Estatua de Web Ellis, con la guinda en la mano |
Por Martín Estévez
Mientras disfrutamos del Mundial, retrocedemos en el tiempo para descubrir quién inauguró la jugada más emocionante del rugby.
En el año 1823 ya existía todo tipo de juegos con pelota. De hecho, el jeu de paume (un antecesor del tenis, con raqueta y todo) había sido furor en Francia durante los siglos XV y XVI. Inventar, lo que se dice inventar, casi nadie ha inventado nada en materia de deportes: todo es derivación de derivación de entretenimientos que provienen, tal vez, de las primeras civilizaciones.
La cuestión es que estábamos hablando sobre 1823, año en el que, en Inglaterra (la Inglaterra colonialista y usurpadora de riquezas extranjeras), uno de los juegos más populares era pegarle a una pelota (hecha de lo que fuera) con los pies, tratando de apuntar hacia lugares específicos. Sí: un juego bastante parecido a muchos otros, pero especialmente al fútbol.
La leyenda cuenta que, en un colegio de la ciudad de Rugby, ubicada en el condado de Warwickshire, estaban jugando a eso tan parecido al fútbol: a pegarle con el pie a una pelota e impulsarla hacia una meta. Hasta que un chico de 16 años, William Webb Ellis, bastante fastidiado por su falta de talento con los pies, agarró la pelota con las manos en mitad de cancha y empezó a correr.
Sus compañeros, enojados, se lanzaron a perseguirlo para sacársela y seguir jugando, pero no pudieron. Webb corrió y corrió esquivando jugadores y, para terminar su obra, metió la pelota dentro del arco rival: sin saberlo, había marcado el primer try de la historia.
A algunos profesores les pareció una buena idea empezar a utilizar también las manos y, luego, ese juego fue expandiéndose de colegio en colegio. Ahí, en esa corrida de Ellis en 1823, había nacido el rugby que hoy nos tiene expectantes por el Mundial. Un torneo que le ofrece al ganador la Copa Webb Ellis, simpático homenaje para el autor de aquel primer try.
Publicado en la página web de El Gráfico, septiembre de 2015
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