba que su estadía era temporal y varios soldados abandonaban la Guerra de Estudiantes: Nicolás Tauber, ‘Nacho’ González, Donnet, Unali, Osorio, Pieters, Pompei... Los refuerzos (Martín Herrera, Roberto Trotta, Néstor Fabbri y Javier Lux) eran de jerarquía, pero escasos. Y a lo largo de la temporada eso se sintió. Impresionó un 3-0 a River en la 2ª fecha, con goles de Rojas en contra, Farías y Maggiolo, pero fue sólo un espejismo, la única victoria en las primeras siete jornadas. José Sosa hizo explotar gargantas con su tanto ante Gimnasia, que sirvió para ganar el clásico 1-0 y para que Bilardo se fuera como llegó: con una victoria. Carlos Pachamé intentó continuar el proceso; pero sin el aura protectora del ‘Doctor’, Estudiantes no fue lo mismo. Hubo tres derrotas en cadena y una victoria clave por el descenso: 2-1 a Chacarita (tantos de Farías y Angeleri). Ganó 2, empató 1 y perdió 3 de los 6 partidos finales y se posicionó 11°, con 23 puntos. Farías metió 12 goles y fue el máximo anotador del torneo.
Volvió Bilardo para el inicio del Clausura, pero ya no estaban Trotta, Leandro Benítez, Israel Damonte, Ariel Zapata... Sólo se incorporaron Diego Castagno Suárez y Rafael Maceratesi. El desafío era complicado. Perdió por goleada ante Indepediente (1-4) y River (0-3) en el inicio. Le ganó a Quilmes y a Olimpo (3-1 con tres de Farías), pero luego sumó 3 empates y 4 derrotas. Cuando el descenso acechaba, se salvó con tres exitos en hilera. Las últimas cuatro fechas pasaron sin noticias de victorias y Estudiantes finalizó 14° con 21 puntos. Bilardo decía adiós y la tabla de promedios generaba estupor: el ‘Pincha’ comenzaría la temporada 2004/2005 sólo por encima de Gimnasia y el ‘Tecla’ Farías se iba del club. La situación era preocupante. La solución no parecía cercana. Pero el que se acercó fue un tipo con experiencia y antecedentes. Un tipo con entereza y convicciones. La situación parecía ir cada vez peor, pero Reinaldo ‘Mostaza’ Merlo llegaba a la vida de Estudiantes.
Temporada 2004/2005. Estudiantes era una suma de emociones pesimistas cuando llegó Merlo. Poco tenía que ver con el club, pero su trayectoria le daba crédito. El inicio en el Apertura, para sorpresa de casi todos, fue arrasador. Con cuatro empates y cuatro triunfos (contra Banfield, Argentinos, Instituto y Racing). De pronto, el descenso era olvido y el resto, esperanzas. Herrera; Romero, Ortiz, Cáceres, Krupoviesa; Aquino, Meléndez, Cardozo, Carrusca; Sosa y Pavone eran la base, y había recambio (Angeleri, Gelabert, Maceratesi). Cayó 1 a 0 ante Newell’s, pero tres triunfos (incluido un 5-0 a Lanús) y dos empates lo dejaron a orillas del campeonato. Una seguidilla de igualdades, sin embargo, lo bajó de la pelea. Y, desmotivado, el equipo terminó con dos derrotas y el 4° puesto, con 30 puntos.
En el Clausura comenzó con siete victorias, tres empates y una derrota. Y con Mariano Pavone en llamas: 14 goles en las primeras 11 fechas. Pero Estudiantes bajó su nivel, perdió un encuentro clave ante Gimnasia (1-4) que lo dejó sin título y el campeón Vélez le pasó por encima con un 3 a 0 categórico. El 4° puesto, con 31 puntos, entregó un gusto agridulce. Aunque alcanzó para lograr un objetivo enorme: volver a la Copa Libertadores. El segundo siglo de vida comenzará como Estudiantes de La Plata lo merece: entre los mejores de América.
PUBLICADO EN ‘ESTUDIANTES, 100 AÑOS’, AGOSTO DE 2005.
En el Clausura hubo festejo grande por la victoria en el clásico platense, un memorable 3-2 ante Gimnasia, con dos goles de Quatrocchi y uno de Pompei. El equipo mantuvo un espíritu desafiante y así goleó 4-0 a Talleres (Osorio, Maggiolo 2, Farías); 6-1 a Huracán (Farías 3, Quatrocchi, Maggiolo 2); y 4-1 a San Lorenzo (Maggiolo 2, Osorio y un jovencísimo Marcelo Carrusca). También venció a Vélez y empató ante Racing e Independiente. Nuevamente sumó 27 puntos, y nuevamente Farías estuvo intratable: 11 veces dejó la pelota en la red y terminó tercero entre los goleadores. Pero toda esa alegría se vio opacada por la muerte del ‘Ruso’ Edgardo Prátola. Desde 2001, cuando había reconocido públicamente su enfermedad, todo Estudiantes se había unido para apoyarlo. Incluso, Mauro Amato (que por entonces ya jugaba en Instituto) le dedicó una bandera antes de un partido con su club; y la hinchada de Gimnasia demostró todo su respeto ante el dolor rival. Cuando, el 27 de abril de 2002, el ‘Ruso’ se fue para siempre, hubo homenajes permanentes del pueblo de Estudiantes para su valiente ídolo. Los más recordados fueron antes de los partidos contra Independiente (en Avellaneda) y contra Newell’s (en La Plata). Una leyenda del club ya no estaba, y Estudiantes, con la tristeza a cuestas, siguió su camino, como el ‘Ruso’ hubiera querido...
Temporada 2002/2003. El equipo arrancó sexto en la tabla de promedios y parecía haberse olvidado del descenso. Con Oscar Craviotto en el banco e incorporaciones como Rodolfo Aquino, Juan Carlos Docabo, Julián Kmet, Ariel Donnet y Dante Unali se apuntaba a pelear bien arriba. Quatrocchi, Colotto, Ramos, Pieters, Zapata, Pompei, Maggiolo, Pavone y Farías eran la base del plantel. Se habían ido Juan Fernández, Azconzábal, Misetich, Testa, Piersimone... La renovación era total. Antes del torneo, el ‘Pincha’ realizó una gira por Alemania, donde consiguió una resonante victoria ante el Schalke 04 (1-0, gol de Pavone). Pero todos los sueños se derrumbaron rápidamente. Arrancó el Apertura con dos empates y cuatro derrotas (una escandalosa: 0-6 ante River en La Plata) y quedó último. Maggiolo y Farías le dieron un triunfo 2-1 ante Huracán, pero cayó con Lanús y renunció Craviotto. Crisis. Asumió interinamente Juan Ramón Verón: el equipo perdió ante Arsenal. Se contrató a Oscar Malbernat como entrenador y debutó con derrota en el clásico (1-3) y luego ante Talleres. Se agravó la crisis. Renació con un 6-0 a Olimpo (Farías, Pompei 2, Donnet, Quatrocchi, Pavone), pero volvió a las andadas ante Independiente (0-1). Al menos festejó ante Racing (1-0, Farías) y Central (2-1, Aquimo y Colotto). El torneo se extinguió con tres derrotas al hilo y el anteúltimo lugar en las posiciones. Un gran fracaso.
Para el Clausura llegaron el seguro arquero Ignacio González y el defensor paraguayo Juan Daniel Cáceres. 6 puntos en 3 fechas significaron un buen inicio, pero las derrotas contra Boca y River lo bajaron de la pelea. Goleó 4-1 a San Lorenzo, aunque luego sumó dos empates y dos derrotas (una ante Gimnasia, por 4 a 2) y se fue Malbernat. ¿Quién podía ayudar al Albirrojo? Carlos Salvador Bilardo. La ciudad se conmocionó por su retorno y la gente respondió, al igual que durante toda su historia. En el debut del ‘Doctor’, ante Talleres, se recaudaron $152.095. Hubo fiesta y Estudiantes ganó 2-1 con doblete del ‘Tecla’ Farías. Después empató cinco veces consecutivas, goleó 5-1 a Nueva Chicago (Argüello en contra, Carrusca, Maggiolo 2 y Pablo Lugüercio), venció 1-0 a Vélez (José Sosa) y 2-0 a Unión (Maggiolo y Farías). Nueve partidos invicto, 28 puntos, 7° puesto y Bilardo en el banco. Para el ‘Pincha’, la vida era bella.
Temporada 2003/2004. Bilardo anunciaba que su estadía era temporal y varios soldados abandonaban la Guerra de Estudiantes: Nicolás Tauber, ‘Nacho’ González, Donnet, Unali, Osorio, Pieters, Pompei... Los refuerzos (Martín Herrera, Roberto Trotta, Néstor Fabbri y Javier Lux) eran de jerarquía, pero escasos. Y a lo largo de la temporada eso se sintió. Impresionó un 3-0 a River en la 2ª fecha, con goles de Rojas en contra, Farías y Maggiolo, pero fue sólo un espejismo, la única victoria en las primeras siete jornadas. José Sosa hizo explotar gargantas con su tanto ante Gimnasia, que sirvió para ganar el clásico 1-0 y para que Bilardo se fuera como llegó: con una victoria. Carlos Pachamé intentó continuar el proceso; pero sin el aura protectora del ‘Doctor’, Estudiantes no fue lo mismo. Hubo tres derrotas en cadena y una victoria clave por el descenso: 2-1 a Chacarita (tantos de Farías y Angeleri). Ganó 2, empató 1 y perdió 3 de los 6 partidos finales y se posicionó 11°, con 23 puntos. Farías metió 12 goles y fue el máximo anotador del torneo.
Volvió Bilardo para el inicio del Clausura, pero ya no estaban Trotta, Leandro Benítez, Israel Damonte, Ariel Zapata... Sólo se incorporaron Diego Castagno Suárez y Rafael Maceratesi. El desafío era complicado. Perdió por goleada ante Indepediente (1-4) y River (0-3) en el inicio. Le ganó a Quilmes y a Olimpo (3-1 con tres de Farías), pero luego sumó 3 empates y 4 derrotas. Cuando el descenso acechaba, se salvó con tres exitos en hilera. Las últimas cuatro fechas pasaron sin noticias de victorias y Estudiantes finalizó 14° con 21 puntos. Bilardo decía adiós y la tabla de promedios generaba estupor: el ‘Pincha’ comenzaría la temporada 2004/2005 sólo por encima de Gimnasia y el ‘Tecla’ Farías se iba del club. La situación era preocupante. La solución no parecía cercana. Pero el que se acercó fue un tipo con experiencia y antecedentes. Un tipo con entereza y convicciones. La situación parecía ir cada vez peor, pero Reinaldo ‘Mostaza’ Merlo llegaba a la vida de Estudiantes.
Temporada 2004/2005. Estudiantes era una suma de emociones pesimistas cuando llegó Merlo. Poco tenía que ver con el club, pero su trayectoria le daba crédito. El inicio en el Apertura, para sorpresa de casi todos, fue arrasador. Con cuatro empates y cuatro triunfos (contra Banfield, Argentinos, Instituto y Racing). De pronto, el descenso era olvido y el resto, esperanzas. Herrera; Romero, Ortiz, Cáceres, Krupoviesa; Aquino, Meléndez, Cardozo, Carrusca; Sosa y Pavone eran la base, y había recambio (Angeleri, Gelabert, Maceratesi). Cayó 1 a 0 ante Newell’s, pero tres triunfos (incluido un 5-0 a Lanús) y dos empates lo dejaron a orillas del campeonato. Una seguidilla de igualdades, sin embargo, lo bajó de la pelea. Y, desmotivado, el equipo terminó con dos derrotas y el 4° puesto, con 30 puntos.
En el Clausura comenzó con siete victorias, tres empates y una derrota. Y con Mariano Pavone en llamas: 14 goles en las primeras 11 fechas. Pero Estudiantes bajó su nivel, perdió un encuentro clave ante Gimnasia (1-4) que lo dejó sin título y el campeón Vélez le pasó por encima con un 3 a 0 categórico. El 4° puesto, con 31 puntos, entregó un gusto agridulce. Aunque alcanzó para lograr un objetivo enorme: volver a la Copa Libertadores. El segundo siglo de vida comenzará como Estudiantes de La Plata lo merece: entre los mejores de América.
PUBLICADO EN ‘ESTUDIANTES, 100 AÑOS’, AGOSTO DE 2005.
muy buena la crónica, pero me permito apuntarte un error: el partido con talleres el día que volvió el doctor se jugo en cancha de gelp xq nos habían suspendido la cancha
ResponderEliminarel resto, impecable
Tiene usted absolutamente toda la razón, Kato. Error solucionado. Gracias.
ResponderEliminarQue lindo ser de estudiantes !!
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