Por Martín Estévez
Ya se jugaron los cuatro Grand Slams y el balance del tenis argentino resultó negativo. Leo fue el mejor.
Además de haber sido clave para mantener a la Argentina en el Grupo Mundial de la Copa Davis, Leonardo Mayer fue, por escándalo, el mejor tenista nacional en los Grand Slams de 2014. Un año negativo para el país en los torneos grandes, con pocos triunfos y descenso en el número de competidores. Podríamos utilizar las lesiones de Juan Martín Del Potro como excusa, pero no fue sólo su ausencia la que generó esta pequeña caída.
Los Grand Slams los juegan 240 tenistas, de los cuales 112 ingresan por su ranking (o por invitación) en el cuadro principal, mientras otros 128 disputan la clasificación, que otorga 16 lugares más. En 2013, hubo 47 argentinos en Australia, Roland Garros, Wimbledon o el US Open. En 2014, la cifra bajó a 45.
En cuanto a los que llegaron a un cuadro principal, el año pasado fueron 26; y este año, 23. ¿Cuántos alcanzaron al menos la tercera ronda? Tres en cada año. Lo mejor en 2013 fue el acceso de Del Potro a las semifinales de Wimbledon (con un fabuloso triunfo ante David Ferrer incluido), mientras que el punto más alto de 2014 lo consiguió Mayer al trepar hasta octavos de final en Roland Garros. No es una catástrofe, sino la continuidad de un declive sutil que viene produciéndose en los torneos grandes desde hace un lustro y que también invade al tenis femenino. Aunque la estadística general permite observar el problema, el análisis jugador por jugador lo evidencia.
Del Potro: por lesiones sólo jugó en Australia, y para peor fue eliminado en 2ª ronda, inesperadamente, ante el español Bautista Agut.
Juan Mónaco: En 2013 había ganado dos partidos (en Wimbledon) y perdió 4. Este año, apenas ganó uno en Roland Garros.
Carlos Berlocq: Llegó a 2ª ronda en Australia y en el US Open 2013. En 2014, sólo una victoria en Roland Garros.
Horacio Zeballos: Había jugado los cuatro Grand Slams y avanzó a 2ª en París. En esta temporada, únicamente llegó al cuadro principal en Australia, y perdió.
Guido Pella: Sorprendió en 2013, cuando jugó los cuatro torneos y ganó un partido en Roland Garros. Este año, no pasó de la clasificación.
Máximo González: Se destacó con un triunfazo en el US Open 2013 ante Janowicz (14º). En 2014, cero triunfos.
Martín Alund: Atravesó la clasificación en Wimbledon 2013, pero lo detuvo Ferrer (4º). No pudo repetirlo un año después.
Claro que no todo fue negativo. En Roland Garros 2014, Diego Schwartzman y Facundo Bagnis llegaron desde la qualy y avanzaron a 2ª ronda. Bagnis también trepó al cuadro principal en el US Open. Andrés Molteni (Roland Garros) y Juan Ignacio Londero (US Open) ganaron dos partidos y estuvieron a un paso de superar la clasificación. Y Mayer brilló, no sólo por sus 8 triunfos en cuadros principales (todos los demás sumaron 6), sino porque sus derrotas fueron ante genios: contra Novak Djokovic (2ª ronda de Australia), Rafa Nadal (3ª de Roland Garros), Grigor Dimitrov (octavos de Wimbledon) y Kei Nishikori (3ª del US Open).
Sola en la oscuridad
Paula Ormaechea (foto) fue la única argentina que ingresó al cuadro principal de un Grand Slam. De hecho, jugó los cuatro. Perdió en primera ronda en todos, excepto Roland Garros: avanzó hasta la tercera fase y fue eliminada por Maria Sharapova (8ª).
María Irigoyen y Florencia Molinero extendieron su increíble racha: suman 12 y 8 eliminaciones consecutivas en la primera ronda de las clasificaciones. Ninguna otra argentina siquiera se anotó para jugar en las qualys.
El panorama tuvo un mínimo cambio desde 2013, cuando Ormaechea había jugado dos de los torneos grandes: llegó a 3ª ronda en Roland Garros y a 2ª en el US Open. Exceptuando a Paula, la última argentina en el cuadro principal de un Grand Slam fue Gisela Dulko, en Australia 2012
Publicado en El Gráfico N°4450 (octubre de 2014)
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