sábado, 28 de junio de 2014

Siete razones por las que Racing sonríe

Por Martín Estévez

Los pibes la rompen, el promedio es el mejor de la última década, la quiebra quedó en el olvido, no cambia de técnico cada 15 fechas, viene de hacer una gran campaña, jugará la Copa Sudamericana y, especialmente, Independiente navega en el Nacional B. La Academia tiene motivos para ser feliz.

1) Brillan los pibes de Inferiores
Decir que las divisiones inferiores de Racing siempre fueron un gran semillero es mentira. Sí: Milito, Lisandro López y Sergio Romero son cracks, pero ¿cuántos laterales sacó Racing en los últimos veinte años? ¿Y enganches? Por eso, que hoy convivan juveniles de los muy buenos (Vietto, Centurión, De Paul) con promesas (Galanternik, Saveljich, Rolheiser, Fabio Videla) demuestra una feliz evolución. El más experimentado de los pibes es Bruno Zuculini, que debutó en 2010, cuando tenía apenas 16 años. 
“Fue muy loco –recuerda–, estaba en Séptima y de un día para otro me citan de la Reserva. Jugué unos 15 partidos y Claudio Vivas me subió a Primera. ¡Racing era un volcán! Debuté contra Gimnasia, perdimos, quedamos en Promoción y echaron a Vivas. Es muy diferente a lo que pasa ahora, los chicos suben más despacio. Hace tres años que el club viene haciendo bien las cosas”. El apellido Zuculini es familiar en Racing. “Yo llegué a los 7 años con mi hermano Franco, que tenía 9. A él lo vendieron a Alemania en 2009, pero cuando volvió en 2011 cumplimos el sueño de jugar un partido juntos, un 3-0 contra Newell's”. 
Bruno suma 69 partidos y 6 goles, ¿ya piensa en irse a Europa? “No, antes me gustaría ganar algo con Racing”. Suena a declaración de casete. “No, no, en serio –se pone firme–. Si fuera por mí, me quedo algunos años más, lo que pasa es que si al club le llega una buena oferta, es difícil decir que no. Pero te digo la verdad: mi sueño es cumplir 100 partidos en Racing, que me den una plaqueta. Hace poco la gente cantó 'Zuculini, Zuculini', y no me puse a llorar porque me estaban viendo todos, pero tuve ganas. Yo amo a Racing. Y el día de los 100 partidos voy a llorar, seguro”.

2) El promedio ya no asusta 

Racing sufrió por los promedios, y sufrió en serio, en 2000, 2001, 2006, 2008, 2009 y 2010. Seis temporadas con la soga al cuello (incluyendo la infartante Promoción 2008 que le ganó a Belgrano) pusieron a sus hinchas siempre en alerta. Pero, por primera vez desde el año 2005, la Academia mirará con total tranquilidad la tabla del descenso. Es más: Racing comenzará con la suma más alta al iniciar una temporada desde 2003: 112 puntos. Entre 2007 y 2011, el equipo arrancó apretado: 93, 89, 92, 98 y 98 unidades. Ahora, gracias a la muy buena temporada 2012/13, Racing comenzará 8º en los promedios, con 26 puntos de ventaja sobre Argentinos Juniors, 25 arriba de Godoy Cruz y 19 más que Atlético de Rafaela. ¿Cuántas veces comenzó mejor? Sólo dos. En la temporada 1997/98 arrancó con 123 puntos; y en la 2003/04, con 124. Un dato más: en los últimos 25 años, Racing nunca lideró la tabla de promedios.

1,474 es el promedio con el que Racing iniciará la temporada 2013/14. Acumula 50 puntos de la 11/12 y 62 de la 12/13. El de mejor promedio es River, con 1,684.

3) El enemigo está en la B 

¿Para qué negarlo? El principal motivo de la alegría de Racing en esta temporada será ver a su histórico rival, Independiente, por primera vez en el Nacional B. En los últimos 40 años, la Academia fue el equipo golpeado de Avellaneda, pero la situación está cambiando. Y no sólo por el descenso del Rojo. Debajo aparece la tabla del milenio. O sea, cuántos puntos sumaron los equipos grandes desde 2001. Y ahí se ve que Racing le saca 35 a Independiente, ventaja que se extenderá durante toda la temporada 2013/14.


4) No hay caos económico 

Parece un mundo paralelo, pero en julio la AFA embargó por deudas a doce clubes y Racing no estuvo en esa lista. Tampoco hay un plantel armado en función de préstamos. Y lo más importante: la deuda que generó la quiebra y el gerenciamiento, los 34 millones de dólares que atosigaron a Racing a principios de siglo, se redujo a cero. El club sigue generando déficit mensual por el alto costo del plantel, pero equilibra la balanza con las ventas. Primero fue la de Valentín Viola al Sporting Lisboa en 2012, y este año le tocó a Luis Fariña, recientemente transferido al Benfica por 4,6 millones de dólares, de los cuales a Racing le quedaron 3 millones. Son más de 16 millones de pesos con los que se cubrirá el déficit de toda la temporada y con los que el club podrá sostener, al menos durante seis meses más, al resto de los juveniles codiciados en Europa.

5) Volvió a ser internacional

 Cuando desapareció la Copa Mercosur, en 1999, Racing comenzó a ser un equipo casero, destinado al torneo local. Durante 12 años, la Academia sólo había participado en la Copa Sudamericana 2002 y en la Libertadores 2003. Después, nada. A partir de 2009, cuando el club volvió a la democracia, comenzó a acercarse a las copas. Retornó al plano internacional en 2012, cuando jugó la Sudamericana: fue rápidamente eliminado por Colón. Pero las buenas campañas siguieron y este año, por segunda vez consecutiva, la Academia estará en la Sudamericana. El 14 y el 28 de agosto enfrentará a Lanús en busca de pasar de fase en una copa, algo que no consigue desde hace una década.

6) La estabilidad deportiva

Tres de los últimos cuatro entrenadores de Racing cumplieron su contrato. Con la excepción de Basile, que renunció, a Miguel Angel Russo, Simeone y Zubeldía les respetaron lo firmado. La novedad es que Luis fue el primero en renovar su vínculo: el proyecto a largo plazo va en serio. Al cierre de esta edición, Zubeldía sumaba 59 partidos entre torneos locales, copas y amistosos. Con tres más superará a Russo (61) y se convertirá en el DT que más dirigió a Racing en un solo período desde la creación de los torneos cortos en 1991.

7) El impulso de los 62 puntos 

Si Racing sufría en años anteriores, ese sufrimiento se trasladaba a la relación entre hinchas y jugadores. Aveldaño, Marcos Cáceres, Licht, Aued, Pablo Caballero, Lucero, Toranzo eran futbolistas a los que no insultaban pero miraban con desconfianza. Hoy, además de querer a Saja, Vietto y Centurión, los hinchas se sienten cómodos con Fernando Ortiz, Pelletieri, Zuculini, De Paul... Los 62 puntos durante la última temporada generan unidad entre hinchas y jugadores. Habrá que aprovecharla.

PUBLICADO EN EL GRÁFICO Nº4437 (AGOSTO DE 2013)

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