miércoles, 25 de agosto de 2010

¡No hay Nadal mejor!

CUANDO EL PLANETA SE RENDÍA ANTE LA MAJESTUOSIDAD DE FEDERER, UN ESPAÑOL DE 23 AÑOS CORRIÓ Y CORRIÓ HASTA QUITARLE EL PRIMER LUGAR DEL RANKING. AHORA ES RAFA QUIEN PARECE INVENCIBLE. ¿YA ES UNO DE LOS MEJORES DE LA HISTORIA?

Roger Federer es uno de los cinco mejores tenistas de la historia, quizás el mejor. Roger Federer ganó 13 torneos de Grand Slam, 58 títulos ATP, 644 partidos. Roger Federer llegó al puesto número 1 del ranking mundial en febrero de 2004 y estuvo allí durante 237 semanas, durante 1.659 días seguidos. Roger Federer es talentoso, de disciplina irreprochable, con fuerte mentalidad, humilde. Roger Federer es, sencillamente, un genio. Rafael Nadal lo derrotó.

Ésa es la presentación más contundente que se puede hacer sobre el españolito de 23 años: es el hombre que venció al invencible. Una, dos, trece veces Nadal le ganó al suizo. Trece veces fue mejor que el mejor. Y cuando el planeta tenis se preguntaba si alguien podría quitarle el número 1 antes de que Roger decidiera retirarse, Rafa se lo quitó.

En el pasado, Nadal vivió bajo la sombra de su archienemigo. Desde julio de 2005, durante 160 semanas, durante 1.120 días seguidos, fue el 2º mejor tenista del mundo. Durante esas 1.120 noches supo que sólo el invencible Roger estaba por encima suyo.

“Siento que tengo pocas posibilidades de ser número 1”, había confesado Rafa en una entrevista concedida a Fox Sports en Español en 2007. Era la Era Dorada de Federer. “Cada vez que lo enfrento siento que Roger es mejor que yo, más completo, más elegante –asumía–. Tiene mejor servicio, mejor volea, más recursos de ataque, todo le sale fácil”. Federer tenía todo. Pero, hoy, Rafa tiene un poco más.

Se puede buscar la explicación para el cambio de liderato en el descenso del nivel de Federer. Pero, tiempo atrás, incluso su nivel actual le hubiera alcanzado para ser el mejor. Entonces, el factor decisivo es Nadal. Nadal y su constancia. Nadal y su arrogancia bien entendida. Nadal y su crecimiento tenístico sostenido.

Su historia deportiva se desarrolló como la de la mayoría de los mejores de todos los tiempos: sin respetar al tiempo. Nadal superó uno y otro y otro record de los que comienzan con “el tenista más joven en...”. Fue el más joven en ganar un partido ATP (15 añitos), en ganar la Copa Davis (a los 18), el más joven Top Ten de las últimas dos décadas (tenía 19)...

Lo notable es que la curva de Nadal sigue apuntando hacia arriba, aun cuando ya es el número 1. Las estadísticas lo evidencian. En 2004 ganó un torneo y obtuvo 62% de triunfos. En 2005 sumó 11 títulos, con 89% de efectividad. En 2006 acumuló otros 5 trofeos y 84% de victorias. Idéntico 2007: 6 campeonatos y 84%. Y exagerado 2008: 8 títulos y 89% de juegos ganados. ¿Cómo comenzó 2009? Ya suma 5 torneos y... 92% de efectividad. Sí, sí: 92%.

“Juego punto por punto, siempre. No pienso más allá –devela su particular técnica mental–. Durante los partidos no pienso en cómo está el marcador, sino en la pelota que voy a jugar. Esa intensidad, esa mentalidad es lo mejor que tengo. Mis rivales me ven tan concentrado y tan poco dispuesto a rendirme que se desesperan”.

Nadal vs Federer

“Los juegos entre Roger y Rafa son el clímax para los adoradores de la raqueta, enfrentamientos que explotan en el presente y retumbarán en el futuro –así presentó nuestra página web la final del Abierto de Australia 2009–. Si Rafa y Roger hubieran vivido en épocas distintas, no faltaría quien hubiera pensado ‘¡Qué fantástico hubiera sido ver un juego entre ellos!'”. Pero, por capricho del espacio-tiempo, esos juegos existen y podemos disfrutarlos.

Nadal le ganó a Federer incluso en su primer enfrentamiento, cuando el suizo era número 1 indiscutido y el mallorquín, 34º del ranking. Y sucedió sobre cemento, superficie que le resulta más cómoda a Federer que a Nadal. En ese momento (marzo de 2004) comenzó la ventaja que Rafa ha ido aumentando sobre su mayor rival: lo ha derrotado 13 veces y ha perdido sólo 7.

Si el mismo Nadal admite que Federer es mejor, ¿por qué Roger pierde tan seguido? “A él le molesta mi tipo de juego: defensivo y con mucho efecto –es la respuesta de Nadal–. Sobre todo porque le juego muy pesado al revés y le cuesta rematarme con ese golpe. Mi única oportunidad siempre fue hacerle saber que debe ganarme cada punto varias veces, ponerlo nervioso. Después de todo, él también es humano”.


Nadal vs la historia

Si a los 23 años pudo arrebatarle la cima a uno de los mejores, ¿qué tan alto puede llegar Rafa? Comencemos a buscar respuestas. ¿Ya está al nivel de Federer? No. Aunque la actualidad de Nadal lo haya llevado a la cima del Ranking ATP, aún le resta un largo camino para estar a la par de esa magnificencia: los 13 Grand Slams y los más de cuatro años como número 1 de Roger son una vara altísima. ¿Nadal puede ser el mejor de la historia? Sí. Es súper difícil, eso es claro, pero todas las comparaciones dejan abierta esa posibilidad. Por caso, Nadal ganó su sexto Grand Slam a los 22 años. A esa edad, Federer había obtenido apenas uno y Pete Sampras (otro de los cinco mejores de todos los tiempos) sumaba tres. Además, ha logrado romper la idea de que su dominio se extiende sólo sobre arcilla: en 2008 obtuvo el título en Wimbledon, sobre césped, y en 2009 festejó sobre la rápida carpeta de Australia. El único Grand Slam que le falta es el US Open, justo el paraíso de Federer: el suizo ganó los últimos cinco torneos. Pero este año Rafa llegará como número 1, envalentonado y...

Nadal vs la exageración

Analizar a Rafa precisa de un equilibrio complejo. Está en su mejor momento y entonces todo pareciera estar a su favor. Pero, ¿no ocurría lo mismo con Federer sólo una temporada atrás? Por ello hay que tener precaución y advertirlo: es tanto lo que ha logrado Nadal como lo que le resta lograr.

Si este mismo año iniciara un declive y, por ejemplo, perdiera el primer lugar del ranking y no ganara ningún otro Grand Slam en su carrera (no es lógico pero es posible), Nadal quedaría en la historia como un tenista brillante sobre arcilla y muy poco más.

Sin embargo, también hay que advertir lo contrario: si continúa creciendo con este ritmo intenso, si mantiene el ferviente deseo de ganar cada punto y no se retira a corta edad, Nadal estará entre los mejores de la historia. Parece depender de él, porque Federer es cinco años mayor, y en algún momento Nadal gozará de un circuito “despejado”. Porque sin Rafa enfrente, el suizo hubiera ganado incluso más de lo que ganó. Y sin Roger enfrente... sin Roger enfrente ya veremos de lo que Nadal es capaz.

“Jugar contra Rafa es el reto más grande que nunca he tenido –reconoce Federer–. Es el mejor en este momento y lo ha probado sobre todas las superficies. Prácticamente olvidó lo que significa perder”.

No es el único que siente algo especial al verlo del otro lado de la red. “Cuanto más juego contra él, más oportunidades tengo de demostrarme algo a mí mismo –filosofa el serbio Novak Djokovic, Nº4 del ranking–. La gran ventaja de Nadal es su fuerza mental”.

El legendario Pete Sampras lanza una advertencia: “Rafa podría marcar una nueva época en el tenis, pero es mucho el gasto que hace para seguir en la cima. Se esfuerza tanto en cada punto que terminará rompiéndose”. La obsesión por ganar cada pelota, marcada por el mismo Nadal como su mayor virtud, podría ser también su punto débil.

Estadísticas y sensaciones

Las comparaciones entre tenistas de distintas épocas son usualmente engorrosas, forzadas. Especialmente en el intento de definir algo tan difícil de definir como “quién es mejor”. Los dos caminos que nos salvan de explicaciones superfluas y arbitrariedades permanentes son las estadísticas y las sensaciones.

Las estadísticas explican que Nadal necesita al menos tres años más jugando al máximo nivel para entrometer su apellido en los listados de honor: entre los más campeones, los más ganadores, los más efectivos.

Las sensaciones colectivas son menos visibles pero igual de valiosas. Es sencillo: el mundo del deporte tiene la sensación de que Michael Jordan es el mejor basquetbolista de todos los tiempos. Hay quien no está de acuerdo y se pueden intentar miles de análisis y comparaciones de todo tipo, pero la sensación está instalada: Air es el mejor.

Lo mismo sucede con Federer: es uno de los mejores de la historia. Más allá de sus numerosos logros, de sus estadísticas prodigiosas, la afirmación se basa en esa sensación de estar en presencia de un deportista único e insuperable. Con Nadal aún no ocurre: se ha ganado la admiración y el reconocimiento general, pero hacen falta más juegos épicos, más pelotas imposibles que corra y corra y alcance, más trofeos levantados, más emociones. Hace falta, en definitiva, que Rafa siga siendo Rafa. Si lo hace, más tarde o más temprano la historia grande del tenis le entregará un sitio privilegiado.

Rafa Nadal ganó 6 torneos de Grand Slam, 36 títulos ATP, 462 partidos. Rafa Nadal llegó al puesto número 1 del ranking mundial en agosto de 2008 y se mantiene allí desde hace 41 semanas, desde hace 287 días seguidos. Rafa Nadal es inquebrantable, de entrega irreprochable, con fuerte mentalidad, una máquina de correr. Rafa Nadal es, sencillamente, un genio.

Rafa habla de Rafa
¿Cómo se define Nadal? ¿Qué hace en su intimidad? Las respuestas, en sus propias palabras. “Siempre fui el mismo: cuando comencé a jugar, cuando fui número 2 del ranking y ahora. Más allá de lo deportivo, hago lo que todo el mundo. Vivo con mis padres en Mallorca y eso no va a cambiar, es el sitio ideal para mí. Allí me conocen desde siempre y hago una vida totalmente normal. Soy tranquilo, sencillo, me gusta estar en casa con mi familia. Pero no soy de echarme en el sofá, prefiero estar en movimiento o salir con mis amigos, la misma pandilla con la que me crié. Una de mis actividades favoritas es el golf, hace ya cuatro años que lo practico y me apasiona. También el fútbol, claro. Juego con mis amigos y, cada vez que puedo, voy a ver al Madrid. Me gusta mi vida, soy una persona bastante feliz”.
Desde hace algún tiempo, Rafa mantiene una relación de pareja con Xisca Perelló, una amiga de su única hermana a la que conoce desde pequeño. Pese a que han sido fotografiados juntos, él prefiere no hablar sobre ese tema con la prensa. Y alimenta así sus aires de sencillez extrema, de sociabilidad limitada, de adolescencia tardía que se potencian con una última confesión: “Desde pequeño le tengo miedo a la oscuridad, y todavía lo sufro. Dormir en casa solo y con la luz apagada no me gusta nada”.

PUBLICADO EN FOX SPORTS (PUERTO RICO) Nº27, JUNIO DE 2009

Nota de 2010: Éste fue mi último artículo como periodista de Fox Sports. Un mes después, la editorial cerraría sus puertas.

1 comentario:

  1. Nadal es un genio.Seguro que tendremos al tenista mejor de toda la historia en españa dentro de unos años.

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