Por Martín Estévez
La equitación argentina iba a contar con seis jinetes, pero por las lesiones de sus caballos quedaron solamente dos.
La numerosa delegación argentina de equitación que iba a viajar a Londres, finalmente no fue tan numerosa. De seis pasajeros, el avión terminó transportando solamente a dos. El equipo de concurso completo, que había logrado la clasificación en los Juegos Panamericanos de Guadalajara, se quedó sin fiesta por las lesiones de sus caballos.
Primero se lastimó la yegua de Federico Valdez Díaz. El equipo todavía podía participar porque le quedaban tres integrantes, pero a José Luis Ortelli también se le lesionó su compañero y ya no hubo más que hacer. Las reglas de la equitación son claras: el que clasifica y participa no es sólo el jinete, sino también su caballo. Si no compiten los dos, no compite ninguno. Así, Javier Rawson y Fernando Domínguez Silva, los otros miembros del equipo que estaban en condiciones de viajar, se quedaron con las ganas.
En definitiva, sólo estarán en Londres dos representantes argentinos: los experimentados José María Larocca y Alejandro Madorno. Ambos competirán en la prueba de saltos. Larocca se clasificó al finalizar 18° en los Panamericanos. Será su segunda vez en los Juegos, porque estuvo presente en Beijing 2008. Madorno, campeón nacional en 2011, ingresó por otra lesión, la del caballo de Matías Albarracín.
PUBLICADO EN EL GRÁFICO ESPECIAL JUEGOS OLÍMPICOS (JULIO DE 2012)
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