domingo, 30 de junio de 2013

Londres 2012 - Césped para la legión

Por Martín Estévez

El tenis masculino estará inmejorablemente representado en Londres: Del Potro, Mónaco, Nalbandian y Berlocq serán rivales difíciles para cualquiera. Edu Schwank y la dupla femenina formada por Paola Suárez y Gisela Dulko se sumarán para los dobles. Van por la cuarta medalla.

El tenis argentino se popularizó en la década del 70 gracias a Guillermo Vilas. Pero a partir de 1998, impulsado por buenos jugadores que parecen reemplazarse unos a otros, esa popularidad creció. Junto al básquet y, tal vez, a Las Leonas, será el deporte en el que más se fijen los ojos argentinos. Todos los partidos serán sobre césped, una superficie que históricamente les ha costado mucho a los nuestros.

La clasificación fue una muestra de que el tenis masculino nacional es de los mejores del planeta. Como máximo, podían asistir cuatro jugadores por país, y Argentina llenó el cupo. Juan Martín Del Potro, Juan Mónaco, David Nalbandian y Carlos Berlocq le ganaron en el sprint final a Juan Ignacio Chela, que se quedó afuera. Además, Eduardo Schwank fue invitado para competir en dobles gracias a sus buenos antecedentes en esa especialidad.

Sin embargo, el tenis femenino atraviesa sensaciones opuestas. En uno de sus peores momentos, y sin jugadoras entre las cien mejores, apostará solamente a la dupla Paola Suárez-Gisela Dulko. Y menos mal que volvió Paola (ex N°1 en dobles y medalla de bronce en Atenas 2004), porque de otro modo nos quedábamos sin representantes.

Juan Martín Del Potro es la principal esperanza de medalla. La Torre de Tandil parece cada vez más cómodo en el Top Ten: se pasea entre el puesto 9 y 10 amenazando con dar el salto. A los 23 años vivirá su primera experiencia olímpica. Está sosteniendo una temporada interesante (campeón en Marsella y Estoril, finalista en Rotterdam) y no anduvo mal en Wimbledon, donde avanzó tres rondas y cayó ante David Ferrer en octavos de final.

Juan Mónaco explotó este año. Ganó en Viña del Mar y Houston, y ya está 14°. El césped es una superficie que nunca le gustó demasiado, pero en Wimbledon 2012 avanzó dos rondas por primera vez. Además, los Juegos parecen entusiasmarlo: “Cuando fuimos a Beijing estuvimos con todos los deportistas en la fiesta inaugural, fue buenísimo. Entramos saltando, cantado, revoleando las remeras. Dar la vuelta ahí, que te enfoquen las pantallas ¡y saber que te está viendo todo el mundo! Sentís orgullo. Es espectacular, único”.

Aquella vez, Pico perdió en primera ronda ante un muy joven Marin Cilic (19 años). Claro, el tandilense también era bastante más chico. “A diferencia de los Juegos anteriores, tengo un poco más de experiencia, de madurez –compara–. Este año vengo haciendo las cosas bastante bien, tenísticamente me siento entero. Es todo un desafío jugar bien en césped, una superficie que no se me dio del todo bien”.

A los 28 años, Mónaco le da altísimo valor a la posibilidad de conseguir una medalla: “Para todos nosotros, los Juegos son muy importantes. Hasta me cuesta pensar si más o menos que la Copa Davis, porque un objetivo es grupal y el otro es individual. Las dos cosas serían muy, muy importantes. Conseguir una medalla es un logro que me quedaría grabado para toda la vida”. Le deseamos lo mejor porque es argentino y, también, porque nos emociona leer en la página de la ATP que su “favourite magazine is El Gráfico”.

¿Y David Nalbandian? Qué difícil es hablar sobre el cordobés sin quedar en offside. Cuando parece volver a su mejor forma, tienen un partido muy malo o reacciones equivocadas como la de Queen’s, cuando pateó la silla de un juez de línea. Y cuando aparenta estar en la curva descendente de su carrera, resucita y a fuerza de talento le hace partido a Rafa Nadal o liquida a Jo-Wilfried Tsonga.

En Beijing 2008, nos hizo ilusionar en el arranque (derrotó a Shao-Xuan Zeng y al chileno Nicolás Massú), pero Gael Monfils lo eliminó en octavos de final. El resultado inmediato (derrota en primera ronda de Wimbledon ante Janko Tipsarevic) genera escepticismo; pero David es David, un crack que le ganó una final del Masters a Federer y que juega cuando quiere. Y lo que quiere lo sabemos desde hace mucho: la Copa Davis, un Grand Slam o una medalla olímpica. El ranking, para él, es lo de menos. Un podio en Londres, en cambio, sería lo más.

Carlos Berlocq es el tapado del grupo. A los 29 años alcanzó su mejor puesto (37°) y su temporada tuvo dos puntos altos: la final de Viña del Mar y el triunfo ante Gilles Simon (12°). En Wimbledon también se despidió en primera ronda y si llega a cuartos de final estaremos hablando de un verdadero batacazo.

Eduardo Schwank aún no sabe con quién jugará. Habrá que especular con estados físicos, rankings y afinidades para definir quién lo acompañará en el dobles masculino, especialidad en la que ocupa el puesto 48 del ranking. El marplatense ya ganó una medalla representando a la Argentina: la dorada en el dobles de los Panamericanos 2007.

La dupla Suárez-Dulko se armó exclusivamente para los Juegos y los resultados previos no fueron del todo alentadores. A los 36 años, Paola deberá potenciar a Gisela, que pasa por un muy mal momento como singlista.

En 1988, Sabatini ganó la medalla de plata. En 1992, Frana y Miniussi lograron la de bronce, al igual que Suárez y Patricia Tarabini en Atenas. El desafío ya comenzó: el tenis argentino busca su cuarto grito olímpico en Londres.

PUBLICADO EN EL GRÁFICO ESPECIAL JUEGOS OLÍMPICOS (JULIO DE 2012)

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