¿SE TERMINÓ EL AMOR POR LA CAMISETA? PREGÚNTENLE AL PAMPA SOSA, A CHIROLA ROMERO, AL GATO SESSA Y A LA BANDA DE JUGADORES-HINCHAS QUE SE UNIERON PARA SALVAR AL LOBO DEL DESCENSO.
El número imperfecto
Había sumado 40 puntos en la temporada 06/07, 36 en la 07/08. Gimnasia arrancaba el campeonato con un espantoso 1,000 de promedio. Último: 13 puntos debajo de Racing, a 15 de Colón, a 16 de Banfield, a 17 de Central. Hasta el Gimnasia jujeño tenía dos unidades más. El Lobo dependía de que los dos ascendidos, San Martín de Tucumán y Godoy Cruz, no levantaran vuelo nunca.
Fantasma
Pensar en disputar la Promoción al final de la temporada era una mirada optimista. El descenso tarareaba canciones de los ’80 y los hinchas estaban hartos de jugar en el Estadio Único de La Plata: la vuelta a casa ya llevaba dos años y medio de espera. Un hervidero, sí.
Sonando
Había que mejorar a un plantel que había terminado 17º en el Clausura, y la estrategia estaba centrada en utilizar el dinero de la venta de Ignacio Piatti al exterior para traer importantes refuerzos. Pero… “Tengo problemas personales que hacen que no quiera irme del país. No quiero ser transferido a ningún club, estoy muy bien acá”, decía Nacho. Su posible pase a Boca también se frustró. En junio de 2009 quedará libre. ¿Casualidad?
Recortándote
Entonces, un plantel de jerarquía no había; y plata para comprar jugadores, tampoco. El uruguayo Diego Alonso, que había vuelto seis meses antes como un ídolo, era insultado. Y el mellizo Guillermo no estaba dispuesto a abandonar la MLS para ser jugador, técnico, símbolo y (si lo hubiera querido) hasta presidente del club. Del otro lado de La Plata, mientras tanto, pensaban en la Sudamericana con Verón, Calderón, Braña, Angeleri, Boselli, Gastón Fernández…
A veces vuelvo
Gimnasia estaba en Pampa y la vía, pero se olvidó de la vía y se quedó con el Pampa. “Volví al Lobo pensando con el corazón. De plata hablé sólo cinco minutos, hay cosas mucho más importantes para conversar”, decía Roberto Sosa, de gloriosa primera etapa en el club, neblinoso segundo paso, y 98 partidos y 39 goles como estadística en el club. El Nápoli, de la Primera División de Italia, intentó mantenerlo entre sus filas, pero el Pampa quiso volver.
Plan B: Anhelo de satisfacción
Su regreso encendió la arriesgada idea: apostar todo al presente. Incorporar jugadores grossos a préstamo, sumar mucho este año y después… Después veremos. ¿Había plata para eso? Tampoco, pero si Sosa valoró el esfuerzo económico y resignó algo de plata. ¿Por qué no confiar en que también lata el corazón tripero de algún otro?
Se intentó con Leandro Cufré, otro estandarte del club, pero fue imposible. El primero que se sumó a Sosa, a Alonso y al entrenador Guillermo Sanguinetti (401 partidos en el Lobo) fue Mariano Messera. Sí, Messerita: 160 partidos y 36 goles antes de irse en 2002. El goleador Sosa ya tenía quien lo asista.
El sueño
El entusiasmo contagia. Los que iban llegando trataban de convencer a alguien más. “Dale, Gimnasia nos necesita”, se escuchaba poco antes del comienzo del torneo.
“Cuando en tu casa las cosas están mal, sentís la necesidad de volver”, dijo Sebastián Romero luego de firmar su regreso. Chirola llevaba dos años en uno de los equipos más poderosos de Grecia, Panathinaikos, y hacía nueve que se había ido de La Plata. Pero justo él, que jugando para Racing le marcó un gol a Estudiantes y se dibujó la franja azul en la camiseta en el festejo, no iba a decirle que no a su primer amor: resignó parte de una deuda que los griegos mantenían con él para poder venir.
Hormigas
También llegó el Gato Sessa. Gastón (confeso hincha tripero pese a que jugó en Estudiantes) tenía dos años de contrato con el Barcelona de Ecuador y ofertas de Vélez, pero sintió que no podía terminar su carrera sin jugar en el equipo que más quiere. Y hasta el cordobés Esteban Teté González, que nació lejos de La Plata, sintió que la de Gimnasia era una llamada especial y acordó su segundo retorno a la institución.
Grandes esperanzas
El Pampa Sosa, Messera, Chirola Romero, Diego Alonso, Sessa, Teté González, Sanguinetti y hasta Jorge San Esteban (el que más partidos jugó para Gimnasia en la historia) se unieron por un objetivo: mantener al Lobo en Primera. “La mayoría de nosotros somos hinchas que sentimos la camiseta y hablamos de todo esto, pero no debemos confunirnos”, asumía el volante Fabián Rinaudo.
Ellos se pusieron la presión en la espalda, en las rodillas, entre los dientes: era tanta que sobraba por todos lados. En la 3ª fecha, Alonso clavó el 1-0 ante Huracán para conseguir el primer triunfo y amigarse con la hinchada. Y Messera la rompió en el 1-1 ante Independiente, en la 4ª. Pero el Lobo sumó apenas 6 puntos en 6 partidos y el promedio no mejoraba nada de nada.
Mil voces finas
“Muchos de nosotros hemos compartido diferentes planteles y coincidimos en que este grupo humano que se ha formado no es lo habitual entre los planteles profesionales. Para nosotros, el compromiso que asumimos con el club es superior a nuestra tarea profesional”, decía el comunicado que escribieron entre todos, y que leyó el Gato Sessa, para intentar sostener a Sanguinetti como técnico. Lograron la continuidad inmediata, pero se fue dos fechas después, luego de otra dolorosa derrota en el clásico contra Estudiantes.
Dale!
Todos habían asumido el riesgo de pelear el descenso con Gimnasia, y lo estaban sufriendo. Algunos ingratos en las tribunas los trataban de ‘ex jugadores’ o los acusaban de ‘venir a robar’. Ellos siguieron trabajando en silencio y humildad, como el Pampa Sosa, capaz de pedirle a la gente, cuando estaba siendo reemplazado que no lo aplaudiera porque había jugado mal.
El nuevo entrenador, Leonardo Madelón (raro: sin identificación con el club) debutó con un 0-0 ante River. Enseguida llegó un triunfo 1-0 ante Central, en Rosario, y el primer soplo importante para el promedio: 1,035. Gimnasia empezaba a reemplazar cualidades futbolísticas con ganas, amor propio, unión.
Hechizo
Luego del 0-0 contra Banfield, por la 11ª fecha, hubo otra situación casi tragicómica cuando Sosa fue entrevistado por un periodista. El Lobo había empezado el partido a 12 puntos de Rosario Central y Racing, y una unidad arriba de los jujeños. Para escapar de la Promoción tiene que superar al menos a dos de esos tres equipos y esperar que San Martín de Tucumán deje de sumar, que Godoy Cruz siga mal…
En fin: 0-0 contra el Taladro y entrevista a Sosa…
–Pampa, el punto no sirve demasiado…
–Hay que pensar en positivo, le descontamos un punto a Central.
–Pero están 11 puntos detrás…
–Bueno, pero también peleamos con Racing, que jugaba hoy, no sé cómo salió…
–Le ganó 2-1 a San Lorenzo, Pampa.
–Bueno, entonces complicamos a Gimnasia de Jujuy…
–Le acaba de ganar a River.
La cara de Sosa delataba la dolorosa impotencia de que nada jugara a favor.
Batalla
El Lobo no bajó los brazos. Le empató al candidato San Lorenzo, pero sufrió un cachetazo al perder contra Arsenal. En ese momento nadie salió a salvarse solo. Sabían que a la Primera Guerra Platense le faltaban 25 batallas y estaban dispuestos a sobrevivir hasta el final.
Sosa, claro, dio inicio al triunfo más inesperado: su primer gol tras el regreso fue clave para derrotar 2-0 a Vélez en el Amalfitani. Ahora sí, merecidos aplausos. “Gracias a Dios, este año en el club hay futbolistas que juegan por la camiseta. Eso hace que nuestra responsabilidad sea doble”, decía el desahogado Pampa. ¿El promedio? 1,044. ¿Poquito? Bastante poquito.
Eso vive
La 15ª fecha era ante un rival súper directo, San Martín de Tucumán, y las cosas se complicaron con la expulsión de Piatti en el primer tiempo. Pero a diez minutos del final apareció Messera, eterno Messera, para meter un 1-0 fundamental, revitalizante, clave.
Han corrido 15 de las 38 batallas y el gran gladiador platense sigue en pie. Su particular conformación física le marca 1,066 pulsaciones por partido. ¿Poquito? Bastante poquito. Pero la suma de tantos poquitos puede transformarse en algo grande.
¿Futuro venturoso? Nada de eso: el paciente va a estar en terapia hasta 2010. Todos saben que si se salva de este primer flechazo vendrá el segundo. El futuro de Gimnasia mide apenas dos temporadas, y mejor no pensar en nada más.
Gritarle al viento
No se parece al Gimnasia de Timoteo, ni siquiera al mejor de Troglio. Pero este equipo de sangre azul y blanca ya tiene 21 puntos y entrega su oxígeno para llenar los pulmones del Lobo. Festejan el triunfo ante San Martín como si hubieran cruzado los Andes desnudos. Y, desnudos, revolean sus remeras conmoviendo a los imparciales. El villano de rojo y blanco se acerca a cimas Sudamericanas pero, por esta vez, no importa. Por esta vez, Gimnasia piensa en Gimnasia y en nadie más. Porque para eso volvió el Pampa, para eso volvió Chirola, para eso corre Teté González y para eso Messerita dibuja como una década atrás. Para que cuando el reloj dé las 38 fechas, todos juntos puedan gritarlo: “Que Gimnasia es de Primera, y de Primera no se va…” .
PUBLICADO EN LA PÁGINA WEB DE FOX SPORTS, NOVIEMBRE DE 2008
El número imperfecto
Había sumado 40 puntos en la temporada 06/07, 36 en la 07/08. Gimnasia arrancaba el campeonato con un espantoso 1,000 de promedio. Último: 13 puntos debajo de Racing, a 15 de Colón, a 16 de Banfield, a 17 de Central. Hasta el Gimnasia jujeño tenía dos unidades más. El Lobo dependía de que los dos ascendidos, San Martín de Tucumán y Godoy Cruz, no levantaran vuelo nunca.
Fantasma
Pensar en disputar la Promoción al final de la temporada era una mirada optimista. El descenso tarareaba canciones de los ’80 y los hinchas estaban hartos de jugar en el Estadio Único de La Plata: la vuelta a casa ya llevaba dos años y medio de espera. Un hervidero, sí.
Sonando
Había que mejorar a un plantel que había terminado 17º en el Clausura, y la estrategia estaba centrada en utilizar el dinero de la venta de Ignacio Piatti al exterior para traer importantes refuerzos. Pero… “Tengo problemas personales que hacen que no quiera irme del país. No quiero ser transferido a ningún club, estoy muy bien acá”, decía Nacho. Su posible pase a Boca también se frustró. En junio de 2009 quedará libre. ¿Casualidad?
Recortándote
Entonces, un plantel de jerarquía no había; y plata para comprar jugadores, tampoco. El uruguayo Diego Alonso, que había vuelto seis meses antes como un ídolo, era insultado. Y el mellizo Guillermo no estaba dispuesto a abandonar la MLS para ser jugador, técnico, símbolo y (si lo hubiera querido) hasta presidente del club. Del otro lado de La Plata, mientras tanto, pensaban en la Sudamericana con Verón, Calderón, Braña, Angeleri, Boselli, Gastón Fernández…
A veces vuelvo
Gimnasia estaba en Pampa y la vía, pero se olvidó de la vía y se quedó con el Pampa. “Volví al Lobo pensando con el corazón. De plata hablé sólo cinco minutos, hay cosas mucho más importantes para conversar”, decía Roberto Sosa, de gloriosa primera etapa en el club, neblinoso segundo paso, y 98 partidos y 39 goles como estadística en el club. El Nápoli, de la Primera División de Italia, intentó mantenerlo entre sus filas, pero el Pampa quiso volver.
Plan B: Anhelo de satisfacción
Su regreso encendió la arriesgada idea: apostar todo al presente. Incorporar jugadores grossos a préstamo, sumar mucho este año y después… Después veremos. ¿Había plata para eso? Tampoco, pero si Sosa valoró el esfuerzo económico y resignó algo de plata. ¿Por qué no confiar en que también lata el corazón tripero de algún otro?
Se intentó con Leandro Cufré, otro estandarte del club, pero fue imposible. El primero que se sumó a Sosa, a Alonso y al entrenador Guillermo Sanguinetti (401 partidos en el Lobo) fue Mariano Messera. Sí, Messerita: 160 partidos y 36 goles antes de irse en 2002. El goleador Sosa ya tenía quien lo asista.
El sueño
El entusiasmo contagia. Los que iban llegando trataban de convencer a alguien más. “Dale, Gimnasia nos necesita”, se escuchaba poco antes del comienzo del torneo.
“Cuando en tu casa las cosas están mal, sentís la necesidad de volver”, dijo Sebastián Romero luego de firmar su regreso. Chirola llevaba dos años en uno de los equipos más poderosos de Grecia, Panathinaikos, y hacía nueve que se había ido de La Plata. Pero justo él, que jugando para Racing le marcó un gol a Estudiantes y se dibujó la franja azul en la camiseta en el festejo, no iba a decirle que no a su primer amor: resignó parte de una deuda que los griegos mantenían con él para poder venir.
Hormigas
También llegó el Gato Sessa. Gastón (confeso hincha tripero pese a que jugó en Estudiantes) tenía dos años de contrato con el Barcelona de Ecuador y ofertas de Vélez, pero sintió que no podía terminar su carrera sin jugar en el equipo que más quiere. Y hasta el cordobés Esteban Teté González, que nació lejos de La Plata, sintió que la de Gimnasia era una llamada especial y acordó su segundo retorno a la institución.
Grandes esperanzas
El Pampa Sosa, Messera, Chirola Romero, Diego Alonso, Sessa, Teté González, Sanguinetti y hasta Jorge San Esteban (el que más partidos jugó para Gimnasia en la historia) se unieron por un objetivo: mantener al Lobo en Primera. “La mayoría de nosotros somos hinchas que sentimos la camiseta y hablamos de todo esto, pero no debemos confunirnos”, asumía el volante Fabián Rinaudo.
Ellos se pusieron la presión en la espalda, en las rodillas, entre los dientes: era tanta que sobraba por todos lados. En la 3ª fecha, Alonso clavó el 1-0 ante Huracán para conseguir el primer triunfo y amigarse con la hinchada. Y Messera la rompió en el 1-1 ante Independiente, en la 4ª. Pero el Lobo sumó apenas 6 puntos en 6 partidos y el promedio no mejoraba nada de nada.
Mil voces finas
“Muchos de nosotros hemos compartido diferentes planteles y coincidimos en que este grupo humano que se ha formado no es lo habitual entre los planteles profesionales. Para nosotros, el compromiso que asumimos con el club es superior a nuestra tarea profesional”, decía el comunicado que escribieron entre todos, y que leyó el Gato Sessa, para intentar sostener a Sanguinetti como técnico. Lograron la continuidad inmediata, pero se fue dos fechas después, luego de otra dolorosa derrota en el clásico contra Estudiantes.
Dale!
Todos habían asumido el riesgo de pelear el descenso con Gimnasia, y lo estaban sufriendo. Algunos ingratos en las tribunas los trataban de ‘ex jugadores’ o los acusaban de ‘venir a robar’. Ellos siguieron trabajando en silencio y humildad, como el Pampa Sosa, capaz de pedirle a la gente, cuando estaba siendo reemplazado que no lo aplaudiera porque había jugado mal.
El nuevo entrenador, Leonardo Madelón (raro: sin identificación con el club) debutó con un 0-0 ante River. Enseguida llegó un triunfo 1-0 ante Central, en Rosario, y el primer soplo importante para el promedio: 1,035. Gimnasia empezaba a reemplazar cualidades futbolísticas con ganas, amor propio, unión.
Hechizo
Luego del 0-0 contra Banfield, por la 11ª fecha, hubo otra situación casi tragicómica cuando Sosa fue entrevistado por un periodista. El Lobo había empezado el partido a 12 puntos de Rosario Central y Racing, y una unidad arriba de los jujeños. Para escapar de la Promoción tiene que superar al menos a dos de esos tres equipos y esperar que San Martín de Tucumán deje de sumar, que Godoy Cruz siga mal…
En fin: 0-0 contra el Taladro y entrevista a Sosa…
–Pampa, el punto no sirve demasiado…
–Hay que pensar en positivo, le descontamos un punto a Central.
–Pero están 11 puntos detrás…
–Bueno, pero también peleamos con Racing, que jugaba hoy, no sé cómo salió…
–Le ganó 2-1 a San Lorenzo, Pampa.
–Bueno, entonces complicamos a Gimnasia de Jujuy…
–Le acaba de ganar a River.
La cara de Sosa delataba la dolorosa impotencia de que nada jugara a favor.
Batalla
El Lobo no bajó los brazos. Le empató al candidato San Lorenzo, pero sufrió un cachetazo al perder contra Arsenal. En ese momento nadie salió a salvarse solo. Sabían que a la Primera Guerra Platense le faltaban 25 batallas y estaban dispuestos a sobrevivir hasta el final.
Sosa, claro, dio inicio al triunfo más inesperado: su primer gol tras el regreso fue clave para derrotar 2-0 a Vélez en el Amalfitani. Ahora sí, merecidos aplausos. “Gracias a Dios, este año en el club hay futbolistas que juegan por la camiseta. Eso hace que nuestra responsabilidad sea doble”, decía el desahogado Pampa. ¿El promedio? 1,044. ¿Poquito? Bastante poquito.
Eso vive
La 15ª fecha era ante un rival súper directo, San Martín de Tucumán, y las cosas se complicaron con la expulsión de Piatti en el primer tiempo. Pero a diez minutos del final apareció Messera, eterno Messera, para meter un 1-0 fundamental, revitalizante, clave.
Han corrido 15 de las 38 batallas y el gran gladiador platense sigue en pie. Su particular conformación física le marca 1,066 pulsaciones por partido. ¿Poquito? Bastante poquito. Pero la suma de tantos poquitos puede transformarse en algo grande.
¿Futuro venturoso? Nada de eso: el paciente va a estar en terapia hasta 2010. Todos saben que si se salva de este primer flechazo vendrá el segundo. El futuro de Gimnasia mide apenas dos temporadas, y mejor no pensar en nada más.
Gritarle al viento
No se parece al Gimnasia de Timoteo, ni siquiera al mejor de Troglio. Pero este equipo de sangre azul y blanca ya tiene 21 puntos y entrega su oxígeno para llenar los pulmones del Lobo. Festejan el triunfo ante San Martín como si hubieran cruzado los Andes desnudos. Y, desnudos, revolean sus remeras conmoviendo a los imparciales. El villano de rojo y blanco se acerca a cimas Sudamericanas pero, por esta vez, no importa. Por esta vez, Gimnasia piensa en Gimnasia y en nadie más. Porque para eso volvió el Pampa, para eso volvió Chirola, para eso corre Teté González y para eso Messerita dibuja como una década atrás. Para que cuando el reloj dé las 38 fechas, todos juntos puedan gritarlo: “Que Gimnasia es de Primera, y de Primera no se va…” .
PUBLICADO EN LA PÁGINA WEB DE FOX SPORTS, NOVIEMBRE DE 2008
Nota de 2010: En esa temporada, la 2008/09, Gimnasia sumó 55 puntos, trepó a 1,149 de promedio y debió jugar una dramática Promoción en la que, tras perder 0-3 el primer partido, derrotó 3-0 en la revancha a Atlético Rafaela y se mantuvo en Primera División.
El detalle: Los 15 subtítulos de esta nota toman su nombre de alguna canción de Catupecu Machu. ¿Por qué motivo? Simple capricho. El perfil de Novak Djokovic, por caso, contenía en sus subtítulos a canciones de Alejandro Sanz.
Muy bueno el articulo,soy un fiel seguidor de tu blog,pero esta vez firme en el articulo del club de mis amores.
ResponderEliminarTe cuento que tengo 20 años, y estoy estudiando periodismo deportivo en la unlp.
La verdad que tu laburo es digno de un aplauso.
un saludo y que estes bien.
Renzo Bustamante.
renn.22@live.com
Muchas gracias, Renzo. Me causó alegría tu mensaje, siempre es interesante saber que alguien lee del otro lado del monitor. Y esperemos que Gimnasia se quede en Primera. Suerte en tu carrera.
ResponderEliminarrecien en el 2013 puedo leer tu articulo, te felicito, por contar y reflejar de muy buena manera como sentimos todos los triperos esa temporada,que particularmente la vivi como un titulo (hasta hicimos una pelicula que la pasaron en los cines de la plata!!).
ResponderEliminarmuchas gracias y felicitaciones!
Arq. Miguel Dueñas