domingo, 23 de junio de 2013

Lisandro López: “Cuando hice el gol, me olvidé de todo”

Por Martín Estévez

El autor del grito más importante en la historia de Arsenal tenía preparado un festejo dedicado a sus padres, pero la emoción lo superó y solo pudo abrazar a sus compañeros. Julio Grondona había pedido que no se fuera del club y él le cumplió, pero sabe que es hora de un cambio: "Me gustaría jugar en Inglaterra o en un grande de la Argentina".

Los defensores no están de moda en el fútbol argentino. ¿Quién se anima, acaso, a decir cuáles fueron los centrales en los últimos cinco partidos de la Selección? Por eso, que Lisandro López sume prestigio tiene doble mérito. En el Clausura, formó junto a Guillermo Burdisso una sólida barrera defensiva. El equipo recibió sólo 15 goles y ellos fueron clave para sostener esa marca. Ahora, Lisandro puede contar cómo son las dos caras del fútbol. “Descender es, junto a lesionarte, lo peor que te puede pasar –asegura-. Y yo lo sufrí en Chacarita; no ganábamos un partido. En Arsenal pasó lo contrario, las victorias fueron apareciendo solas. Además del de Belgrano y el de Boca, hubo un partido muy importante en el que no estuve por lesión: fuimos a la cancha de All Boys a jugar un partido de Promoción, de seis puntos, y ganamos. Ahí dimos el salto y nos metimos en el quilombo de arriba”.

Ante Belgrano, en la última fecha, Lichi (como le dicen en Villa Constitución, su pueblo) marcó el segundo gran gol de su carrera. ¿Y el otro? El otro fue una chilena genial ante Olimpo, elegida por la FIFA como uno de los diez mejores goles de 2010. “Vinieron desde Europa para hacerme una nota, y también de Brasil. Me llamaron de todos lados. Fue lindo porque competí con Messi, Neymar, Rooney... Estábamos por jugar por la Sudamericana y Julito Grondona me dio el papel que anunciaba que estaba entre los mejores goles. Lo leí delante del plantel y me aplaudieron todos”.

Su llegada y su permanencia en el club estuvieron ligadas con los deseos del presidente, Julio Grondona hijo. “Cuando terminé esa temporada con Chacarita, aparecieron ofertas de Argentinos Juniors, de Godoy Cruz -recuerda-, pero al tener un llamado de Grondona ya no había nada más que hablar, era caso cerrado”.

Desde hace un año cuenta con posibilidades de cambiar de club, pero... “En junio de 2011 tuve la chance de irme a Europa y Grondona no me dejó ir. Y hace poco, en diciembre, estuve muy cerca de arreglar con el Inter de Porto Alegre, pero me contó que habló con su papá (Julio, presidente de la AFA) y que él le dijo: ‘Vos lo vas a vender y vas a tener plata en el banco, pero nos vamos a ir al descenso y yo me muero’. Mirá vos, si me hubiera ido, no habría tenido la suerte de salir campeón”. Ahora tiene el permiso para dejar Arsenal ante una buena oferta. “Me gusta el fútbol inglés. Ojalá algún club de Inglaterra esté interesado en mí -desea-. O un grande de Argentina. No me importa tanto lo económico porque recién tengo 22 años”.

Con madurez, asume que ningún grupo es sencillo. “Conflictos en los planteles hay siempre. Lo bueno es que hay gente grande que lleva bien al grupo, como Adrián González, Campestrini, Legui, Esmerado... Nos guían y nosotros solo tenemos que seguirlos”.

Aunque pocos lo sepan, para el segundo Lisandro López famoso (el primero es el ex Racing que la rompe en Europa) no es nuevo marcar goles decisivos. “Hasta los 13 años fui delantero. Me acuerdo de que en una final Riberas del Paraná-Atlético Empalme ganamos 2-0 y metí los 2 goles. De grande, cuando pasé a defender, fue un cambio grande, pero en Chacarita pude hacer 2 goles y en Arsenal llevo 10, así que ante Belgrano me tuve fe para ir a buscarlo. Incluso tenía festejos preparados. Como mi viejo, Pedro, es mozo, iba a hacer que llevaba una bandeja. Y también iba a dibujar un corazón para mi mamá. Los dos estaban en la tribuna, pero cuando llegó el gol me olvidé de todo, lo único que hice fue gritarlo y abrazar a mis compañeros”.

Desde que se convirtió en defensor hasta ahora, evolucionó observando y jugando. “Cuando empecé en Chacarita lo miraba mucho a Demichelis, ahora me encanta Piqué. Y en la cancha aprendí las mañas del defensor. Al principio era bastante light, pero a medida que fueron pasando los partidos fui sintiendo el roce, me fui haciendo más fuerte. Ahora hablo más adentro de la cancha y sé cuándo ir, cuándo no. Antes quería hacer todo”.

Además de sus padres, Lichi recuerda que muchos lo ayudaron durante su carrera. “La academia de Ernesto Duchini, Sergio Busciglio, la gente de Villa Constitución, la banda del Damián, que es el grupo de mis amigos, mi representante, Gustavo Goñi, Jorge Panuzzi, Jorge Bianco, Gamboa, Alfaro...”. Sin embargo, Lisandro exige apoyo en otro asunto: “Prometí que si salíamos campeones me iba caminando a Luján. Espero que algún amigo me acompañe para no tener que ir solo...”.

PUBLICADO EN EL GRÁFICO Nº4424 (JULIO DE 2012)

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