viernes, 12 de julio de 2013

México 1968 – El coraje no tiene color

Por Martín Estévez

Opresores y oprimidos. Incluso en los Juegos Olímpicos, donde pareciera prevalecer el espíritu deportivo, ese enfrentamiento histórico resurge siempre. Oprimidos los países empobrecidos, oprimidas las mujeres y oprimidos también los negros. Aunque el mundo ame a deportistas exitosos como Michael Jordan o Tiger Woods, el color de la piel sigue siendo un método de clasificación en el planeta.

Ese fue el motivo de la protesta de Tommie Smith y John Carlos luego de ganar las medallas de oro y bronce en los 200 metros de México 68: en el podio, bajaron la cabeza y, evidentemente conmovidos, alzaron un puño enguantado en apoyo al Black Power, nombre utilizado en la década del 60 para aunar a una multitud de movimientos para la defensa de los derechos de los negros. Además del guante, John Carlos llevaba la ropa desabrochada y un collar en conmemoración de “las personas que fueron linchadas o asesinadas, por las que nadie hizo una oración, por los que fueron ahorcados o arrojados al agua en mitad de un viaje”. Fuertísimo. El público los silbó e insultó; el Comité Olímpico Internacional los echó de la villa olímpica.

Cuarenta y cuatro años después de aquel momento, los valientes Tommie y John siguen luchando, junto a muchas personas más, contra la discriminación por el color de piel.

Esto también sucedió

*Las medallas argentinas las consiguieron Mario Guilloti (boxeo) y Alberto Demiddi (remo). Venezuela (un oro) y Brasil (una de plata y 2 de bronce) también celebraron.

*Dick Fosbury innovó en el salto en alto, pasando la valla de espaldas. Ganó la medalla de oro y, a partir de entonces, todos los atletas comenzaron a aplicar su técnica.

*La altura sobre el nivel del mar influyó: se batieron 22 récords mundiales y el estadounidense Bob Beamon logró un salto en largo de 8,90 m, sobrehumano para la época.

PUBLICADO EN EL GRÁFICO ESPECIAL JUEGOS OLÍMPICOS (JULIO DE 2012)

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