Por Martín Estévez
Los entrenadores argentinos gozan de prestigio en la actualidad. Simeone en el Atlético de Madrid, Marcelo Bielsa en Olympique de Marsella, Jorge Sampaoli en la selección de Chile, Mauricio Pochettino en el Tottenham inglés y el paso de Gerardo Martino por el Barcelona son algunas muestras. Por eso no sorprendió cuando, en enero de 2012, Pekerman asumió como seleccionador de Colombia.
José tenía entonces 62 años y una trayectoria casi impecable: éxito absoluto con los juveniles argentinos entre 1995 y 2002, prolijo paso por la Selección Mayor entre 2005 y 2006 (eliminado en cuartos de final del Mundial al caer por penales ante el local, Alemania), y dos temporadas en el fútbol mexicano.
Colombia había arrancado mal las Eliminatorias, pero con Pekerman repuntó y consiguió clasificarse a una Copa del Mundo después de 16 años. ¿Cuál fue el gran impacto conseguido por José en este 2014? Uno aún mayor: con James Rodríguez como figura y goleador, arrasó en el Grupo C del Mundial (3-0 a Grecia, 2-1 a Costa de Marfil y 4-1 a Japón) y, al vencer 2-0 a Uruguay en octavos de final, consiguió la mejor actuación colombiana de la historia.
La ajustada derrota 1-2 ante Brasil puso fin a la estadía del equipo en la copa, pero inició una serie de reconocimientos y de agradecimientos que Pekerman recibirá no sólo mientras siga dirigiendo al país (estará presente en la Copa América 2015), sino durante el resto de su vida.
Publicado en El Gráfico N°4452 (diciembre de 2014)
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