Por Martín Estévez
En 2011, Djokovic ganó
tres de los cuatro torneos de Grand Slam. Si se impone en el US Open, al que
llega como favorito, lo conseguirá otra vez.
Fue
el año de Novak Djokovic. Aunque el 2015 aún esté lejos de finalizar, la magnífica
eficacia del serbio en lo que va de la temporada genera que sea posible
escribir esa frase sin quedar en ridículo.
Para
darle fuerza a la afirmación, revisemos los datos. Luego de un comienzo liviano
sobre el cemento de Doha, donde perdió en cuartos de final ante Ivo Karlovic
(27° del ranking mundial), Nole inició una notable seguidilla de éxitos.
En el
Abierto de Australia, primer torneo de Grand Slam, ganó sus siete partidos,
incluyendo entre sus derrotados a tres Top Ten: Milos Raonic (8°) en cuartos de
final; Stanislas Wawrinka (4°) en semis; y Andy Murray (6°) en el encuentro
decisivo. Luego, llegó a la final de Dubai, donde sólo sucumbió ante Roger
Federer. Pasó por la Copa Davis con un sencillo triunfo ante el croata Mate
Delic y después viajó a Estados Unidos para brillar en Indian Wells: llegó hasta
la final sin perder sets, habiéndole dado una lección de tenis a Murray en
semifinales, y se vengó de Federer en la final.
Llevó
su cuenta de triunfos consecutivos a 13 para ganar el Masters 1000 de Miami,
estirando su paternidad sobre Murray en la definición; y a 18 victorias en
Monte Carlo, donde ganó su cuarto título del año tras eliminar a Rafael Nadal (en
polvo de ladrillo, superficie en la que el español es letal) y a Tomas Berdych.
En Roma, alcanzó la anormal cifra de 23 triunfos en cadena atropellando a Kei
Nishikori, David Ferrer y Federer. Su victoria 28 fue ya en cuartos de final de
Roland Garros, ante Nadal, y la 29 ante el pobre
Murray. Pero ahí llegó su última derrota hasta el cierre de esta edición: en la
final, ante Wawrinka. En el tercer Grand Slam de la temporada, Wimbledon,
recuperó la senda ganadora y volvió a levantar el trofeo.
El nuevo líder
Luego
de un período de anarquía, en el que once Grand Slams se repartieron entre diez
tenistas, en 2004 comenzó el dominio de Roger Federer. El suizo se mantuvo como
número 1 indiscutido hasta 2007, cuando Nadal empezó a interrumpir su paseo por
el circuito. Y Rafa tuvo su pico en 2010, cuando ganó tres torneos grandes y se
erigió como el mejor.
Recién
en 2011, el prometedor Novak Djokovic se puso a la altura de los dos gigantes.
Fue una lucha entre tres hasta este 2015, en el que el serbio arrasó, se
consolidó en el liderazgo y, además, comenzó a amenazar los récords históricos,
ya que tiene sólo 28 años y ya suma 9
títulos de Grand Slam y 54 torneos ganados.
Lo
extraño es que, pese a sus irreprochables estadísticas, Djokovic todavía no es
considerado uno de los mejores de la historia. Leyendas como Jimmy Connors,
Andre Agassi, John McEnroe y Boris Becker han ganado menos torneos de Grand
Slam que él, y sin embargo consiguieron mayor reconocimiento. Una explicación
posible es que Djokovic ha edificado su gran carrera en base a triunfos, muchos
triunfos. Esa es su mayor virtud, pero también su mayor defecto. Porque, cuando
se habla de Federer, no se habla de triunfos. El suizo no es considerado un
tenista, sino un artista que se dedicó a jugar al tenis; quien ha llevado la
técnica y los movimientos en un court a su punto más admirable. Y Nadal, por su
parte, es el jovencito que, a base de un fastuoso esfuerzo físico, se convirtió
en el único que supo molestar a Federer, incluso cuando Roger estaba en su
mejor momento. La sombra inmensa de ellos dos hace que, injustamente, Djokovic
sea “solamente” un excelente tenista, un magnífico atleta y un ganador serial.
Pero, claro, que esté un escalón debajo de los dioses del siglo XXI.
El gran candidato
Desde
el 31 de agosto hasta el 13 de septiembre se jugará el US Open, último de los
cuatro torneos de Grand Slam de la temporada. Luego de repasar la campaña de
Djokovic, casi no es necesario aclarar que es el principal favorito a ganar el
título.
Sin
embargo, luego de lo que sucedió en 2014, no sería sensato descartar una sorpresa.
¿Qué pasó? Fue campeón el irregular croata Marin Cilic, que ni antes ni después
llegó a una final de Grand Slam. Y fue subcampeón el japonés Kei Nishikori, de
quien se puede decir lo mismo.
Djokovic
arriba a New York en plenitud mental y física. De hecho, desistió de jugar la
Copa Davis en julio para afrontar esta última parte de la temporada sin mayor
desgaste. Federer, siempre supercandidato, esta vez llega con perfil bajo,
sabiendo que los focos están sobre el serbio. Cilic y Nishikori, claro, serán
mirados por respeto por cualquier rival. Y sólo quedan tres nombres entre los
principales rivales. Uno espera cortar su racha de derrotas ante Djokovic: Andy
Murray. Otro, terminar con sus problemas físicos y renacer: Rafa Nadal. Y el
tercero sostiene el honor de haberle robado un Grand Slam este año a Novak:
¿podrá Wawrinka repetir el batacazo de Roland Garros?
Oferta por cierre de temporada
El
Abierto de Estados Unidos es el inicio del fin de 2015 para el tenis. Y la
posibilidad de que varios tenistas se revitalicen con buenos resultados. Estará
el búlgaro Grigor Dimitrov, quien ya tiene edad (24 años) para meterse entre
los diez mejores. Más paciencia hay que tenerle al australiano Bernard Tomic
(22), otra promesa. El gran sacador John Isner será el principal representante
del alicaído tenis estadounidense. Sólo él y Sam Querrey parecen fuertes entre
los locales. Y en cuanto a los sudamericanos, los argentinos Leonardo Mayer,
Juan Mónaco y Diego Schwartzman, el uruguayo Pablo Cuevas y el colombiano
Santiago Giraldo apuntarán a sobrevivir a la primera semana y quedar entre los
mejores 16.
Es
cierto: Djokovic todavía no alcanzó el nivel supremo de Federer y Nadal. Pero
en Flushing Meadows tendrá la chance de alzar, como en 2011, su tercer Grand
Slam en un año y llegar a 10 en total, con al menos 20 por jugar en el resto de
su carrera. Cuidado, gigantes, porque tal vez el bufón de la corte, el que nos
hacía reír imitando a otros tenistas, sólo nos haya estado distrayendo para
pegar el zarpazo, ponerse la corona y transformarse en rey.
RECUADRO -
Los últimos campeones
Año Campeón Finalista
2009 Juan
Martín Del Potro Roger
Federer
2010 Rafael
Nadal Novak
Djokovic
2011 Novak
Djokovic Rafael Nadal
2012 Andy Murray Novak Djokovic
2013 Rafael Nadal Novak Djokovic
2014 Marin
Cilic Kei
Nishikori
RECUADRO –
Serena, a un paso de la gloria
La estadounidense Maureen Connolly, en
1953; la australiana Margaret Court, en 1970; y la alemana Steffi Graf, en 1988.
Ellas fueron las únicas mujeres de la historia universal que ganaron los cuatro
torneos de Grand Slam en un mismo año. Al menos, hasta 2015. Porque la colosal
Serena Williams buscará en el US Open convertirse en la cuarta en lograrlo.
Fue un año mágico para la menor de las
hermanas Williams. Otro año mágico más, porque desde que comenzó a ganar
torneos grandes (el US Open 1999) ya han pasado 16 años y sigue vigente. Ha
acumulado seis Abiertos de Australia; tres Roland Garros; seis Wimbledon; y
seis Abiertos estadounidenses, llegando a un total de 21, que la dejan a sólo
tres de la máxima ganadora, Margaret Court. Además, en caso de festejar, sería
el quinto Grand Slam consecutivo para Serena, ya que también obtuvo el US Open
2014.
Publicado en Access DirecTV N°82 (septiembre de 2015)
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