Por Martín Estévez
Si cuando ves tipos con casco y una pelota cambiás de canal porque no entendés nada, te explicamos rápidamente de qué se trata esto de los touchdowns y los mariscales de campo.
En la segunda mitad del siglo XIX, los deportes en equipo comenzaron a expandirse en el mundo occidental. Habían surgido el rugby y el béisbol; se mantenía la popularidad del cricket; y se había reglamentado el fútbol.
Si rugby y fútbol nacieron desde un juego común (enviar un objeto hacia la meta rival), de ese mismo tronco germinó el fútbol americano. Surgió como un “entretenimiento” en las universidades de Estados Unidos, en las que los fortachones intentaban “llevar un objeto hacia la meta rival”, pero casi sin reglas. Había que hacerlo como fuera: engañando, empujando o golpeando.
Por su brutalidad, sufrió diversas prohibiciones; hasta que en 1869, luego de crear reglas que limitaron (un poco) la violencia, las universidades de Rutgers y Princeton jugaron el que puede considerarse el primer partido reglamentado en la historia del fútbol americano.
Vayamos, tras esta introducción, al verdadero objetivo de este texto: contarles en cinco minutos, a los que no lo saben, cómo se juega al fútbol americano.
1) Se enfrentan dos equipos de 11 jugadores, todos con casco. La cancha mide 120 yardas de largo y 53 de ancho. O sea, cerca de 110 metros de largo y 49 de ancho. Las yardas están claramente marcadas en el campo. El objetivo es sumar más puntos que el rival.
2) El partido dura cuatro períodos de 15 minutos. El reloj se para cuando el juez principal lo solicita. Se basa en posesiones (“downs”). El que tiene la pelota (ovalada y con costuras) intenta acercarse a la meta rival. El rival intenta frenar el avance o robar la pelota.
3) El partido comienza con una patada a la pelota de un equipo hacia el campo rival. A partir del momento en que un jugador toma el balón entre sus manos, es clave la yarda en que lo hace. ¿Por qué? Porque tendrá cuatro posesiones para avanzar diez yardas. De lo contrario, se le otorgará el balón al rival. Si consigue avanzar diez yardas, se renuevan sus cuatro posesiones.
4) El que recibe la pelota (usualmente, el “mariscal de campo”) puede avanzar corriendo o lanzar la pelota hacia algún compañero. Si la pelota toca el suelo, se considera “pase incompleto” y se vuelve al punto inicial de la jugada, pero el equipo pierde una de sus posesiones. Los que defienden pueden sujetar o empujar a quien tiene el balón. Cuando el que lo tiene es derribado, termina la posesión, y la próxima comienza en la yarda en la que fue derribado.
5) En la mayoría de los casos, cuando un equipo no avanzó las diez yardas en sus primeras tres posesiones, utiliza la cuarta para dar una patada de despeje a la pelota. Así, aunque pierde la posesión, se asegura que el rival comience la suya lo más lejos posible.
6) ¿Cómo se suman puntos?
* Si un jugador llega a la zona de anotación rival (espacio de diez yardas al final del campo) con el balón en su poder, se considera touchdown, y su equipo suma 6 puntos.
* Luego de cada touchdown, el equipo puede patear una vez para intentar que el balón pase entre los postes rivales (iguales que en el rugby) y sumar un punto extra. También puede comenzar una jugada a dos yardas de la meta rival e intentar otro touchdown en sólo una posesión: eso se llama conversión de 2 puntos.
* Si el equipo que ataca logró cuatro veces el objetivo de avanzar diez yardas, puede pedir en cualquier momento el intento de patear hacia los postes. Si aciertan, se llama gol de campo (field goal) y vale 3 puntos.
*Si un jugador tiene la pelota y es derribado dentro de su propia zona de anotación, se considera “safety” y el equipo rival suma 2 puntos.
7) Si luego de los cuatro períodos el resultado es empate, se juega un tiempo extra. El primero que anota algún punto, gana. Si en esos 15 minutos ninguno anota (algo muy poco usual) se determina un empate.
Publicado en la página web de El Gráfico (noviembre de 2015)
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